"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 31 de marzo de 2012

Trueque y dinero. ¿Ha existido el trueque?

Nick Rowe tiene un post incitante sobre el dinero y el trueque. Viene a decir que en caso de economía  de trueque, yo acabo ingresando lo que me he gastado. Y a nivel global, la demanda siempre es = a la oferta; en cambio, si hay dinero, yo no  tengo garantizado que lo que gaste vuelva íntegro a mi bolsillo.
Casi se deriva de la definición de trueque y dinero. Pero, antes que nada, no confundan trueque no dinero-mercancía, como cocos, por ejemplo. Una economía donde una mercancía es aceptada por todos como medio de cambio es monetaria, aunque lo que se acepte sean cocos, conchas de mar, o varias cosas. La gente puede diferir la compra acumulando cocos (ahorrando) en espera de mejor precio, precio que se expresa en cocos. El coco no es perecedero, homogéneo, depositante de valor, y permite cosas que otros productos no.
Trueque es que uno se ve forzado a intercambiar lo que produce por lo que quiere comprar, si es que lo encuentra. Tu tienes un jamón, porque tienes una piara, y quieres huevos. Vas a la plaza con un jamón, e intentas sacar los máximos huevo que quieras. Si te dan como mínimo 3 docenas de huevos, aceptas el cambio. Si no, cedes a un precio menos ventajoso, o te quedas con el jamón. No hay excesos al final. Si haces el canje, Lo que te has gastado -jamón- te ha sido devuelto a tu acerbo -huevos-. Eso es trueque, cualquier atisbo de una mercancía que es aceptada como medio de cambio nos introduce en una economía de dinero.
En ese caso de una mercancía estimada por todos y usada como medio de cambio, cabe suponer que se producen a veces excesos de oferta y demanda, de manera que ya no se cumple demanda = oferta. Sea oro o sean cocos, (o billetes del Banco Central), supongamos que, por cualquier razón exógena, la gente acapara cocos porque sus expectativas de futuro han cambiado. La desaparición de los cocos (que no se producen rápidamente) produce una contracción de la demanda y desencadena un proceso de caída que no se para hasta que se ha restablecido la confianza.
El proceso inverso es como sigue: un periodo de calma hace aumentar demasiado la confianza. La gente quiere gastar, y no tiene cocos en el bolsillo más que para comprar algo. Aumenta la velocidad de circulación del coco, y suben los precios. Los precios subirán hasta que el coco, que a corto plazo es una oferta fija,  empieza a escasear para tanta transacción. Un día alguien quiebra porque no tiene cocos suficientes para devolver su deuda. Cuando se quieren dar cuenta los precios han empezado a bajar...  Sólo si la oferta de cocos (o de oro, o de billetes) es elástica, puede pararse el proceso.
Espero haber demostrado que una economía de trueque es una cosa difícil de imaginar. Es más fácil imaginar el dinero como una cosa natural en la sociedad y que nunca ha dejado de existir
Una economía monetaria hace más fácil la acumulación. Es decir, el ahorro. La acumulación ha de hacerse con bienes no perecederos, pero si además estos bienes son aceptados como medio de cambio, (dinero), es fácil que el ahorrador preste su exceso de dinero al gastador, lo que hace posible un mercado ahorro e inversión.
Sin dinero, el ahorro es necesariamente igual a la inversión. Con dinero, se forma un mercado de préstamos y deudas, el mercado financiero, que permite al inversor captar el ahorro de otros y hacerlo más productivo que si estuviera guardado en casa. Pero ya no se cumple que demanda = oferta. Puede producirse un pánico,  aumentar la preferencia de todo el mundo por los cocos (preferencia por la liquidez) y producirse excesos de oferta en los mercados.

No hay comentarios: