"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
domingo, 5 de noviembre de 2017
La deuda. Ironías de la historia
El día de la marmota
sábado, 4 de noviembre de 2017
Un pan como unas hostias
viernes, 3 de noviembre de 2017
Ahora, los titiriteros
Évole defiende a los golpistas: “Es inmisericorde meterlos en la cárcel y una agresión a los catalanes”
miércoles, 1 de noviembre de 2017
La penúltima payasada
No es solo el Ibex: 50 no cotizadas se llevan de Cataluña una facturación de 63.000 millones. El éxodo va mucho más allá de las firmas con presencia en Bolsa y deprime significativamente el peso del PIB catalán.
Pablo Iglesias,
martes, 31 de octubre de 2017
Liderazgo, el del rey
"Ud cita dos agentes imprescindibles - el rey, la ciudadanía - y luego queda con uno al que vitorear: el pueblo ¿Por qué? A lo que hemos asistido es a un pueblo sin liderazgo hasta que sale el rey - cuyo discurso crecerá con los años. El rey tuvo que asumir el papel que el Gobierno de ganapanes impresentable no quería asumir. Porque hay cosas que ha hecho bien el Gobierno, menos el liderazgo. Si se fija bien, él discurso del rey va dirigido a Rajoy, y no me parece inverosímil que sea en ese momento en que toma conciencia de las consecuencias de su debilidad.
De modo que sin el rey, a la que considero pieza imprescindible en concienciar al pueblo y al gobierno - ¿que malestar no habrán sentido estos impresentables al día siguiente del discurso? - me parece más probable que hubiéramos perdido. Porque hemos ganado. La imagen de PUCHI en Belgica, inenarrable, es la confirmación de que hemos ganado. Hemos ganado contra un Gobierno desorientado que un día es como que recibe la visita del Espíritu Santo a los apóstoles totalmente desorientados. Siempre, siempre, siempre, el liderazgo es imprescindible. No hay pueblo son liderazgo. Los catalanufos tenían el suyo. Se nos apareció el nuestro y cayó el velo de sus mentiras."
domingo, 29 de octubre de 2017
Ciclo: Finanzas versus economía real
Galbraith describió la “dinámica de la especulación“. En la fase previa a esa dinámica, la fuerza motriz para invertir en bolsa tiene que ver con la percepción del valor de las acciones en base a elementos subyacentes, como el crecimiento económico, el aumento de los beneficios y de los dividendos, la reducción de la inflación, una bajada de impuestos, un gobierno favorable a las empresas, etc.
Cuando las acciones suben de precio debido a circunstancias favorables como las descritas, se entra en una nueva fase en la que llegan al mercado inversores atraídos por el incremento de precios y que desconocen los elementos que subyacen a la subida o que esperan bajarse del tren antes de que este descarrile.
Los nuevos participantes dan fuelle al mercado, lo que a su vez atrae a otros. La continuación de esta fase requiere la llegada continua de nuevos inversores, pero el número de posibles participantes en un mercado es finito. Es algo muy similar a lo que ocurre con las estafas piramidales, aunque en este caso no hay nadie que organice el esquema.
Cuando la causa del aumento de los precios es el propio aumento de los precios, el mercado se vuelve muy inestable porque cualquier detonante produce la misma dinámica pero en sentido contrario: cuando los precios empiezan a bajar, los precios siguen bajando porque bajan, independientemente del valor intrínseco de las acciones.
Fase 1. La acumulación de riqueza se acelera.Fase 2. La demanda de rentabilidad por parte de los inversores hace que los flujos de capital se dirijan hacia todo tipo de activos.Fase 3. Los precios se disparan al alza y algunos analistas empiezan a cuestionarse si la situación se está exagerando.Fase 4. Wall Street responde a la demanda de los inversores creando más productos financieros.Fase 5. Las valoraciones aumentan hasta un punto insostenible y finalmente se produce un crash bursátil.
Queremos saber
viernes, 27 de octubre de 2017
Ahora empieza otra historia: la confrontación
jueves, 26 de octubre de 2017
La teoría de la conspiración y la teoría de la confrontación
Ya saben ustedes mi postura. El problema catalán tiene su origen en una lucha de poder interna entre dos de los componentes genuinos del Totalitarismo Invertido patrio. Por un lado las élites centralistas; por el otro, las elites periféricas catalanas. En realidad ambas se han aliado en las últimas cuatro décadas para implementar políticas regresivas y represivas contra la mayoría de la ciudadanía y en defensa de los intereses de los “suyos”, tanto de aquellos que medran de la política, como de esos intereses privados que succionan de lo público. Ambas burguesías, la centralista y la catalana, son profundamente rentistas. Ello sin duda les ha generado en el pasado pingues beneficios, aderezados con múltiples escándalos de corrupción. Ambas élites, en definitiva, son igual de zafias, corruptas y distópicas.
