Y dicho esto, piensen que España llevará a los Oscar una película catalana, que es, además, fiel radiografía de la sociedad catalana. Su escena final celebra con una señera en la mano la integración de la niña protagonista con su nueva familia. Son demasiadas las señales. Aprendamos a odiar, como el mejor camino de alcanzar lo otro. Si no el amor, sí el respeto.
"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
viernes, 8 de septiembre de 2017
Errores que llevan a perder una guerra
jueves, 7 de septiembre de 2017
Hoy, Cataluña
miércoles, 6 de septiembre de 2017
Hoy empieza la cuenta atrás de la secesión de Cataluña
martes, 5 de septiembre de 2017
Por favor, medidas de contención contra Twitter
El nacionalismo socialdemócrata
Un artículo de Torreblanca en El País sobre el nacionalismo catalán. Este párrafo:
"Y pertrechados de la certeza de la superioridad moral de su causa [los nacionalistas catalanes] están destruyendo o dispuestos a destruir todo lo bueno y sano que ese nacionalismo había alumbrado, poniendo en entredicho una convivencia ejemplar, sembrando la división entre catalanes buenos y malos y de primera y de segunda, instrumentalizando las instituciones, convirtiendo la lengua de todos en una lengua nacional, subvirtiendo la pluralidad de los medios públicos y aceptando como natural un discurso supremacista de tintes etnicistas y racistas (los españoles, vagos, atrasados y fascistas, nos roban y oprimen)."
No es un párrafo ingenuo. Es un párrafo, intelectualmente dramático, destinado a su exculpación. A la exculpación socialdemócrata. La fábula de un nacionalismo bueno y sano, en el que ellos creyeron. Nunca hubo ese nacionalismo. Desde el primer minuto fracturó la sociedad, sembró la división entre catalanes buenos y malos, instrumentalizó las instituciones, convirtió la lengua en lengua nacional, subvirtió la pluralidad y aceptó como natural un discurso supremacista, que yo prefiero llamar xenófobo, porque conozco su profundo y pútrido complejo de inferioridad.
La metáfora y, al mismo tiempo, el sentido recto de ese nacionalismo es la evidencia de Jordi Pujol robando desde el minuto uno, como dicen en Madrid. Y desde el minuto uno, todo.
lunes, 4 de septiembre de 2017
El riesgo no descartable de una guerra con Corea del Norte
domingo, 3 de septiembre de 2017
La productividad española: el problema eterno
jueves, 31 de agosto de 2017
Sobre si somos más corruptos que nunca
"¿Por qué se cree que nos queremos ir? Porque queremos una Cataluña sin corrupción y una sociedad libre", ha argumentado para proclamar: "A Gürtel la juzgará la Audiencia Nacional, pero nosotros lo juzgaremos el 1 de octubre. ¡Adiós corrupción, bienvenida república!".
"Es falso creer que un parlamento elegido conforme a la proporcionalidad es un espejo mejor del pueblo y de sus aspiraciones. Ese parlamento no representa al pueblo y su opinión, sino únicamente el influjo de los partidos (y de la propaganda) sobre la población el día de las elecciones. Y hace más dificil que el día de las elecciones se convierta en lo que debería y tendría que ser: el día del juicio o del veredicto del pueblo sobre el comportamiento del gobierno."
lunes, 28 de agosto de 2017
¿Quién es musulmán? ¿Quién islamista?
Los amigos de la revista El Manifiesto, Boletín No Oficial de la Incorrección Política, me piden que divulgue lo que a renglón casi seguido transcribiré. No lo haría si no suscribiera ce por be su contenido.
¿Obras son amores? En este caso son dolores.
Se trata, precisamente, de un manifiesto: el que, a mi juicio, y al de todos los que no hayan sufrido la lobotomía originada por el lavado de cerebro de la corrección política, debería ser leído en el transcurso de la manifestación islámofila de Barcelona.
Aquí va...
