"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 23 de octubre de 2020

Sospechas al hilo del debate

Me ha entrado una sospecha sobre la que no hay pruebas, sólo indicios. La sospecha es que antes del debate ya había negociaciones secretas entre el Gobierno y el PP. 
Antecedentes: el gobierno se ha visto la oreja mojada por Europa, que le cantó las cuarenta a Sánchez por su proyecto de modificar la ley sobre nombramientos de los miembros del Poder Judicial (CGDPJ), ley que dejaba a la arbitrariedad de éste los nombramientos y se cargaba lo poco que queda de independencia de dicho poder. Sánchez anuncia su renuncia a seguir ese camino de una manera sospechosamente fácil. 
Pero Sánchez es cualquier cosa menos tonto, y le viene como regalo la moción de censura de Vox, de la que puede extraer un buen partido. Le interesa sobre todo agudizar las pendencias entre el PP y Vox. Para ello - esta es mi sospecha -, habla con el líder del PP, Casado, le invita a reanudar las negociaciones sobre el nombramiento de los jueces, y de paso le hace ver que le conviene, por el aluvión de sentencias judiciales que le van a caer al PP por los casos judiciales aún no vistos, especialmente el caso Kitchen. Creo además, que las relaciones entre Casado y Sánchez son continuas, y que una de las piezas sacrificadas es la destitución de Cayetana AT como portavoz del PP, que con sus intervenciones- especialmente esa en la que llamó “hijo de terrorista” al vicepresidente Pablo Iglesias -, abrió una profunda herida en el gobierno que había que reparar. Solución: cesar a Cayetana... no renuncio a creer que hubo conversaciones gobierno-PP antes del cese.
Las claves de esta podredumbre, desgraciadamente legal, son las palabras de unos y otros en la moción de censura promovida por Abascal, líder de Vox.
Éste no estuvo acertado precisamente, pero es que Casado dedicó su intervención a una agria y monologa crítica conta Abascal, además de anunciar que votaría contra su moción. Algo inesperado por todos, que esperaba una abstención. Una agria crítica que complació enormemente a Sánchez y a Pablo Iglesias. Daba sonrojo oír las loas de éste a Casado, a quien semanas antes le había augurado que jamás volvería a gobernar en España... lo que no dijo es el porqué de esta seguridad. 
Las palabras de Sánchez no fueron menos complacientes con Casado, al que invitó a reanudar negociaciones sobre el nombramiento de los jueces, como si le perdonara la vida.
En resumen, Casado y Sánchez más amiguitos que nunca, Cayetana desfenestrada y prácticamente sin partido, Abascal fuera de juego, y los jueces... pues los jueces que acuerden nombrar estos dos taimados, nos darán la clave de ésta que yo llamo sospecha. 
Sánchez no es tonto. No gobierna para España, sino para sí mismo, y cuando necesita a alguien primero le aplasta y luego le redime, pero cuando está bien herido. Nos hemos quedado sin oposición, Sánchez está más consolidado que nunca, y Casado se queda como marioneta articulada por Sánchez. El partido Popular, que siempre desdeñó a Vox, pese al apoyo de gobierno de éste en varias regiones, algunas clave como Madrid, entra en una fase de lenta depresión que va a influir en las elecciones, cuando sean, y cuyos resultados no son difíciles de adivinar. Es a lo que ha jugado el PP siempre, a que España vaya muy mal para que el hartazgo de la gente le dé la mayoría absoluta. No es una manera muy noble de desgastar al poder, pero es incapaz de hacer otra cosa, siquiera porque está metido hasta las trancas en procesos judiciales inacabables. Casado no ha sabido limpiar, y ha metido la basura debajo de la alfombra. No puede permitir que los jueces los nombres el gobierno, aunque es un pájaro con un ala herida, maltrecho y sin fuerza para imponerse, así que no creo que tenga ventaja en este juego al que le invita Sánchez, relamiéndose de antemano. Será que tiene razón Pablo Iglesias: “ustedes no gobernarán nunca más en España”. Cierto, al menos en un largo tiempo.
Ahora, a esperar a ver cómo reacciona Sánchez ante el deterioro económico evidente ante la pandemia y el malestar social que se avecina. 
Lo que está claro es que España esta en manos de tahures, que juegan a una partida en la que el rehén es España, herida a muerte por la pandemia. No esperemos un cambio radical de expectativas. Mientras los demás países empiezan a virar hacia la recuperación, liderados por el fuerte repunte de EEUU (yo no esperaría que las elecciones las perdiera Trump, por mucho que nos vendan esa moto en nuestra servil prensa), España se hunde más. En suma, una situación aberrante sin que nadie apunte a un liderazgo serio, que en estas horas tendría que ser de alguien sobrehumano, inmune a los cantos de sirena y con un gran apoyo de la ciudadanía.

5 comentarios:

interbar dijo...

Queda claro que el problema de España somos los españoles.

xxavier dijo...

Suena muy plausible lo que dices...

Pablo dijo...

Si, muy plausible. De hecho creo que es lo que piensa cualquier español informado. Después de renovados los miembros del CGPJ ya podrá Sánchez reanudar la liquidación de los gobiernos autonómicos del PP, principalmente Madrid. Los cargos de Ciudadanos están deseando entregárselos. Me pregunto si a ellos también les engañará...

Miguel E. dijo...

Yo soy de la opinión de que ante lo que se nos viene encima (vuelta a una posguerra sin necesidad de guerra y pérdida de oportunidades para dos generaciones) a los poderes fácticos les interesa que haya comunistas gobernando para controlar el malestar de la calle.

Por eso Pablo Iglesias sabe que la derecha no gobernará en años. Porque a los propios poderes fácticos no les interesa...

Miguel Navascués dijo...

Eso de los poderes facticos me recuerda a los comunistas de la universidad cuando yo estudiaba. Siempre me sonó conspiranoide.