"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 5 de marzo de 2015

¿Existe la verdad objetiva?

El autor del blog Socialdemocracy for the XXI Century, que se hace llamar Lord Keynes, tiene una serie de post sobre la filosofía barata del estructuralismo y (pos estructuralismo) que no tiene precio. Ahí demuestra que se puede ser keynesiano y riguroso, como no podía ser menos por otra parte.
El último post es una breve, pero aguda, crítica a Michel Foucault, uno de los popes de aquella escuela, tan ilegible como dogmática, pero que estuvo en boga durante unos años, incluso en las universidades americanas. Debe ser por ello que los marxistas se aferraron a ella, pues ponía a sus pies nuevos argumentos con los que atacar a la sociedad "burguesa". Es dice, nuevas posibilidades de imponer sus mentiras.

El centro neurológico de la filosofía de Foucault es que la verdad no existe, que es un resultado de fuerzas políticas que chocan entre sí. No existe lo objetivo, existe lo opinable, y éste es manipulado. Lo primero que se infiere de esta proposición es que la democracia es una falacia, puesto que decidir votar en una dirección es de antemano manipulado.

Sin embargo, cuando se estaba muriendo de SIDA, un amigo le preguntó, si, de acuerdo con su filosofía, pensaba que el SIDA existía o era un mito creado por los poderes reaccionarios para reprimir el placer sexual.

Foucault contestó que sí existía, porque los "americanos" habían investigado mucho y lo habían probado:
"‘By the way,’ I [viz., Paul Veyne] asked him out of simple curiosity (for the history of medicine is not my dominant passion), ‘does AIDS really exist, or is it a moralizing medical myth?’ ‘Well,’ he [viz., Foucault] replied calmly and after a moment’s reflection, ‘listen. I’ve studied the question closely, I’ve read quite a bit on the subject. Yes, it exists, it’s not a myth.The Americans have studied it very carefully’;" (Veyne 1993: 8).
Here is a man who thought that truth is not determined by an objective reality, but by the operation of power and power relations.
Debía estar muy enfermo para no darse cuenta que esa respuesta derrumba a toda su filosofía. Por supuesto que el poder intenta siempre emborronar la verdad. (menos mal que no dijo que fue inoculado por la CIA en África para joder a todos, EEUU incluido...) Digamos para simplificar que cuanto más lejos estemos de la ciencia, más fácil es emborronarla.
Y para eso están las ideologías. Estaría de acuerdo con Foucault en que hay grande áreas de las ideas son fácilmente manipulables. Pero para eso está la democracia, para controlar al poder y demostrar que miente. Ya sé que esto no es fácil, pero ¿no es mucho mejor que someterse a un sólo grupo de poder y a "su" verdad? Al menos es mejor tener ciertas garantías jurídicas de que tu opinión es un derecho, y que la ley te protege divulgarla como te protege contra el infundio (con todas sus deficiencias que hay en la realidad).

Decía Popper, uno de los mejores filósofos de la historia (desgraciadamente no muy leído ahora), que la verdad es difícil de alcanzar, pero es un derecho irrenunciable buscarla -y una pasión humana. Una cosa es buscar la verdad, y otra buscar imponer la mentira, y me temo que en el mundo siempre ha primado más lo segundo, porque la pasión por el poder es mucho más extensa y potente que la pasión por al verdad. Y para defenderse de esa fuerza deletérea, hay que contar con la libertad de buscar la verdad, la libertad para hacerla pública, y la libertad para ser criticada por los demás.

Puesto a citar: decía André Gide en sus diarios, que si Dios le ofreciera gratis saber la verdad final, desvelarle la gran incógnita de todo, lo rechazaría de plano, porque lo único que le hacia vivir era la indagación, la sed de verdad. Todo esto está obviamente entreverado con la facilidad con la que no mentimos a nosotros mismos. El mundo es imperfecto, pero necesitamos una estructura mental para bandearnos por él. Y nos ha ido mejor cuando se dejó de matar por la ideas de los otros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El castellano es un idioma rico en matices. Sin embargo, no creo que exista una palabra en castellano para describir al escritor y su obra.

Las palabras imbécil e imbecilidad se aproximan, pero dejan afuera la connotación de ignorante e ignorancia.