"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 8 de marzo de 2018

Feminismo, amor y amistad

Me temo que en este posfeminismo agresivo que vivimos, representado por la manifestación y huelga  antimachista - que no feminista - de hoy, se olvida un elemento esencial que ha estado presente a lo largo de los milenios, que es el amor insustituible de las madres a sus hijos. Ese amor relativiza todo lo demás, como los cálculos sobre permisos de maternidad y derechos a la paridad. 
Primero hay que decir que el feminismo de hoy corre el riesgo de enfrentar a la mujer con su pareja, por unos “derechos” mal entendidos que se lanzan agresivamente a la cara del “enemigo”, que no es tal. Si las relaciones de pareja van a ser una hoja de cálculo de doble entrada de derechos y deberes minuciosamente balanceados, no se habrá logrado nada en la cuestión feminista. 
Sin embargo, parece que es de eso de que se trata, a juzgar por sendos artículos de dos feministas a las que respeto y sigo, pero que son ¡ay! minoría minoritaria en esta ideología de hoy que naturalmente comienza en la lucha de clases. Cayetana Álvarez de Toledo y Emília Landaluce tienen hoy sabias palabras para sus compañeras, pero no servirá de nada. Sólo se impondrá la ideología más simplista. 
Y más en este país donde la línea divisoria está trazada desde hace mucho y se ensancha cada vez más. Soy medio francés, y aunque me siento totalmente español, envidio el grado de amistad entre hombres y mujeres que hay en Francia, con la naturalidad con que estas cosas suceden allí. Si leemos a Michel de Montaigne vemos que el origen es de larga data. Las parejas no están divididas por el fútbol y la telecomedia de él y ella, al menos en las ciudades más cultas. Allí es normal que cuando se juntan parejas a comer todos y todas participen del debalte, y no esos ridiculos grupitos que se forman aquí de machitos y machitas cada uno con su tema exclusivo. Esa es mi experiencia, lo que me da que pensar que nos falta mucho todavía, y que ese trecho no se va a cerrar apretando el paso de reivindicaciones laborales. Culturalmente, la mujer y el hombre  españoles están muy por detrás del “savoir faire” francés. 
Ah, aquellos veranos en que la colonia francesa participaba de sobremesas en las que se hablaba de todo, sin capillitas sexistas. Nunca las olvidaré. Eran hace más de 40 años... nunca olvidaré la sabia combinación de alegría, frivolidad, picante, trallas inofensivas pero que obligaban a la réplica, horas perdidas y ganadas en uno de los mayores placeres. No conozco registro de tales pérdidas tan placenteras del tiempo más que en los diarios de autores franceses, como los de los hermanos Goncourd. Por algo será. 
Esas conversaciones son el culmen de la civilización, el reposo de las tensiones del trabajo y de las guerrillas sociales, de hombres y mujeres, donde se tienden lazos de amistad que pertenecen al saber vivir. 

martes, 6 de marzo de 2018

Manifiesto feminista. No nacemos víctimas

En El País, un manifiesto de varias mujeres feministas que suscribo totalmente: “No nacemos víctimas”. Entre otras cosas dice:

... Nosotras no nos reconocemos víctimas de nuestros hermanos, parejas, padres, hijos, amigos y compañeros, nuestros iguales masculinos. Nos rebelamos contra esa política de identidad que nos aprisiona en un bloque monolítico de pensamiento que niega la individualidad.

La situación de las mujeres en España, según todas las estadísticas de organismos internacionales, es de las mejores del mundo, sin que ello signifique que no pueda mejorar. En la actualidad, hay más mujeres en la universidad que hombres, el fracaso escolar es mayoritariamente masculino, al igual que el suicidio, y la presencia femenina se hace cada vez más evidente en profesiones como la medicina, la judicatura, la Administración del Estado o los niveles más altos de la política. Además, nuestra expectativa de vida supera en varios años a la de los hombres.

En la última década, sin embargo, coincidiendo con la entrada en vigor de la Ley de Violencia de Género, se ha instalado en el discurso predominante en los medios y en la política una corriente de pensamiento que presenta a las mujeres como víctimas por definición de una sociedad machista. El victimismo es un estado psicológico que conduce a la parálisis y nosotras no estamos dispuestas a perder la libertad, conquistada a lo largo de un siglo de lucha, por que nos quieran amilanadas.

Subrayamos que nuestro país, España, es uno de los más seguros del mundo para las mujeres, con un índice de violencia de pareja comparativamente inferior a nuestro entorno, incluidos los igualitaristas países nórdicos. Llamamos a que la lucha contra la Violencia de Pareja sea siempre guiada por la evidencia científica más que por la ideología. Sólo así llegaremos a intervenciones sociales más eficaces para frenar la intolerable violencia contra las mujeres. Simultáneamente, no ignoramos a las víctimas masculinas de otro tipo de violencia, hombres y niños, y rechazamos la postura anticientífica que niega la agresión femenina.

Celebramos la eliminación de las barreras para que las mujeres puedan colmar sus más altas ambiciones profesionales. Ahora bien, si las cimas más visibles de la la política y la empresa no están ocupadas de manera paritaria por mujeres no tiene por qué ser debido a la discriminación ni a la opresión patriarcal. La brecha de género en profesiones de ciencia y tecnología sigue siendo un desafío que requiere nuevos enfoques pedagógicos y respeto a las opciones de cada una de las mujeres. Aquí, como en todo, la mujer es libre para escoger, sin tener que ser un clon del hombre.

Proclamamos el derecho de nuestros hijos a saber que han tenido la inmensa suerte de nacer en un país donde existe el respeto a las mujeres y donde las niñas llegarán donde quieran. Porque ya lo han hecho. Porque ya hay rectoras de universidad, investigadoras, políticas, médicos, ingenieras, abogadas, escritoras, diplomáticas, periodistas, pilotos, empresarias o juezas. Desde hace décadas ha habido ministras, alcaldesas, presidentas de comunidades autónomas, del Senado, del Congreso, comisarias europeas y vicepresidentas del Gobierno. Obviamente, existe amplio campo de negociación en los hogares donde haya parejas con aspiraciones profesionales porque nadie —ni la mujer ni el hombre— puede tenerlo absolutamente todo. Se trata pues de consensuar mecanismos para aspirar a la mayor conciliación posible entre la vida familiar, la profesional y la estrictamente personal.

Las niñas de hoy necesitan saber que ellas no son víctimas y que tienen su futuro en sus manos.

Esa situación privilegiada de España, que destaca incluso dentro del mundo occidental, es uno de nuestros signos de identidad positivos como país. Según UNICEF, se estima que 133 millones de niñas han sufrido mutilación genital, sobre todo en Oriente Medio y en África. En Irán, hemos visto cómo se ha encarcelado a activistas por quitarse el velo. En Arabia Saudí, por fin, este año, las mujeres podrán conducir. Las tasas de maltrato en América Latina son aterradoras y en gran parte de África ni siquiera hay planificación familiar.

Hace cuatro décadas que las mujeres en España dejaron de depender de los hombres para conquistar la igualdad. A muchas nos sobra el paternalismo y lamentamos que una ideología contraria a la libertad pretenda arrogarse la representación de la mitad de la humanidad y que se alimente de dinero público, de nuestro dinero, para fomentar una guerra de sexos que nos degrada y nos aleja de un futuro compartido.

Celebremos el 8 de marzo que, a diferencia de otras partes del mundo, en España las mujeres no nacen víctimas. Que somos personas adultas, libres y responsables de nuestras elecciones.

Firman este manifiesto: Teresa Giménez Barbat, eurodiputada; Elvira Roca Barea, historiadora; María Blanco, economista; María Benjumea, empresaria; Sara Gómez, ingeniera responsable de Mujer e Ingeniería en la Real Academia de Ingeniería; Marta Iglesias, neurocientífica; Berta Vias Mahou, escritora; Andrea Martos, científica bioquímica; Mercedes Casanovas, agente literaria; Pilar Rangel, profesora de Derecho Internacional y experta en yihadismo; Míriam Tey, editora; Ana Nuño, escritora; Gurutze Galparsoro, abogada y escritora; Ximena Maier, ilustradora; Anna Soler, arquitecta; Blanca Soto, galerista; Mercedes Monmany, editora y crítica literaria; Laura Fàbregas, periodista; Anna Grau, periodista; Cristina Losada, periodista; Almudena Solana,escritora; Cayetana Álvarez de Toledo, periodista;  Andrea Mármol, periodista; María San Gil,expresidenta del PP vasco; Olivia Bandrés, jefa de gabinete; Juana Vázquez, escritora; Yaiza Santos, periodista y Paula Fernández de Bobadilla, editora.


