"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 4 de agosto de 2017

Para cuando pase el verano

Después del verano vendrán otras complicaciones a amargarnos la vida. El verano, con todos los mandatarios de vacaciones, difícil es que pase algo relevante, si no es una crisis financiera, muy frecuentes en agosto. 
Salvador Sostres es un escritor y periodista excesivo, pero que está dando en el clavo en muchas cosas. Yo no coincido con él en muchos de sus excesos. No es políticamente correcto y eso le ha valido la censura de su propio periódico, el ABC. El ABC es un periódico acomplejado por su pasado, ciertamente infumable, pero que censure a sus propios escritores no le va a limpiar la imagen, todo lo contrario. Por eso no tengo más remedio que reproducir una imagen del artículo en papel, porque en la web de ABC es inencontrable. Aunque no se vea bien, hagan un esfuerzo por leerlo. La verdad es la verdad la diga Agamenón o la diga su porquero...  



Sostres tiene un artículo espeluznante sobre cómo ve el futuro. Coincido básicamente con su visión, aunque me permito refugiarme en las probabilidades, que espero sean bajas. )Sí, ya, curioso método de tranquilizarse de manipular las probabilidades, pero es lo que hacen todos los economistas, especialmente los bolsistas.)
Pero ¿no es lo que intenta Pedro Sánchez desde que es diputado? Sí, cierto, huele a 36  - al menos en Qatarluña, provincia de Qatar. La mayoría no lo desea, pero es verdad que esa mayoría no sabe que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones, como las que tienen muchos que votan a esa constelación de partidos antisistema, incluido el PSOE, que, por cierto, con la vuelta de Sánchez ha conseguido un gran subidón en intención de voto. Por cierto, el modelo venezolano constitucional es toda una referencia para algunos. Pero al menos Venezuela no está por dividirse, en cambio España sí. La plurinacionalidad de Pedro Sánchez es la mayor amenaza.

Opiniones sobre Cuba. Leonardo Padura

En el FT, una entrevista con el escritor Leonardo Padura (al que no he he leído todavía), en la que refleja algunas opiniones interesantes sobre la Cuba de hoy. Curiosa y amena entrevista, que nos desvela un autor atractivo para los amantes de la literatura policiaca realista. 
Padura es lo suficientemente famoso para poder haber emigrado, pero no quiere: su Cuba es fuente de inspiración para su obra, y tiene miedo de perderla. Sin embargo, es muy crítico con lo que pasa en Cuba, y algunos de sus libros ha tenido problemas de censura. 
En Cuba, dice, no hay muertes por hambruna, pero se da el "síndrome del camello". La escasez endémica de alimentos, el no saber qué comerás al día siguiente, el repetido "no hay" en las tiendas de alimentos, ha creado una ansiedad por la cantidad, y por llenar el estómago por encima de la calidad del sitio en que se come. Un restaurante es considerado bueno si se come abundante.
La "apertura" de Obama trajo mínimos cambios, pero muy apreciados por los cubanos, que vieron aumentar el turismo americano, tras décadas de sequía. Pero Trump ha acabado con ello, y Padura dice "Hemos vuelto a la pesadilla de siempre", de la que se encarga Raúl Castro, con su reconocida eficiencia para perseguir la propiedad privada y todo lo que huele a productividad
La entrevista me ha despertado la curiosidad y ya me he bajado "El hombre que amaba los perros" de Amazon. 

martes, 1 de agosto de 2017

Falacia de la Composición y ciencias de la complejidad

En Anxo Sánchez, hay un interesantísimo artículo sobre la (in)estabilidad del sistema financiero y la esterilidad con la que hoy se afronta el problema. La esterilidad se deriva de que se pretende hacer de la estabilidad de cada entidad la del conjunto del sistema. Como hemos visto en el post anterior "Invertir en Bolsa...", en todos los mercados financieros se produce lo que Keynes llamaba "La Falacia de la Composición", que dice: la racionalidad de los individuos que participan en un sistema o mercado no garantiza el equilibrio del mismo. Las decisiones de cada uno, siendo perfectamente explicables individualmente, pueden llevar a la quiebra del sistema. Keynes lo aplicaba a toda la economía, pero creo que la idea le surgió de su experiencia y conocimientos financieros. 
Es lo que nos explica Anxo en su artículo, aunque más sofisticado, pues habla de modelos que se han introducido desde la física (él es físico), con  el fin de ampliar la eficiencia de los modelos usados por la regulación. Hasta hoy, la regulación se basa en someter a disciplina a cada uno de los bancos y actores participantes, sin tener en cuenta el conjunto. Ergo el conjunto puede petar pese al buen comportamiento de los actores. 
Los de "Las ciencias de la complejidad", por el contrario, pretenden introducir métodos de regulación del conjunto.
Supongamos un sistema A en equilibrio, con cada banco cumpliendo sus ratios de capital y de liquidez. Un cambio en uno de los actores o en su relación con los demás puede arrastrar a todo el conjunto a la quiebra y, como sucedió en 2008, a poner a la economía al borde del precipicio. 
No hace falta, repetimos, que la variación sea irracional. Puede ser un aumento del apalancamiento de uno de los bancos sobre otro, pero como éste está ligado por relaciones dedudas-activos con los demás, un error puede transmitirse a todos los bancos, sanos o insanos. Eludiendo la complejidad matemática del artículo, traslado aquí un parrafito de Anxo que explica muy bien lo que quiere decir: 

Es decir, los datos individuales de los bancos no son suficientes para determinar la estabilidad del sistema, y cuando un banco se expone a otro sin tener en cuenta la relación de este con los demás puede alterar la estructura de todo el sistema. El mecanismo básico (pero no el único) es la aparición de ciclos, que hacen que una vez que se inicia un proceso de contagio se vaya amplificando al recorrer el ciclo una y otra vez. Esto ocurre también en simulaciones más realistas.

