"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 29 de octubre de 2023

La transcendencia

We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal, that they are endowed by their Creator with certain unalienable Rights, that among these are Life, Liberty and the pursuit of Happiness.” 


Es decir, 


“Sostenemos como evidentes estas verdades: que los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.”


En 1776 se formuló, por primera vez, la solemne Declaración de los Derechos del Hombre como ser creado por Dios, “iguales, dotados de unos derechos inalienables”.

Obsérvese que la solemne declaración se fundamenta en la existencia de un Dios creador del Hombre. Si no hubiera sido así, sería difícil que existiera tal Declaración. incluso la Declaración de Independencia de la nueva Nación respecto a Gran Bretaña hubiera sido otra cosa. Obsérvese también que el sujeto de esos derechos no era la Nación, una Fe, o cualquier otra entidad metafísica. Pro primera vez era el Individuo, algo que hoy no está de moda.

En eso estaban de acuerdo todos los implicados, pese a las diferentes ramas eclesiásticas que convivían. De hecho, desde que los primeros peregrinos desembarcaron en Cape Cod en 1620, se juraron “en el nombre De Dios”, con toda solemnidad, el primer “”covenant” o acta fundacional como sociedad gobernada democráticamente. Esos Covenant se fueron renovando cada vez que se fundían unas colonias con otras. No hubo ninguna colonia sin su acta fundacional. Jefferson, en 1976, decía que la verdadera constitución americana eran aquellas solemnes actas de los primeros pioneros.

Creyentes o no, debemos pensar que este ejemplo es uno más de la sospecha de que  la Civilización Occidental se basa en una larga tradición Cristiana (a la que se adhieren otros elementos como la impronta Romana). Lo que diferencia este espíritu fundacional de otros pasados y futuros, era que esos peregrinos fueron hasta allí huyendo de las persecuciones religiosas europeas, en la guerra de los treinta años, entre católicos y protestantes. Europa se dividió en dos. Es irónico que los que perdieron fueran, al cabo de los años, los fundadores de la primera potencia que salvó a Europa en las dos Guerras Mundiales. El triunfo de la Libertad en America fue imitado, con mayor o menor entusiasmo, en Europa. El nuestro siglo XIX florecieron Las monarquías parlamentarias, las cuales lograron sofocar los desatinos de la Revolución Francesa y Napoleón. 

Esto ya es pasado. Mucha agua ha fluido bajo los puentes. Hoy no compartimos esas mismas creencias. Si nuestra Civilización depende de unas creencias, parece difícil sustituirlas ad hoc por unas nuevas. Poco a poco, se han quebrado las tradiciones que nos vinculaban por el pasado. estamos desorientados y adormecidos. Literalmente no sabemos qué pensar. 

Esas tradiciones nos enseñaron qué primero estaban esos valores y luego lo demás. Hoy es más deseado lo demás y desdeñado lo primero.

El ensayista George Steiner decía que no había Arte verdadero sin transcendencia, o lo que él llamaba las “Presencias reales”. Podemos trasladar esto a la sociedad. No hay armonía social sin transcendencia.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues entonces estamos bien jodidos porque nuestro sentido de la trascendencia es cero.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Sí, eso me parece. Creo que George Steiner es al último que hablo así sin ser creyente. Creo