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DECADENCIA DE OCCIDENTE

miércoles, 24 de julio de 2019

La ruptura Sánchez-Iglesias: una interpretación

A mí me ha costado creer desde que empezó esta historia que Podemos fuera a tener cinco ministerios de peso. Ni decorativos siquiera. 
Es que no sólo no me lo puedo creer, es que, además, veo probable que haya habido presiones de Europa y otras potencias para que eso no sucediera. No creo que en Europa no estén al tanto de que los de Podemos son unos impresentables escracheadores que bajarían mucho el nivel de Consideración de España, algo que por cierto, no nos sobra. Al fin y al cabo, Europa habría defendido su nivel medio de auto consideración, como es natural. 
De modo que no rechazo barreras insalvables para que los escracheadores leninistas y partidarios de (o no puestos a) grupos como los independentistas, y además me parece de perlas. 
Ya sé que Sánchez ha coqueteado con tales grupos de indeseables, pero mejor hacerlo con disimulo y anunciando lo contrario, la defensa de la integridad nacional. Ya sé que es un hipócrita, pero mejor un hipócrita presionado por gente con los sesos en su sitio que ver a los escracheadores en un ministerio y paseando su cutrez intelectual por el mundo. 
Me puedo equivocar, pero ya veremos. 
Como dice Cristina Losada, se pueden permitir España y Europa:

El partido Podemos viene de Caracas, y no de la Caracas demócrata que resiste, sino de la chavista. De ahí viene, de ahí su raíz, sus designios y sus métodos. Viene del rechazo de la democracia liberal y de la economía de mercado. Va de impugnar la nación española, la Constitución y la forma de Estado. Su actuación en las negociaciones ha vuelto a poner a la vista su sustancia original, su voluntad de asalto. Esa sustancia y esa voluntad no pueden estar en el Gobierno de España.

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