Será normal que el gobierno juguetee con romper España, pero cada vez hay más gente que no tragamos. No aguantamos esa estética republicana siniestra que quiere acabar con el régimen de la Transición a cambio de instaurar una República bananera que nos lleve a una guerra civil.
Una de las cosas que más me han alegrado ayer es esa caída de IU-Podemos, que cuanto más siglas suman, más pierden. Otra ha sido, claro, la caída de Susanita, con una simetría sospechosa entre lo que pierde y lo que gana Vox. ¿No es un castigo precioso a la veleidades de su jefe el doctor Pedro Sánchez? justicia poética.
En fin, las elecciones andaluzas... menudo patinazo pegué ayer. Ha habido cambio, y menudo cambio. Eso no quiere decir que sea ya el fin del vivir del cuento, pero si el principio.
Ahora bien, lo que más me gusta es el mensaje para España: menos menear los huesos de Franco, menos Falcon para ir de Madrid a Valladolid, menos acostarse con independentistas y terroristas, menos mentiras, más seriedad, menos postureo. Menos espejos.
Ahora la derecha se divide en tres. Vox es una voz de alarma. ¿Cómo van a reaccionar los otros dos, PP y C’s? Seguirá diciendo Albert Rivera que es progresista? y el presidente Sánchez? Habrá aprendido la lección? No le veo capaz de aprender nada.
España merece un respeto a su identidad, no ese chalaneo a costa de los independientes. Nuestra presencia en Europa no justifica ese desprecio a la nación, todo lo contrario. Para nosotros es más urgente que Marine Le Pen para Francia, que no está rompiéndose. Necesitamos una España. España existe, no ha muerto. Celebrémoslo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario