García Ferreras se resquemó con Maroto, diputado del PP, homosexual declarado, y casado con un hombre. Dijo que su gesto era "poca cosa", poco menos que mezquino, porque no había reconocido que esto era "un gran avance debido ZP y su ley de matrimonio homosexual" ejemplo en el mundo entero". Porque como decía la palabra World, "esto era un acontecimiento mundial".
El problema de todo el chismorreo era que si no pasabas por el "Ojo de la Aguja" de la izquierda, y decías las palabras justas, exactas, eras sospechoso de Homo sobrevenido, y por lo tanto falso. Pero, ¡qué más que estar casado normalmente con un hombre! Y es que todos, todos, deberíamos estar allá, en ese carnaval - por cierto de un mal gusto increíble -, no sólo apreciando benévolamente el espectáculo, sino firmando en el registro como homosexual irredento. Sí, ayer el que no estaba allí, mal asunto. Y el que estaba pero se declaraba hetero, sospechoso.
No sólo hay que mirarlos como iguales. Debemos todos convertirnos. Pero a mí, si algo me tiene que convencer, es la estética (primer mandamiento: no molestar), y la verdad de verdad es que he descubierto que estos homosexuales en masa tienen un mal gusto increíble y agresivo que te meten por las narices, aunque digas no gracias.
Como decía Andrea Levi (PP), esto es un ejercicio de libertad, y el que no quiere venir no viene, y punto. No es obligatorio, contestó a la pregunta de por qué no había venido Rajoy ¡que pregunta más inteligente! Bueno, pues a veces lo parecía, obligatorio.
Ante este despliegue de masificación uniformada, no sé cómo pueden hablar de libertad. La libertad ya la conquistaron, ahora se trata de molestar a los demás imponiéndoles sus preferencias, muy dignas, pero dejadme elegir, por favor. Hace unos años, décadas, era heroico ser Homo. Ahora va a ser obligatorio, y no faltará mucho para que en los colegios se imponga una más o menos sutil presión para que los niños escojan "el camino del recto". Al fin y al cabo, hay que vengarse de tantos años de "sometimiento".
La libertad no es libertad si no se respeta el espacio de los demás. Y ayer parecía haber en el ambiente ciertas prisas por imponerse ya sobre los Heteros.
Mi enhorabuena a los que como Maroto saben vivir su elección con naturalidad y sin quererte robar el espacio al diferente. De eso se trataba ¿no?
Oportuno comentario; una amiga residente en Madrid nos ha comentado que esta semana del orgullo de los cojones se ha tenido que ir a una casa que tienen en el campo, aunque haya tenido que levantarse 1 hora antes para trabajar porque,textualmente, su calle ha sido un "botellodromo" y tenia miedo de salir por el portal (ella o sus hijos) y "encontrarse dos tios dandose por culo". ¡Que gente tan homofoba hay por el mundo!
ResponderEliminarXoder!
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