"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 20 de septiembre de 2018

El timo de Laffer

He visto que Víctor Díaz tiene un artículo muy completo sobre la curva de Laffer, sobre el que tomo pie para mostrar en que se convierte tal fake theory en manos de los políticos: en más déficit y deuda fiscales. 



En el gráfico, el déficit fiscal federal en azul, y la deuda acumulada en rojo, ambos en % dePIB. 
Como vemos, después del exorbitante déficit de los cuarenta debido a la guerra, EEUU logró establecer un equilibrio y reducir la deuda acumulada a un nivel muy moderado del -30% del PIB (eje de la derecha). 
Para ello hubo una política de “represión” de la financiación, sobre todo del tipo de interés, que se estableció no podía pasar de cierto límite, mediante, entre otras medias, restricciones a determinadas operaciones extranjeras.
Y entonces vino Reagan y el famoso Laffer con su curva, que pregonaba una reducción de déficit si se reducían los impuestos, pues la base imponible aumentaría (la explicación, en el artículo de Víctor).
El resultado es el que se ve a partir de 1989, que fue cuando ganó Reagan: un aumento de deuda, que sólo se corrigió con Clinton, (1992-2000), y que luego se despendoló con W Bush y después con la crisis. 
No estoy defendiendo a los demócratas, pero éstos llevan la fama de gastar y los republicanos cardan la lana del gasto y la deuda, gracias a que cuando aumentan el gasto militar y en guerras bajan a la vez los impuestos. Es lo que hizo Reagan, Bush padre y Bush hijo. Ahora la deuda parece haberse estabilizado, pero es porque no ha registrado todavía los  efectos de las leyes fiscales proclamadas por Trump, que marcarán otro récord. 
La curva de Laffer ha sido un juguete en manos de los políticos republicanos. Lo que tiene gracia es que tiene un tufillo keynesiano, pero cambiado de nombre para revestirlo de seriedad de derechas. Y lo que tiene gracia es que es la Gran Teoría del PP, aportada por Aznar, y todo esto de que un país es como una familia, que gasta justo lo que ingresa. ja, ja, ja. Ideología plagiada de segunda y tercera mano, como la Tesis de Sánchez. Así, si el estado rebaja los impuestos, las familias ahorrarán más. Ja, ja, ja. 
La verdad es que el equilibrio presupuestario no es popular. Eso no se vota ni sin querer. Hay que prometer gasto, y luego arte de birlibirloque para cuadrar las cuentas. Si no es así, no se ganan elecciones.
Lo sensato sería prometer el equilibrio fiscal a lo largo del ciclo, es decir, permitir déficits cuando hay recesión que se saldarían con la subida de ingresos durante la expansión.  Pero ¿no es esto incompatible con el ciclo político de cuatro años? Totalmente. Además, se da la gran tentación de seguir la regla “el que venga detrás, que arree”, es decir, dejémosle las cosas lo peor posible que le obligue a contraer gasto, lo que nos hará ganar las elecciones. Esto es verídico.  Y así vamos, a trancas y barrancas. 

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