Lo mismo que se modeliza para los bancos puede hacerse para La Bolsa, y en mi debate con Enrique Zurita creo favorece mis posiciones. La Bolsa es en su conjunto un riesgo sistémico por mucho que sus participantes sean racionales y eficientes. No es la intromisión del intruso analfabeto la que desestabiliza La Bolsa. Es el propio sistema. La clave está, por supuesto, en el apalancamiento, sin el cual no habría tantos riesgos cruzados invisibles, o "Cisnes negros". 

¿Por qué leer?

Leer es una (in)actividad injustificada. Se dice que es bueno porque forma. Leer ficción es desdeñado incluso por grandes escritores, como Pla. Pero he aquí un breve texto de Emilio Renzi (Diarios) que justifica la lectura de grandes ficciones. La literatura es una gnosis irreemplazable por otras fuentes. 

"En realidad la literatura muestra la opacidad del mundo, nunca sabe uno nada sobre la gente, incluso sobre aquellos que están cerca y a los que amamos, sólo sabemos lo que nos dicen pero nunca lo que piensan porque siempre nos pueden mentir; en ese sentido, las novelas se leen porque son el único modo de ver a una persona por dentro. Yo conozco mejor a Anna Karénina que a la mujer con la que vivo hace años."

Y no sólo que nos mienten, es que ellos mismos se engañan, aunque no se mientan. Y luego está la incapacidad de expresión. Balbucean. Tropiezan con las palabras o la falta de ellas. Al final sabes cómo tus seres más íntimos van a reaccionar porque llevas años registrando esas reacciones, que ni ellos mismos conocen. ¿Pero no es lo que hacen muchos animales? 
La opacidad del mundo. Creo que es radicalmente cierto. Incluso para nosotros mismos, somos unos grandes desconocidos. Por mucho que científicamente sepamos que estamos constituidos por un cerebro que hace tales y tales funciones, que siente tales emociones o forma tales ideas, la verdad es que no nos conocemos ni conocemos a nadie. 
La lectura de grandes obras te abren el mundo, al menos una rendija, por la que puedes vislumbrar el otro lado de las cosas. Te consolida vagas intuiciones que habías tenido. Te desvela sentimientos que no podías sospechar, como lo que dice Proust sobre el sadismo, o sobre el amor, al que le quite la capa de melifluidad con la que se suele contemplar. 
¿Y los celos? ¿Puede haber amor sin celos? Yo no lo creo. 
Y luego está lo que decía Proust, de que leer un clásico es hablar con un antepasado muerto, con el pasado. 
Hay miles de cosas que nunca te enseñarán las ciencias. Y no digamos la "ciencia lúgubre" (la economía), que sólo sabe hablar de un aspecto del ser humano, para construir modelos que sólo explican (¿?) lo que hacen grupos sociales en sus relaciones económicas, más complejas que lo que dicha ciencia puede tener en cuenta. Por no hablar de la psicología, que se arroga una preponderancia totalmente injustificada. Según Bloom, el gran crítico literario, Freud estaba celoso de Shaspekeare porque había produndizado más y mejor que él en el  alma humana. 
Quizás la gran ventaja - la gran aportación -, de la literatura, es la capacidad de hablar metafóricamente. Se avanza mucho más a través del rodeo de una gran metáfora que balbuciendo palabras pobres y mal enlazadas. Y es que hasta las ciencias exactas como la física tienen que recurrir a la metáfora para explicar lo que describen los modelos matemáticos. ¿Qué es un "agujero negro" sino una metáfora? (Y no muy eficaz, por cierto). 
Lean el ensayo de Ortega y Gasset sobre "Las dos clases de metáforas". Impagable. 

lunes, 31 de julio de 2017

Invertir en bolsa: Respuesta a Enrique Zurita

Enrique Zurita me hace un comentario muy acertado en "Alumnos aventajados", al cual respondo desde mi punto de vista, que no es exactamente contrario al suyo.

Bueno, habría que hablar largo y tendido de esto, aunque por supuesto lo que digo en mi texto es una butade. Pero no es verdad que, como Keynes (que fue un gran jugador de Bolsa) el resultado de La Bolsa es racional, aunque los jugadores creen que lo es. Pero adolecen de la Falacia de la Composición, que es pensar que porque cada uno es racional, el resultado conjunto lo es. 
Grandes crisis bursátiles demuestran que el resultado para el conjunto no tiene nada que ver con la quedo racuonalidad de los jugadores. 
No tengo ningún reparo moral que oponer a jugar en Bolsa, pero La Bolsa SÍ es un casino. Lo decía Keynes. Es imposible predecir racionalmente el resultado. Y la valoración objetiva de un acción  -si es que tal cosa existe - puede que no se dé única en la realidad más que por fugaces momentos, arrastrado conocí lo es por los movimientos generales. 
La Bolsa no se rige por lo que cree cada uno que vale un título o conjunto de ellos, sino por lo que los demás piensan que van a pensar los demás lo que vale o valen. Como decía Keynes, es como un concurso de un periódico sobre cuál es la chica más guapa de una serie de fotos. El premio es jugoso. Por ende, cada uno no votará a la que le gusta más, sino a la que creen que los demás votarán. Desde ese momento, se introduce un sesgo que anula las cábalas más o menos justificadas que han hecho los técnicos y chartistas. 
Pero eso sí, hay gente que sale de La Bolsa ganando dinero. Eso no está en contradicción con lo que digo. Otros pierden, quizás la mayoría. Que nadie ose atribuirse el  mérito, ha sido suerte o mala suerte. Lo demás es engreimiento, como explica muy bien Taleb en "El Cisne Negro". 
E idem para cualquier tipo de activo susceptible de especularse con él. 
Keynes decía que no le gustaban nada las fluctuaciones de los mercados totalmente irracionales, pero que cerrar La Bolsa sería un error porque restaría una cualidad a los títulos que son necesarios para la inversión, que es la  liquidez, es decir, la posibilidad de venderlos en cualquier momento. En efecto, si cerráramos las bolsas, tener una acción o millones sería un riesgo de liquidez costosisimo de compensar o cubrir con otra operación financiera. Por lo que casi nadie invertiría. No se trata de cerrar. Se trata de imponer medidas reguladoras que amortigüen riesgos sistemicos, "Cisnes Negros" en los que todos pierden un gran patrimonio y dejan una situación de grandes endeudamientos cuyos activos que financian se han derrumbado. Lo que pasó en 1933,..., 2008, etc, etc. 
Lo irónico es que nos hemos colocado en una situación similar a la de 2007, con bolsas enormemente revaluadas, con deudas que no han bajado nada, sino que han subido. La ironía es que la inversión real no ha subido. No deja de ser una situación absurda... y peligrosa. 

