El bitcoin, no nos cansamos de decirlo, es un producto caprichoso que sube y baja como se puede ver en el gráfico,
Gráfico tomado de Cullen Roche
Es decir, que si estas encaprichado con él, puede perder fácilmente un 30% en un día. También puedes ganar, pero si ganas has de convertir esa ganancia a dólares, para que no se te escape de las manos. El otro día veíamos que no es fácil, que el bitcoin es iliquido, que los bancos y las tarjetas son reacias a hacerse cargo de una cosa que tiene tanto riesgo, y que tienen la manía de harelo no de golpe, sino a tramos cortos, lo que puede poner nervioso al vendedor si ve que de un tramo a otro ha perdido un 40%.
No sé como se ha hecho la operación, no sé como el notario ha tomado testimonio preciso. Supongo que podrá simplemente decir que fulano le ha intercambiado el piso tal a zutano por X bitcoines.
Lo que sé es que tanto el comprador como el vendedor han jugado a la ruleta rusa. El primero ha tenido que comprar los bitcoines un día previo, y hasta el día de la transacción el bitcoin ha podido subir o bajar varias veces, lo que le habrá puesto nervioso. No está garantizado que haya conseguido el mejor precio. El vendedor no habrá pasado menos angustias por la misma razón. Pero lo peor para él puede venir después, si el maldito bitcoin se pone a caer. Su poder adquisitivo se puede ir al Cataño si resulta que el bitcoin, y por ende el valor de su piso, cae un 40% en un pis pas. En realidad nunca sabrá por cuanto ha vendido el piso con seguridad, a menos que convierta los bitcoines a otra moneda.
Cuando se le mete algo a la gente en la cabeza...
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