"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Quiero salvar del olvido los magníficos artículos, la brillante prosa, de Salvador Sostres. Aquí, una pequeña muestra del artículo de hoy, sobre la Diada. 

No les despiertes, déjales dormir. Así han vivido todos estos años, y así quieren quedarse, inventando muros de cartón piedra para humedecerse con la falsa épica de jugar a demolerlos; banalizando la idea de la democracia y de la libertad para tratar de ahorrarse el precio que siempre hay que pagar por lo que quieres.

La vergonzosa y humillante cola de autocares pagados por la ANC que ayer llegaron a Barcelona desde los distintos pueblos de Cataluña, embutidos de paleto entusiasmo por tirar de la cinta de la piñata, creyendo que es así como se logra hacer saltar por los aires un Estado como España, era el retrato de un público vencido por su inanidad intelectual, por su gregarismo, por la acrítica veneración de unos líderes que se hacen los patriotas con sus exaltaciones imposibles mientras por detrás negocian con el Gobierno una solución personal para fugados y encarcelados -el indulto- a cambio de renunciar a la independencia y conformarse con una reforma constitucional que solo Dios sabe cuándo y cómo acabará.

Igual de lejos 

Hoy Cataluña continúa exactamente igual de lejos que el sábado de su independencia, los partidos políticos separatistas continúan igual de enfrentados, sin ser capaces de hallar, ni juntos ni cada cual por su lado, una estrategia que les lleve a la tan prometida constitución de un Estado para los catalanes. Una Diada más de cenefas y serpentinas para gente de autocar que se regodeaba comiendo en el suelo y jugando al fútbol en los parterres de la Diagonal con las bolas que hacían con el papel de plata con el que habían envuelto sus bocatas.

Tercermundismo físico, tercermundismo moral. El independentismo ha servido de tren de enganche de muchísimos hombres y mujeres que habían perdido el protagonismo de sus vidas y el mismo gusto por vivir. Como cualquier populismo, les ha dado vínculo y abrigo, y por eso no quieren despertar: no tanto por la desilusión de tener que admitir que Cataluña no es independiente, sino para no tener que volverse a mirar al espejo y ver solo a un perdedor cuya vida no tiene objeto ni sentido.


No hay comentarios: