"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 24 de agosto de 2016

El estado de la banca europea

De José García Domínguez

... "Los grande bancos europeos, uno detrás de otro, se están desfondando en los mercados a pasos acelerados porque los inversores sienten genuino terror ante la más mínima sombra de cocos en sus balances. Y resulta que los tales cocos son casi peor que los pokémones: andan por todas partes, hasta donde menos se les espera. Sin ir más lejos, solo los tres principales bancos de la Península Ibérica pusieron en circulación en su día, allá por 2013, bonos de ese tipo por un montante de más de 10.000 millones de euros. Esos cocos son lo más parecido a una bomba fétida que se ha inventado tras aquella otra suprema genialidad creativa, la de las preferentes. Todo viene de que, pese al pozo sin fondo de los rescates con dinero público, los bancos europeos siguen descapitalizados a día de hoy. Sus activos, simplemente, no valen lo que sus libros dicen que valen. Algo, por cierto, que puede comprobar cualquiera que esté pensando comprarse un piso y reciba esas ofertas de descuentos que muchas veces superan el 25% por parte de las inmobiliarias de las entidades de crédito.

"Como el empedrado del Infierno, el origen de los cocos también estuvo lleno de buenas intenciones. La idea era crear un producto financiero que ayudase a recapitalizar los bancos al tiempo que ofreciera rentabilidades atractivas a los inversores. Quien comprase un coco, pues, dispondría de una alta rentabilidad garantizada… mientras las cosas le fueran bien al banco emisor. Pero si las cosas le dejasen de ir bien, el coco se convertiría de repente en una acción de ese mismo banco con problemas. Bonos de alta rentabilidad que, de la noche a la mañana y sin previo aviso, se transforman en acciones que no valen nada o casi nada. Si los bancos estuviesen ganando dinero, no habría problema. Pero, para ganar dinero, los bancos necesitan cobrar un tipo de interés que no sea cero. Y el BCE ha decidido que el tipo de interés en Europa sea precisamente ese, cero. Así las cosas, hay miles de millones invertidos en cocos que, gracias a Draghi, se van a convertir en miles de millones de acciones nuevas; acciones nuevas que, huelga decirlo, provocarán en el acto que pierdan valor las otras acciones ya existentes, las viejas. He ahí la razón de que todo el mundo se esté quitando de encima a toda prisa los títulos bancarios en previsión del inmenso alud de cocos reconvertidos que está a punto de caer. Otra vez, en fin, el día de la marmota financiera."


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