lunes, 5 de marzo de 2018

Frivolidad española desenfrenada, posfeminismo

La primera portada que he abierto de la prensa, El Mundo, me ha irritado. Toda ella dedicada a los putos Oscares americanos de Hollywood. Pero resulta que los demás periódicos nacionales hacen los mismo, excepto El Pais, que es consciente de la importancia para Europa de las elecciones en Italia, y al menos las pone en segundo lugar, por cierto, con un resultado desastrosos por indefinido. 
Me pregunto si será igual en otras latitudes, y veo que el Financial Times es todo lo contrario. Gran espacio a Italia, riconcito para los paletos de Hollywood. 
Las elecciones italianas son una vez más la importancia del peso nacional como lastre en el avance europeo, por un resultado indescifrable, salvo que los partidos anti sistema han ganado claramente. Eso sí, Guillermo del Toro ha ganado dos estatuillas oscarizadas, y McDormand, excelente actriz, ha puesto en pie a las mujeres con su demagogia. 
Vivimos tiempo de Posverdad. El movimiento feminista ha logrado una victoria aplastante, pero el carrusel debe seguir girando. Hay que inventar nuevos frentes. Para ello basta renombrar la lucha contra la pobreza como una lucha feminista, con lo cual vamos a salvar sólo madres, a los padres de familia que ldpc. Mejor parejas de lesbianas, porque ya se sabe que los hombres son todos iguales: unos maltratadores. Eso sí, a la magnífica actriz McDormand sólo le preocupa lo que pasa en los despachos, no en los cócteles. No se conforma con hacer bien su trabajo, 
Las feministas quieren conquistar despachos, cuantos más mejor. Están hambrientas de estadísticas que las emparejen con los machos, da igual la eficacia. Pero cuando consiguen uno, como Janet Yellen la FED, no hacen muchas celebraciones. Quizás la Yellen no tenía suficiente glamour y demasiada profesionalidad, muy respetada en el gremio. Con toda naturalidad Yellen sucedió  Bernanke, y Powell a Yellen. Eso no basta. Quieren ir a por los CEOs de la banca privada, pero en Europa por intervención de la ley, que debería estar para otras cosas. A esto lo llamo yo no segregación positiva, sino cuponazo. 
No les digo yo que no tengan razón, digo que están diseñando un nuevo mundo que ya veremos como queda. Porque desde luego, ellas no han renunciado a la belleza cegadora. Las mujeres son ahora ensimismadas en su coraza cosmética, a la vez que tiene un látigo de ejecutivo que usan sin Piedad contra los hombres a su alcance. Tienen niños a los que muchas no hacen ni puto caso. Se divorcian, y los hijos aprenden enseguida las virtudes del chantaje a uno y al otro. Veremos en qué acaba esto.

sábado, 3 de marzo de 2018

Robotización vs Factor empresarial y Animal Spirits

Cada vez se habla con más frecuencia sobre las consecuencias de todo orden que tendrá la robotización creciente. Una cierta angustia nos invade pensado en un mundo desconocido, que puede dejarnos inertes para el trabajo y la creatividad si resulta que las nuevas máquinas serán capaces de superarnos en todo. 
No sé cuánto falta para eso. Podemos inferir que algunas ventajas obtendremos, como la inevitable subida de la productividad que nos libere de los trabajos más pesados y tediosos. Pero, ¿a cambio de qué? ¿Vender nuestra alma al diablo? 
En el mundo de la economía es difícil imaginar que un día seremos sometidos al dictamen de las máquinas, aunque en ciertas áreas como la contabilidad, las matemáticas - incluso las financieras - habrá una invasión creciente del automatismo sobre la creatividad humana. Pero ahí está el punto de inflexión: el paso de la mecanización al de la decisión entre dos o más alternativas de futuro que incorporan una información no plenamente disponible, como suele suceder en todos los ámbitos de la vida, pero especialmente en el mundo empresarial. 
Este punto crucial de inflexión es el que Keynes llamó el punto de los Animal Spirits, el punto de la decisión irracional porque, simplemente, no hay información suficientemente precisa y segura sobre una serie de contingencias futuras. Un empresario que va a inmovilizar una gran cantidad de capital en un proyecto no puede pretender conocer de antemano cómo van a ser las circunstancias decisivas en un futuro de diez años. 
El empresario se enfrenta a la decisión ineludible de optar entre comprar otra empresa que le hace la competencia, para lo que necesita endeudarse, o bien ampliar su capacidad emitiendo acciones para ampliar su capacidad adquiriendo bienes de equipo de un incierto tiempo de vida, o bien por el contrario adelgazar su empresa, despedir N trabajadores, para dar un gran salto adelante en otro país donde se le ofrecen ventajas fiscales tentadoras... 
Si una máquina puede tomar esas decisiones sin equivocarse, realmente el mundo sería muy distinto. Pero no logro imaginar una máquina definiendo los contingentes con precisión, sin error, o menos error que el hombre o mujer que dirige la empresa. Todo lo más imagino las máquinas ayudando a agudizar el proceso de decisión, a eliminar consideraciones inútiles, pero no a decidir, elegir entre las estrategias planteadas. Pero resulta que lso contigentes son cambiantes, y el cambio de uno hace cambiar a los demás. Lo que antes parecía improbable se hace cierto, y eso a su vez cambia los para,estros que se habían tenido como los más probables. Es inútil pretender ser muy preciso en la predicción, porque entonces no se tomaría decisión alguna. 
Porque la máquina tampoco sabrá con certeza si las desgravaciones fiscales a nivel conjetural se concretarán o no, si factores como el clima no van a influir en la inversión (imaginen una plataforma petrolífera), cual va a ser la evolución del tipo de interés de la deuda (las invenciones financieras de las últimas décadas dan una idea de la sed de certeza que hay en este campo, nunca satisfecha), ¿y cual será el precio del producto que saldrá dentro de 7 o 10 años, y su volatilidad? En suma, ¿como se puede esperar que la máquina elimine lo contingente? Necesitará una reducción de la ambigüedad, una eliminación de datos inciertos... como hasta ahora. 
En suma, o la máquina sustituye al empresario experimentado con ventaja, o nunca llegará a dirigir la unidad económica, sea ésta familia o empresa. 
Hasta ahora no hemos tenido en cuenta el factor emocional. La contingencia origina que las decisiones se tomen en base a los “Animal Spirits”, que es una expresión que comprende lo emocional, el mimetismo, el espíritu manada, etc. El mimetismo y el espíritu de manada son muy importantes, están muy arraigados en el corazón de hombre. Cuando un producto o un activo empieza a subir de precio, no pasa mucho tiempo sin que los que no han entrado en el mercado se angustien por “estar perdiendo la oportunidad de su vida”, y pierdan los nervios por mérese cuanto antes, adquirir lo que sea de ese trozo de pataleta que alguien sobrehumano ha puesto ahí para que todos lo que lo aprovechen se enriquezcan. De ahí nacen las burbujas, sobre todo si los costes de financiación - tipo de interés - están al alcance. Es una invitación a acortar el horizonte temporal de previsión y dejarse llevar por las seguras ganancias a corto plazo. 
Téngase en cuenta que este factor mimético no es sólo de los palurdos analfabetos. En la crisis de 2008, la burbuja inmobiliaria se vio alentada por la necesidad de los bancos de meterese en ella si no querían correr el riesgo de ser derribados por la competencia. Es una típica situación de Animal Spirits, en la que el CEO ha de decidir entre la Prudencia y ser conservador, o ser más arriesgado ¡para no perder tamaño ante los demás! Ambas decisiones comportan sus riesgos, unos más cercanos que otros, pero a los que no se puede dar la espalda. 
Todo este paquete de consideraciones que condiciona decisivamente la racionalidad de las decisiones, es el punto de divergencia entre la economía clásica y la keynesiana. La primera se basa en la certeza absoluta en las decisiones, la segunda en la incertidumbre, la cual lleva a unas fases de euforia inversora, seguida de otras de desconcierto que pueden durar mucho tiempo, lo que Keynes llamaba “Equilibrio con desempleo”. Éstas fases se caracterizan por una insuficiencia de demanda, por un pesimismo empresarial sobre su futuro volumen de ventas, lo que atenaza la inversión y por tanto la creación de empleo. Según Keynes, no hay ninguna fuerza endógena de los mercados que que garantice que gracias a la caída de precios y salarios, se va producir un  aumento de las ventas y de las contrataciones. Tiene que ser una fuerza exógena, el estado, quien asuma la dirección de la economía supliendo el déficit de demanda, ayudado por un banco central que aumente la oferta monetaria y ayude a contener los tipos de interés. De hecho, si observamos bien el aumento de las deudas públicas y la gran expansión monetaria, no de otra forma hemos salido de la crisis...
Lo que sí es altamente probable es que el aumento de la Inteligencia Artificial traiga un aumento de la productividad, lo que vendrá muy bien ante la decadencia demográfica. Como dice Kenneth Rogoff, en Project Syndicate,