domingo, 30 de julio de 2017

La democracia en el alero

Lo de Venezuela es espantoso. Años y años de degradación, retroceso, deconstrucción de lazos sociales, de instituciones democráticas. Violencia, víctimas. Hambre, desnutrición, falta de los más elemental. 
¿Quien tiene la culpa? No se puede decir que "el pueblo tenga la culpa", aunque sin su actuación... lo que pasa es que al pueblo le ponen delante decisiones ya marcadas. El pueblo votó desde hace décadas partidos que se suponía venían a acabar con la corrupción, pero se enganchaban, una vez en el poder. 
Luego vino el golpe de estado de Chávez. Y a partir de ahí, los cambios, amparados por votaciones, de la Constitución y de la legalidad. Antes de Chávez la corrupción era relativa. Después fue firmemente establecida, acompañada de decisiones de mala gobernación, que llevó a un país con petróleo y recursos, a quebrar. No se puede ser más ineficaz, más inhábil contra sí mismo: el bandolero que es tan tonto que  por no hacer lo mínimo se le vuelve el pueblo en contra. 
Al pueblo le ponen delante las decisiones ya tomadas: los candidatos, ¿quién los elige? Véase España: los candidatos son elegidos por una pequeña cúpula de los partidos, con la misión de ganar y quedarse en el poder lo máximo posible. Demagogia a raudales. Promesas alocadas, imposibles, que sin embargo la gente vota conscientemente. Clientelismo descarado. Como un cesto de cerezas podridas, tiras de arriba y suben todas en dos tirones. 
Es como el juego de los trileros, ¿dónde está la bolita? tú te fijas bien en los movimientos de las manos, crees racionalmente que la bolita está a la derecha, pero sale en el cubilete de la izquierda. ¿Tienes la culpa? Al fin y al cabo, tu voto es una millonésima parte del resultado. Se trata de que el mayor número de votantes señale tu cubilete, y en eso influyen montones de factores que confluyen en la ilusión, la mentira deseada, el embeleco. Al final, tú te comes el marrón. ¿Eres responsable? Sí, en la medida que crees en la ilusión, crees que éste, y no aquel, va solucionar los problemas que, por supuesto, no tienes ni idea de cuáles son, ni su importancia relativa. Todos los partidos, por ejemplo, prometen elevar las pensiones y mantener el sistema indefinidamente. Y la gente lo cree. 
Ahora se han puesto en marcha nuevas técnicas electorales, gracias a la nueva tecnología, que acentúa este sesgo. Cada distrito electoral está perfectamente perfilado por sus preferencias, y las promesas se ajustan a ellas. Así ganó Trump. 
Trump es una especie de Chávez, dispuesto a torcer las instituciones para salirse con la suya. ¿Quién iba a imaginar a EEUU, el país de las instituciones ejemplares, caer en ese riesgo? 
Los medios de comunicación van por detrás, asignando una carga de racionalidad al electorado que ya es muy escasa. La libertad de expresión, está en manos de intereses espurios. Las redes sociales acentúan el sesgo, sea hacia el candidato que sea. Por eso han ganados nuevos candidatos inesperados, rompiendo la "estabilidad" del turnismo entre partidos viejos, que es lo que daba continuidad. Echaremos de menos esa continuidad. ¡La perfección no existe! 
Hay que decidir si el hombre-mujer es bueno, racional y responsable, o es fácilmente manipulable. Quizás nos convenga volver a al turnismo viejo, de partidos algo corrompidos pero conocidos, que de vez en cuando hacen la escena teatral de rasgarse las vestiduras y lanzar fuera, a la noche, a unos cuantos que carguen con el mochuelo de la corrupción. Catarsis. O seudo catarsis. Mientras la gente se conforme con ir tirando, y mirando no muy de cerca, a la vez que los políticos se frenan por su interés en su latrocinio, el carrusel puede seguir girando. 
Ahora bien, hay cosas que tienen que funcionar. La economía debe funcionar. Hemos de reparar cosas que no se han reparado. Porque el malestar económico es una bomba de relojería que, cuando estalla, tira la mesa de juego y llama a un Chávez. ¿Hay que sobornar al pueblo? Hay lo, para que haga la vista gorda. ¿Hay sin embargo que hacer las cuentas con cierto rigor? Hay lo. Entre medias, hay que respetar la vida privada, base de la democracia. Y ¿en esas estamos?

