La agresión a Rajoy se ha condenado unánimemente por los políticos y los medios. Tajantemente han dicho que en democracia la violencia ha de ser desterrada.
No puedo estar más de acuerdo, pero yo no lo considero sólo un acto criticable por razones políticas, y menos democráticas. La violencia no es repudiable sólo con la democracia, como si esta fuera sagrada. Es un acto contra la civilización más básica.
Vemos como es el hecho como lo que es: la agresión de un joven descerebrado a un viejo. Las connotaciones políticas me parecen irrelevantes - salvo porque hay algún partido que ha dado muy mal ejemplo y ha alimentado este tipo de "acciones directas", o más claro: fascistas (aunque se crean de izquierdas).
Para mí es más un caso, desgraciadamente cada vez más común, de la interrupción en la vida cotidiana, la vida en la calle, de la violencia impune, de la que no teníamos mucha noticia porque suele guardarse para las páginas de sucesos. Pero creo que esto ha transcendido de la anécdota a una categoría propia. El hecho de que esta vez la víctima haya sido el Presidente de Gobierno nos permite tomar conciencia de una falla sistémica en nuestra vida cotidiana.
No es trivial que dede hace años hay escolares que se suicidan ante la indefensión de las agresiones de violentos impunes, por poner un ejemplo de violencia impune.
Estamos en época de retroceso moral que se filtra en toda la sociedad. No porque estas cosas no pasaran antes, ni porque pensemos que haya habido un tiempo pasado mejor, sino por la actitud de los demás. La mayoría de los juicios de condena se limitan al ámbito político, pero es que además ahora hay una gran claque que aplaude impunemente el repulsivo acto.
Deben darse una vuelta por la redes asociales y leer las animaladas que le han dedicado sus amigotes y colegas a este tipejo que lleva desde que nació sin cultivar su cerebro, como su deplorables sintaxis y ortografía demuestran. Son nauseabundas e indignantes, aparte de demostrar que no fue un acto espontáneo de un loco, sino de varios locos que se jaelaban por Wassap mientras el más "valiente" se preparaba a actuar. Por ejemplo,
Otra muestra de ese rencor de este joven (llamado a sí mismo capitan, sin tilde) de "espléndido porvenir" en las redes asociales,
Un rencor que dejó su evidencia en los nudillos marcados en la cara de Rajoy.
Yo creo que es algo más que la culpa de la política, cuando este impresentable es jaleado sin rubor por sus colegas trastornados.
La impunidad de acto se suma a la impunidad de palabra: esta caída moral es potenciada por Twitter y demás redes "sociales", de modo que estos supuestos canales de libertad están traicionando la libertad bajo la que se amparan. Yo creo que la impunidad legal que disfrutan se debería acabar un día. Sí, estoy reclamando una censura o una legislación más dura sobre el daño moral a los indefensos.
Y ya está bien de hablar de democracia como Summun Bonum; pongamos en su lugar la libertad, de la que la democracia es un instrumento. La libertad concreta de ir por la calle y que un descerebrado no te arranque los piños.
No puedo estar más de acuerdo, pero yo no lo considero sólo un acto criticable por razones políticas, y menos democráticas. La violencia no es repudiable sólo con la democracia, como si esta fuera sagrada. Es un acto contra la civilización más básica.
Vemos como es el hecho como lo que es: la agresión de un joven descerebrado a un viejo. Las connotaciones políticas me parecen irrelevantes - salvo porque hay algún partido que ha dado muy mal ejemplo y ha alimentado este tipo de "acciones directas", o más claro: fascistas (aunque se crean de izquierdas).
Para mí es más un caso, desgraciadamente cada vez más común, de la interrupción en la vida cotidiana, la vida en la calle, de la violencia impune, de la que no teníamos mucha noticia porque suele guardarse para las páginas de sucesos. Pero creo que esto ha transcendido de la anécdota a una categoría propia. El hecho de que esta vez la víctima haya sido el Presidente de Gobierno nos permite tomar conciencia de una falla sistémica en nuestra vida cotidiana.
No es trivial que dede hace años hay escolares que se suicidan ante la indefensión de las agresiones de violentos impunes, por poner un ejemplo de violencia impune.
Estamos en época de retroceso moral que se filtra en toda la sociedad. No porque estas cosas no pasaran antes, ni porque pensemos que haya habido un tiempo pasado mejor, sino por la actitud de los demás. La mayoría de los juicios de condena se limitan al ámbito político, pero es que además ahora hay una gran claque que aplaude impunemente el repulsivo acto.