Si es así, tal vez deberíamos estar mucho más preocupados por las implicaciones éticas y sociales del crecimiento material que es más rápido de lo que los humanos pueden absorber espiritualmente. La angustia sobre la IA se centra principalmente en la desigualdad y el futuro del trabajo. Pero como los escritores de ciencia ficción nos advirtieron durante mucho tiempo, las amenazas potenciales que surgen del nacimiento de las formas de "vida" basadas en el silicio son realmente aterradoras.  Es difícil saber quién tiene razón: ni los economistas ni los científicos tienen una gran trayectoria en lo que respecta a hacer predicciones a largo plazo. Pero en este momento, y dejando de lado la posibilidad de una batalla existencial entre el hombre y la máquina, parece bastante plausible esperar un repunte significativo en el crecimiento de la productividad en los próximos cinco años. Considérese que los principales componentes del crecimiento económico son el aumento de la fuerza de trabajo, el aumento de la inversión (tanto pública como privada) y la "productividad", es decir, el producto que puede producirse con una cantidad determinada de insumos, gracias a nuevas ideas. En los últimos 10-15 años, los tres han sido tristemente bajos en las economías avanzadas. El crecimiento de la fuerza de trabajo se ha desacelerado bruscamente, debido al descenso de las tasas de natalidad, y la inmigración no ha compensado incluso antes de Trump America. La afluencia de mujeres a la fuerza de trabajo jugó un papel importante en el impulso del crecimiento en la última parte del siglo XX. Pero ahora eso se ha cumplido en gran parte, aunque los gobiernos podrían hacer más para apoyar la participación femenina en la fuerza de trabajo y pagar la equidad. Del mismo modo, la inversión global se ha derrumbado desde la crisis financiera de 2008 (aunque no en China), lo que ha reducido el crecimiento potencial. Y el crecimiento de la productividad medido ha disminuido en todas partes, cayendo aproximadamente a la mitad en los Estados Unidos desde el boom tecnológico de mediados de la década de 1990. No es de extrañar que las tasas de interés reales mundiales sean tan bajas, con altos ahorros posteriores a la crisis que se traducen en un suministro más pequeño de oportunidades de inversión. Aún así, la mejor opción es que la IA y otras nuevas tecnologías eventualmente tengan un impacto mucho mayor en el crecimiento de lo que lo han hecho hasta ahora. Es bien sabido que a las empresas les puede tomar mucho tiempo reimaginar los procesos productivos para explotar las nuevas tecnologías: los ferrocarriles y la electricidad son dos ejemplos destacados. Es probable que la recuperación del crecimiento mundial sea un catalizador del cambio, generando incentivos para que las empresas inviertan e introduzcan nuevas tecnologías, algunas de las cuales sustituirán a la mano de obra, lo que compensará la desaceleración en el crecimiento de la fuerza de trabajo. Con las secuelas de la crisis financiera desapareciendo, quizás la IA comience a ganar impulso, y la tendencia del crecimiento de la producción estadounidense puede mantenerse fuerte durante los próximos años (aunque, por supuesto, también es posible una recesión). El probable aumento correspondiente en las tasas de interés globales reales será complicado para la guia de los banqueros centrales. En el mejor de los casos, podrán "montarse en la ola", como hizo famoso Alan Greenspan en la década de 1990, aunque es probable que esta vez haya más inflación. La conclusión es que ni los responsables de las políticas ni los mercados deberían apostar por el lento crecimiento de la última década que lleva al próximo. Pero eso podría no ser del todo bienvenido. Si los científicos tienen razón, podemos lamentar el crecimiento que tenemos.

Rogoff no hace mención de un problema que ha surgido con las nuevas tecnologías, y por supuesto la IA. Se trata de que la proporción de capital intangible es inevitablemente más difícil de captar por la contabilidad, por lo que cabe sospechar sin riesgo que una buena parte de la productividad no se computa en el PIB; ergo, la productividad, que es PIB / empleo (horas trabajadas o personas), está cada vez más infravalorada. Eso explicaría por qué los salarios no despegan: porque la productividad aparente tampoco lo hace. Un problema parecido al que se enfrentó Alan Greenspan en los noventa, cuando descubrió que el sector servicios estaba deficientemente computado, porque era - y es - difícil de captar su valor añadido. Cuando la Vontabilidad Nacional se encuentra con este tipo de problemas, tira por la calle de en medio y elige el empleo como indicador de volumen de producción, lo que sesga  el cálculo de la productividad a la baja.
Volviendo al tema moral del Hombre frente a la Máquina: Uno de los factores de producción, aparte del trabajo y el capital, es el factor empresarial, el factor cuya retribución no depende no de la propiedad del capital, sino de la capacidad de la mejor decisión. Es difícil pensar que esa última ratio sea un día una máquina. 

viernes, 2 de marzo de 2018

Por qué España sí está saliendo de la crisis - según JM Rallo

Según el eximio Rallo, España está salido de la crisis porque se están cumpliendo sus vaticinios. Nos había advertido de que sólo un cambio de rumbo radical permitiría eso, cambio que se concretaba en una especie de liquidacionismo de los sectores malignos - construcción -, un desapalancamiento del sector privado, y un ajuste del mercado laboral. Según él, eso y sólo eso ha sido la causa de la recuperación de la economía. 
Lo que no dice Rallo, es cuál ha sido el mecanismo que ha permitido que parte de esas cosas pudieran suceder. Porque, efectivamente, el sector privado se la desapalancado, pero no ha sido por un esfuerzo de voluntad. Por mucho que diga Rallo, ha habido una política keynesiana que ha facilitado esas cosas, sobre todo una política del BCE con una expansión monetaria tremenda, que se ha conjugado con une política fiscal expansiva que ha absorbido las deudas privadas. 
Primero, España iba muy mal hasta que en 2012 llegó Draghi al BCE. Recuérdese la tasa de paro en España cuando llegó el PP al gobierno. Antes, Trichet casi había liquidado al euro con su política antiinflacionista, subiendo los tipos dos veces y contrayendo el crédito. Esto desencadenó la crisis de los bonos - la subida de las primas de riesgo - Hasta que casi obligan a suspender el euro o se rompe por la situación insostenible, que veíamos ayer en este gráfico. 



Aparte de las barras marrones, que señalan las fechas de las innumerables cumbres europeas para atajar el problema, se muestra la malignidad de Trichet- apoyado por los alemanes - y la inanidad de Europa ante el problema. Sólo una política monetaria hiper expansiva, comenzada en la segunda barra negra del gráfico, dio la confianza a los mercados que el BCE actuaría cómo prestamista de última instancia - Como recomendaba Bagehot - y no dejaría quebrar a ningún país miembro. 
Claro que Rallo, increiblemente, aplaudió sin vergoña la política de Trichet en vergonzosos artículos (“Ya era hora” se titulaba el primero), que ahora se calla. 

En este sentido, hace bien Trichet en comenzar a subir los tipos de interés. Al margen de esa inflación de las materias primas que está generando Bernanke y que bien debiera convertirse en la tumba del monetarismo, hay una razón de mucho peso para subirlos: los tipos bajos no sólo promueven el endeudamiento de los agentes solventes, sino que también frenan el desapalancamiento de los insolventes. Ahora somos una sociedad mayoritariamente insolvente, por lo que necesitamos de tipos de interés altos para incentivar la amortización anticipada de una deuda con la que se han financiado inversiones que nunca volverán a ser rentables (si digo “suelo”, los promotores inmobiliarios –y las cajas– me entenderán).

Jajaja. Calla  Rallo, calla, que nadie se va a molestar en comprobar tus vergüenzas. Pero con tal de no reconocer la aportación imprescindible de Draghi, con tal de no reconocer que la política monetaria es necesaria, eres capaz de las más grandes falsedades. 
Bien, pero hay más. Efectivamente, la bajada de tipos imprimida por Draghi, la devolución de la confianza a los mercados en que había un Banco Central que ejercía de prestamista de última instancia “What ever it takes” (Graghi dixit), se vio acompañada de una expansión de la deuda pública que ayudó a absorber la deuda privada. 
En 2012, la deuda pública era del 104% del PIB, en 2017, 130%. (Ver cuadro 2.3a de las cuentas financieras del BdE.)
En 2012, la deuda privada era del 200% del PIB, en 2017, 166%. Se corresponden casi exactamente la disminución de la privada con el aumento de la pública. Si no fuera así, ahora estaríamos raspando como Grecia. 
Es decir, todo lo contrario de lo que preconizaba Rallo. Las deudas de una nación son la suma algebraica de las deudas de los distintos sectores, incluido el exterior. El inmenso crecimiento de la deuda pública española, hasta el 130% del PIB, permitió la absorción de la deuda privada y la exterior vía expansión de la demanda interna, que aumentó el beneficio de las empresas  y del empleo, lo que se tradujo en mayores facilidades para el consumo y la inversión. Cosas de la Macroeconomía que Rallo nunca reconocerá, pero no por otra cosa que sus creencias, su Fe en el libertarianismo, se lo impiden. Sin embargo, la aritmética no miente: no puede. 
En suma, una innegable política keynesiana que ahora necesita “sólo” saber cómo se reduce la deuda pública que se ha cosechado. Necesita un tipo de interés menor que la tasa de crecimiento nominal, para que Deuda/PIB baje. Fracasará o no, pero de momento le debemos lo que tenemos. 
La mentira siempre vence en España. Rallo se engaña a sí mismo, porque sólo habla de lo que le conviene. Sin la gran caída del coste financiero, y la convicción de los mercados que Draghi no iba a dejar quebrar a ningún país, más la transformación de deuda privada en pública, nunca España estaría ahora creciendo al 3%. Lo malo es que España necesita un periodo de bajos tipos de interés - más bajos que la tasa nominal de crecimiento - para ir reduciendo la deuda pública, pero  eso no depende de ella. El BCE ha dicho que se acabó el guateque, que poco a poco hay que subir los tipos, y eso pondrá en peligro las cifras de deuda/PIB. Pero eso Rallo no es capaz de comprender - o reconocerlo. 
Todo esto lo digo no sólo por desenmascarar una mentira que viene renovándose sin cesar por un autor mitómano, sino por demostrar una vez más que en el euro no dependemos de nosotros mismos. España ha sido siempre un pequeño país al socaire de las tormentas, dependiente de los demás, pero mucho más ahora que está integrada en el BCE. También lo hago para que la gente vaya comprendiendo lo que es la Macroeconomía, que existe. 
Que nadie se haga ilusiones. Draghi se irá el año que viene, y vendrá Weidmann, que dará un vuelco a la filosofía del BCE. Y lo pasaremos muy mal. 

jueves, 1 de marzo de 2018

Reflexión

De Joyce Carol Oates, “Puro fuego”

Ahora rememoro aquel primer año que fue la época más dichosa de Foxfire aunque por entonces no lo sabíamos, una nunca lo sabe cuando le está pasando.
Vivir es algo inmediato, una navega a toda vela, avanzando febrilmente. Hasta que todo está a salvo y consumado y muerto y una puede decir, como si despertara de un sueño: «Sí entonces era feliz, sí ahora que todo está acabado veo que entonces era feliz.» ¿Quizá sea ésta la ventaja de morirse?