PS. Esta nota puede parecer muy cínica a algunos. Lo es, pero es que yo soy un escéptico. Soy un escéptico de la naturaleza humana, y por eso me llamó a mí mismo conservador. Escéptico, conservador, ¿entienden? Esto no quiere decir que no crea en la división de poderes o, al menos en un sucedáneo de ello, porque división de poderes sólo ha existido en la cabeza de Montesquieu: nunca se ha aplicado totalmente. Pero, en fin, en España brilla por todo lo contrario. 
Lo que quiero decir es que corrupción, desidia, vesania, siempre habrá. El problema es reducirlo a lo mínimo inevitable. 

Zapatero, como El Cid, hacer daño después de morir

Leo en OK diario que el miserable Zp, responsable de lo que pasa hoy en CAT, 

Zapatero apoya la Asamblea Constituyente, el autogolpe del asesino Maduro



No hay palabras, salvo, ¿por qué no ficha ya de una vez por Podemos y deja al PSOE en paz? 

sábado, 29 de julio de 2017

El desgaste de la palabra

La palabra y, por ende, la sociedad, está completamente devastada. No vale nada, como el dinero que se ha emitido en exceso y nadie lo quiere. 
Las instituciones democráticas están hechas de palabras, que las definen, las acotan,  a veces con primor y grandeza. ¿Quien las defiende? La confianza de los ciudadanos en las palabras que contienen. No valen nada si viene un Nicolás Maduro y decide apropiarse de ellas, devaluarlas, reconvertirlas a su arbitrio y convertirlas en una propiedad particular. Maduro va a dar un golpe de estado mediante la creación de una asamblea constituyente que borre la Constitución y cree una a su medida. Para ello ha envilecido la asamblea actual, que ganó la oposición, trufando el Tribunal Constitucional de jueces afines y leales a él, no la palabra dada, cambiando las leyes  -las palabras de las leyes - a favor del tirano. Maduro va a establecer una dictadura franquista, dicen, pero Franco tuvo la honradez de no pretender que eso era una democracia: la llamó democracia orgánica, no democracia, y su definición y articulación no democractica estaban claras. Lo que estaba claro también es que eso no podía sobrevivir la muerte del dictador. Claro como el agua. 
¿Se dan cuenta de lo débil que es la palabra cuando el poder quiere apoderarse de su significado? Vivimos una época de trastrueque de los valores, que no es más que una época de desgaste del valor de las palabras. 
Todo se basa al  final en la capacidad de engañarnos a nosotros mismos. En utilizar las palabras turbiamente, pero con nosotros, no sólo con los demás. El camino recorrido en ese desgaste es difícilmente recuperable. Vivimos cada vez más bajo el engaño y el embeleco que nosotros nos ponemos de pantalla, para poder aguantar día a día, aunque a veces hay gente, como los venezolanos, que no pueden aguantar más de miseria, hambre, mentira y desconfianza en las palabras que les intentan vender. Como el dinero que malmente circula en Venezuela. No es casual que el desgaste de la palabra coincida con el desgaste del dinero. Este último es un signo certero de devastación social. 


viernes, 28 de julio de 2017

Anda que, tiene bemoles. Aspirante a burgués

Este párrafo, asignado a Karl Marx, lo saco de los diarios de Emilio Renzi, como hice no hace  muchos días (por cierto, con  notable éxito). Todo un ejemplo de cómo se las gastaba ese señor con los que odiaba. ¿A quién me recuerdan? 

«Se trata de no dejar a los burgueses un solo instante de ilusión, ni de resignación. Hay que hacer la opresión real todavía más opresiva agregando la conciencia de la opresión y hacer la vergüenza todavía más vergonzosa dándole publicidad. Es necesario representar cada esfera de la sociedad burguesa como la parte más vergonzosa de la sociedad; hay que hacer bailar estas condiciones sociales petrificadas haciéndoles escuchar su propia melodía», Karl Marx.

Maginifico, paradigmático de la mala hostia follá que se gastan los marxistas con lo que ellos catalogan de "burgueses", que al final no son más que los que quieren que les dejen en paz vivir su vida el LIBERTAD. Es decir, un objetivo totalmente opuesto a lo que pretende un gobierno burgués, que es satisfacer las necesidades de sus ciudadanos para que les vuelvan a votar, con todos los errores, trampas, mentiras y corrupciones que se les quiera agregar. 
Por si hacia falta decirlo, yo soy, y quiero serlo, un burgués. No es nada fácil. 

miércoles, 26 de julio de 2017

Alumnos aventajados

Si ser de izquierdas es no jugar en Bolsa, yo soy de izquierdas. Yo jugaría en Bolsa si, solo si, tuviera información privilegiada. No la tengo, ergo no juego. Me paso por el forro todas las teorías que dicen que el mercado es eficiente. El mercado es eficiente para los que tienen ventaja en la información del futuro, o como mucho para los visionarios que aciertan en sus visiones, que en realidad son los grades empresarios como Bill Gates o Amancio Ortega. Pero hay que reconocer que eso no es especular en Bolsa. 
Se sospecha que la izquierda está en horas bajas, que con su esquema simplificado del marxismo han fracasado todas sus predicciones. En realidad los proletarios del mundo que hace treinta años se declararon hartos de ser proletarios, y decidieron tirar por la vía de capitalismo, han salido adelante y se han colocado en una posición más ventajosa que la decadente Europa y la decadente EEUU. Los paises proletarios acaparan cada vez más riqueza y renta. 



