Epístola a los CorintiosAunque yo hable la lengua de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe*. 2 Y aunque tenga (don de) profecía, y sepa todos los misterios, y toda la ciencia, y tenga toda la fe en forma que traslade montañas, si no tengo amor, nada soy*. 3 Y si repartiese mi hacienda toda, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, mas no tengo caridad, nada me aprovecha*. 4 El amor es paciente; el amor es benigno, sin envidia; el amor no es jactancioso, no se engríe; 5 no hace nada que no sea conveniente, no busca lo suyo*, no se irrita, no piensa mal; 6 no se regocija en la injusticia, antes se regocija con la verdad; 7 todo lo sobrelleva, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta*. 8 El amor nunca se acaba
Una de las más sensibles palabras que he leído nunca.
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Ponga Ud. lo que quiera, Muestre su airada y justa indignación, su santa Ira, pero respete un mínimo sentido del decoro. Tenga en cuenta que las opiniones son libres, los sentimientos ofendidos dignos de reparo, pero serán tanto más respetados cuanto su expresión esté más alejada de lo vulgar.