"Si de lo que está hablando entre líneas Pablo Iglesias es de eso, desde luego, no está apelando a ninguna quimera disparatada. Bien al contrario, eso se podría hacer; es más, se debería hacer, claro que se debería hacer. El problema es que, se llame como se llame el próximo presidente de España, su capacidad efectiva para materializar una iniciativa tal tendería a cero. Sin duda, en las convenciones económicas de los tecnócratas del PP y del señor Garicano no hay nada apasionante. Pero, sin embargo, rebosan de algo en extremo perentorio en el universo de los adultos: sentido de la realidad. Y el gran inconveniente que plantea la realidad es que existe, incordio que todos los que han dejado de ser jóvenes descubrieron en su día con algún pesar. En puridad, lo que abandera Iglesias no es una alternativa a nada, sino una simple falacia de composición. Porque su querencia únicamente se antojaría factible dentro del marco supranacional de la Unión Europea en su conjunto. Algo que, huelga decirlo, no va a ocurrir."
La realidad existe, pero quien más la niega son estos partidos que explotan la parte más endeble de cerebro humano, el cerebro del Sapiens, esa parte que se rinde ante la ilusión de un mundo mejor, porque el hombre es redimible, según Rousseau. Lo bueno que tienen los anglosajones es que Lutero les enseñó que el hombre solo es redimible individualmente, no socialmente. Las utopías no existen. Saben que las sociedades son imperfectas pero perfectibles, mientras que la parte adoctrinada por la Iglesia de Roma cree que hay un paraíso, pero ese paraíso lo ha trasladado a la tierra. Como los marxistas. No hay ni un cura que crea en la salvación, ergo, como avisó San Pablo, "si no creemos que Cristo resucitó, bien miserables somos".
Aquí, en esta bola llamada Tierra, solo caben dos tipos de sociedades, la socialdemocracia de derechas y la socialdemocracia de izquierdas. Si, además, estás en Europa, debes humillarte ante Alemania, rendirle pleitesía y o ahogarte en las deudas que ella misma te prestó cuando la burbuja.
Por eso so he votado a Rajoy, como ya he dicho repetidas veces, porque es el único socialdemócrata que hay en España. Snchz tiene la cabeza a pólvora, y de PI no hablemos. Rajoy es un cínico, corrupto, que conoce muy bien el paño de Bruselas y Berlín y se maneja bastante bien entre nuestros acreedores. Es lo que hay. Si quieres tener ilusiones, vete al cine. Por eso al salir sientes esa desagradable sensación de realidad.
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