Mientras, nosotros, soñamos con recuperar los años sesenta, en los que un obrero era un poderosos ser a través de su sindicato, tenía trabajo y un sueldo real que crecía todos los años, una casa y uno, o dos, coches. La tasa de paro era cosa de la política exactamente nómina, monetaria y fiscal. 
De ahí el Brexit, de ahí Trump: nostalgia de hace cincuenta años. 
En España es distinto. No tenemos nostalgia de los felices noventa, con su olimpiada de Barcelona y la Expo, sino de la republica bananera que fue la segunda República española. Al menos hacia allá lleva el camino trazado por Zapatero (y seguido por Pedro Sánchez), al que Felipe González ha criticado duramente por su papel de traidor en Venezuela, encima llevándose los galones de pacificador. 
Cuando los politicos no tienen poder, quieren perfilar su papel que los historiadores les están haciendo, y quieren un papel lo mejor posible. Una pasión que no se tiene en cuenta en el análisis político es esa: la pasión de pasar a la historia. Se debe a que la gente tiene el erróneo esquema que al ser humano sólo le preocupan los bienes materiales, pero es es falso. Además, cuando ya tiene los bienes materiales deseados, se aburre, y empiezan a pensar en su imagen futura. Bueno, a pensar no, porque hemos dicho que es una pasión, y no piensan con claridad en ella. Actúan impulsados por ella ciegamente, y se entregan a trabajos y viajes penosos para que la impronta sea cuanto más grande mejor. 
Las cosas que ha dicho Felipe de Zapatero son duras, y ciertas, pero tienen el mismo impulso que lo que hace Zapatero en Venezuela: 

"El expresidente del Gobierno Felipe González considera que el diálogo que están llevando a cabo en Venezuela su sucesor José Luis Rodríguez Zapatero y otros expresidentes ha conseguido "lo contrario de lo que se pretendía" y ha tenido como resultado "multiplicar por seis el número de presos políticos, desabastecimiento e inflación infinitamente mayores y en ningún momento se ha devuelto poder a la Asamblea democráticamente elegida". Los presos, ha dicho, han pasado en este último año de 72 a más de 430."

Y, un poco más adelante, 

"A su modo de ver, en Venezuela hay ahora tres opciones: que Maduro cancele la Constituyente, libere a los presos políticos y acceda a negociar un calendario electoral; o que siga adelante y consume su "golpe de Estado continuado" con una Asamblea Constituyente donde "todos los candidatos son suyos" y que ocupará el palacio legislativo desalojando a la Asamblea Nacional.

"La tercera sería que las Fuerzas Armadas, que deben ser "obedientes al mandato constitucional", optaran por la "desobediencia", cosa que, en su opinión, podría estar legitimada dada la situación actual. A su juicio, el poder de Maduro es ahora "que las Fuerzas Armadas lo toleran" pero ya "muchos" piensan que los militares podrían dejar de apoyar unas iniciativas que no son constitucionales.

"En todo caso, ha puntualizado que no cree que la situación legitime una intervención de los militares, sino una desobediencia como está haciendo la fiscal general, Luisa Ortega.

La Constituyente es la 'democracia orgánica de Franco'

"González ha avisado de que la Constituyente que planea Maduro "a lo que más se parece es a la democracia orgánica de Franco; tercio de municipios, tercio de cabeza de familia y tercio de sindicatos" y es "contraria a la propia Constitución bolivariana". Según ha dicho, hay un 90 por ciento de posibilidades de que la presida el expresidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello, pero también podría hacerlo la esposa de Maduro porque hay una "pequeña lucha" entre ellos.

"En este contexto, ha dicho que le gustaría "que el presidente Maduro comprendiera que en este momento ha convertido a Venezuela, y está a punto de culminar esa faena, en un Estado fallido donde las instituciones no existen, existe un poder dictatorial y arbitrario", sin alimentos y sin seguridad, hasta el punto de que "hay más muertos por habitante en Caracas que en Damasco".

Venezuela es un ejemplo de a dónde lleva la vía marxista. Corea del Sur es el contraejemplo: a dónde lleva la vía capitalista más o menos pura, con sus "Chaebols" más o menos dirigidos por el gobierno. Pero, en renta per capita, netamente superior a la nuestra y la de muchos países europeos.
Los viejos sueños nunca mueren, se renuevan, renacen de sus cenizas. El viejo sueño marxista, hijo del romanticismo de Rousseau; A su vez éste de la herejía pelagiana, esa línea casi recta que enseña que el hombre es bueno por naturaleza, y la civilización lo corrompe... para Marx, una vez eliminados todos los capitalistas, el hombre será feliz en la Tierra. Pero el hombre ha sido más feliz adaptándose a las fuerzas más creativas, más o menos reguladas por la ley. 
El sueño de un equilibrio entre el Capital y el Trabajo gracias a unos sindicatos y una regulación más o menos socialdemócrata, fue una fase histórica que no volverá. Desde luego Trump no nos la devolverá. Murió con la globalización, que llevo El Progreso a las zonas depauperadas del mundo, así que, en buena lógica, los marxistas deberían estar contentos de la subida de esos países no hace tanto hambrientos. La globalización ha traído cosas buenas, pero no para nosotros. 
Tampoco la devolverá Macron, con su mezcla de europeismo y proteccionismo. Estamos en manos de los dioses, y a estos no les gusta la lógica humana. 

De Emilio Renzi

"La ironía es un procedimiento negado para la izquierda. Demasiada solemnidad, demasiada seriedad en los objetivos. Todos se toman lo que dicen con demasiada gravedad. Sólo quienes no tienen nada que perder pueden reírse de sí mismos."

lunes, 24 de julio de 2017

Crecimiento mundial al alza; países desarrollados, mediocre

En la figura adjunta, pueden ver que mientras el crecimiento mundial se acelera (3,6% para 2018), es sobre todo debido a los paises emergentes (4,8%), pues los paises desarrollados siguen languideciendo, con un crecimiento insuficiente (1,9%) para solucionar sus problemas sociales y económicos. 




