"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 20 de octubre de 2015

Sancheces y sandeces

La política española desde la democracia ha sido una feria de las vanidades de las que unos pocos han vivido muy bien. Uno de esos pocos ha sido la casta periodística, que salvo algunas excepciones han jugado a managers de sus candidatos y de sus escuderías. Las escuderías las conoce todo el mundo que se asoma a las tertulias de TV. Lo llevan grabado en la frente, como la marca de la ganadería.
 
Los comentarios sobre el debate Iglesias-Rivera son melifluos, ecuánimes, y superficiales. Me encuentre con un medio -no voy a decir cuál... Bueno sí, El Confidencial- que, según su soberbio análisis, el debate lo ganó Rivera por el "lenguaje corporal".
Muy bueno, Fulanito: resulta que Rivera ponía los codos en la mesa mientras hablaba Iglesias, y que este se echaba para atrás. Definitivo. Lo dicen los "expertos" ¿Cómo no me daría cuenta? Qué flipollez. Flipollez de expertos y flipollez de comunicador.
 
Ganó Rivera por otras cosas, además de que los gestos corporales le acompañaran o no, que me la pela. Ganó porque, con esa pinta de profesor de universidad americana recién duchado en el gym, frente al zarrapastroso de enfrente, profesor por enchufe en una universidad española hundida en el tercermundismo, habló de cosas reales, importantes y que interesan.
 
Y no mintió. Sobre todo, no mintió. Ya dije ayer que se puede ser de izquierdas o derechas, pero conozco a uno de izquierdas, muy de izquierdas, que me confesó que había sido una paliza, un revolcón. Se puede ser sordo y disciplinado (Buñuel).
 
Rivera no mintió, hizo constante referencia a lao costes estimados de las medidas que proponía, y llegó incluso a decir, el muy zorro, que algo que había prometido Pablo sobre pensiones, o sanidad para refugiados (una mentecatez) él no se atrevía a prometer eso. No había dinero. ¿Cuántas veces hemos oído eso a un político español? se lo voy a decir: nunca.
 
Y eso es lo que caló en los 5 millones de audiencia. Es lógico, es la primera vez que oían algo así tres generaciones de españoles. Un político que no promete aumentar las pensiones y la sanidad y las ayudas al desempleo, y acoger a los 69 millones de refugiados que hay censados por la ONU, y... Por otra parte, habló de hacer ciertas cosas, bien priorizadas, que aumentaría la demanda de trabajo por parte de los empresarios.
 
Y si Dios no lo remedia, se va a llevar todos los debates de calle, porque el político español sigue siendo un fanfarrón que dice "y yo más" y "¿qué tú has cantado, órdago? No, tú no, YO tengo órdago, zas en toda la boca." Además, es que no pierden cambiar. Leed sus programas, y no se sostienen.
 
Hoy mismo oigo que el tronco hueco del señorito Sánchez ha prometido sanidad gratis y universal para todo el mundo mundial, inmigrantes, refugiados y sus animales de compañía. ¿Quién da más? por cierto ¿quién es el economista de Sánchez?
 
La gente está hasta los huevos de sancheces, sandeces, y mentiras pronunciadas por corruptos que se tapan unos a otros.
 
Todo esto tiene un origen: la desastrosa estrategia del PP de ningunear a Rivera a base de hinchar la bomba de Pablo Iglesias en la Sexta, cadena de su amigo Lara, pero en la que hace lo que quiere Roures. Y así llevamos dos años viendo el fenómeno de los medios, apesebrados, hinchando a Pablo, dándole un Aura de romanticismo tipo Robin Hood, héroe en realidad descubierto por la literatura en el romanticismo del XIX. Todo con el beneplácito del estafermo Rajoy y/o su susurrador al oído Arriolo. O el otro, Moragas. Vaya trío. Ojalá desaparezcáis por al escotilla para siempre, inútiles.
 

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