Una gran prosa

De Josep Pla, no me resisto a poner esta selección de sus Diarios. (A quien no le guste que se joda).

De junio de 1976. Segundo viaje al Rosellón con mi amigo Mercader de Figueras. En su coche. Emprendemos la marcha a las once de la mañana. Muy caluroso. Insoportable. Pasamos la frontera de La Jonquera con la mayor facilidad. Antes de llegar a L’Enclusa —delante, mirando al norte—, conocida como El Suro dels Trabucaires87 (en el Rosellón, al corcho lo llaman siuro), nos desviamos a la izquierda del establecimiento sobre la carretera de Maurellàs y Ceret. Esta carretera atraviesa en esta época un auténtico paraíso terrenal: las viñas, los huertos y las hortalizas, los árboles frutales, las lechugas, las cosechas tempraneras, son una auténtica maravilla. La carretera es fresca y sombreada: las OP de este país han respetado todos los árboles. En nuestro país todo lo arreglan destruyendo; en Francia, conservando todo lo conservable. Durante el último viaje a esta zona, tuve ocasión de convencerme, una vez más, de que el Rosellón es un país mucho más tradicional que el mío —lo cual, solo de pensarlo, hace que se me caiga el alma a los pies—. El Rosellón es un país que aún está lleno de payeses, que cultivan la tierra de un modo admirable. En nuestras comarcas, dentro de poco, no va a quedar ninguno. Claro: el Rosellón posee un sistema de riqueza prodigiosa que proviene de las aguas que bajan de las montañas del Canigó, que florecen durante todo el verano, primavera y otoño. No existe ningún rodal de la Cataluña histórica que disponga de esta proyección de riqueza. Para nosotros, que vivimos en el norte de las tierras gerundenses, el Canigó es la llave de nuestro clima. Para el Rosellón, el Canigó no solo es la llave de su clima, sino el fundamento de su riqueza extremadamente consolidada y positiva. Los tres ríos del Rosellón: el Tec, la Tet y el Agli, que mosén Verdaguer, gran conocedor del Rosellón, comparó con las tres cuerdas de un instrumento de música. ¡Qué prodigio! La tradición, la riqueza, los payeses, ¡esto es un país! 
Pasamos Maurellàs, pueblecito agrario, muy agradable y limpio. Cuando pienso en los viejísimos pueblos del Ampurdán, tan abandonados, tan mal administrados, tan dejados de la mano de Dios, se me cae la cara de vergüenza. De Maurellàs vamos a Ceret: la carretera sigue siendo fresca y admirable: el pequeño paraíso terrenal prosigue. ¿Y si este paraíso tan pequeño fuera el grande? Quiero decir, todo lo que nos permite nuestra oscura inteligencia. «Quién sabe si todavía podremos comer dos o tres cerezas de Ceret», le digo al señor Mercader. «Podremos dar gracias... —me contesta—. Mire los cerezos del margen de la carretera y lo comprobará.» En efecto: ya quedan pocas. ¡Las cerezas de Ceret! ¡Qué delicia, Dios mío! Las cerezas de Ceret —las mejores de Francia—son ligeramente más gruesas que las nuestras, son algo más oscuras, pero tienen la fuerza de la piel y la carne, exquisita, de su interior. En esas llegamos a las afueras de Ceret. La población ha crecido mucho y muy bien. No hay ninguna casa con muchos pisos —la desgracia de la miseria de nuestro país. 
Claro que en este tema del crecimiento todo es muy relativo. Cuando decimos que Barcelona ha crecido ya podemos abrir el paraguas porque el pedrisco se nos viene encima, y crecer en estas monstruosidades urbanísticas significa hablar de cientos de miles de personas más. La pura locura. El crecimiento de Ceret, naturalmente, es más razonable. Las estadísticas dicen que en 1836 Ceret tenía 3.302 habitantes, y en el censo de 1968 aparecen 5.437 vecinos. Este crecimiento pausado da tiempo a todo: a conservar intactas las viejas calles y las plazas adorables, a mantener activos los árboles frutales y los ruiseñores, y a levantar con sensatez y mesura unas nuevas edificaciones muy bien vigiladas e incluso una pizca de la obligada industrialización. ¡Adorable Ceret! Tiene la coquetería de ser el primer productor pirenaico de cerezas con unas mil quinientas toneladas, y presenta una notable cosecha de vino, con una cooperativa de los pueblos de alrededor, que hacen el acreditado vino dulce de Sant Ferriol. 
Diríase que en Ceret se ha desarrollado el veraneo, tanto de Francia como de España —la línea de la frontera por Maçanet de Cabrenys está a un paso—. Debe de haber guías y todo, cicerones charlatanes que cuentan la historia vivida por Ceret. ¡Figúrense! La firma del Tratado de los Pirineos. En 1660 se reunían aquí los comisarios encargados de fijar la nueva frontera franco-española. Todo el Rosellón perdido por Cataluña, una de las jugadas más siniestras de la siniestra historia del Imperio español. Nos tomaron el pelo. ¿Es así como lo cuenta, bajo la fuente de los nueve chorros, el cicerone que da pan a las ocas turísticas? Hace más de cincuenta años que llegué a Ceret por primera vez, y recuerdo que andaba por la carretera solitaria con la maleta en la mano y me paraba de vez en cuando a escuchar el canto de un ruiseñor. ¡Qué entrada más buena! Fuimos al café a tomar un aperitivo para que el señor Mercader conociera el establecimiento en el que tantas horas pasaron Manolo Hugué, la Totote, el maire de la población, Aribau (la pronunciación era Aribó), Picasso, Sunyer, Derain y todo aquel grupo de artistas de París que durante la guerra del 14-18 se fueron a Ceret y convirtieron en famosa a la población. De todo aquel grupo de energúmenos hambrientos, quien mejor comía y quien vivía rodeado de envidias era el maire Aribó, que padecía de gota y en el café ponía siempre una pierna encima de otra silla. En Ceret hay una subprefectura que aún permanece en pie; en los años de aquella guerra —y siempre—el subprefecto sabía lo que pensaban y lo que decían los artistas: eran pacifistas, antimilitaristas, socialistas, comunistas. Gracias a Monsieur Aribó, el subprefecto se olvidó de aquellos personajes, que siguieron despotricando como de costumbre. Monsieur Aribó fue un radicalsocialista y un gran buen hombre. Manolo me había dicho muchas veces que a Monsieur Aribó, lo que decían aquellos artistas, todos premillonarios, le entraba por un oído y le salía por el otro —cuando le decían algo, se entiende. Al fondo del café veo a tres o cuatro personas mayores que todavía toman el aperitivo y tienen la amabilidad de dejarse interrogar. Todos se acuerdan de Manolo y la Totote —que son los únicos de aquella tropa que han dejado un vivo recuerdo en Ceret—. Eran realmente drôles, ¿comprende usted? ¡Pues claro que lo comprendo...! Luego pregunto: ¿dónde se puede comer algo en Ceret? Como no sea en casas particulares, no hay ningún sitio. De todas formas, habrá que comer... Vamos a Amélie o a Les Mes... El poeta Brasés, ¿está vivo o está muerto? Está vivo, pero ya no hace de barbero. Está jubilado. Ahora es el hijo quien hace de barbero... El escultor Vives, ¿está vivo o está muerto? Está muerto. Aribó debió de morirse hace muchos años... Sí, muchos años. Haviland, de Limoges, ¿está vivo o está muerto? Está muerto, se murió de miseria. Había sido muy rico; se murió más pobre que las ratas. ¿Y el pintor Brune, que hizo el museo? Se murió hace años. Y ustedes, ¿qué tal van? ¡Cómo quiere que vayamos, pardieu! Muy bien. Estamos jubilados. ¡Todo lo paga el Estado! ¡Es la cucaña! ¡Ya puede ir soplando la tramontana y nevando en el Canigú! De todas maneras, ya veremos los años que dura... 
El señor Mercader considera que tenemos que ir a Amélie porque me quiere enseñar Palaldà, que yo no conozco. Amélie-les-Bains —dicen que las aguas son excelentes—es una ciudad magnífica. Ceret es mayor y más bonito. Amélie es más moderno. Hay algunos buenos hoteles, el Casino, el río que atraviesa la población, toda la parte modernísima. Una casa de arquitectura actual, de catálogo, extrañísima. «No comeremos en Amélie —le digo al señor Mercader—. Es demasiado lujoso, demasiado caro. No son mis precios.» Vamos a Palaldà, que está encima de Amélie, hacia el sur. Población curiosísima. Vieja pero muy bien conservada. Calles estrechísimas. Los nombres de las calles escritos en catalán —no de ahora, sino de hace muchos años—. Una iglesia muy vieja, con una torre, probablemente románica, restaurada equivocadamente, a mi parecer. La gente, amabilísima. ¡Qué pueblecito para quedarse en él, para vivir allí tranquilamente! Visto Palaldà, atravesamos de nuevo Amélie-les-Bains y Ceret y llegamos de este modo a Maurellàs. En esta población cogemos el camino de Les Illes. La carretera departamental es estrecha, admirablemente asfaltada, muy bien señalizada para transitar por ella por la noche, con unas curvas tan bien trazadas que no causan la menor molestia. De Maurellàs a Les Illes hay doce kilómetros. Nos hallamos ante una jungla vegetal prodigiosa, frondosísima. Es el bosque más espeso que he visto en el Pirineo de este país. Al principio es un bosque de encinas. Después, hasta la frontera española, es un extensísimo bosque de castaños. La soledad es total. Nada de tráfico. No se ve casa alguna en ninguna parte. Perdón: hay una gran casa, llamada el mas Blanca, que, si no ando equivocado, sirve para alojar subnormales. Nada más. Cuando la curva de la carretera pasa sobre una arroyada, la temperatura, filtrada por una vegetación adecuada, es una delicia. Vamos subiendo hasta casi seiscientos metros. Como todos los grandes bosques, el espectáculo es algo monótono y en este momento verdísimo, pero tanto la dignidad de las encinas, primero, como la calidad de los castaños, más adelante, forman un espacio magnífico. En un momento dado, sobre la divisoria, aparece un espacio pelado y abrupto. «¡ Debe de ser España!», dice el señor Mercader. En efecto. La frontera pasa por la divisoria. Llegamos a Les Illes. De Les Illes a La Vajol, que es el pueblo más próximo a la frontera, no hay mucha distancia, y el trayecto se hace en parte por carretera y en parte a pie. En Les Illes, en verano, habrá unos cincuenta habitantes, pero la localidad tiene dos hoteles. Nos acercamos al Hotel dels Trabucaires y pedimos de comer. La gente es amabilísima. Pasamos al comedor, que, para mi gusto, es un poco demasiado folclórico y abigarrado. En el comedor hay siete personas, que están comiendo. Comemos primero una lechuga fresquísima, con pimiento verde y tomate; después, unas truchas de río, con almendras, que tienen el defecto de haber estado en la nevera un día más de la cuenta; y finalmente un gigot d’agneau insuperable y un flan de la casa sin rival posible. Cuando ven que somos del otro lado, aparece uno de los recuerdos más vivos de la gente del hostal: el recuerdo del doctor Dalmau de Girona, que pasó allí buena parte de la guerra civil y ha dejado de su estancia una atracción vivísima. Su hijo, el doctor Dalmau, es hoy, después de una vida muy navegada, médico de Palamós y gran amigo mío. La gente del hostal me dice que el doctor Dalmau de Girona, que era diputado de Esquerra, hablaba siempre con el párroco de Les Illes. ¡Lo que han cambiado las cosas! Ahora hay mucha más hipocresía. 
Después de comer, emprendemos la marcha hacia Perpiñán, por Ceret. Al señor Mercader le aguarda allí mucho trabajo. Tiene que comprar unos kilos de buey, quesos, unas botellas de whisky Johnnie Walker para su restaurante. Como el calor, a medida que vamos bajando, se va volviendo insoportable y bochornoso, le propongo que al llegar a Perpiñán lleve el coche a un garaje subterráneo, con la seguridad de que no voy a moverme de su interior. Es lo que hacemos. El señor Mercader emprende su negocio y yo me quedo en el garaje subterráneo, si no fresco, pasablemente fresco, y sin gente. Cuando vuelve, vamos a cargar lo que ha comprado y emprendemos la marcha hacia La Jonquera y Figueras. Contrariamente a lo que ocurre la mayoría de los días de la vida, que uno los pasa adormilado, el de hoy ha sido vivísimo.