"El tirador de Fort Hood era un musulmán.
Los atacantes del U.S.S. Cole eran musulmanes.
Los atacantes del Nightclub de Bali eran musulmanes.
Los atacantes del metro de Londres eran musulmanes.
Los atacantes del Teatro de Moscú eran musulmanes.
Los atacantes de la maratón de Boston eran musulmanes.
Los atacantes del vuelo de Pan-Am eran musulmanes.
Los secuestradores del Air France - Entebbe eran musulmanes.
La toma de la embajada de EE. UU. en Irán fue obra de musulmanes.
Los atacantes de la Embajada de EE.UU. en Beirut eran musulmanes.
El ataque a la Embajada de EE. UU. en Jamahiriya fue hecho por los musulmanes.
Los atacantes suicidas en Buenos Aires eran musulmanes.
Los atacantes en las olimpíadas de Munich eran musulmanes.
Los atacantes a la Embajada de EE. UU. en Kenia eran musulmanes.
Los atacantes de las Khobar Towers saudíes eran musulmanes.
Los atacantes de las barracas de los Marines en Beirut eran musulmanes.
Los atacantes de los escolares rusos en Besian eran musulmanes.
Los atacantes del World Trade Center fueron musulmanes.
Los atacantes de Mumbai en India eran musulmanes.
Los atacantes a los trenes de cercanías de Madrid eran musulmanes.
Los secuestradores del barco Achille Lauro eran musulmanes.
Los secuestradores del avión, el 11 de septiembre de 2001, eran musulmanes.
Los asesinos del mercado kasher de París eran musulmanes.
Los asesinos en la revista Charlie Hebdo de París eran musulmanes.
El atacante del Stade de France en París era musulmán.
Los asesinos del teatro Bataclan en París eran musulmanes.
El asesino de la discoteca de Orlando era musulmán.
El asesino del camión de Niza era musulmán.
Los asesinos del aeropuerto de Bruselas eran musulmanes.
Todo ello sin contar los múltiples ataques realizados en Israel.
Parémonos a pensar
Budistas que viven con hindúes = No Problem.
Hindúes que viven con cristianos = No Problem.
Hindúes que viven con judíos = No Problem.
Cristianos que viven con sintoístas = No Problem.
Sintoístas que viven con confucianos = No Problem.
Confucianos que viven con bahá'ís = No Problem.
Bahá'ís que viven con judíos = No Problem.
Judíos que viven con ateos = No Problem.
Ateos que viven con los budistas = No Problem.
Budistas que viven con sijs = No Problem.
Sijs que viven con hindúes = No Problem.
Hindúes que viven con bahá'ís = No Problem.
Bahá'ís que viven con cristianos = No Problem.
Cristianos que viven con judíos = No Problem.
Judíos que viven con los budistas = No Problem.
Budistas que viven con sintoístas = No Problem.
Sintoístas que viven con ateos = No Problem.
Ateos que viven con confucianos = No Problem.
Confucianos que viven con hindúes = No Problem.
Sigamos pensando
Musulmanes que viven con hindúes = Problema.
Musulmanes que viven con budistas = Problema.
Musulmanes que viven con cristianos = Problema.
Musulmanes que viven con judíos = Problema.
Musulmanes que viven con sijs = Problema.
Musulmanes que viven con bahá'ís = Problema.
Musulmanes que viven con sintoístas = Problema.
Musulmanes que viven con ateos = Problema.MUSULMANES QUE VIVEN CON MUSULMANES = GRAN PROBLEMA.
Primera deducción: EL PROBLEMA ES EL ISLAMLos musulmanes:
No están contentos en Gaza.
No están contentos en Palestina.
No están contentos en Egipto.
No están contentos en Libia.
No están contentos en Marruecos.
No están contentos en Irán.
No están contentos en Irak.
No están contentos en Yemen.
No están contentos en Afganistán.
No están contentos en Pakistán.
No están contentos en Siria.
