Esa pareja de cambistas que todas las noches, apagadas la luces y encamados los niños, se dedican a contar con minucia los oros ganados durante la jornada, del trajín de letras de cambio, títulos de propiedad, depósitos, préstamos, en la noche ventosa de la vieja Bruselas,
me hacen pensar, sin saber por qué, en el Duque y la Infanta, amorosamente unidos, midiendo cuánto podrán gastarse en la choza en la que viven si les deja en paz la Familia Real, impenitentemente codiciosa, que quiere sacarles más manteca a los burgueses productivos.
Y es verdad, si se fijan en la mirada perdida de la Infanta, que ella no se enteraba de nada de las explicaciones del Duque, llamado por aquellos tiempos, francos y sin doblez en el lenguaje, el Duque de Borgoña el Empalmado, o más simplemente, el duque empalmado, o mejor aún, en aquellas calles siempre húmedas, El Empalmado.
Y ella le dice, "Iñi, no me enteró de nada, anda vámonos a la cama que mañana he de madrugar". Y el contesta, no son cierta aspereza (porque lo que le empalma es el oro, como a Rallo y los austéricos), "vale Kid" (vocablo hoy intraducible).
Una cédula social protagonista del gran avance de la civilización desde la Edad Media de los caballeros empalmados con espadas, a la ciudad, que es la base de partida de nuestra vida actual. ¿Es que no lo comprende nadie, que es un retroceso, un salto hacia atrás, una vuelta a la hacienda expropiadora, que supone siglos de retroceso, querer quitarles lo que honradamente han ido juntando para su prole?
me hacen pensar, sin saber por qué, en el Duque y la Infanta, amorosamente unidos, midiendo cuánto podrán gastarse en la choza en la que viven si les deja en paz la Familia Real, impenitentemente codiciosa, que quiere sacarles más manteca a los burgueses productivos.
Y es verdad, si se fijan en la mirada perdida de la Infanta, que ella no se enteraba de nada de las explicaciones del Duque, llamado por aquellos tiempos, francos y sin doblez en el lenguaje, el Duque de Borgoña el Empalmado, o más simplemente, el duque empalmado, o mejor aún, en aquellas calles siempre húmedas, El Empalmado.
Y ella le dice, "Iñi, no me enteró de nada, anda vámonos a la cama que mañana he de madrugar". Y el contesta, no son cierta aspereza (porque lo que le empalma es el oro, como a Rallo y los austéricos), "vale Kid" (vocablo hoy intraducible).
Una cédula social protagonista del gran avance de la civilización desde la Edad Media de los caballeros empalmados con espadas, a la ciudad, que es la base de partida de nuestra vida actual. ¿Es que no lo comprende nadie, que es un retroceso, un salto hacia atrás, una vuelta a la hacienda expropiadora, que supone siglos de retroceso, querer quitarles lo que honradamente han ido juntando para su prole?
pronto reapareceran lo corchetes llamando a las puertas para recaudar lo ordenado por los sátrapas locales
ResponderEliminarJajaja jajaja
ResponderEliminarQuizá me he despistado, pero no he visto apenas reacciones en los medios de comunicación al descubrimiento de que la hija del jefe del estado (lo pongo en minúsculas adrede) ha usado a la Hacienda Pública para blanquear casi millón y medio de euros y encima ¡el jefe del ejecutivo le ha pedido perdón! a su señor padre. Si no me equivoco, esto ya es corrupción de república bananera, y los medios aparentan estupefacción, confusión, indignación ¿que puede haber pasado?, ¡que cosa más rara!, ¡que en estos tiempos pasen estas cosas!
ResponderEliminar¿Tanto miedo hay en España?
Hay un a conspiración de silencio de tomo y lomo. Esta pareja se ha pasado por el arco de triunfo toda sospecha de honradez, atrapados entre el abismo y la desvergüenza de esta gente.
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