"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 11 de enero de 2018

Se vende un piso en bitcoines

Hemos podido leer que en Tarragona se ha vendido un piso por 40000 bitcoines, porque el dueño lo ha exigido así. El día de la transacción ese precio equivalía a medio millón de dólares... el día de la operación. Eso es lo que pago el comprador, ahora bien no sabemos qué cantidad le ha quedado al vendedor después. Si el bitcoin ha subido, pues ha ganado más en dólares, y yo lo que haría es venderlos rápidamente a dólares para garantizar la ganancia. Si el bitcoin ha caído, pues habrá perdido los dólares correspondientes multiplicando por el número de bitcoines. 
El bitcoin, no nos cansamos de decirlo, es un producto caprichoso que sube y baja como se puede ver en el gráfico,


Gráfico tomado de Cullen Roche

Es decir, que si estas encaprichado con él, puede perder fácilmente un 30% en un día. También puedes ganar, pero si ganas has de convertir esa ganancia a dólares, para que no se te escape de las manos. El otro día veíamos que no es fácil, que el bitcoin es iliquido, que los bancos y las tarjetas son reacias a hacerse cargo de una cosa que tiene tanto riesgo, y que tienen la manía de harelo no de golpe, sino a tramos cortos, lo que puede poner nervioso al vendedor si ve que de un tramo a otro ha perdido un 40%. 
No sé como se ha hecho la operación, no sé como el notario ha tomado testimonio preciso. Supongo que podrá simplemente decir que fulano le ha intercambiado el piso tal a zutano por X bitcoines. 
Lo que sé es que tanto el comprador como el vendedor han jugado a la ruleta rusa. El primero ha tenido que comprar los bitcoines un día previo, y hasta el día de la transacción el bitcoin ha podido subir o bajar varias veces, lo que le habrá puesto nervioso. No está garantizado que haya conseguido el mejor precio. El vendedor no habrá pasado menos angustias por la misma razón. Pero lo peor para él puede venir después, si el maldito bitcoin se pone a caer. Su poder adquisitivo se puede ir al Cataño si resulta que el bitcoin, y por ende el valor de su piso, cae un 40% en un pis pas. En realidad nunca sabrá por cuanto ha vendido el piso con seguridad, a menos que convierta los bitcoines a otra moneda. 
Cuando se le mete algo a la gente en la cabeza...

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