La situación monetaria en Europa, y la respuesta de las autoridades, me recuerda un cuento o novela de Wenceslao Fernández Flores, un escritor de fama en la primera mitad del XX, que yo leía en mi casa de joven, cuando en verdad tenía que estudiar contabilidad.
La historia era así: dos amigos pactan que, cuando uno se muera, se aparecerá al otro en espíritu para desvelarle los secretos del más allá. Al poco, uno de ellos muere. El otro enferma.
Los médicos le tienen a una dieta severa, de caldo y verduras. Pero su estado se agrava. El amigo muerto decide aparecérsele.
Lo hace cuando el otro esta a punto de dormirse. Cuando ve el fantasma de su ex amigo, pega un brinco del susto.- ¿ que haces aquí? - pregunta pálido y sudoroso.
- Ramón, he venido a prevenirte. Los médicos te están tratando mal. No tiene septicemia, como dicen, sino anemia, y si sigues así te van a llevar a la tumba; cosa que a mi no me importa, porque estoy muy solo, pero es la verdad. Lo que necesitas es buenos chuletones regados con buen vino, que además te alegrarán el ánimo. Te recomiendo que me hagas caso, porque esto de morirse es un aburrimiento mortal.
- Pero, ¿Cómo se te ocurre, hombre de Dios, que espanto, ¡desaparece ya! Y se tapa con las mantas - no quiero ni verte!!!!! Fuera!!!
El amigo, en silencio se esfuma...
Ramón es España, el amigo aparecido es Grecia, y los médicos son Merkel & Rompuy, y...
¡Feliz Navidad!
La historia era así: dos amigos pactan que, cuando uno se muera, se aparecerá al otro en espíritu para desvelarle los secretos del más allá. Al poco, uno de ellos muere. El otro enferma.
Los médicos le tienen a una dieta severa, de caldo y verduras. Pero su estado se agrava. El amigo muerto decide aparecérsele.
Lo hace cuando el otro esta a punto de dormirse. Cuando ve el fantasma de su ex amigo, pega un brinco del susto.- ¿ que haces aquí? - pregunta pálido y sudoroso.
- Ramón, he venido a prevenirte. Los médicos te están tratando mal. No tiene septicemia, como dicen, sino anemia, y si sigues así te van a llevar a la tumba; cosa que a mi no me importa, porque estoy muy solo, pero es la verdad. Lo que necesitas es buenos chuletones regados con buen vino, que además te alegrarán el ánimo. Te recomiendo que me hagas caso, porque esto de morirse es un aburrimiento mortal.
- Pero, ¿Cómo se te ocurre, hombre de Dios, que espanto, ¡desaparece ya! Y se tapa con las mantas - no quiero ni verte!!!!! Fuera!!!
El amigo, en silencio se esfuma...
Ramón es España, el amigo aparecido es Grecia, y los médicos son Merkel & Rompuy, y...
¡Feliz Navidad!
Vivan los chuletones. Feliz Navidad!
ResponderEliminar