Páginas

DECADENCIA DE OCCIDENTE

martes, 30 de abril de 2013

La ruina Rajoy

Como expresión más clara del "Error" Rajoy-Montoro, copio y pego el post de Antón Uriarte, que muestra con meridiana claridad lo que hay detrás de lao balbuceos de Rajoy a través de sus muñecos o del tele plasma.

Por cierto, cuando le presenten a un empresario español, antes de darle la mano, pregúntenle cuantas subvenciones recibe.

La ruina del viento

Como monumentos a lo superfluo, unos 18.000 enormes molinos de viento se han erigido estos últimos años por las tierras de España. La cifra da vergüenza. Públicamente casi ningún medio se atreve a darla y a denunciar el daño que los campos de enormes aerogeneradores (y de horrendas placas solares) infligen a los paisajes rurales.

Lo paradójico es que cuando más sufre el gasto del Estado español es precisamente cuando sopla el viento, ya que las subvenciones aumentan cuando los molinos funcionan y sube la producción eólica.

En los dos primeros meses de este año, enero y febrero, muy ventosos en la Península, la electricidad de origen eólico fue la más importante y llegó al 26,1 % de toda la producción española. Los beneficiarios —véase la Fundación Qatar que, con el 8 %, es la mayor accionista de Iberdrola— se llevaron nada menos que 495,8 millones de euros de ayuda pública*. Un récord de subvención, aunque las compañías quieren más y se quejan de que el gobierno rebajó recientemente unos céntimos la prima por kWh producido (de 4,187 céntimos de euro por kWh en Enero de 2012 a 3,88 céntimos de euro en Enero de 2013).

Como los intereses de grandes compañías y de grandes accionistas son los que mandan, y como salvar al planeta del CO2 ha sido el más común y casi único leitmotif de la política de la Unión Europea, la burbuja del viento resiste y difícilmente revienta.

*le siguieron en el costo de estos dos meses la solar fotovoltaica, con 369,5 millones de euros; la cogeneración, con 332,2 millones; el tratamiento de residuos, con 80 millones, y la solar termoeléctrica, con 78,5 millones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ponga Ud. lo que quiera, Muestre su airada y justa indignación, su santa Ira, pero respete un mínimo sentido del decoro. Tenga en cuenta que las opiniones son libres, los sentimientos ofendidos dignos de reparo, pero serán tanto más respetados cuanto su expresión esté más alejada de lo vulgar.