"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 7 de abril de 2019

El paro sempiterno

En un artículo interesante en “The Corner” Fernando G. Urbaneja se pregunta si sería posible reducir la tasa de paro en España al 5%. El presidente del círculo de empresarios, un tal Zulueta, cree que sí, removiendo obstáculos que lo impiden. Esos obstáculos son bien conocidos, y creo sinceramente que si fueran removibles, se podría lograr esa tasa.
Pero permítanme una tonelada de pesimismo. En el gráfico siguiente represento la tasa de paro de la Zona Euro, de EEUU, y de España. 






¿De verdad es posible creer que está al alcance de nuestra política remover los obstáculos que permita bajar del 15% al 5%?
Digo “política” porque el problema es político. Lo que hay que hacer económicamente ya se sabe. Pero no se crea que todo consiste en economía de oferta. La prueba: en el mejor tiempo del franquismo, cuando los emigrantes habían vuelto, no había paro ni siquiera del 5%. ¿Era Franco un partidario de la economía de la oferta? 
No: Franco no era liberal ni borracho. Entonces, como lo consiguió?
Bueno, era otro mundo en el que había menos competencia mundial. No existían China y sus exportaciones arrasadoras, por cierto impulsadas por una política manipuladora del tipo de cambio. Existía Breton Woods, acuerdo que se firmó en la postguerra mundial y que regulaba los intercambios comerciales y financieros. Para los primeros, se permitían ajusten cambiarios regulados, y los segundos estaban firmemente vigilados: no había Libertad especulativa, lo que concedía más estabilidad al sistema financiero interno y externo. Mientras se respetaron las reglas y había una regulación bancaria seria, no hubo crisis como la de 1929 o la de 2008. Hubo crisis locales solucionables, pues los países disponían de mayor autonomía monetaria y fiscal.
Vino la globalización, sobre todo la financiera, y volvió el caos de 1929: las crisis se transmitían de un rincón al opuesto del mundo. 
Por otra parte, España es más dependiente, pues depende de la globalización, y depende del euro. Las dos cosas son restricciones. Además, políticamente España es debilísima, interna y externamente. No tiene fuerzas para remover los obstáculos de que hemos hablado. 
De ahí que no lo vea. No veo que esté próximo un paro del 5%, diga lo que diga Zulueta. Pero ya se sabe, los del Ciruelo de empresarios siempre dicen lo mismo.

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