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DECADENCIA DE OCCIDENTE

sábado, 8 de mayo de 2010

Noticias económicas

Este fin de semana no va a dar tregua: el Rey, operado de un nódulo en el pulmón. El príncipe, de vuelta precipitada de un viaje oficial.
El parlamento británico, en negociaciones que siguen dejando de lado el profundo problema fiscal (Clegg es un maldito progre, que quiere medidas progres y más justicia social). El volcán de cuyo nombre no quiero acordarme sigue echando humo y paraliza aeropuertos españoles.
El euro, en el alero. No veo que haya reuniones intensas para evitar que el lunes sea un Lunes Negro. No veo nada que deshaga las posiciones de desconfianza entre bancos que comentábamos ayer. Todo esto se traduce en posiciones inversoras -y desinversoras- para cuando abran los mercados.
¿Nos ha mirado un tuerto? Algo de Hado torcido y mal encarado tiene este desenfreno acelerado de cosas que se van torciendo. La crisis española, esa que centraba nuestra preocupación, está en riesgo de convertirse en una verdadera crisis nacional, hasta ahora mezquinamente centrada sobre un estatuto de chichinabo, que, mire ud. por dónde, creo que no va a regir nunca, me da la impresión. Se abalanzan hacia nosotros cosas más importantes, así que el jodido estatuto se lo va a llevar el huracán de las manos de Montilla "el cordobés", con el Parlament y las Corts y la madre que les trajo al Mond. Catalans: no toca, otra vez.
Señores, llámenlo destino si quieren, pero es que llegan las cosas serias de verdad. España se ha salido del eje invisible que el sentido común le había asignado. ¿Invisible, de sentido común? pues sí: invisible para los lerdos -la mayoría- y de common sense para los que creemos solo en eso: en el sentido común. Que es la mayoría de la gente.
No sé, a lo mejor me equivoco (de día), pero me temo que el lunes no va a ser jodido un lunes más.

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