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DECADENCIA DE OCCIDENTE

domingo, 8 de diciembre de 2019

Deponiendo reyes, levantando repúblicas

 Eduardo Inda tiene razón en su artículo “Majestad, van a por usted”. Destaco aquí el párrafo que desvela la estrategia de los debeladores de reyes para luego glosar la jugada:

“Pero hoy, con Pedro Sánchez al mando ejecutivo de la nación, las incertidumbres por no decir los riesgos para la Corona se han multiplicado exponencialmente. El secretario general socialista no es el jefe del Estado pero se comporta como tal. Su dribling modelo Messi para colocarse al lado de los Reyes el 12 de octubre del año pasado no fue, en contra de lo que pueda parecer, un lapsus o una paletada de presidente primerizo. No. Simplemente, le traicionó el subconsciente. Él quiere reducir la esencia y la presencia de los Reyes al mínimo minimórum. En definitiva, ir limando las funciones institucionales del monarca para que quede como una figura decorativa y la población acabe pidiendo el fin de la monarquía por su “inutilidad” y su “nula rentabilidad”. Este entrecomillado no me lo invento, ha salido de la boca de un distinguido socialista antaño amigo de Sánchez que está horrorizado con lo que está pasando.”

El presidente del gobierno - que en cuarenta años de democracia nunca ha sido, nunca repito, imparcial respecto a La Corona, aunque sí respetuoso con la institución - tiene a mano muchos resortes para hacer saltar al rey, pues simplemente es quien le dicta su agenda. Hace poco le mandó a Cuba, en los días en torno a las elecciones, para menguar su papel de árbitro al formar gobierno. Cuando SM volvió de Cuba, el gobierno ya estaba hecho. Ahora ha sido ejectado a Argentina (cuanto más lejos mejor), a la toma de posesión del nuevo gobierno peronista. (Por cierto, con anécdota más o menos curiosa sobre la falta de una escalera para bajar del avión.)
No es más que un ejemplo de una estrategia cada vez más clara para hacer del Rey un muñeco que acabará siendo en la opinión pública una figura inane y prescindible. En ello están acuerdo socialistas, comunistas y grupos independentistas de toda laya. Es cuestión de tiempo, que Inda cifra en un lustro, una década, como mucho dos. Tanto menos tiempo cuanta mayor sea la influencia de los independentistas de ERC catalanes, y mayor sea el peso tenga Pablo Lenin & señora, que consideran la guillotina como la base de la democracia.
Lo cual es radicalmente falso. La guillotina fue el principio de una era de convulsión en Francia que acabó en 1815, cuando el duque de Wellington derrotó a Napoleón en Waterloo. Mientras, la democracia se iba fortaleciendo en Gran Bretaña y EEUU desde mucho antes, desde que en 1620 desembarcaron los colonos en Cape Cod. Es verdad que la Libertad costó una guerra de los americanos contra la aristocracia inglesa, con la ventaja que una vez ganada se conseguía la Independencia, pero mucho antes ya se estaban creando instituciones firmemente representativas de autogobierno. 
Son dos conceptos radicalmente opuestos de democracia, y el caso es que aquí, en España, desde hace siglos, siempre ha habido un grupo de fanáticos que la consideran incompatible con la monarquía, siendo ésta un tapón de chapan que hay que hacer estallar. 
Entonces vendrán las tinieblas de una III República de extrema izquierda. Porque ese es el dilema: no República o Monarquía, sino revolución o equilibrio, estabilidad. 
Y no vale sentirse a salvo gracias a Europa. Porque en Europa lo considerarán, no lo duden, “cuestión interna”, y los USAs nunca han sido muy partidarios de reyes, aunque no ejecutaron a ninguno. Para ellos lo natural es la República. Nunca se enteraron que la II República fue al final comunista.
¿Cabe pensar en que la nueva Constitución se haría versallescamente teniendo en cuenta la mitad del país española, no independentista, y de ideas no revolucionarias? En mi opinión, muy improbable. 
Veremos por donde van los tiros con la evolución del nuevo gobierno, que ya parte bajo signos inquietantes, con su plurinacionalidad y otras minucias.
Recomiendo leer también la carta del director de El Mundo, Francisco Rossellque entre otras cosas alude al famoso poema de Kavafis, “Esperando a los barbaros”, cuando dice:

Con este paisaje, carece de sentido preguntarse, como en el poema de Kavafis, por la venida de los bárbaros. Ya se enseñorean de las instituciones de esta Barbaria en ciernes, una vez franqueada la puerta por sus custodios y cuando el jefe de los mismos se hace tributario del separatismo para gozar de la taifa monclovita. Dispuesto a entregarle la llave de su rendición a un cabecilla del golpe de Estado del 1-O de 2017, el sedicioso Junqueras, recluido en la prisión de Lledoners, Noverdad Sánchez se convierte en el cautivo voluntario de quienes ponen en almoneda a una de las naciones más antiguas del orbe. Vuelve a repetirse la historia de Companys con esta estafa al Tribunal Supremo, tras facilitarle éste al Gobierno el fallo que deseaba para avenirse con ERC y hacerlo unánime para no señalarse. Al modo de Fuenteovejuna, pero sin la dignidad del drama glorificado por un fénix de las letras como Lope de Vega.