No están contentos en Líbano.
No están contentos en Nigeria.
No están contentos en Sudán.
No están contentos en Kenia.
Entonces, ¿dónde son felices?
Son felices en Australia.
Son felices en Inglaterra.
Son felices en Bélgica.
Son felices en Francia.
Son felices en Italia.
Son felices en España.
Son felices en Alemania.
Son felices en Suecia.
Son felices en los EE.UU.
Son felices en Canadá.
Son felices en Noruega.
Son felices en la India.
¡Son felices en casi todos los países que no son islámicos!
¿Y a quién culpan?
No al islam.
No a sus lideres.
No a sí mismos.
¡Culpan a los países en los que son felices!
Y quieren cambiarlos para que sean como los países de los que emigraron porque no estaban contentos.
¿Cuáles son sus principales organizaciones?
Yihad Islámica: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
ISIS: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Al-Qaeda: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Talibán: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Hamas: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Hezbollah: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Boko Haram: UNA ORGANIZACIÓN terrorismo islámico.
Al-Nusra: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Abu Sayyaf: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Al-Badr: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Hermanos Musulmanes: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Lashkar-e-Taiba: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Frente de Liberación de Palestina: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Ansaru: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Jemaah Islamiyah: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
Abdullah Azzam Brigadas: UNA ORGANIZACION de terrorismo islámico.
Nassr Al Din Al Khazzam Brigadas: UNA ORGANIZACIÓN de terrorismo islámico.
¡Pues eso! ¡A pensar!... ¿Como resolvemos este problema?... ¿Con educación? ¡La rechazan!...Conclusión: tenemos un gran problema... y mañana cualquiera de nosotros puede ser una víctima, y cuando haya mucho porcentaje de musulmanes habrá persecuciones asesinas contra otras religiones, y tarde o temprano reventaremos como pasa en todo país invadido por los musulmanes. Y no ocurre porque sí, sino porque lo ordena el Corán".
domingo, 27 de agosto de 2017
La manifestación de ayer, un gran acto secesionista
La pitada, las pancartas o las fotos preparadas fueron la demostración de que Cataluña es hoy un escenario donde se hace teatro de ambición política
Vino mucha gente. Vinieron sentimientos, respeto, ira, dolor, algunas sensaciones contradictorias, un cierto orgullo por la ciudad abierta, la vaga alegría que suscita la pertenencia a una multitud, y hasta alguna lágrima por los muertos. Quien no vino fue la inocencia. No sé si alguna vez estuvo entre nosotros; en cualquier caso, no se la ve desde hace años. Ingenuidad, la que quieran. Inocencia, ninguna. Quienes acudieron a la manifestación querían hacer algo más que protestar contra el terrorismo: querían opinar sobre lo suyo...
... Por definición, las manifestaciones son también gestos políticos. No digamos cuando albergan la contradicción interna de ser encabezadas por un rey. Aunque se colocara por delante a médicos, sanitarios, bomberos, policías, servicios de emergencia y comerciantes locales, la cabecera de una marcha se encuentra donde se encuentra el rey. Quienes preparan el 11 de septiembre y el hipotético referéndum del 1 de octubre gozaban de una oportunidad única para lucirse y exhibir sus ambiciones, y la aprovecharon. Nadie debería extrañarse. ¿Podía esperarse otra cosa?
La sonora pitada a Felipe VI, las pancartas estratégicamente colocadas tras él, las fotos preparadas, no fueron sino otra demostración de que Barcelona y Cataluña llevan tiempo sintiéndose en un escenario y se han acostumbrado a actuar para una audiencia supuestamente planetaria. Se hace teatro, en general de ambición política. Incluso en ocasiones objetivamente lúgubres, como ayer, se procura mostrar el perfil bueno mientras se expresan nobles insatisfacciones ante el comercio de armas, la islamofobia, la arrogancia castellana o lo que sea. Por supuesto, los terroristas del Estado Islámico carecen de tal sensibilidad por los matices, de tal veneración por la estética y de algo tan refinado como el complejo de culpabilidad. Quizá en eso llevan ventaja.
