"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 21 de agosto de 2015

1996 y 2008. ¿Por qué no funcionó la misma política?

En este post y el siguiente, Nick Rowe plantea un problema. En 1996, Canadá percibió un choque contractivo, en forma de una política fiscal de reducción del déficit. Sin embargo, eso no se convirtió en una recesión. En cambio, en 2008, Canadá percibe otros nuevo choque, y esta vez sí se produce una recesión.

En ambos casos la política monetaria fue la misma: un objetivo de inflación del 2%. El BdC cumplió en ambos casos el objetivo.
 
Se pregunta Nick qué diferencia hubo. Según él, en 1996, el BdC dejo libre el tipo de cambio, y bajo los tipos de interés. El primero se devaluó. Eso dio un impulso a los exportaciones, y el tipo de interés estímulo la demanda interna, lo que compensó la caída de la demanda pública con un aumento de la demanda interna y externa. En 2008 eso no funcionó, porque la política monetaria tenía que haber sido más agresiva (vean los detalles en el original).
 
El primer caso fue aprovechado por los austericos como ejemplo de que una política fiscal contractiva traía efectos tan positivos en las expectativas de los inversores (menos impuestos futuros: efecto ricardiano), que la inversión y el consumo se animaban. Lo malo es que ocultaban lo que pasó con las exportaciones gracias a la devaluación y con la demanda con la caída del río de interés.
 
Ese fue el error intencionado del PP. Justo en 1996, el PP llegaba al poder por primera vez. Los PPijos se encontraron una situación fiscal desastrosa, con un déficit enorme y una deuda galopante, herencia del PSOE. Su objetivo de entrar en el euro animó a Aznar a hacer una política de reconducción del déficit. ¡Éxito! No sólo lo consiguió, sino que la economía se puso a crecer con fuerza y el paro descendió.
 
Cuando en 2011 volvieron al poder, decidieron vender la misma historia: haremos lo que hicimos en 1996, reducir el déficit, porque nosotros sabemos que no es contractivo, al revés. En cuanto anunciemos nuestros planes fiscales, la economía crecerá en virtud de que los recursos absorbidos por el gobiernos quedarán libres para el sector privado, y al efecto ricardiano. Además, la reforma del mercado laboral contribuirá a crear más empleo por PIB. ¿Se lo creían?



Creo que algunas son tan tontos y analfabetos que se lo creían. No hay más que ver que Rodrigo Rato se hizo doctor en economía con una tesis en la que demostraba lo bien que había funcionando la economía con él de ministro... Son tan pagados de si mismos, además, que nunca han querido reconocer que lo que les ayudó de veras en 2006 fueron dos cosas: la devaluaciones de la peseta, efecto de la crisis del SME, y la caída en barrena de los tipos de interés, que compensaron la contracción del gasto público.



Claro que luego resultó, de esos efectos, la burbuja, y resultó que los gobiernos estaba encantados con ella. Fue una burbuja peculiar, porque en otros países, la demanda iba muy por delante de la construcción de viviendas, pero en España era al revés, ¡la oferta de viviendas iba muy por delante! es decir, las autoridades corruptas, compinchadas con las Cajas de Ahorro (que no eran mas que sucursales de los partidos, vía CCAA), montaron una burbuja realmente curiosa: financiar construcción y financiar la demanda de esa construcción, lo que resultaba cada vez más difícil, porque los pisos en venta iban por delante... ¡Un caso claro de la Ley de Say, que toda oferta crea su propia demanda!



En fin, el análisis retrógrado y falso del PP les ha servido para perder las siguentes elecciones, a menos que el pánico a lo desconocido les dé un maná de votos.



Pero hay además, otro error oculto que no ha sido necesario mencionar hasta ahora: las deudas privadas. En 1996, la reacción a la bajada de tipos y de la peseta fue inmediata porque no había deudas: no había lastre como lo hay ahora. Y eso rige también para Canadá y para el mundo. La crisis de 2008 dejó una montaña de deudas, lo que hace que las políticas usuales no funcionen. Y me parece que Rowe comete un error al decir que la diferencia entre el 96 y 2008 fue un fallo de la política monetaria. No: fue un fallo de financiero; un volumen de deudas imposible de absorber en poco tiempo.

Lo malo es que el PP las ha aumentado más.
 

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