"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 28 de febrero de 2023

Gatillazo de Tamames

Bueno, pues no. Resulta que Tamames es un fiasco antes de su momento cumbre. Según nos cuenta este artículo, en 2018 y’a estaba postulando un nuevo estatuto para Cataluña, una agencia fiscal por regiones, y un nuevo nombre para el engendro político resultante: Nación Catalana. Todo esto un segundo antes del golpe de estado del 1-O, lo que demuestra que a los malcriados niños catalanes no quieren ese tipo de amaños, quieren la independencia que proclamaron durante un minuto raspado. 

No es el primer bobo que quiere ganar la inmortalidad con fantasías que cree son innovadoras, mientras Cataluña va a lo suyo, que es romper la Nación. Ya en la República, Azaña se creyó más listo que nadie y dijo, con su acendrada soberbia del que está fundando un nuevo Estado:

En un debate en las Cortes sobre el Estatuto catalán, Azaña se manifestó a favor de las tesis criptoseparatistas de los Catalanistas, quienes ya habían escrito y enviado a las cortes su versión propia de el Estatuto, que pondrían en marcha en cuando las Cortes le dieran el visto bueno protocolario y expeditivo. En ese debate (en el que intervino Ortega y Gasset), Azaña dijo: 


“... la República no tenía «mejor escudo ni mejores paladines» que los diputados «catalanes», es decir los nacionalistas. En otras palabras, la República —entiéndase: la República republicana de Azaña— dependía de ellos. 

Y añadió: «Esos hombres, esos diputados, para nosotros representan un sentido de libertad republicana y un sentido de autonomía que coincide exactamente con los programas, con las ideas y con los propósitos de nuestro partido republicano»


No ofrecen duda alguna estas palabras de Azaña, quien ya se había enredado en su República soñada al margen de cualquier realidad. Los catalanes eran unos perfectos Republicanos, caballeros del honor a la altura del republicanismo de Azaña. Para él no había duda de que esos díscolos catalanes iban a fortalecer la República que él estaba diseñando en su cerebrom no en la áspera realidad. Como en su famosa ley de las Congregaciones, con la que dio un gran tajo a la sociedad española de entonces - España ha dejado de ser católica -, se enajenó una buena parte de la sociedad y la República que él se empeñó en dejar desamparada. 


¿Cuantas veces hemos asistido a recurrentes patochadas de este tipo, que lo único que consiguen es acelerar el proceso de ruptura?

Así que me desdigo amargamente de mis expectativas sobre la moción de censura. Tamames lleva mucho plomo en las alas. No es trigo limpio.

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