La medicina mejor para los problemas de endeudamiento a corto y, sobre todo, a largo plazo (pensiones) sería un crecimiento más alto, firme y prolongado. ¿Por qué esta bonanza de los países en desarrollo y este arrastrar los pies de los países avanzados? De estos, la teoría de la Secular Stagnation nos da unas pistas que no parecen sino confirmarse: población en retroceso, inversión estancada, productividad muy débil, inflación muy baja... ojo al problema de la inflación. Una inflación baja es un problema tan grave como una inflación demasiado alta. Las magnitudes financieras, como la deuda, se miden en términos nominales, y el PIB nominal (PIB real + inflación) es la variable clave. No es fácil tener una inflación débil y un PIB fuerte, por mucho que se empeñen los economistas liberales de catecismo. 
Una inflación baja afecta a los márgenes empresariales, y éstos a las expectativas y a la inversión. También afecta a la productividad real, aunque esto parezca paradójico. En la imagen, la productividad de todos los factores en EEUU. Según el artículo de Martin Wolf sobre la debilidad de las economías avanzadas. 



En suma, los precios afectan a magnitudes reales, como no podía ser de otra forma. Precios débiles no animan la inversión y debilitan la productividad. 

Consumo de dióxido de carbono

En el cuadro adjunto, elaborado por Tim Taylor, con la fuente de BP Statisticak Review, pueden ver el consumo de materiales supuestamente partícipes del calentamiento atmosférico, por países y regiones.  En ella se ven cosas curiosas. Por ejemplo, Europa y EEUU, no son las regiones más contaminantes, mientras que si son las que están reduciendo más sus emisiones. 



Asia-Pacífico, Africa y sobre todo los paises árabes, son los que más están aumentando las emisiones. China es el país que más contribuye a la contaminación. España es uno de los países que más está reduciendo sus emisiones. 


domingo, 23 de julio de 2017

A mí si me dan pena

Ha dicho el jefe supremo del ejército de Cataluña (Mossos de Escuadra), Pere Soler, que los españoles "le damos pena". 
Debería ser al revés. Le deberíamos dar envidia, por ser el país colonizador de Cataluña durante tantos siglos. 
A mí se que me dan pena los pobres catalanes, los independentistas y los que no. Porque, si Dios no lo remedia, el día 1 de octubre emprenderán un camino directo a una republica bananera. Y no lo digo porque no crea posible que Cataluña saliera más o menos adelante como nación, sino por la catadura moral de los que llevan la manija del invento. En vez de ser liderados por la burguesía ilustrada moderada y de centro, será aplastada por una izquierda extremista más enconada entre sí, que la alejara del Mundo civilizado - de Europa, por definición - un izquierda incapaz de dar una a derechas y que se asimilará peligrosamente al Chavismo. 
Y es que en la República y la Guerra Civil los catalanes demostraron las mismas tendencias autosuicidas, la misma inclinación a entregarse en manos de los más locos. 
Pensarán que me alegro de ello, pero no. Porque las salpicaduras van a ser prominentes y mal olientes.  Empezarán a dar el coñazo desde el primer segundo, aparte que España, como es lógico, no reconocerá la independencia si no la obliga el concierto de las naciones. Hay algo que no han entendido los catalanistas, y es que la independencia no te la das tú a ti mismo, ni te la da España graciosamente, sino que se la tienes que arrancar a las potencias más influyentes. Europa ya ha dicho que no. Si Europa dice No, el G-20 dirá no. Ambos dirán no mientras España sea firme en su No.
Así que habrá un periodo de indeterminación en que veremos cómo se financian estos locos una vez rotos los lazos unilateralmente con Madrid. ¿Y en qué moneda? Porque la expulsión de Europa se traduce en la expulsión de euro, justo lo que necesitan unos líderes enloquecidos para provocar una hiperinflación, con la ayuda de un déficit astronómico. 
Darán el coñazo, y más que el coñazo. Demostrarán lo que entienden por "seny", para los que no lo han captado todavía. 
Para lo que quede de España tampoco será un camino de rosas. El recorte en los recursos (el 20% del PIB, que no quiere decir que se quedara en Cataluña, dado el desgobierno previsible) será un golpe que se dejará sentir, y tal como está la política ahora, con tantos partidos reivindicativos de cosas imposibles, un parlamento colgado, sin mayorías... España no se puede permitir lo que sería el principio del fin. Sería incluso difícil conservar el resto como España, dadas las fuerzas centrífugas tan arraigadas en nuestra genética. 


Exquisito ambiente

Estado lamentable en el que una bestia podemita dejó a Fernando Barredo, concejal de Podemos en Toledo, al formular algunas críticas sobre el funcionamiento interno del partido responsabilidad de Echenique. 



Sin más palabras que, si así funciona Podemos con los suyos, estemos preparados a un periodo nada pacífico mientras estos señores se paseen por las instituciones. 

"Fernando Barredo, miembro de Podemos en Castilla-La Mancha, crítico con la dirección del partido, ha recibido una paliza este sábado por la mañana en su propia casa.

"Este hecho ocurre apenas una semana después de que distintos disidentes de la línea oficial, entre ellos el propio Barredo, dieran la cara en Madrid para denunciar una purga y que la cúpula, con Pablo Iglesias y Pablo Echenique a la cabeza, no cumple uno solo de sus compromisos ni de cara a los votantes ni tampoco de los militantes y simpatizantes. (OK Diario)."

Esto es puro matonismo mafioso. 

martes, 18 de julio de 2017

Un catalán sin barretina

Como en aquella maravillosa película "la invasion de los ultracuerpos", los ciudadans catalans han sido poc a poco operados, y les han sustituido la cabeza por una barretina. Están muy contentos, pues así se parecen cada vez más y se identifican con la causa. En cambio, a los "inoperables", con su cabeza original, se les ve con reticencia y hay que sacar leyes para demostrar que se les tiene controlados.  
¿Será suficiente esta macro operación para ganar el referéndum? Hay dudas todavía. Pero el referéndum, si no se gana, hay un plan B, como convocar de nuevo elecciones. Aquí, que nada quede a la imprecisión tan española. Hay plan B, y si no, el C, D, etc, y Z, que consistirá en seguir dando el coñazo aunque no llegue a concretarse la independencia. Pero lo normal es que ganen el referéndum, ahora que el Gran Maduro le ha dado su apoyo. 


