Hoy lunes, recién empezada la sesión, desbandada general hacia la seguridad. La causa de esta última huida del riesgo parece clara. A lo largo de la agitación reciente del mercado, causada principalmente por las preocupaciones sobre el impacto de la las dificultades fiscales de la zona del euro, Los optimistas habían sido capaces de utilizar signos de mejora de los fundamentos económicos subyacentes como su cobertura de seguridad. Así, los signos de sano despegue de la economía USA garantizaba que el mundo no sufriera una recesión doble.
Pero después de la decepcionante números débiles empleos en EE.UU. el viernes, algunos ya no están tan seguros de este argumento.
Para empeorar las cosas, el contagio de la deuda soberana mostró signos de extenderse fuera de la zona euro después de que Hungría la semana pasada aumentó la perspectiva de su propio incumplimiento. Funcionarios húngaros han ido frenéticamente dando marcha atrás de ese pronóstico. Pero el daño al sentimiento de los inversores se ha hecho.
Datos: todo cae, hasta el oro y el petróleo. El euro, a 1,19$/euro. De nuevo, perspectivas negras sobre la economía mundial. la culpa, sin paliativos, el euro y sus mandatarios, incapaces de ver en su miopía más allá de echar la culpa a los GIPSIs.
Pero los bancos alemanes tampoco están bien, según el editorial de hoy del FT. El editorialista compara ya a los lenderbanks con las cajas de ahorro. Se extiende una sombra de sospecha sobre los bancos europeos, todos, lo que lleva a elevar la apuesta de los que quieran arreglar esto. Ya no basta Van Rompuy y su haikus solazantes, ¡hay que meter caña! Y meter caña es meter dinero, nacionalizar bancos, sanear sin remilgos. Y el BCE que se deje de esterilizar, que no estamos en un quirófano, sino en un ¡hospital de campaña!
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