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DECADENCIA DE OCCIDENTE

martes, 24 de diciembre de 2013

Oponión pública babiosa (de Babia)

En mis incursiones por eso llamado "redes sociales" me doy cuenta un vez más del estado de desinformación en que vegetamos. En España, quiero decir. Si no he pillado tropecientos o más twitteros italianos cabreados con el euro hasta decir basta, mientras que ninguno español, que me aspen.

Seguro que los mismo pasa en Francia, incluso Alemania. No digamos en Grecia o en Chipre.

¡Qué país! No sé lo que tiene que pasar aquí para que la gente sume dos y dos son cuatro. Porque no se trata de saber economía, sino de sentido común. ¿Tanto odiamos a España, para preferir seguir atados a las cadenas? El euro es ampliamente cuestionado en la opinión pública europea, menos en España. Quizás tb en Portugal, no sé. ¿Por qué? Pour quois? Why? Si fuéramos taaann europeos, nos pareceríamos en algo. Pues ni en eso. No somos europeos ni por el forro, sin embargo somos indiferentes, o pro Euro.

¡Que masoquismo! Porque, claro, eso obliga a dirigir nuestras quejas a nosotros mismos. Pues mira que es fácil. Antes del euro, íbamos más o memos bien. La corrupción en pesetas no era, ni de lejos, la que es en euros. La tasa de paro era menor, aunque nos quejábamos, y con razón. Teníamos más nivel de PIB que ahora! Todo eso, por lo menos, invita a una reflexión. A que hubiera grupos de opinión en contra del euro. A que tuvieran su reflejo en la prensa, o en nuevos partidos emergentes.

Pero nada. Nada nada nada. Cojen el País, nada. El Mundo, nada. La Vanguardia, nada. El ABC, nada. Etc, etc... Luego cualquier sucursal de estos, que son los propietarios de la prensa nacional, nada. Nunca hubo tanta libertad de opinión, tantas redes sociales, y tanto borreguismo a la vez. ¿O es que España siempre ha sido un país borreguil, o más borreguil que otros? ¿Quién dirige la opinión pública en economía? Jajajaja... Rallo!

Y lo más interesante, que no me canso de repetir: Rajoy @ Rubalcaba, mismo discurso. Es más, los partidos candidatos (¿?) a nacionales, UPyD o Ciudadanos, ¡mismo discurso! (O falta de) No es posible, ¡no es posible! Echemos un vistazo a la derecha de la derecha, por ejemplo, Federico Jiménez Losantos. Ídem, ídem que Rajoy, ídem que Rallo, ídem que FEDEA , Ídem de ídem. Ya digo, ídem que Rubalcaba. Ya no miro más allá, porque más a la izda que Rubi, no creo que haya nada significativo...

Encefalograma plano. Incluso un chistoso no se le ocurre más decir a la propuesta de Werner Sinn que es un nazi HP. Bien, puede ser, pero por lo menos hace una propuesta frente a Merkel. O sea, que lo que cuentan son las etiquetas, no la argumentación. Bueno, pues por lo menos ese nazi propone que Alemania suelte el dogal y perdone deudas. En fin, feliz Navidad.

Eso si, un día las fuerzas europeas anti euro harán masa, y nos pillarán en Babia. Como nos pillo el advenimiento. Jajajajaajajajaja

4 comentarios:

  1. Pero D. Miguel.

    ¿Cómo que nadie? Mi cuenta @SalidaDelEuro tiene 91 seguidores, casi todos ellos extranjeros (incluyendo a A Evans-Pritchard porque le debo de dar una inmensa pena y ternura).

    Ahora más en serio. NO SE ENTIENDE.

    (En Italia es generalizado, no se si conoce a la gente de MMT (modern monetary theory) pero no paran de hacer giras por allá)

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  2. No busque más allá del odio para encontrar una explicación. Para la mitad de los españoles que están en la oposición, y seguirán en ella hasta que "los suyos" ganen de nuevo, la culpa de TODO la tiene el gobierno; después de las elecciones se cambiarán los papeles. Ni chinos, ni la Merkel, ni la proverbial soberbia alemana, nada; la culpa de TODO la tienen que tener los hijoputas esos, los otros.
    Fue el odio el que unió a este país, no los reyes católicos, el odio a los otros, que entonces eran los judíos y los conversos, sin olvidar los musulmanes y desde entonces nos mantiene unidos (alguien cree realmente que los catalanes se van a independizar?, sacarán una buena tajada y a seguir odiándonos).

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Ponga Ud. lo que quiera, Muestre su airada y justa indignación, su santa Ira, pero respete un mínimo sentido del decoro. Tenga en cuenta que las opiniones son libres, los sentimientos ofendidos dignos de reparo, pero serán tanto más respetados cuanto su expresión esté más alejada de lo vulgar.