En el Confidencial encuentro un artículo redondo. En él, Juan Carlos Barba dice una gran verdad: si nuestro sector exterior está equilibrado, ¿por qué no se estimula ya la demanda interna, como recomienda cualquier manual de economía (que no sea europeo)?
Dejo que sigan su análisis impecable, que, recuerden, se centra en la "pieza e convicción" de este gobierno corrupto, para asegurar que la economía está levantando cabeza.
Los servicios
también mejoran con fuerza, pasando la balanza de éstos de un saldo positivo de 2.054 millones en noviembre de 2011 a 2.400 millones en el mismo mes de este año. En este caso hay aumento, según el Banco de España, tanto en ingresos como en pagos, aunque mucho mayor en los primeros.
La balanza de rentas
mejora con muchísima fuerza gracias a que los pagos al exterior por este concepto se han hundido desde 5.791 millones el pasado año a 3.889 millones en éste. Esto se debe al desplome en la rentabilidad de las inversiones extranjeras en España por la crisis.
La contabilidad real de una economía es:
PIB = C+I+G+X-D*i. Es decir, PIB es igual a demanda interna (Consumo+Inversión+ Gasto público netos de impuestos)+Saldo Comercial (X) menos los pagos de deuda (Deuda* interés).
Reordenemos la identidad:
X-D*i = Y- C-I-G. La primera parte de la identidad es el saldo de cuenta corriente: saldo comercial menos pagos de deuda (dejemos a un lado las transferencias).
¿Por qué ha mejorado ese saldo? Como dice Barba, Por hundimiento de la demanda interna (C,I,G), no por aumento de las rentas (o producción). Si esa mejora no se traduce en un aumento del PIB, podrá seguir mejorando el saldo exterior, pero a base de contraer el PIB. Algo que roza ya la tragedia.
Dejo que sigan su análisis impecable, que, recuerden, se centra en la "pieza e convicción" de este gobierno corrupto, para asegurar que la economía está levantando cabeza.
sólo fue negativa en 776 millones (frente a los 1.791 de noviembre de 2011). Esto no se ha debido a la mejora de las exportaciones, que según Aduanas fueron menores que en 2011, sino a la caída de las importaciones debido a la crisis que asola el país. Sorprende que no coincidan los datos de Aduanas y del Banco de España, ya que los primeros son 631 millones de euros peores. Esperemos que pronto se aclare la razón de esta discrepancia.Analizando los diferentes componentes de la balanza de pagos, nos podemos dar cuenta de que la balanza comercial
Los servicios
también mejoran con fuerza, pasando la balanza de éstos de un saldo positivo de 2.054 millones en noviembre de 2011 a 2.400 millones en el mismo mes de este año. En este caso hay aumento, según el Banco de España, tanto en ingresos como en pagos, aunque mucho mayor en los primeros.
La balanza de rentas
mejora con muchísima fuerza gracias a que los pagos al exterior por este concepto se han hundido desde 5.791 millones el pasado año a 3.889 millones en éste. Esto se debe al desplome en la rentabilidad de las inversiones extranjeras en España por la crisis.
Por último, la balanza de transferencias también mejora muy notablemente tanto por el incremento de transferencias desde el exterior como por la disminución de las enviadas desde España (incluidas las remesas de los emigrantes). Una vez más, ello se debe a la pésima situación económica de España.
En estas condiciones carece de todo sentido el continuar con una política deflacionaria de depresión de la demanda interna como está haciendo actualmente el Gobierno. Cualquier manual de economía nos dice que hay que sanear el sector financiero hasta conseguir que vuelva a fluir el crédito al sector privado y en ningún caso recortar el déficit hasta que la economía esté claramente en positivo.
En estos momentos el descenso en salarios y beneficios empresariales está provocando que la capacidad de repago de la deuda -y por lo tanto la morosidad- sea cada vez menor a pesar de la disminución de la deuda del sector privado, lo que hace que la banca esté cada vez más ahogada y no pueda cumplir su función básica de financiar las actividades productivas. El incremento de la morosidad prácticamente es igual a todas las ayudas prestadas a la banca. Mayores recortes en el gasto público sólo provocarán que se profundice en esta espiral destructiva de deuda-deflación y que sea imposible que la economía española remonte. Urge, pues, un cambio de rumbo radical con una Europa que se comprometa de verdad al saneamiento de un sector financiero absolutamente colapsado por el estallido de la burbuja, una política industrial seria que permita dar rienda suelta a las potencialidades de nuestro capital humano y una moratoria en la reducción del déficit hasta que retorne el crecimiento económico.
No hemos hecho otras cosa que insistir en este blog sobre la falaz valoración optimista del mágico equilibrio exterior, que no es más que la otra cara del desplome de la inversión interna. Sí, las operaciones corrientes, Wauw! Pero las operaciones financieras brillan por su sequía. ¿Y cómo vamos a emplear a creer si no entra la financiación que cubra nueva inversión, además de ayudar a devolver las deudas? La contabilidad real de una economía es:
PIB = C+I+G+X-D*i. Es decir, PIB es igual a demanda interna (Consumo+Inversión+ Gasto público netos de impuestos)+Saldo Comercial (X) menos los pagos de deuda (Deuda* interés).
Reordenemos la identidad:
X-D*i = Y- C-I-G. La primera parte de la identidad es el saldo de cuenta corriente: saldo comercial menos pagos de deuda (dejemos a un lado las transferencias).
¿Por qué ha mejorado ese saldo? Como dice Barba, Por hundimiento de la demanda interna (C,I,G), no por aumento de las rentas (o producción). Si esa mejora no se traduce en un aumento del PIB, podrá seguir mejorando el saldo exterior, pero a base de contraer el PIB. Algo que roza ya la tragedia.
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