sábado, 26 de agosto de 2017
Jackson Hole
Vencedores y vencidos
viernes, 25 de agosto de 2017
Europa y la unidad española
jueves, 24 de agosto de 2017
Desavenencias Mossos-Policía
miércoles, 23 de agosto de 2017
Menos libertad que hace treinta años
"Albert Boadella: «El lema "no tenemos miedo" es falso y muy poético; sí lo tenemos, y mucho»
El carismático actor barcelonés afirma que «el Gobierno español ha mostrado sus complejos en los atentados al dejar el protagonismo a la Generalitat»
«Ahora hay que tener mucho cuidado si se hacen bromas machistas o sobre homosexuales»También tuvo palabras para reflexionar sobre los niveles de libertad de expresión en España. Piensa que «su utilización es menos potente que hace unos años», a pesar de que a nivel legal sean «únicos en la historia». Achaca a la sociedad y a los medios de comunicación que han tenido gran parte de la culpa para que se hayan generado muchos temas tabúes intocables: «Ahora hay que tener mucho cuidado si se hacen bromas machistas o sobre homosexuales porque la sociedad no admite nada. Hay que tener cuidado porque estamos sentando jurisprudencia».
Boadella lamenta este paso atrás y considera que hoy día tendría problemas serios a la hora de representar gran parte de sus obras realizadas por Els Joglars durante los años 80 y 90, época donde «la libertad era diferente a la que existe ahora»."
martes, 22 de agosto de 2017
Tres momentos decisivos
Hay tres momentos clave que marcan el camino hasta el desastre presente. El primero cuando los artífices de la Transición configuran una estructura territorial para España que pone en manos de los nacionalistas catalanes y vascos las herramientas idóneas para desarrollar su empresa de destrucción de la cohesión entre españoles, especialmente la educación y potentes medios de comunicación, el segundo cuando Aznar desmantela ideológicamente su partido en Cataluña en 1996 de manera pusilánime mostrando a Pujol que la resistencia a sus futuras maniobras de separación será mínima y el tercero cuando Zapatero se presta en 2006 a un nuevo Estatuto de Autonomía que revienta las costuras de la Constitución. Si a los independentistas les hubieran anunciado hace cuatro décadas que tres sucesivos Presidentes del Gobierno de la Nación iban a ser sus eficaces colaboradores en la tarea de acabar con esa misma Nación, no lo habrían creído. Sin embargo, gracias a este trío de inquilinos de La Moncloa, a su nula visión y a su deficiente patriotismo, sus sueños más ambiciosos están a punto de cumplirse. En cuanto al cuarto Presidente, su innata pasividad ha hecho que asista inmóvil a la culminación de la catástrofe gestada por sus predecesores.
lunes, 21 de agosto de 2017
De nuevo se hace presente el Estancamiento Secular
I have recently rehashed the issues bearing on inflation and monetary policy. In brief. The salient points are (I) inflation is below target and expected to remain well sub-target for the next 5 10 20 and 30 years; (II) it has been well below target and Fed forecasts for a decade suggesting great skepticism about models that predict acceleration (iii) the 2 percent target is supposed to be an average so inflation should sometimes exceed it especially after a long shortfall (iv) if the 9th year of expansion with unemployment approaching 4 percent is not the time for above target inflation when will that moment ever come? (v) it is better to make correctable errors and as we have learned painfully over the last decade inflation is more easily addressed than deflation.
Unfortunately, these problems are yet to be fully resolved. In fact, there is a growing risk that politicians – many of whom are distracted and sidestepping their economic-governance responsibilities – may be missing the biggest historical insight of all: the importance of an economy’s underlying growth model.