La riada no habría alcanzado este nivel sin la legitimación del nacionalismo por un PSOE que ha adoptado su lenguaje y ha adquirido el marco mental de unas fuerzas retrógradamente supremacistas y xenófobas.

¿Tan mentiroso es Sánchez que sea posible que esté engañando a Junqueras & Iglesias? No es descartable, como decía Girauta en el ABC de ayer, pero el caso es que ya ha abierto demasiadas puertas a los bárbaros. 
Un escalofrío culpable - por no querer ver la realidad - nos recorre el espinazo al leer  “Los jugadores de ajedrez”, del inconmensurable Fernando Pessoa, que no me resisto a reproducir en parte:

Oí contar que otrora, cuando en Persia
hubo no sé qué guerra,
en tanto la invasión ardía en la Ciudad
y las hembras gritaban,
dos jugadores de ajedrez jugaban
su incesante partida.

A la sombra de amplio árbol fijos los ojos
en el tablero antiguo,
y, al lado de cada uno, esperando sus
momentos más holgados,
cuando había movido la pieza, y ahora
aguardaba al contrario,
una jarra con vino refrescaba
su sobria sed.

Ardían casas, saqueadas eran
las arcas y paredes,
violadas, las mujeres eran puestas
contra muros caídos,
traspasadas por lanzas, las criaturas
eran sangre en las calles…
Mas donde estaban, cerca de la urbe
y lejos de su ruido,
los jugadores de ajedrez jugaban
el juego de ajedrez.

Aunque en los mensajes del yermo viento
les llegasen los gritos,
y, al meditar, supiesen desde el alma
que en verdad las mujeres
y las tiernas hijas violadas eran
en esa distancia próxima,
aunque en el momento en que lo pensaban,
una sombra ligera
les cruzase la frente ajena y vaga,
pronto sus ojos calmos
volvían su atenta confianza
al tablero viejo.

Cuando el rey de marfil está en peligro,
¿que importa la carne y el hueso
de las hermanas, de las madres y de los niños?
Cuando la torre no cubre
la retirada de la reina blanca,
poco importa el saqueo,
y cuando la mano confiada da jaque
al rey del adversario,
poco ha de pesarnos el que allá lejos
estén muriendo hijos.

Aunque, de pronto, sobre el muro
surja el sañudo rostro
de un guerrero invasor que en breve deba
caer allí envuelto en sangre,
el jugador solemne de ajedrez
el momento anterior
(anda aún calculando la jugada
que hará horas después)
sigue aún entregado al juego predilecto
de los grandes indiferentes.

Caigan ciudades, sufran pueblos, cesen
la libertad, la vida,
los protegidos y heredados bienes
ardan y sean desvalijados,
mas cuando la guerra las partidas interrumpa,
esté el rey sin jaque,
y el de marfil peón más avanzado
amenazando torre.

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3 comentarios:

  1. Tus post me hacen pensar, por eso te escribo tantos comentarios. Hoy me has hecho recordar a una profesora que tuve en la universidad, Cristina Gutiérrez Cortines, de la que hace años que no se nada. Está profesora, una de las mejores mentoras que tuve, años después se convirtió en eurodiputada por el PP; después se libraron de ella como han hecho con todas las personas de valía que han tenido (como pronto harán con Cayetana). Siendo eurodiputada la escuché decir en una conferencia en los años 90, creo recordar, que el PSOE sentía que necesitaba algo novedoso, diferente para seguir en el poder porque la socialdemocracia, la integración en Europa, la modernización, "el cambio es que España funcione", era historia. Todo eso lo había hecho suyo el PP. Y lo mismo pasaba en toda Europa. Había que reinventarse y la nueva fórmula era el "progresismo", la nueva frontera siempre avanzando de feminismo, ecologismo, etc. Pero eso "no es un proyecto para España, es un proyecto para ellos, para ser diferentes y que sus narcisistas votantes puedan decir Soy de Izquierdas, luego soy mejor que tú".

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  2. Muy interesante este comentario, y totalmente creíble. Eso explica el abismo generacional dentro del PSOE.

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  3. Y explica también, por adelantado, el futuro de Cayetana AT.

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Ponga Ud. lo que quiera, Muestre su airada y justa indignación, su santa Ira, pero respete un mínimo sentido del decoro. Tenga en cuenta que las opiniones son libres, los sentimientos ofendidos dignos de reparo, pero serán tanto más respetados cuanto su expresión esté más alejada de lo vulgar.