Joder...

miércoles, 28 de febrero de 2018

Según algún seudo economista, sí hay dinero para aumentar las pensiones

Los pensionistas, decía el otro día, son el único grupo que durante la crisis ha ganado poder adquisitivo. Como podemos ver en el gráfico que tomo del artículo de Javier G. Echevarría, tanto la renta como la riqueza de los pensionistas ha crecido durante la crisis 


En concreto, “La renta de un hogar formado por un cabeza de familia de 65 años o más era en 2014 más de un 10% superior al de 2008. Por el contrario, en el resto de hogares, el descenso ha sido de entre el 14% y el 28%. Es decir, el colectivo de jubilados ha sido el único que no ha sufrido los embates de la crisis.
Sin embargo, la gente en general prefiere la posverdad, o la mentira, o la propaganda. Y los hay además que tienen soluciones milagrosas. Por ejemplo, la escuela llamada Chartalismo, o Modern Market Theory, que parte de la base que el estado puede crear dinero cuando quiera. Lo cual de momento no discuto, pero luego puntualizaré. Según uno de los puntales de esta escuela, Stuart Medina

“Así pues, Sr. Eme Punto Rajoy, tiene más razón que un santo: no hay dinero. Pero igualmente Vd. nos está tomando el pelo. Porque Vd. tiene el poder de crear dinero. Le voy a explicar cómo puede crear dinero. El gobierno crea dinero cuando gasta. Basta con darle a un botón y -¡presto!- el gobierno ha creado el dinero. El 97% del dinero tiene forma electrónica; es un mero apunte contable registrado en un ordenador. Ese dinero se crea cuando un funcionario del Tesoro le da a una tecla de un ordenador. Supongamos que un jubilado tiene derecho a una pensión mensual de 1.000 euros. Todos los meses un ordenador de la Tesorería de la Seguridad Social genera una orden automática de transferir 1.000 euros desde su cuenta a la del jubilado. Ya ni siquiera es necesario que lo haga un funcionario, ya ve Vd., Señor Eme Punto. Lo que sale de la cuenta de la Tesorería son ceros y unos. Lo que entra en la cuenta del jubilado son ceros y unos. Lo siento por los tecnoutópicos del bitcoin. El dinero digital fue inventado hace décadas. ¡Y es más seguro que un Bitcoin! ¿Qué es lo que recibe ese jubilado? Un crédito fiscal que el jubilado u otra persona a la que le transfiera ese dinero del estado podrá utilizar para saldar sus impuestos en el futuro. Sí, Señor Eme Punto, es así de sencillo. Así que le voy a explicar cómo puede usted conseguir ese dinero para subir las pensiones. Vaya al Congreso de los Diputados y proponga una ley para acabar con ese engendro llamado "Factor de Sostenibilidad de las Pensiones". A continuación haga un decreto para que las pensiones suban al menos tanto como los precios.  ¿Ve como es fácil encontrar el dinero? Sólo tiene que reconocerles más créditos fiscales a los jubilados. El jubilado puede optar por ahorrar sus créditos fiscales (difícil, las pensiones no dan para tanto) o gastarlos y entregárselos a otro contribuyente que le deba más dinero a Hacienda. Cuando un contribuyente paga sus impuestos ese crédito fiscal se cancela, se destruye. ¡Abracadabra! Vd. tiene ese poder, Señor Eme Punto. Así que lo que ha dicho me indica dos posibilidades sobre Vd.: Vd. es un ignorante porque no sabe cómo funciona nuestro sistema monetario. Vd. es un mentiroso Lamentablemente me da la impresión de que Vd. es ambas cosas a la vez.”

Lo que no sé es quien puede creer en un mundo sin limitaciones, un mundo en el que los reyes magos vienen todos los días, o mejor, lo gobiernan. Así de fácil: el Gobierno y el Banco Central son ambos miembros del Estado, y nada impide que el gobieno emita deuda, se la coloque al Banco Central, y con el dinero recibido pague las pensiones que quiera. Naturalmente, y esto lo reconocen, hay un riesgo - único dicen - de inflación si se abusa de este mecanismo, por lo que lo único a vigilar es la inflación.
Supongamos que no se abusa y que, por lo tanto, no hay inflación. ¿Pero no hay un problema de mala asignación de recursos? Porque o se atienden todas las peticiones de los grupos de presión, y hay inflación, o se atiende a algunos de valor electoral más notorio y con más apoyo social, como los pensionistas en detrimento de los demás. 
De hecho, al haber conseguido éstos una revisión al alza de sus pensiones más generosa que los demás, como se ve en el gráfico, aunque no ha habido inflación (todo lo contrario), se ha producido una desviación del 10% hacia un grupo frente a los demás. No es esto una resignación de recursos arbitraria, más cuando el futuro de las pensiones está cada vez más negro? Las pensiones representan una deuda futura que no se podrá pagar - si no es por la magia potagia de los chartalistas - Lo que nos lleva a que la distribución presente en favor de unos y desfavor de otros representa una distorsión de la deuda futura.  
Curiosamente, resulta que la inflación hubiera garantizado una asignación más justa, al resarcirse los no beneficiados, Gracias al aumento de los precios, mientras los pensionistas se hubieran quedado teóricamente al mismo nivel de renta real: la subida de precios les hubiera anulado las ventajas recibidas.
En suma, me parece a mí que los chartalistas cometen un error de composición. Si hacen eso igual con todos los grupos, aumentará la inflación. Si lo hacen con algunos, actuarán injustamente. Aparte de otras consideraciones técnicas en las que no quiero entrar. 
Ergo, lo que proponen los chartalistas sólo sirve para un caso de deflación que conviene combatir de manera que no reasigne recursos entre grupos. No es más que la propuesta de Milton Friedman del Helicopter Money, que es una metáfora de cómo aumentar la masa monetaria en circulación proporcionalmente a todos. Si lo hacen para “compensar” a unos - pensionistas - frente a otros, ya hemos visto que los pensionistas han sido sobradamente recompensados más que los demás. ¿Quizás merecidamente? Pues bueno, parece que en todo caso no les ha satisfecho. 
Las pensiones es uno de los problemas más serios de España. Es un problema que cada año se agrava, en un horizonte de tiempo muy largo. Lo malo es que me temo que ni los pensionistas ni los trabajadores lo entienden bien, ni conciben las pocas soluciones que hay. 
Hay que decir que las soluciones deben pasar por un aumento del ahorro de los trabajadores, ello con las garantías que hay en otros países que no es dinero perdido ese ahorro. No hay más remedio que los trabajadores dejen de pagar las pensiones de hoy, que es el sistema actual. ¿Pero quién les explica lo que es por ejemplo la “mochila austriaca”, u otras alternativas? 
Pero España es España. 



