"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 21 de junio de 2015

La microeconomía de Karl Marx

Hay que reconocer que Marx quiso fundamentar su "nueva economía" en una teoría del valor. Sobre esa teoría construyó todo su edificio por el que demostraba que el trabajador era explotado.

Por lo tanto, estos de Potemos Podemos que vienen a enme(r)ndarnos la vida, deberían explicar cómo todavía quedan comunistas en el mundo y lo que es peor, cómo pretenden echarnos esa losa encima. Por ello les recomendaría que leyeran e intentarán entender el galimatías chapucero que monta su Señor de los Anillos con su teoría del valor.

En SocialDemocracy for The XXI century tenemos un buen resumen crítico del galimatías marxista. Como pueden esperar, no es precisamente Juego de Tronos, que es lo que le regaló Pablo Potemos al rey, para que se fuera empapando de dialéctica marxista.
La microeconomía de Karl Marx, tal como la desarrolla en la parte I de su Opus Magum, Das Kapital, es una farfollada sobre la que generaciones de ilusos se han roto los cuernos para imbuirse de "ciencia"¡la definitiva!

Una "mercancía" es un objeto material producido por el hombre. Tiene un valor de uso y un valor de cambio. El valor de uso se lo da su utilidad, por ejemplo, saciar la sed. Ese valor de uso (VU) no tiene nada que ver con el valor de cambio (VC) que es al cuales se intercambia ese bien por otro (por cierto, Marx no habla de los sercicios, al menos en estos textos).

Después Marx se empeña en demostrar que el VC de un bien por otro es, o debería ser, la cantidad de trabajo que se ha empleado en fabricar ambos bienes. Si A se ha hecho con Ax cantidad de trabajo, y B con Bx, el valor relativo entre ambos debería reflejar la cantidad relativa de trabajo puesto en ambos.

Y aquí empiezan los problemas no resueltos, pero que ha llevado al marxismo a conquistar vastas tierras y someterlas a un tiranía cruenta y mortal, como querien hacernos a nosotros.

¿Como se mide -en base a que unidad de valor- la cantidad de trabajo? Este problema no lo resolvió Marx nada más que con mentiras. Para que haya una unidad de medida por la que medir los diferentes trabajos, con diferente productividad, no tuvo más remedio que recurrir a la falacia de que todos los trabajos eran reducibles al trabajo más simple, mas burdo. Algo así como que un trabajo de cirujano de alta cualificación, de X horas de quirófano, se podía reducir a la cantidad X*U, siendo U la unidad de trabajo mas simple, ¿picapedrero? como es natural, se quedó ahí, porque no tenía salida. ¿Que pasa con el instrumental, y, en general, con el capital combinado con el trabajo?

De modo que hay un sistema de producción, que según el avance tecnológico, produce unos bienes que tiene un valor de uso (¿?) y se intercambian por el valor de cambio. Ese VC depende de la cantidad de trabajo que incorpora. Pero eso depende del desarrollo técnico, que lleva a Marx a decir que la cantidad de trabajo es distinta en cada época, lo que le lleva a postular que el valor de cambio es "el trabajo necesario socialmente" según la cultura que hay "detrás", como una costumbre. Y como costumbre, no debe ser considerada digna de retribución.

En suma, las mercancías debería ser intercambiadas por la cantidad de trabajo que han costado (no se resuelve el problema de las diferentes cantidades de capital productivo y tecnología que incorporan). Esta cantidad, aparentemente heterogénea, se puede homologar con una unidad de trabajo básica. Cuando el precios de mercado no refleja es VC, es cuando el trabajador es expoliado: la diferencia se la queda el empresario, el "burgués".

Después de esto viene su teoría de la acumulación, que lleva ineludiblemente a la destrucción del sistema. Otro día.

2 comentarios:

Pablo Bastida dijo...

Es significativo que los primeros partidos socialistas que se alejaron del marxismo son los de los países más avanzados, con mejores universidades: Escandinavia, Alemania, Gran Bretaña, Holanda... Los del pelotón de los mediocres del sur, con universidades como la pocilga donde imparte sabiduría el camarada Iglesias (fina sensibilidad la suya, por cierto: 'Aún hay entre 400 y 500 presos vascos en cárceles a cientos de kilómetros de sus familias'), bueno, en eso estamos.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Exactamente. En esto pises hay más libertad de pensamiento. Yo lo achaco a la liberación que supuso Lutero: Lean Uds mismos la Biblia, sin intermediarios. Lo que impulsó, primero, la lucha contra el analfabetismo (que la Iglesia fomentó) y luego el aprendizaje de pensar por sí mismo y contrastar ideas. Para mi es la revolución más importante de Occidente.

Donde ha habido protestantismo, aunque fuera débil, como en Francia, hay mas sentido crítico. Donde ha habido Inquisición, hasta 1834, ¿que se puede esperar? Ya veo al amigo Miguel E diciendo que si patatín y patatán, pero creo que es una constatación.