"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 29 de marzo de 2013

La perspectiva

Los tres gráficos de abajo representan el PIB, la Inversión, y el saldo exterior, según contabilidad nacional. Son magnitudes nominales, es decir, sin deflagra. El INE ofrece las cifras reales en índices, imposibles de agregarle.

El PIB nominal ( a la izda) no ha recuperado ni siquiera el nivel más bajo de la recesión, alcanzado en 2009.

La Inversión total (a la derecha), ha sido la gran pagadora del ajuste brutal, con una caída aun más intensa que el PIB. Incalculable el capital perdido por culpa de la caída me la demanda.

La mejora del sector exterior supone un volumen estimado de 30 mil millones, según Contabilidad Nacional, desde 2007,

Sin embargo, eso no ha impedido que la deuda neta exterior haya aumentado de 648 mm a principios de 2007 a 947 mil millones a finales de 2012. Es decir, 300 mil millones de €, o diez veces más de lo que ha aportado la mejora de balanza exterior. Una proporción entre mejora del flujo y empeoramiento de la deuda tal que así. (Azul: mejora de la BdP en 5 años. Verde: empeoramiento neto de la deuda exterior.)

¿Cuantos años, a este ritmo, deben pasar para que la deuda empiece a estabilizarrse y luego reducirse?

Hacer análisis de flujos olvidando, o tapando descaradamente las deudas acumuladas, es engañoso cuando no tendencioso.

Cuando el gobierno dice que estamos a punto de crecer, oculta el peso de nuestra deuda sobre nuestras espaldas. Deuda que no se puede dejar a un lado pensando que ya la pagaremos. Según la teoría de Merkel, primero paguen, luego ya crecerán. Deuda que tiene unos vencimientos que han de cumplirse o negociar una quita o reestructuración.

Sobre esta misma visión, recomiendo lean a JC Barba, en el Confidencial.

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