martes, 27 de febrero de 2018

El famoso cuadro de ARCO

Este es el famoso cuadro presentado en ARCO por un amigo de Roures (Robles, en su original versión).



Representa fotocopias pixeladas de procesados por golpistas contra el estado o etarras que dieron una paliza a unos guardias civiles de permiso. Gente sublime, vamos. 
Los melifluos se han rasgado las vestiduras en nombre de Arte y la Libertad de expresión. ¿Arte, Libertad de expresión? Y un cuerno. Ni eso se puede llamar Arte sin mentir, ni la libertad de expresión es absoluta. Como dice Boadella, que ha sido procesado y encarcelado por algunas de sus obras, “los artistas somos ciudadanos sujetos a las leyes, no estamos en un escalón superior de exonerados de las leyes”. 
Lo peor, las expresiones hipócritas del ministro de cultura, “que gran error” haber retirado el cuadro por parte del galerista. Señor Méndez, o Mendaz, baronet de Claret, ¡siempre se le ve tan satisfecho de sí mismo! mayor error cometió ud cuando retiró de su despacho el retrato de Unamuno por Solana, a saber por qué. Desde luego eso sí es una obra de arte, así que le sugiero que compre la obra polémica de ARCO y la coloque en su despacho. Todos saldremos ganando en expresión de la verdad que es este gobierno de paniaguados. Y de paso a lo mejor podemos los demás disfrutar de la obra de Solana en el museo Reina Sofía, de donde procede. 




ARCO es una gran mierda que todos los años trae polémica, curiosamente por razones políticas disfrazadas de artísticas, lo que es mentira. Naturalemente, es una feria con dinero público. Son las que invitan a molestar e irritar a los ciudadanos, que acaban viendo cero Arte. Los periodistas se ponen muy refitoleros y cursis para comentarla, “¡el Arte, el Arte!”. No todo es oro lo que reluce bajo el sol. 

lunes, 26 de febrero de 2018

El ajuste por medio del tipo de cambio, ¿inmoral?

He recibido un comentario a mi último post - que me dice que “devaluar es empobrecer, y que empobrecer es inmoral”. 
Ni lo uno ni lo otro. A veces es inmoral NO devaluar, porque se impide la recuperación económica de un país. 
Devaluar no es empobrecer, si con ello se recupera el reequilibrio de las variables fundamentales. Un país sobrevalorado es como un activo, una acción sobrevalorada. Se extiende la noticia de que la empresa no vale tanto, y la accion cae mucho más de lo que hubiera sido con transparencia de las cuentas. 
Un país es igual. Un país sobrevalorado recibe presiones totalmente naturales para depreciarse, debido a que no entran capitales y salen cada vez más. Esas presiones, si se intentan resistir mediante la venta de divisas, se intensifican. Al final, la depreciación es ineludible porque tarde o temprano el Banco Central se queda seco de reservas. La caída del tipo de cambio es tanto más amplia cuanto más se intenta resistir. 
Como se ve, aquí no hay nada moral o inmoral, salvo en el daño que pueda hacer el gobierno al intentar resistirse a lo inevitable. 
Ahora veamos qué macromagnitudes están en juego en este desequilibrio. La principal es el ahorro nacional en relación a la inversión. El Ahorro menos la Inversión podemos llamarlo Ahorro neto. 
Un país que tiene sistemáticamente un ahorro neto mayor en relación a otro, será víctima reincidente de presiones devaluatorias, y el otro país de presiones revaluatorias. (Obviamente, detrás de ese ahorro hay otras fuerzas que no voy a explicar aquí, como la productividad, sistema fiscal, etc.)
Como es fácil ver, aquí no hay juicio moral que aplicar. Ambos países han decidido posiciones de Ahorro-Inversión opuestas. El único sistema de ajuste a una situación que si no sería acumulativa, es un ajuste del tipo de cambio entre ellos, revaluar pagará el ahorrador, devaluar para el desahorrador.
En el mundo tenemos muchos ejemplos de países sistemáticamente ahorrativos o desahorrativos. Cuando había tipos de cambio libres, los primeros regularmente se apreciaban, los otros se depreciaban. Y no tenían más remedio que aceptar el juicio del mercado, o dicho de otra manera, los poseedores de capital, que se dirigían para invertir al país “serio” y se iban con su dinero del paises “no serio”. 
El hecho frecuente de no aceptar el juicio del mercado - resistirse a la devaluación o revaluación - Traía problemas tarde o temprano. 
Tenemos por ejemplo la Europa previa al euro. En ella, cada cierto tiempo había que aceptar una revaluación de marco alemán frente a las demás monedas, y una devaluación más o menos intensa de éstas contra las de más fuerza relativa. La fuerza no era más que la cantidad de capital que se quería dirigir a cada país, en función de la rentabilidad y el riesgo que los inversores apreciaban. 
Pero lo que se imponía eran negociaciones penosas entre los políticos tomando en consideración razones políticas. Los paises fuertes querían defender a sus exportadores limitando la revaluación, y los paises débiles, como España, querían contener el desprestigio político que suponía para el gobierno frente a la oposición. Recuérdese en los años noventa las 4 devaluaciones de la peseta con el gobierno del PSOE, el desgaste electoral que le supuso. 
Por ese juicio del mercado sobre la solvencia de cada país se produce que el tipo de interés vaya en sentido inverso a la fuerza del país. En Alemania los tipos de interés suelen ser los más bajos del mundo, porque invertir en ella es un riesgo mínimo, mientras que Grecia tiene los tipos de interés más altos de Europa. 
Hay por lo tanto una relación estrecha entre los tipos de interés y los tipos de cambio, con el riesgo y la rentabilidad esperadas de por medio. Dado que muchas veces los paises intervienen el tipo de cambio, no se puede decir que el diferencial de intereses sea igual y de signo contrario al diferencial de cambios. Lo que juega aquí es las expectativas, que se enfocan sobre todo a la valoración del riesgo de cada país. 
El tipo de cambio y su estabilidad es la resultante final de los movimientos de capitales, mucho más voluminosos y rápidos que los de las exportaciones e importaciones comerciales. Los tipos de interés, en un mundo de Libertad de movimientos de capitales, se ven muy influenciados por ellos, aunque hay fuerzas internas influyentes, como el Banco Central. 
Cuando el mercado de tipo de cambio está cerrado, como pasa en Europa con el euro, las fuerzas descritas siguen existiendo, y a veces pueden alcanzar una acumulación difícil de contrarrestar, como sucedió en 2011-12, cuando el anterior presidente del BCE, Trichet, se empeñó en ver una amenaza de inflación, y subió dos veces los tipos de interés (en el gráfico las dos barras presentan las fechas de las dos subidas de tipos del BCE)

Lo que desencadenó la crisis de los bonos, cuando los mercados empezaron a desconfiar que España, Italia, Portugal Grecia e Irlanda pudieran pagar sus deudas públicas, los diferenciales de interés (las llamadas primas de riesgo) se dispararon (como se ve en el gráfico), y hubo que intervenir uno por uno a esos países, salvo España. La subida de tipos en los paises dudosos no sirvió para evitar la fuga de capitales. La situación se calmó cuando Draghi anunció que haría lo que fuera necesario para salvar al euro. Sin eso, probablemente el euro no hubiera sobrevivido. 
En suma, no son los gobiernos los que deciden el tipo de cambio. Los gobiernos van detrás de las decisiones de los mercados, y cuando éstos se vuelven unilaterales no hay manera de hacerles frente. La inanidad de los gobiernos se puede ver en la siguiente imagen,



Donde además de ver de nuevo la explosión de la prima de riesgo, las barras verticales marrones representan las sucesivas “cumbres europeas” para solventar el problema. No hay expresión mayor de inanidad. 

