Sin embargo, tengo la sensación de que es un debate que no va a ninguna parte, por muy entre expertos que sea -siento decirlo-, porque ninguno tiene en cuenta la realidad social y política de España. Tan sólo Santiago Muñoz y José Ramón Parada dan una cierta sensación de sensatez. Los demás, por el contrario, parece que quieren adaptar la Constitución a la deformada realidad española y que encima sea a gusto de todos, lo cual es imposible.
Empezando por el "Problema" (Cataluña), sólo José Ramón Parada se da cuenta de que hay un incumplimiento flagrante de la ley, que sigue avanzando. Que se han provocado sentencias que luego el ejecutivo no ha hecho cumplir. Es decir, el gobierno ha "persuadido" al TC para que emita sentencias que, cuando han sido flagrantemente violadas, lo único que ha hecho es llorar porque nadie le hace caso, y repitir la cantinela de que Calaluña no romperá la constitución porque es ilegal. Cualquier Constituciom reformada sería incumplida inmediatamente, ¿no se dan cuenta? Si el gobierno no cumple con su obligación.
Una reforma constitucional eficiente es imposible porque los políticos de hoy y de ayer son los que más han contribuido a desencuadernarla. Ahora están enfrentados con proyectos totalmente diferentes e incompatibles. No hay manera de casar el proyecto recentralizador (Parada) con el proyecto "federal" de Pedro Sánchez. La única obsesión del PSOE es no perder en enganche con el PS catalán, y por ahí se le va las escasas fuerzas que le quedan.
¿Es el momento más oportuno para abrir un proceso constitucional cuando unos, de facto, ya no están en ella, la incumplen a costa de parte de sus ciudadanos, y se burlan de la Norma actual, mientras otros proponen que la reforma dé cabida a esa desobediencia, cuando sabemos que (como dice Santiago Muñoz) que eso servirá sólo para 20 años como mucho?
Es más, todas la CCAA se hicieron un traje nuevo al rebufo del Estatuto catalán de Zapatero, traje que es abiertamente anticonstitucional. Entonces se trata, o se corre el riesgo, de reformar la constitución para liquidarla para siempre.
La Constitución actual prohíbe cosas que se han hecho. No estaríamos hablando de Ella si los políticos hubieran tenido el más mínimo sentido de la honestidad, o de la responsabilidad, y no la hubieran conculcado sistemáticamente, por activa (Mas) y lo que es peor, por pasiva (Rajoy y antecesores). Ninguna fuerza política tiene la fuerza suficiente para hacerla cumplir, así que menos aún para hacer una reforma que debería ser re centralizadora.
Me parece que sólo queda lidiar con el "Problema" levantando la menor polvareda posible, pero en algún momento habrá que imponer la fuerza justa y proporcionada contra los secesionistas. Si el gobierno quiere reforzar su posición jurídica, creo que le queda una solución, que es convocar un referéndum nacional sobre la unidad de España. Todo lo demás son sueños, muy técnicos, muy profesionales, pero inanes. ¿Qué dificultad habría en preguntar a todos los españoles si quieren que España sea una nación como lo ha sido desde hace 500 años?
Los secesionistas nunca van a estar a gusto, porque es su papel. Como decía Ortega y Gasset, debemos aprender a conllevarnos, porque siempre va habrá una fricción ahí. La solución no es soñar que la fricción, o la piedra en el zapato, se va a deshacer con un cambio de ley que les de más competencias. Eso es lo que hemos demostrado en los últimos cuarenta años con amargura. Si quieren, después de eso, la Independecia, que lo demuestren: que se proclamen independientes y se atengan a las consecuencias.
Una vez leí, en la autobiografía de Fabián Estapé, que le preguntó a su abuelo por qué Portugal se independizó de España y Cataluña no. "Porque Portugal tiene su Aljubarrota y Cataluña no", le constetó el abuelo. Sabias y decisivas palabras.
Todo lo demás son ensoñaciones y pérdidas de tiempo. El problema no es la letra de la ley, es la ciudadanía, de arriba abajo, que le da igual.