Deben darse una vuelta por la redes asociales y leer las animaladas que le han dedicado sus amigotes y colegas a este tipejo que lleva desde que nació sin cultivar su cerebro, como su deplorables sintaxis y ortografía demuestran. Son nauseabundas e indignantes, aparte de demostrar que no fue un acto espontáneo de un loco, sino de varios locos que se jaelaban por Wassap mientras el más "valiente" se preparaba a actuar. Por ejemplo,
Obsérvese la desatada ira sin razón, las faltas de ortografía, habituales en esa capa social de jóvenes - jóvenes ya viejos, al menos por la cantidad de rencor que son capaces de llevar encima-, el dato de "acomodada familia" y por supuesto, "el joven de 17 años". Aquí la excusa tan manida de que la pobreza justifica la violencia, está de más. Queda refutada.Capi matalo"; "Los pulgares en los ojos"; "Y escúpele en las cuencas". Minutos antes de la agresión al presidente del Gobierno, Andrés de V. F. era jaleado por sus amigos en su grupo de Whatsapp. El intercambio de mensajes entre el agresor de Rajoy y sus colegas, a apenas 10 minutos del puñetazo en plena calle de Pontevedra, demuestra que no fue un acto improvisado. El propio agresor, 'Capi' en su perfil de la aplicación de mensajería, cerraba la conversación haciéndose un 'selfie' que acompañaba con un: "Ya stoi saliendo".El joven de 17 años es un chico conflictivo que antes de llegar a la mayoría de edad ha dado numerosos quebraderos de cabeza a su acomodada familia.
Otra muestra de ese rencor de este joven (llamado a sí mismo capitan, sin tilde) de "espléndido porvenir" en las redes asociales,
Yo creo que es algo más que la culpa de la política, cuando este impresentable es jaleado sin rubor por sus colegas trastornados.
La impunidad de acto se suma a la impunidad de palabra: esta caída moral es potenciada por Twitter y demás redes "sociales", de modo que estos supuestos canales de libertad están traicionando la libertad bajo la que se amparan. Yo creo que la impunidad legal que disfrutan se debería acabar un día. Sí, estoy reclamando una censura o una legislación más dura sobre el daño moral a los indefensos.
Y ya está bien de hablar de democracia como Summun Bonum; pongamos en su lugar la libertad, de la que la democracia es un instrumento. La libertad concreta de ir por la calle y que un descerebrado no te arranque los piños.
6 comentarios:
Uno de mis cuñados progres dice por guasap que encuentra graciosísimo el siguiente meme: "Pregunta Papá Noel, ¿que le regalamos a Rajoy por Navidad? Respuesta, ¡un par de gafas".
El rencor y la envidia son la ideología de nuestros progres.
Sí, lo he oído en el gimnasio. Al menos el que lo contaba estaba indignado. Es Trieste tener la razón histórica, te idiotiza.
No creo que deba usted equiparar rencor con progresismo. Me pareció repugnante el ataque a Rajoy, y así se lo dije a mi hija de 15 años. Y estamos en sus antípodas políticas. Una cosa es la crítica política, otra cosa es la violencia y la humillación personal. Gracias por su blog y un saludo.
No he querido decir eso, que rendir y progresismo van de la mano. Lo que sí digo es que hay, en la izquierda española, en parte de ella, unos resabios de que la violencia está justificada. Que el fin jauría iva los medioa. El fin es "bueno" los medios son justificados. No hay más que oír hablar a Pablo Iglesias. O a Monedero.
Y esto viene de lejos. De la revolución francesa, que fue modelo para la revolución leninista. No sé porqué ahora condenamos la violencia fascista, pero no la comunista. La justificación de ambas es opuesta, está en las "antípodas", pero la violencia es la misma.
No sé que llama ud. Las "antípodas" de Rajoy. Eso me hace pensar que ud considera a Rajoy de extrema derecha. No sé si ud ha leído mucho este blog, en el que incesantemente he criticado las mentiras, la corrupción y el desgobierno de Rajoy. Pero nunca he dicho que sea de extrema derecha. No creo que lo sea.
Ahora, sí he interpretado mal lo de las "antípodas" retiro lo dicho. Gracias por su comentario.
¡Vaya cambio de look, Miguel! Y encima me entero de que vas al gimnasio. ¿Te has hecho metrosexual?
Nooooo, o al menos, eso creo. No, voy al gym por razón más de salud. Metro sexual lo sería si estuviera subvencionado, o se ligara mejor. Pero no hay nada que hacer. Soy de un escepticismo radical. El gym me permite tomar las cañas con la conciencia tranquila.
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