"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 7 de abril de 2020

Gobierno. Su concepto de empresa

Este gobierno parece odiar especialmente, apenas disimuladamente, a las empresas. Las ayudas que ha decretado para alivio del parón económico han sido francamente cicateras, en comparación con los demasiados países de la Zona Euro. Es decir, ha echado más leña al fuego del riesgo mayor para la economía, que es que se destruyan más empresas y tejido productivo de lo que sería necesario. La respuesta de las empresas hacer predecir que habrá más muchas que no podrán resistir.

Dejo aquí éste gráfico recogido en el ABC, sobre número de empresas 

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Que cotizan la Seguridad Social. Sobresale la caída de marzo, 122440, mes que también registró también una gran caída en el empleo, como vimos en un post anterior: “El virus muerde con fuerza a la economía”. Esto, pese a las medidas de ayuda anunciadas por el gobierno, mezquinas y que no se parecen nada a lo que han hecho los demás países de La Zona Euro. Dichos países han sido libérrimos en bajar y o suspender los pagos de cotizaciones y los impuestos ligados a la  actividad empresarial, cosa que se niega a hacer este gobierno, como se niega a que haya despidos sino es a través de los ERTES, que ya sabemos que no deben llamarse despidos, y que deberán ser readmitidos en las empresas de origen aunque éstas no tenga nada, ni un euro para pagarles. Conclusión: los cierres empresariales seguirán y aumentarán, si al final de la pandemia la empresa ha quedado exhausta y no puede seguir si no regula empleo. 
La cuadratura del círculo es lo que ha intentado el gobierno, forzando con el calzador de los ERTEs un imperfecto ajuste de plantilla de la empresa. Si la empresa no puede ajustarse a su conveniencia, cerrará. El cicaterismo es un concepto que viene directamente de Podemos, de cuyas filas viene la ministra de trabajo, la que se empeña en decir que los ERTEs no son parados. ¿Aparcados deberíamos llamarlos? Aparcados y subvencionados, pero con dificultades para cobrar el subsidio.
En fin, el gobierno ha intentado ser cicatero porque (supongo) es de la ideología de que las empresas son las malas en su esquema marxistoide, y además ha intentado desvirtuar las estadísticas a su favor.
En una entrevista a José Borrel en el ABC, contesta así a una pregunta:

Se habla mucho de aplicar un Plan Marshall, pero fue Estados Unidos quien puso el dinero.
Está muy bien hablar del Plan Marshall, pero el problema es que no tenemos ningún Mr. Marshall. Ahora el señor Marshall somos nosotros. Puede que haga falta un Plan Marshall para África y que los países ricos ayuden a todo un continente, pero no habrá ningún Marshall que venga a ayudar a la Europa rica de hoy. Ahí es donde está el problema. El Plan Marshall se hizo a finales de los 40 para reconstruir. Y nosotros tenemos que evitar que se destruya. Necesitamos un plan para ahora mismo. Para evitar que las empresas cierren una tras de otra. Nos ha impactado una gigantesca bomba de neutrones económica. Que no destruye ningún activo físico, pero destruye la vida. Hay una paralización de la actividad aunque no se hayan destruido activos físicos. Ningún cuerpo vivo puede soportar durante mucho tiempo una parálisis de su funcionamiento sin que haya un fenómeno de necrosis, que haga imposible recuperar la actividad. Hay que actuar sobre la marcha. No podemos esperar a que se acabe la amenaza sanitaria para empezar a hacer frente al problema económico.

Yo creo que el gobierno no es consciente de esto, que el parón de la actividad necrosa el tejido industrial. Ha gestionado mal, muy mal, la obtención de material sanitario, y está gestionando mal, muy mal, la gestión de la salida económica de la crisis. Ha cerrado demasiadas ramas de actividad, y ha sido cicatero con las ayudas que todos lo sabemos países han concedido a los afectados. Hace sospechar que se ha quedado sin dinero y sin capacidad de endeudarse. ¿O está simplemente intentando crear un ejército de parados dependiente de él?


2 comentarios:

Pablo dijo...

Buena pregunta final. Esto puede dejar en obra de aficionados el estado clientelar de Andalucía, siempre que consigan convencer a Europa de que paguen ellos.

xxavier dijo...

En el gobierno, quizá con la excepción de la señora Montero, que fue cajera en un supermercado, creo que no hay nadie que haya trabajado jamás en una empresa. Todos son funcionarios o aspirantes a funcionarios. Ninguno tiene ni idea de lo que es una empresa, y además sienten un rechazo visceral hacia lo que llaman 'entidad mercantil capitalista'.

Y tampoco es que esa ignorancia sea exclusiva de la izquierda. En los gobiernos autonómicos o municipales donde gobierna la derecha, también tienen todos 'formación funcionarial', ignoran el funcionamiento de las empresas, y también ignoran –o prefieren ignorar– que son la únicas entidades que crean riqueza y hacen posible pagar a los funcionarios.

En consecuencia, pasa lo que pasa...