Pero este escenario toca a su fin. Desde un punto de vista económico, el súper ciclo de deuda, del cual mamaron estas élites, se agota. Se trata de ver como se reposicionan en un mundo globalizado postcrisis. Cuando la burguesía catalana percibe que ya no puede medrar de la teta de España, se echa al monte y decide optar por la independencia. Pero, por favor, no seamos inmaduros, el romanticismo independentista que nos presentan los mass media separatistas es la guinda que adorna una decisión tomada exclusivamente por las élites catalanas, por mucho que acudan a la CUP para agitar la calle. El peligro para la descomposición de nuestra querida España no es la CUP y su muchachada, ni mucho menos. El peligro es la hoja de ruta perfectamente diseñada por gente erudita, profundamente liberal, como Andreu Mas Colell, en su ya famoso artículo de opinión publicado en el diario Ara, tras el susodicho referéndum, “ El primer dia del que ve després ” . Y eso sí que es preocupante.
Olvídense por un momento de todo aquello que se está diciendo sobre Cataluña en los medios de comunicación patrios, me da igual centralistas que periféricos catalanes. En su inmensa mayoría son profundamente simples y gregarios, encaminados a despertar los más bajos instintos de sus huestes. Vayamos a un análisis más global, más fino, más cínico, pensando en los intereses de clase.
miércoles, 25 de octubre de 2017
Dureza versus blandura con los separatistas
A esto se enfrenta España. Una especie de invasión interior que en forma de tenaza -la nacionalista de JxSí y la izquierda revolucionaria de CUP y Podemos- pretende hacer añicos cinco siglos de historia compartida, arramblando con las mejores cuatro últimas décadas de paz y prosperidad que ha conocido España. Y ante reto semejante solo caben dos soluciones, tanto por parte del Gobierno de la nación, que va de suyo, como de los ciudadanos conscientes de la importancia del envite: aceptar la humillación y asumir los costes de una rendición sin lucha, o plantarle cara al verdugo, hacer frente al desafío y derrotarlo con la ley en la mano, con la sola Ley, con todo el peso de la Ley, y trabajar duro para hacer de Cataluña y del resto de España un país en el que merezca la pena vivir y del que uno se pueda sentir razonablemente satisfecho. Recuperar Cataluña para la democracia liberal que hace posible esa “igualdad en la que todos pueden ser diferentes sin temor, bajo una misma ley compartida” (Odo Marquard).
lunes, 23 de octubre de 2017
Un debate de hoy: ¿Que pasó con la curva de Phillips? (I y II)
domingo, 22 de octubre de 2017
¿Por qué ese plazo de una semana para convocar al Senado y apruebe el 155?
El misterio de la familia Pujol
Este alargamiento de plazos tendría que ver con la existencia de “contactos” secretos entre el Gobierno y Convergencia (ahora PDeCAT), un rumor recurrente estos días en el foro madrileño. Tras las bambalinas de esos requiebros bajo la mesa palpita el misterio de la familia Pujol y la situación particular del patriarca del clan, el gran culpable de lo que está ocurriendo (...), el hombre que tras haberse librado de la cárcel por la quiebra de Catalana, se encargó de sembrar la semilla de odio que ahora, muchos años después, ha fructificado en la cosecha de este golpe contra la Constitución y que, no obstante lo cual, sigue tan campante en la calle, como la mayor parte de su numerosa progenie.
La opinión del experto
Llegados aquí cabe reflexionar por las razones que han llevado al Gobierno de Rajoya tomar unas medidas que en todo caso deben ser aprobadas en el Senado. El recurso al artículo 155 lo debería haber utilizado ya hace años, cuando se produjo la violación constitucional de la imposición del catalán, o cuando en 2014 se anunció que se iba a convocar un referéndum de independencia. Lo tenía que haber hecho, pero no lo hizo, y eso fue para los independentistas un viva Cartagena, que les señalaba que «todo el monte era orégano» y que accederían a la independencia de manera voluntarista y por encima del Derecho. Es decir, les invadió una euforia sin límites, acentuada por los errores de acción y sobre todo de omisión de un Gobierno paralizado o distraído con los juegos florales.
Por supuesto, las medidas son muy duras, pero no creo que con otras más débiles se pueda superar esta crisis nacional, que debe tener como objetivo no perjudicar los derechos de los catalanes en general.Sea lo que sea, es posible que Puigdemont declare antes la independencia o que llame a la desobediencia civil, pero aunque el Gobierno consiga volver a la legalidad, el problema no se acabará ahí. Porque lo que ha estallado es el Título VIII de la Constitución y la única forma de que siga la unidad de España no es otra que adoptar de una vez un modelo estable y definitivo de nuestro Estado descentralizado. Tal vez sea verdad que una caída puede ser también una forma de volar.