España desconstruyéndose a sí misma

Ahora los pensionistas pidiendo que les aumenten las pensiones, cuando es el único grupo social que ha ganado poder adquisitivo durante la crisis  España rota en grupos de presión, cada uno a lo suyo, en fines totalmente incompatibles. La feministas, en bronca por una discriminaciòn salarial que no existe más que en contados casos. Los independientes, montando bronca por la presencia del jefe del Estado, sin que nadie sepa meterlos en vereda. Prosigue el proces en plan Kale borroca.
Todo incompatible cuando se creen que son intereses concluyentes. Los pensionistas mantienen a sus hijos que tienen un sueldo menor. Los hijos saben que no cobraran jamás pensiones como la de los padres. 
No hay dinero. Como vimos en un post anterior, “lo que ha quedado atrás”en la crisis hemos perdido un 33% se PIB, según los moderados cálculos del FMI. 
Todos estos grupos, pensionistas, feministas, independientes, quieren girar letras hacia el pasado, un pasado que ya no existe. 
Sensación de que esto no funciona, no puede funcionar y no funcionará. El PP, un partido en descomposición. El gobierno, la “Gran”  Soraya y el disminuido Rajoy. Soraya posando siempre para la estatua como Cristóbal Colón. Rajoy escondiéndose debajo de la mesa camilla para leer el Marca. 


Soraya, a modo de Cristóbal Colón: “Tierra! 

Pero no hay tierra, ni agua. ¿Que falla? La tarta. La tarta ha encogido. Hay menos tarta, esa es la verdad. Nosotros, como si no hubiera habido crisis, como si la tarta fuera la misma.  Ver post anterior

domingo, 25 de febrero de 2018

Leyes anti discriminación. Empresas al basurero de la historia

Tomo estas palabras del artículo de Jesús Cacho para sacar mis propias conclusiones.

La última amenaza que se cierne sobre la empresa acaba de dar la cara este jueves con la aprobación, en el Congreso de los Diputados, de una tal ley de igualdad retributiva o salarial que, planteada por Unidos Podemos, ha contado con el respaldo de todos los grupos, incluido el sorprendente Ciudadanos, y la abstención del PP. La iniciativa, un atentado a la libertad de empresa y la autonomía del empresario en la toma de decisiones que son de su competencia, implicaría cambios en el Estatuto de los Trabajadores, la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público, la Ley General de la Seguridad Social, y la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social. Defendida por la portavoz Irene Montero (o Montera), el proyecto de Podemos rivaliza con otro de idéntico tenor presentado por el PSOE, hasta el punto de que los Pablemos, muy ofendidos, han acusado a las huestes de Pedro Sánchez de haberles “copiado”. Se trata de ver quien queda primero en la feria de las vanidades del populismo rampante.

La iniciativa podemita establece que los representantes de los trabajadores tendrán derecho a “tener información en sus nóminas de la retribución media y mediana abonada en la empresa, desglosada por sexo y en atención a la clasificación profesional”, obligación que afectará también a las Administraciones Públicas. Impone a las empresas la realización de auditorías salariales que deberán contener una “evaluación adecuada de los puestos de trabajo, análisis, diagnóstico, actuaciones concretas y monitorización”, con sanciones que en caso de incumplimiento podrían rozar los 200.000 euros. Tanto PSOE como Podemos coinciden en apreciar la concurrencia de “discriminación retributiva, cuando exista una diferencia salarial entre hombres y mujeres superior al 20%”. El proyecto reclama la creación de “unidades especiales” de inspección de trabajo en materia de igualdad de género en cada provincia, fija una serie de “infracciones graves”, y obliga a crear un registro del horario laboral para contabilizar las horas extraordinarias. El trabajador a tiempo parcial, supuestamente ocupado en su mayoría por mujeres, tendrá los mismos derechos que el de tiempo completo. También contempla la creación de una “Dirección General para la Igualdad Retributiva” dentro de la secretaría de Estado de servicios sociales. Entre otras cosas.

Obviamente, es una ley que para cumplirse íntegramente exige la creación de una carísima burocracia tanto dentro como fuera de la emplea. El sector público deberá crear una burocracia interna, para su propios empleados, como externa, para controlar las empresas privadas ¿Cuanto tiempo? Imaginen sobre todo a los millones de empresas pequeñas generando el papeleo necesario, cuando realmente la mayoría de diferencias salariales no son por discriminación. Es un lastre para las empresas grandes, uno más, y “a muerte de las empresas pequeñas. El primer efecto no deseado será que las empresas no contraten a más mujeres, y se quiten de encima las que tiene, por qué serán la fuente de una carga insoportable. El rencor añadido que esto puede producir, si es bien dirigido por los mismos grupos que han hecho el daño, pueden ser origen de más conflictos sociales que son la base de supervivencia de estos grupos. Atentos a la deriva a la izquierda de Ciudadanos. Ellos mismos se están metiendo en una trampa insalvable para cuando gobiernen. Hipotéticamente. 
Y todo esto por una falacia. En la empresa no existe discriminacion por sexo. Hay deferencias salarías, pero se deben a consideraciones económicas, como la productividad. Ahora imaginen a 17 comunidades frotándose las manos por el dinero que van a gastar en legislar lo mismo pero a su medida y aplicar las nuevas disposiciones. Miel sobre hojuelas. 

sábado, 24 de febrero de 2018

Lo que ha quedado atrás

La crisis de 2008, o Gran Recesión, como se la llama oficialmente, se ha llevado por delante cantidades incalculables de cosas que podrían haber sido. Por ejemplo, producción y empleo. En Krugman  tenemos el caso de España, que se presenta en este gráfico del FMI en su último WEO.



La línea azul es el PIB real anual de estos últimos diez años (escala izda), y la línea naranja (escala derecha) los porcentajes de distancia de ese PIB al PIB potencial, calculado por los métodos del FMI. Estos métodos son precisamente muy conservadores: como se comprueba en la imagen, tienden a mover su nivel según como se mueva el PIB real. Así, observarán que según el FMI, España ha alcanzado recientemente la igualdad entre PIB potencial y real, lo que querría decir que ya no hay más que hacer, que estamos en equilibrio, y que si la tasa de paro antes de la crisis era 9% (potencial y real) ahora es la que hay, del 16,5%.
Ese el terrible mensaje del gráfico: no podemos bajar mucho de esa tasa si no queremos generar más inflación, que es lo que dice la teoría del PIB potencial. Es el máximo nivel de PIB que no genera más inflación. A la tasa de paro que le corresponde se la llama en inglés por las siglas NAIRU (Non Acelerating Inflation Rate of Unemploymemt). Y no debemos generar más inflación, en el contexto de la UE. 
También quiere decir que si hemos crecido en los últimos dos años al 3% sin inflación, es porque venimos de una situación de debilidad y deflación muy agudas, pero, oficialmente, eso se ha acabado (el modelo del BCE no dice algo muy distinto). Ya dijo Draghi hace meses que las consecuencias deflacionistas de la crisis se han acabado y que toca recoger velas. 
¿Y lo que ha quedado atrás, no se puede recuperar?  
Krugman advierte que, aún aceptando la metodología FMI, si sumanos los porcentajes negativos que nos ha quitado la crisis y su mala gestión por parte de la UE y el BCE hasta que vino Draghi, España ha perdido en 10 años un 33% de PIB. Sumen uds los porcentajes perdidos cada año. Un 33% de PIB es una cantidad fastuosa, inimaginable, y debería explicarse a la gente lo que supone antes de que salga a la calle a montarla y pedir aumento de esto y de aquello. Todos hemos perdido, y lo importante ahora es recuperar lo antes posible: la tarta a repartir es mucho menor que la imaginamos. 
El gobierno comete un error de comunicación enorme e incentiva la bronca social dando el mensaje de que la situación es óptima. Debería decir que, pese a la mejora, se nos ha ido al basurero un 33% de PIB, y que ojalá lo tuviéramos para poder aumentar las pensiones (manteniendo una distribución fija, un 33% más de pensiones), para tener menos deuda/PIB, y poder crear empleo más estable y remunerado. No parece que los votos le estén recompensando. 
Un 33% de PIB y casi el doble de paro. Una cosecha que le debemos en gran parte a la malísima gestión de la UE hasta que llegó Draghi. ¿No se comprende ahora mejor el malestar social? 

