"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 16 de abril de 2019

Notre Dame de PARIS

Terribles imágenes de Norte Dame ardiendo por los cuatro costados, temiéndose que quedara sólo un montoncito de cenizas.

Mientras, hubo un momento churrigueresco que se vio pasar por el Sena un “Bateau Mouche” bajo cuya cúpula de cristal se adivinaba a unos comensales muy bien vestidos cenando elegantemente; hasta se veía que cogían muy correctamente los cubiertos. 
Cosas de la post modernidad; todo es posible, hasta que se ría el diablo de la angustia de los creyentes... y no creyentes, que saben lo que representa tan emblemático monumento en el Mundo. 
Los creyentes fueron a rodear la Catedral y cantar el Ave Maria, y los no creyentes esperaban angustiados que del origen de la universalidad de la cultura occidental quedara lo más posible entera. 
Porque aparte del valor religioso, es que ahí donde empezó el germen de lo que hoy conocemos por Universidad. Las catedrales eran el orgullo del burgo, y en su construcción contribuyeron todos, unos con dinero y otros aportando sus manos de su tiempo libre acarreando piedras y madera. Cada burgo quería tener la mejor, era el símbolo que unía a todos los habitantes que reflejaban sus esperanzas en un mundo mejor en ese magnífico edificio, increíble para la técnica de la época. 
La Iglesia comenzó a desarrollar las cátedras (de ahí su nombre) de lo que luego, con el tiempo, devino en las universidades que fueron poco a poco independizándose de la Iglesia. Esto sucedió hace más de 800 años. Siglos de evolución pero con una semilla dentro, nunca perdida.
El germen de Europa, el germen de Occidente, el germen de la Universitas, el orgullo de sentirse abrazado por un Dios que les bendecía y les daba confianza. Hay que ponerse en la mentalidad de entonces para entender un poco las cosas, no todo es modernidad, pero de ahí sale, ahí se sembró la semilla de lo que vino después: lo mejor de lo que vino después. 
Macron y Merkel demostraron saber lo que se jugaba en el incendio, que no era cosa de unas cuantas pavesas. La mayoría de la gente también. 
Curioso, sin embargo, que poco antes saliera la noticia de que en Francia se estaba desarrollando una campaña de profanaciones a lo sagrado, incluidos incendios. Hasta ahora se dice que éste caso ha sido fortuito. Con todo, vivimos tiempos de ignominia, se quiera o no reconocerlo, de agresividad a la historia y a lo sagrado, precisamente porque representan eso. No soy creyente, lo digo como lo siento, pero sé que cuando se empieza a profanar lo sagrado, las cosas van a peor. 
Francia es un país laico, laicidad que se toma muy en serio y que en algunos momentos fue muy agresiva con la Iglesia. Eso no ha impedido, más bien lo contrario, que el fervor de los católicos franceses sea mucho más intenso que en España. No hay más que ir a una misa en Francia para entender la diferencia. Un domingo en Francia se respira un aire especial, con todas las iglesias sonando sus campanas, lo que da al aire un sabor especial. Un fervor, si se me permite, distinto al festivalero que se vive en la Semana Santa de España.
Y Paris es la ciudad mas bella del Mundo por eso. Un domingo de hace tiempo, en que estaba allí, nos dedicamos a recorrer las iglesias más hermosas mientras celebraban su misa. Tuve la suerte de que los horarios eran correlativos, y pude ver en tres las distintas ceremonias, fascinado por la devoción de los fieles, jóvenes y mayores, algo que salía de su misma intimidad. Pude ver es espectáculo de una misa cantada en Norte Dame, la ceremonia peculiar que hacen  de Saint Ethienne, y luego en Montmârtre, llena de jóvenes parejas comulgando de una manera tan especial, íntima, que nunca había visto. Paris, la cuidad del placer, las más atea del mundo, a la vez que la más devota. Esto la hace única. 
La Iglesia no tiene una historia ejemplar, eso lo sé, pero no es tiempos de reivindicaciones anacrónicas. Hay que respetar lo que sienten religiosamente algunos. Aquí en España iniciamos la dirección opuesta. Aparte de que lps ateos deberian de ser mrnos gilipollas y aprender que nos movemos sobre los hombros de gigantes que nos precedieron, y Notre Dame es un ejemplo de unos de esos soberbios gigantes. 

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