"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 4 de julio de 2018

La inmigración, un problema sin solución para Europa

Hay que haber leído a Isaiah Berlin, el intelectual más original del siglo XX, para comprender que hay problemas que, sencillamente, no tienen solución. Me temo que el de los inmigrantes europeos es uno de ellos. 
Para Berlin, que estudió a fondo la historia de las ideas, ideologías, ideales, y ensoñaciones, fue el primero - aunque él no lo admitiría, citaría a otros, como Haman, Herder, Maquiavelo, Vico - que dejó bien claro que no existe el Bien y el Mal absolutos, que hay bienes considerados absolutos que son incompatibles, y que la Ilustración nos llevó al craso error de dejarnos creer que, gracias a la ciencia, todo problema tiene una solución. No hay más que encontrarla. Para Isaiah Berlin eso era una falacia.
Me temo que el problema europeo inmigratorio es de esos problemas. Primero, porque no existe una Europa única, que podría definir y concretar el problema, y podría al menos aplicarle soluciones de segundo orden, no óptimas. 
Pero no existe esa Europa, aunque pensemos o soñemos que sí. Existen tantas europeas como países miembros, cada uno con su solución particular, incompatible con la de los demás. No en balde nuestra amenaza nos viene de nuestro vecino Marruecos  y la de Italia le viene de Africa y Oriente Medio. 
Pero es que dentro de cada país hay diversas visiones y soluciones. Un ejemplo es el de Alemania, que el fin de semana pasado tuvo un conflicto muy serio dentro del propio gobierno.
El conflicto fue entre Merkel, La líder el partido de la derecha, y el ministro del interior, líder del partido Bávaro, “hermano” del de Merkel. Siempre han ido juntos, pero con diferencias marcadas. 
Esta vez, como nos cuenta Wolfgang Münchau

La alemana Angela Merkel y Horst Seehofer lograron el lunes por la noche resolver un conflicto que podría haber terminado con su coalición ya no tan grande. Incluso podría haber terminado sus dos carreras: la Sra. Merkel como canciller y líder de la Unión Demócrata Cristiana, y Seehofer como presidente de la Unión Social Cristiana, la hermana gemela bávara de la CDU. Ambos políticos están a salvo, por ahora.

Pero la desconfianza fundamental entre los dos no se resuelve, ni se resolverá...

El compromiso acordado el lunes fue de la típica variedad de mucho humo y juego de espejos. El trato parece haber solucionado un problema, pero no es así. La CSU obtendrá algo que siempre ha querido: centros de refugiados a lo largo de la frontera con Austria. Los refugiados recogidos en la frontera serán enviados allí. Si ya se han registrado como migrantes con otro país de la UE y existe un tratado bilateral con ese país, se les devolverá. En la gran mayoría de los casos, se quedarán en Alemania. Entonces, Seehofer no recibirá la deportación automática que estaba buscando. Pero obtuvo los centros.

Fue solo la semana pasada cuando la Sra. Merkel logró ganar un duro acuerdo sobre los refugiados en una de esas agotadoras sesiones de toda la noche en el Consejo Europeo en Bruselas. La alegría por ese trato no duró mucho. Dejó intactas todas las cuestiones importantes de la crisis de refugiados de Europa. La más importante es la reforma de la regulación de Dublín, que coloca la carga de tratar con los solicitantes de asilo en los países de donde llegan, sobre todo Italia y Grecia. Otra es la migración secundaria.

El falso compromiso de ayer en Berlín tenía la intención de limpiar los restos políticos del falso compromiso de la semana pasada. No será el último de su tipo.

Y es que lo único que se puede hacer es patear la lata a lo largo del sendero. O eso, o van a arreglar el problema in situ, en origen, para lo que no hay medios, y menos que nada, armas y ejércitos. 
Una vez leí en un libro de economía que todo problema tiene solución. Basta con tener los recursos. Una fábrica se puede reconstruir en 24 horas, sólo es problema de recursos. Como si todos los problemas estuvieran catalogados matemáticamente y con su ecuación resolutiva y salvadora. La historia no es así. La historia te arroya y luego los historiadores te dan soluciones ex post. Cuando la vives es como la describe Shaspekeare, ex post es racional. No hay más remedio que vivirla. 

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