Anda que no mola que el gran estadista este de vuestro lado! me muero de envidia. Ahora sí que me echo a temblar por la eyección de Cataluña como una catapulta! Suertudos!

Liderazgo de Europa

Ahora que el trumpismo está cada vez menos prestigiado dentro y fuera de su país, se habla de que Europa podría tomar el relevo en el liderazgo mundial, encabezado por Merkel, por ejemplo - cosa que ella ha rechazado rotundamente - lo que la honra. 
Pero el vacío trumpista no es suficiente para llenar el hueco. Como dice Wolfgang Münchau, en un artículo brillante, Europa tendría que acometer una serie de acciones, cuya probabilidad de que se hagan es prácticamente cero. 
En primer lugar, Europa no es una potencia militar, y menos unificada. En comparación con EEUU, sigue siendo igual de dependiente que antes de Trump. Alemania es reacia a aumentar su aportación militar, y menos aún la oposición. Francia parece más dispuesta, pero no lo hará si Alemania no se compromete. aunque el problema de fondo es la falta de unión, por supuesto. 
En segundo lugar, Europa, como hemos dicho muchas veces, es, gracias al euro, una zona dividida entre acreedores y deudores, y para más INRI, acreedores ricos y deudores pobres. Con eso está dicho todo. La primera y más urgente necesidad es emprender la corrección de este embrollo que amenaza con lanzarnos de nuevo al pozo, y ahí está la propuesta de Macron de una unidad fiscal con un ministro único de finanzas con plenos poderes. Pero Alemania, de nuevo, piensa en esa unidad como una medida de meter más austeridad, lo que acentuaría la división acreedores-deudores, aparte de limitar seriamente el punto uno, la presencia militar. 
En tercer lugar, Europa "disfruta" de un superávit exterior conjunto del 3-4% del PIB, lo que resulta en un déficit del resto del mundo de la misma cuantía. No se puede resolver diciendo que los demás ahorren más, porque eso hundiría al mundo en una contracción comercial. De la misma manera que no se puede resolver el enorme superávit de Alemania respecto a Europa diciéndole a ésta que ahorre más, no se le puede decir al resto del mundo que la culpa es suya. 
Ya lo decía Keynes, que cuando hay un déficit, hay un simétrico superávit, y son las dos partes las que deben actuar para cerrarlo. 
Lo que no acaba de entender la gente cenutria (la mayoría se lao españoles, por lo que veo en la prensa), es que no sólo se trata de ahorrar, sino de que Europa invierta más e importe más. Pero la ideología merkeliana es ahorrar, ahorrar, como única solución de todo. ¿Está de lideresa mundial? Nos llevaría a la fragmentación del mundo al paso del oropel del euro. 
No se puede ser líder mundial con esas deficiencias internas y además tocando las narices a los demás. 

lunes, 17 de julio de 2017

La edad de oro

Nuestra edad de oro es la infancia. Hasta determinada edad somos felices porque no contamos con la muerte, a pesar de que familiares y conocidos van desapareciendo. Pero eso no va con nosotros. Luego, poco a poco, los jirones de felicidad se van desprendiendo a mayor velocidad que adquirimos otros, que a demás son fugaces, y lo sabemos: la muerte está presente para siempre. 
Desde entonces, perdida la virginidad, la felicidad es transitoria, eventual, fugaz. No la puedes fabricar, construir: te la encuentras o no. 
A veces, raramente, la felicidad está en los demás. Yo no sé sacar felicidad de la gente. Entran consideraciones de depredación o lo contrario, y lo demás es muy difícil. 
¿Hablar con los demás? ¿No es una cuestión de estrategias más o menos planeadas, surgidas o no sobre la marcha? Además es agotador cuando no hay la mínima espontaneidad. Si no hay una mínima coincidencia de sentimientos - no hablemos de intereses - al interlocutor le importa muy poco lo que quieres transmitirle. Intenta decirle que has estado leyendo un libro apasionante. Los bostezos reprimidos serán ostentosos. ¿Y la cortesía? No es agotadora cuando no puedes huir del escenario para estar solo en casa, por cierto más fuente de felicidad que los demás? 
Mejor intentar construir algo en equipo; de ahí, de la acción, puede surgir el sentimiento de estar construyendo algo. Esto se consigue a base de acciones modestas, que vayan encajando. Pero que no se cuente con la generosidad o la falta de celos, por si acaso. 
A veces se confunde la felicidad con el halago de los demás. Eso actúa como una droga lo que exige más y más dosis. De ahí la relación biunívoca entre ese mundo y la drogadicción. Recibir halagos produce un gran vacío de más halagos, imposible de satisfacer. 
Sin embargo hay que reconocer que la vanidad es, dentro de ciertas medidas, inofensiva para los demás y  muy creativa. La vanidad de los actores, escritores, artistas, produce grandes obras, a veces. Los demás las disfrutan, y el que se descompone por dentro - si no se autocontrola - es el vanidoso. ¿De qué le vale tener su casa llena de trofeos adquiridos con justicia, si no puede mostrarlos a todo el mundo? Y, sobre todo, ¿como reconocer que tu edad ya no te permite ser creativo, que has perdido facultades, si hay quienes te siguen halagando? 
No, no creo que vaya por ahí la felicidad. 
¿Y el "santeresismo", la entrega a los demás, la entrega sin límites, vaciar bacinas apestosas, cambiar guiñapos rezumantes de residuos, sin remuneración, por la simple - o compleja - satisfacción espiritual proyectada al futuro... esto creo que es simétricamente opuesto a la vanidad: no hay más remedio que concederle todo el mérito al protagonista, pero los efectos sociales dejan mucho que desear al desincentivar una actitud distinta ante la vida, aunque sólo sea exijir eso como un derecho debido. Con todo, no hay más remedio que humillarse ante algo que uno no es capaz de hacer...
Esto no es más que una pequeña muestra de lo compleja que es la humanidad. La felicidad puede depositarse en el alma de un general que consigue una justa y brillante victoria para la patria, o contra un tirano, pese a los muertos e infelicidad causados; en un descubrimiento científico que luego se convierte en un armamento mortal, y así ad infinitum. 
Las pasiones y las virtudes se combinan con difícil eficacia desde el punto de vista colectivo. 
No se puede buscar. Hay que encontrarla. 