De la P a la Pa

Suscribo esta entrevista de Fernando Suárez, político del franquismo y la Transición, de la P a la Pa. La entrevista está hecha con solvencia, como todas las suyas, por Emília Landaluce, a quien sigo fielmente. 




jueves, 22 de febrero de 2018

La insidia soberanista frente a la debilidad del Estado

Si leemos el artículo de hoy de Jesús Cachonos damos cuenta que el secesionismo catalán va a seguir minando la sociedad Catalana, y por ende, la española. Tampoco entiendo la actitud cómplice de Europa, pero eso ya es otra cosa. 
Ya es difícil rectificar aquel gran error que fue la inmersión lingüística, pero es que para Rajoy y su panda de señoritos no es problema. 
Asi que, adiós Cataluña. Los secesionistas lo han intentado en una chapuza monumental, fácil de parar de momento - el gobierno ha reaccionado con otra chapuza, a todas luces  insuficiente -, pues van a seguir minando, sembrado el odio, y por supuesto la inmersión lingüística, que supone que un alumno de origen castellano ha de aprender el 90% en catalán (porcentaje más alto cuanto más pobre seas, como veremos ahora), mientras que uno de origen catalán sólo ha de aprender el 10% como mucho del temario en castellano. En fin, es una “María”. Al final, si no quieres ser un paria, o aprendes catalán, o emigras. 
Yo comprendo las ansias catalanistas, pero no acepto su política de dominación. Pertenecen a un Estado que aceptaron en el referéndum de la Constitución, y lo que hacen es ilegal. 
Si yo voy a Francia a vivir un tiempo, y quiero que mis hijos aprendan en castellano porque transcurrido ese tiempo voy a volver a España, supongo que encontraré un colegio español. Si por el contrario me quiero afincar en Francia o quiero que mis hijos aprendan francés, intentaré que ingresen en un liceo francés. En fin, haré la combinación que más me convenga. Eso, suponiendo que la política exterior española, ¡lo hace posible! Leemos en García Domínguez (por cierto, C’s derriba hacia la izquierda):

Al parecer, nadie les ha explicado aún a los de Rivera que, dentro de la Europa tolerante e ilustrada, los únicos raritos en ese asunto son ellos. Así, en todos los países plurilingües de la Unión Europea, en todos, lo habitual y normalísimo es que existan dos o más redes escolares paralelas, una para cada lengua en función de la preferencia de los padres.

Sucede en Gales, donde los padres son libres para decidir si el idioma vehicular de la instrucción de sus hijos será el inglés o el galés. Sucede en Finlandia, donde también los padres pueden optar entre centros públicos –o concertados– que imparten la docencia en finés y otros centros no menos públicos o concertados que lo hacen en sueco. Sucede en Eslovaquia, país en el que la población de lengua materna húngara igualmente dispone de la posibilidad de escolarizar a los niños en centros estatales cuyo idioma docente sea el húngaro. Y sucede aquí al lado, en Andorra, donde cabe optar entre tres tipos de centros educativos, los que usan con preferencia el catalán, los francófonos y aquellos en los que se estudia en español. Mas volvamos a Iceta. Porque el primer secretario del PSC va a tener mucho trabajo si habla en serio. Y es que, aunque él simula no saberlo, resulta que los niños catalanes están divididos en las aulas por razón de la lengua desde hace muchos, muchísimos años. Así, a los niños pobres se les sumerge sin mayores miramientos en el sistema público, obsesivamente monolingüe en catalán. Y punto. En cambio, a los niños de las clases medias, los que integran el grueso de la clientela de los centros privados concertados, se les tolera bajo cuerda un régimen mucho más laxo que combina catalán y castellano en proporciones que varían según la orientación ideológica de los titulares de cada centro.

Y a los niños ricos, los ricos de verdad, los únicos que se pueden permitir las matrículas de los colegios internacionales de élite que tanto abundan de un tiempo a esta parte en Barcelona, a esos se les consiente directamente que orillen el catalán, rebajándolo a la categoría de asignatura maría. En la Escuela Italiana, el lugar donde estudian los hijos de Junqueras, los alumnos no oyen una sola palabra en catalán hasta que cumplen 12 años, instante en el que, poco a poco, empieza a introducirse una parte del currículum en ese idioma. En el Liceo Francés ocurre otro tanto de lo mismo: el catalán tiene, en la práctica, la consideración de una simple asignatura. Pero es que en el Colegio Norteamericano de Barcelona ni eso. En ese carísimo centro, quien no quiera estudiar catalán, simplemente no lo estudia. Ahí existe la opción de estar exento de la lengua regional sin mayor problema. Eso sí, hay que pagar. Y mucho. Lo dicho, va a tener trabajo el líder del PSC.

Quiero decir que el gobierno catalán actúa como el gobierno francés, pero ilegítimamente, porque no es soberano. Es más prohíbe o dificulta que haya colegios en español, por lo que fuerza a la no desdeñable cantidad de castellano hablantes a pasar por el aro de la colegiación en catalán. Cosa que Francia no haría. 
Es que el Govern intenta relacionarse con el Gobierno español de Estado a Estado, aunque lo va imponiendo poco a poco. Pero la ley de inmersión lingüística es un desatino debido a la debilidad del gobierno español, que ha mirado para otro lado mientras los catalanistas le arrebatan el poder poco a poco. Es más, ningún Estado trataría así a sus inmigrantes por interés propio. 
Parace ser que la inmersión lingüística no es problema importante para Rajoy. No se siente “concernido” por los derechos de los hispanohablantes de cataluña. Sin embargo es claro como el agua clara que son ciudadanos españoles con plenos derechos de ser defendidos por el gobierno español. Hasta ahora nadie ha pensado en ellos, salvo ellos mismos. Me temo que seguirá siendo así, mientras ellos no se unan en defensa de sus derechos hasta que el Gobierno de España no tenga más remedio que tenerlos en cuenta. De momento, son ciudadanos de segunda y así deben seguir, para bienestar de Rajoy. Así que no le extrañe a Rajoy que los votos se le escapan entre los dedos, porque es patético.


miércoles, 21 de febrero de 2018

La recompra o “buyback” de acciones de la propia empresa

Hay una práctica habitual en Wall Street de recomprar las propias acciones para recompensar a los accionistas que las detentan, y de paso bonificar a los altos ejecutivos.
La práctica tiene un origen de eludir fiscalmente la carga sobre los dividendos. Teóricamente se podría recompensar igual a los accionistas vías dividendos o vía buyback, pero esta última no paga impuestos, de ahí su interés. 
Hay que decir que esta forma de actividad son de acciones “de segunda mano”, no de la emisión, por lo que no aparecen en el PIB, pues no añaden VA bruto. Es un simple intercambio de posesión por dinero de algo que ya se emitió, Y como muchas otras actividades bursátiles, no crean riqueza, sólo la distribuyen. 
Dicho eso, en Wall Street son una verdadera plaga, como se puede ver en la imagen siguiente, que tomo del FT, en un artículo dedicado al tema:



Como se ve, con la reciente caída de La Bolsa, se ha agudizado el buyback, pues es tanto más económico cuanto más bajas estén las acciones. Al recomprarlas, se las hace subir, con lo que el accionista revaloriza su cartera. La empresa puede amorrizarlaa, o utilizarlas como pago de bonus a los altos ejecutivos. 
En cuanto a su sentido económico puro, es difícil encontrarlo. Como vemos en el siguiente gráfico, 



Las subida de La Bolsa desde 2009, año en que empezó la recuperación del PIB en EEUU, hemos asistido a un PIB (verde) y a un inversión empresarial (roja) muy pausados en su aumento, mientras La Bolsa aumentaba hasta máximos, según todos sabemos. 
Por lo tanto cabe preguntarse por la verdadera utilidad del buyback y otras actividades, que mueven mucho dinero pero que no hace casi nada por el crecimiento y la productividad. Quizás convendría igualar el efecto fiscal de una y otra forma de recompensar. Taxar el dividendo tiene un fin moral, supongo, pero ningún sentido económico más que activar otro tipo de caminos para recompensa del capital. De todas formas, los recientes recortes de impuestos anunciados no parecen que vayan a tener el efecto deseado de impulsar la inversión de capital, dice el autor de artículo citado:

De hecho, las compras de sus propias acciones por parte de las empresas parecen haber jugado un papel en revertir la corrección reciente del mercado bursátil (lo cual es de agradecer). La mesa de recompra de Goldman Sachs disfrutó su semana de mayor actividad tras la carnicería de febrero, mientras los directores financieros aprovecharon la caída del 10% del S & P 500 y el final del apagón, según David Kostin, estratega jefe de acciones de Goldman Sachs. . Si bien el gobierno de EE. UU. Espera que los recortes de impuestos del año pasado generen una gran cantidad de inversiones, los primeros signos son que principalmente servirá para revivir las recompras y los dividendos luego del leve desplome de 2016-17. Si bien las estimaciones de consenso para "gastos de capital" - jerga corporativa para inversiones en fábricas, tiendas, oleoductos y otros activos - han aumentado en un 3 por ciento para 2018 desde que se aprobó el impuesto, las compañías S & P 500 han anunciado recompras de $ 171 mil millones desde Diciembre, según el Sr. Kostin. Cisco es un buen ejemplo. El grupo de tecnología anunció la semana pasada planes para usar  $ 25 mil millones de los $ 71 mil millones en efectivo que mantiene en el extranjero para comprar nuevamente sus propias acciones, elevando su programa general de recompra a $ 31 mil millones. Eso equivale a aproximadamente el 14 por ciento de la capitalización de mercado completa de Cisco.
Las expectativas de que los recortes fiscales se reciclen abrumadoramente en los mercados han ayudado al índice de recompra S & P 500 -que consiste de las 100 empresas estadounidenses que recompran la mayor parte de sus acciones- a superar al mercado bursátil en general este año, después de la mayoría de 2015 -17, notas de Oxford Economics. Eso puede ser una mala noticia para las esperanzas de un boom económico impulsado por la inversión. Pero para los inversionistas en alerta sobre la inminente era de una política monetaria más estricta, esta actual generosidad corporativa será un tónico vital.

Sería dramático que no viéramos ningún boom de la inversión salvo las carreteras y los puentes que La Casa Blanca ha promedio arreglar y fabricar, financiado con denda pública, pues los impuestos, como se ha dicho van a disminuir drásticamente. Con un poco de suerte, el plan de Trump, como todos sus planes no se cumplirá del todo, y el déficit sería menor.