"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 3 de octubre de 2014

El gran intelectual. Como destruir una nación

Cuando reinan la mediocridad y desaparecen las ideas sólidas, se apropian de la opinión pública unos a modo de intelectuales, dicen que profesionales de la neutralidad, cuyo discurso resulta atractivo porque viene ya con una facturación de marca acreditada. Me refiero a Luis Garicano, un economista que suele empeñarse en demostrar que Merkel tiene razón (o sea que España es un desastre por su propia culpa), y otras "originales ideas", que se pueden encontrar en masa en determinadas expendedurías, esas que, a modo zapateril, dicen que "si los catalanes no están a gusto, habrá que hacer algo no?

Hoy se descuelga con un artículo en El Mundo en que aboga por ceder ante Artur Mas, porque la vejete irá de no ceder esta llena de imprevistos -Cisnes Negros- , que serían mucho peor para ambas partes. Claro, como dice el PSOE zapateril, la culpa de lo que pasa en Cataluña es de Rajoy. Yo he dido muchas veces que la culpa de lo que pasa en Cataluña es de las debilidades de los gobiernos españoles! especialmente del de Zapatero, ,pero jamás diría que los pasos hacia la confrontación no los han dado Mas y sus socios. No se puede culpar a la vieja acuchillada de pasar por la calle pasada las doce de la noche.

Extraígo del artículo el párrafo más indignante del artículo, del que me permito subrayar algunas afirmaciones que, además de falsas, son hirientes. Como que la inmersión liguistica ha funcionado muy bien porque "sí logra que los niños hablen bien ambas lenguas" (sic).

Creo en la libertad de expresar las extravagancias que a una persona ambiciosa, pero de cortas luces, se le ocurran. Pero me siento igualmente libre de criticar afirmaciones como la anterior, que aparte de su falsedad nos llama histéricos a los que consideramos la inmersión lingüística (negar el derecho o imponer el hecho de que No se pueda elegir la lengua educacional para los hijos) como una acción fascista. No sé que concepto pariente este señor de la democracia, pero si es justificar que como ha habido una lengua oprimida durante cuantitativa años, lo equitativo es oprimir a la otra otros cuarenta, debe revisar sus lecturas de pensamiento político, si es que las tiene. Pero leamos como se expresa ese bien señor:
¿Existe una alternativa? La reivindicación catalana tiene tres patas: simbólica, competencial, y financiera. En lo simbólico, hay que encontrar maneras reconocer la diferencia de Cataluña, usando palabras (como la palabra «nación») y símbolos que no son tan lejanos de los que de hecho usamos («nacionalidad»). Aún más importante, es crucial recomponer el vínculo emocional: Cataluña debe saber que no sólo es parte de España, sino que es querida por España, que su singularidad es aceptada y querida, que su lengua, el catalán, es un patrimonio de España tan importante como el castellano. Gestos simbólicos aquí (¿por qué no un año de lengua autonómica en las escuelas?) pueden hacer mucho. En lo competencial, se trata de blindar las competencias relacionadas con la lengua, particularmente cultura y educación y con la sanidad. En la práctica el modelo lingüístico que existe, de inmersión en catalán, funciona bien, y el hecho innegable (a pesar de la histeria) es que sí logra que los niños hablen bien ambas lenguas. Y Cataluña, con la excelente política universitaria liderada en su momento por Andreu Mas-Colell (a años luz de lo hecho en el resto de España) ha mostrado lo útil que puede ser para el resto de España el introducir competencias entre las regiones en nuestro anquilosado sistema educativo. Finalmente, en lo financiero, no se trata de cambiar a corto plazo el monto de transferencias como de utilizar el momento para hacer una simplificación radical en el incomprensible e injusto sistema de financiación, comenzando por ceder la totalidad del IRPF a las autonomías –se trata, como sugirió hace tiempo el ministro Margallo «no tanto de transferir agua como dejar que las autonomías exploten sus propios pozos», junto con un sistema competencial que incremente la transparencia financiera y la rendición de cuentas a los ciudadanos.
Ciertamente, citar al señor Margallo llena de razón el desvarío. Margallo se ha destacado por ser un pésimo ministro de Exteriores, a la vez que no se ha cortado un pelo en sus manifestaciones delirantes sobre el estado autonómico, y esa metáfora de los pozos es una llamada a la rebelión fiscal de las autonomías mejor dotadas. Porque hay unas que tiene pozos y otras no, y en una máximos lo normal es que haya flujos compensatorios aunque sea por razones de interés geoestratégicos que no se despoblen las menos dotadas.
Pero dejémonos de anécdotas: este (se supone) conspicuo economista de la London School of Economics a perdido las meninges. Está proponiendo simple y llanamente la ruptura de España, dejar sin recursos al gobierno central, que sería una marioneta en manos de 17 autonomías en guerra entre sí. Un proyecto que va más allá del "federalismo", como debe saber muy bien, en el que se reserva al poder central la soberanía, es decir, la última ratio de decisiones críticas. Su amigo Mas Colell es un cínico que vendió sus capacidades a la idea de Cataluña Lliure, y citarle como fuente es aclarar cual es la posición de partida del autor: los catalanistas tiene razón, y hay que aplacarles: debemos darles algo que les satisfaga, símbolicamemte, fiscalmente y competencialmente. De paso, lo que les demos, debe ser extendido a las demás CCAA (nótese que entonces se diluye el factor simbólico), con lo que de nuevo se iniciativa un nuevo proceso de reinvicaciones, lloriqueos, como dice mi amigo Pablo Bastida. O sea, además de cornudos apaleados.

Es decir, para Cisnes Negros, querido señor, los que saldrían después de implantar su plan. Lo que tiene que hacer el gobierno es defender los derechos de todos los españoles, incluidos los catalanes no separatistas, que es la primera obligación de un gobierno nacional. 

2 comentarios:

Miguel E. dijo...

Qué bestialidad. ¡Un año de lengua autonómica en las escuelas de CCAA sin lengua autonómica!

¿Por qué no somos solidarios con los que PASAN HAMBRE EN ESPAÑA y estamos todos (la familia Botín incluida) un mes rebuscando en la basura?

Si el problema más grande de la desastrosa educación española (antaño ascensor social; hoy fábrica de concursantes de Sálvame o Mujeres y Hombres y Viceversa, y si no véase al ínclito Pedro Sánchez) es ése, apaga y vámonos.

Aparte de eso, para que exista solidaridad con una situación debe haber un supuesto previo de discriminación, etc. pero en este caso la lengua catalana no está discriminada en la escuela; ¡no podemos solidarizarnos con algo que no está en situación de desamparo! ¡Es ilógico y, por tanto, irracional!

Anónimo dijo...

Para calmar a los catalanes podríamos sacrificar a una virgen.