domingo, 16 de julio de 2017

Dios, el universo, otros seres

Un twitt de Alfonso Rojo me incita a reflexionar sobre el manido tema de los extraterrestres, de los que, no entiendo la razón, mucha gente ansía su existencia. A mí le la trae al pairo, la verdad. 
Por los visto, Enrico Fermi, uno de los padres de la bomba atómica, se preguntaba "¿pero donde están? porque se consideraba altamente probable su existencia, dado el tamaño y la antigüedad del universo. 
¿No sabemos interpretar sus señales? Están tan lejos que esas señales se han apagado? 
Yo simplemente me pregunto por qué se cree tan probable que existan. Si nacemos del azar, y nuestra complejidad se debe a una serie de azarosas combinaciones que han hecho posible una sociedad tan compleja que es colaborativa y violenta a la vez, ¿por que pensar que es probable que esa concatenación compleja y casual se haya repetido? 
El movimiento de una combinación química que da lugar a una célula vida ¿es tan probable? Que esa célula dé lugar a seres cada vez más complejos, ¿es igual de probable? 
Por otra parte, ¿por qué una "civilización" extra terrestre iba a ser tan igual a la nuestra como para poder comunicarse con ella? Puede ser inimaginable para nosotros. O nosotros para ellos. 
Si hubieran emitido señales amistosas de contacto, a lo mejor simplemente son demasiado complejas o demasiado simples para nosotros. O al revés. 
El universo se expande, y eso hace menos probable el "contacto". 
Yo no veo que las probabilidades estén a favor de que existan, y si existen nos reconozcamos. Igual somos unas putas hormigas para ellos. O peor, una especia de biología que no les interesa más que un pedrusco. ¿Es tan maravillosa nuestra historia? Es tan reconocible la de ellos? Puede que seamos apestosos, nos tengan miedo. Puede que estemos falazmente orgullosos de nosotros, los maravillosos terrícolas. Igual nos ven afanarnos en arruinarnos en La Bolsa, y se escojonan. 
Imaginen este diálogo entre ellos. - nos han contactado otra vez los terrícolas, ya sabes, esos pensado a que siempre están en guerra... - mándales a TPC; o mejor, ni les contestes, si no, no va a haber quien les aguante... 
El azar. O un Dios. Pongan lo que quieran. Pero si ponen "Dios", es raro que haya creado dos mundos tan dispares ¿no? O puede que nos haya abandonado por otros seres espaciales más amenos para él. Unos simios más obedientes, por ejemplo.  
Tan difícil es creer que somos fruto de un Dios perfecto, como que lo somos del azar. A menos que seamos capaces de creernos perfectos. Quizás nuestra complejidad no sea más que una cosa pueril para otros seres, que nos miran con desdén. 
Quizás hubo otros seres tan sañudos que se exterminaron a sí mismos, o sea, más burros  que nosotros. 
Una vez empezado a divagar, no sabe uno como parar.

Bail in: endosar la deuda a los deudores hasta desangrarlos

Hace dos años, la Troika europea, contra el aviso de FMI, le endosó a Grecia la carga de la deuda que debía, un peso imposible de pagar y con un grave lastre para volver a crecer. En Juan Laborda  con quien suelo discrepar, tiene un artículo decente recordando aquel evento. 
El FMI sigue discrepando de la Troika, aunque se sigue tratando a Grecia igual, exigiéndole que desvíe partidas y activos a pagar la deuda, un grave lastre para empezar a invertir. Que es lo que necesita. La ironía es que Grecia necesita gastar en inversión para crecer y tener dinero para pagar esa deuda que la Troika le ha echado a la espalda. 
Europa está en una situación aparentemente buena, pero falsa, porque no ha cambiado su manera de encarar estos problemas que se van a volver a presentar, en España por ejemplo, que tiene una deuda oficial del 100% del PIB, pero que llega seguro al 140% y posiblemente más si no nos creemos ese PIB y hacemos uno de Verdad. 
La relación acreedor deudor puede enfocar se dos maneras. Un jurídica, que determina que el deudor se desangre hasta que pague  su deuda, lo que no puede hacer, porque quiebra antes. Entonces cabe que se deje esclavizar, por ejemplo: que done su propia persona como último bien que le queda. Y así familia si la tuviere.
La otra es la del acreedor inteligente, que sabe que jamás va a cobrar todo lo que le deben, y decide negociar con el deudor un quita que le permita volver a ganar dinero y pagar parte de la deuda. Así, el acreedor no cobrará toda, pero si una  parte de la deuda. Bueno, pues Alemania no es un acreedor inteligente. 
¿Y cuál ha sido el factor determinante en Europa de esa división cada vez más marcada entre acreedores y deudores? Sin duda, el euro.