"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 14 de junio de 2022

De nuevo el Euro en observación

Como nos cuenta Jeremy Werner, la nueva brecha entre los rendimientos de las deudas nacionales de los países del Euro indican que el mercado empieza a dudar del euro con el mismo problema de la crisis que solucionó en 2012, Mario Draghi. 
En aquellos años Trichet, antecesor de Draghi, había metido la pata subiendo los tipos de interés en plena recesión (muy alabado por liberales de la “talla” de JM Rallo & al). Con ello desencadenó la crisis de las llamadas primas de riesgo, que se ampliaron entre países del sur y Alemania. Si no es por el famoso “What Ever it taques” de Draghi, el Euro hubiera explosionado. la crisis pasó, para lo que fue condición fundamental que la zona estuviera en deflación. Eso permitió al BCE comprar sin límites las deudas con problemas, lo que redujo sus rendimientos y por ende los diferenciales respecto a Alemania. 
Pero las cosas son hoy muy distintas. Estamos en inflación del 8% anualmente y subiendo, y los países que sufrieron entonces ataques especulativos - que fueron los que pusieron en peligro al Euro -, como España, en estos años de pandemia se han endeudado gravemente, haciendo mucho menos creíble que el BCE pueda comprar toda esa deuda a la vez que intenta acabar con la inflación. 
De nuevo se va a poner en cuestión que una Unión Monetaria pueda sobrevivir sin una Unión Fiscal. Unión de la que no quiere ni oír hablar Alemania.
En todo caso, la presidenta Lagarde del BCE quiere recuperar su prestigio anti inflacionista a la vez que dice que posee instrumentos suficientes para parar un ataque al Euro. ¿Cuáles? No se sabe, o no existen. Si sale a defender al Euro comprando deuda, se cargará las  medidas anti inflación y ésta subirá.
Ha dejado caer que las deudas que están en el activo de BCE y van venciendo, dará liquidez para comprar las deudas de países con problemas, es decir, con rendimientos altos. ¿Quiere eso decir que con la deuda alemana vencida comprará deuda española? 
Ya ha dicho Alemania que ni lo sueñe, porque eso no sería una transferencia monetaria, sino una fiscal encubierta. Y eso es pecado mortal para Alemania y sus tribunales. Y tienen razón. No hay unión fiscal, ergo no hay transferencias fiscales encubiertas y sin control del gobierno alemán. Como dice Jeremy Werner en su artículo,

Uno de los que están preocupados es Olivier Blanchard, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional. "Mi principal preocupación sobre el BCE es que, para convencer a los inversores de que el diferencial seguirá siendo bajo, hay que convencerlos de que se hará lo que sea necesario", dijo la semana pasada en el Foro Mundial de Inversiones de Amundi en París. "Me preocupa que el BCE no tenga la capacidad de intervenir como lo ha hecho [en el pasado] para mantener los diferenciales estrechos.

"Si los inversionistas creen que se invertirá un poco, pero no lo suficiente, seguirán exigiendo un diferencial más alto", dijo. "Me preocupa en esta etapa que el BCE no tenga un proceso con el que pueda intervenir lo suficiente para abordar esto y sospecho que será un problema durante los próximos uno o dos años".

Realmente cuesta creer que después de haber visto al euro puesto a prueba hasta cerca de la destrucción durante la crisis de hace una década, los políticos todavía no tienen una estructura acordada para hacer frente a otro desenlace similar.

El problema subyacente no es, por supuesto, obra del propio BCE. Para ser sostenible, cualquier unión monetaria debe estar respaldada en última instancia por la unión fiscal, por una función de tesorería central con poderes recaudadores de impuestos y por la mutualización de la deuda, de modo que cada nación sea responsable de las deudas de las demás.

Pero Europa aún no está lista para ese tipo de integración fiscal; de hecho, los principios fundacionales del euro lo prohíben específicamente. Quizá Europa vuelva a salir del paso. Las economías de la eurozona no han tenido el mismo grado de estímulo fiscal que los EE. UU., por lo que controlar la inflación puede no requerir una aplicación tan severa de los frenos.

De todos modos, con la recesión que se avecina, la amenaza del aumento de las tasas de interés para los balances públicos ya estirados hasta el punto de ruptura por la pandemia es demasiado obvia. La unión monetaria de Europa es un poco como un abejorro; aerodinámicamente no debería volar, pero de alguna manera lo hace. Por cuánto tiempo más debe estar nuevamente en duda.

Sí, cuesta creerlo. 10 años en que no se ha pensando en la gran crisis, que se soterró en el olvido, en la que se hacían apuestas por la viabilidad del Euro.

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