Indeed, advanced-country politicians today still seem to be ignoring the limitations of an economic model that relies excessively on finance to create sustainable, inclusive growth. Though those limitations have been laid bare over the last ten years, policymakers did not strengthen adequately the growth model on which their economies depend. Instead, they often acted as if the crisis was merely a cyclical – albeit dramatic – shock, and assumed that the economy would bounce back in a V-like fashion, as it had typically done after a recession.
Because policymakers were initially captivated by cyclical thinking, they did not regard the financial crisis as a secular or epochal event. The result was that they purposely designed their policy responses to be “timely, targeted, and temporary.” Eventually, it became clear that the problem required a much broader, longer-term structural solution. But by that time, the political window of opportunity for bold actions had essentially closed.
... A decade after the start of the crisis, advanced economies still have not decisively pivoted away from a growth model that is overly reliant on liquidity and leverage – first from private financial institutions, and then from central banks. They have yet to make sufficient investments in infrastructure, education, and human capital more generally. They have not addressed anti-growth distortions that undermine the efficacy of tax systems, financial intermediation, and trade. And they have failed to keep up with technology, taking advantage of the potential benefits of big data, machine learning, artificial intelligence, and new forms of mobility, while managing effectively the related risks.
Policymakers in the advanced world lagged in internalizing the relevant insights from emerging economies. But they now have the evidence and analytical capability to do so. It is in their power to avert more disappointments, tap into sources of sustainable growth, and tackle today’s alarming levels of inequality. The ball is in the political class’s court.
domingo, 20 de agosto de 2017
Un tren a ninguna parte
sábado, 19 de agosto de 2017
Décimo Aniversario de la crisis
I have recently rehashed the issues bearing on inflation and monetary policy. In brief. The salient points are (I) inflation is below target and expected to remain well sub-target for the next 5 10 20 and 30 years; (II) it has been well below target and Fed forecasts for a decade suggesting great skepticism about models that predict acceleration (iii) the 2 percent target is supposed to be an average so inflation should sometimes exceed it especially after a long shortfall (iv) if the 9th year of expansion with unemployment approaching 4 percent is not the time for above target inflation when will that moment ever come? (v) it is better to make correctable errors and as we have learned painfully over the last decade inflation is more easily addressed than deflation.
Unfortunately, these problems are yet to be fully resolved. In fact, there is a growing risk that politicians – many of whom are distracted and sidestepping their economic-governance responsibilities – may be missing the biggest historical insight of all: the importance of an economy’s underlying growth model.
Indeed, advanced-country politicians today still seem to be ignoring the limitations of an economic model that relies excessively on finance to create sustainable, inclusive growth. Though those limitations have been laid bare over the last ten years, policymakers did not strengthen adequately the growth model on which their economies depend. Instead, they often acted as if the crisis was merely a cyclical – albeit dramatic – shock, and assumed that the economy would bounce back in a V-like fashion, as it had typically done after a recession.
Because policymakers were initially captivated by cyclical thinking, they did not regard the financial crisis as a secular or epochal event. The result was that they purposely designed their policy responses to be “timely, targeted, and temporary.” Eventually, it became clear that the problem required a much broader, longer-term structural solution. But by that time, the political window of opportunity for bold actions had essentially closed.
... A decade after the start of the crisis, advanced economies still have not decisively pivoted away from a growth model that is overly reliant on liquidity and leverage – first from private financial institutions, and then from central banks. They have yet to make sufficient investments in infrastructure, education, and human capital more generally. They have not addressed anti-growth distortions that undermine the efficacy of tax systems, financial intermediation, and trade. And they have failed to keep up with technology, taking advantage of the potential benefits of big data, machine learning, artificial intelligence, and new forms of mobility, while managing effectively the related risks.
Policymakers in the advanced world lagged in internalizing the relevant insights from emerging economies. But they now have the evidence and analytical capability to do so. It is in their power to avert more disappointments, tap into sources of sustainable growth, and tackle today’s alarming levels of inequality. The ball is in the political class’s court.