"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 8 de abril de 2018

Europa, ¿Gran potencia?

En el Financial Times, un artículo esclarecedor de Wolfgang Münchau, sobre el porqué Europa, siendo la alianza más poblada y más fuerte económicamente, no es una gran potencia. No es que Münchau, ni yo, deseemos que lo sea - aunque veremos al final las consecuencias. Hoy, Europa es un gigante con pies de barro para jugar un papel fuerte - estabilizador, por ejemplo -, en el orden estratégico mundial, lo que la deja a merced de las otras grandes potencias. 
De ahí que, contra la intención de sus fundadores, el euro no haya sustituido al dólar en su “privilegiada situación” de moneda universal, lo que le produce una renta de señoreaje del resto del mundo que el euro no es capaz de captar. Señoreaje: ingreso para la FED, y por ende para el Treasury, del hecho de que la gente use dólares. Por cada dólar emitido y usado en el mundo la FED gana un dividendo neto, diferencia entre lo que percibe por prestar en sus operaciones de mercado abierto y lo que paga. (No es la inflación, como piensan turullos analfabetos, aunque la inflación aumenta el diferencial entre intereses y la renta de señoreaje). En todo caso, es lógico pensar que cuanto más dólares se usen, mayor será esa renta. Otra ventaja: EEUU emite su deuda en dólares, lo que le libera de muchos riesgos cambiarios. 
Es lo que quiere China para sí misma, pero no creo que lo consiga a corto plazo. 
Pero volvamos a la debilidad intrínseca de Europa. ¿Por qué? 
Primero, dice Münchau, Europa es muy dependiente energéticamente y militarmente. Depende de Rusia por la energía, que sigue importando en grandes volúmenes pese a las sanciones a Rusia, y militarmente, ni los paises cumplen con la cuota de gasto militar a la que se han obligado, empezando por Alemania, ni, lo que creo más importante, no hay una estructura, ni mando único, más que el de la NATO, y NATO es EEUU más Europa. Es más, deshacer La Nato para construir un organismo solo europeo sería una locura. 
Sigue Münchau: un signo de esto es el superávit exterior del conjunto de la Unión: 3,5% del PIB total. ¿Es un objetivo buscado? no: es la suma de las decisiones sin coordinar, irradiadas desde Alemania, de austeridad, austeridad, austeridad. Tener superávit no es necesariamente bueno. Es un exceso de ahorro sobre la inversión, y un 3,5% de PIB de inversión adicional vendría pero que muy bien... 
en suma, Europa es una potencia “interna”, lo cual es como decir que EEUU es una potencia, pero sólo interna. Gracias a que es una potencia externa, nos protege militarmente, porque somos incapaces. 
No vale la pena plantearse cambiar este estado de cosas, porque es imposible. Sólo podemos aspirar a reforzar el “frente interior”, lo que no es poco, porque tenemos aún graves deficiencias. No tenemos unión bancaria, no tenemos defensa contra ataques especulativos como en 2012, tenemos problemas no resueltos con la inmigración, graves en algunos casos como los paises más expuestos, Italia, Hungría, Polonia, que se han hecho cada vez más xenófobos - y no sólo ellos -... 
Europa, ante estos problemas, y otros como el Brexit y y “nuestro” problema de desintegración ¡Que Münchau ni siquiera menciona! 
Europa está francamente atascada. Y desde luego ¡hay una relación entre su impotencia exterior e interior! Ineludible. Si quieres tener fuerza interior, tienes también que tenerla exterior. Es una cosa que en España no nos entra. Y así no nos respeta nadie. (No se trata sólo de fuerza militar).

Lo de Hitler no era rebelión

Hitler siguió tácticas engañosamente pacifistas para llegar al poder. Ganó unas elecciones, a partir de las cuales se quitó la careta y empezó por quemar el Bundestag. Y entonces fue ganando posiciones hasta el poder absoluto a base de provocar violencia y convencer a sus pares que él era el único capaz de pararla. 
Es decir, según el juez de la sentencia que libera a Puigdemont, Hitler no era un rebelde contra la República de Weimar. Sin embargo, Sosa-Magner nos explica muy claramente que hoy, en Alemania, sería imposible que un Länder quisiera, ni pensara, en separarse del orden legal alemán:

Naturalmente que ni lo saben ni probablemente lo puedan comprender. Porque, allí, en Alemania, rige el artículo 79. 3 de la GG en el que se recoge algo que a ustedes les sonará de las clases en la Facultad: la cláusula de eternidad. En virtud de la misma, "una modificación de la Constitución que afecte a la organización en Länder de la Federación, a la participación de los Länder en la legislación de la Federación o a los artículos 1 a 20, es inadmisible". Y este artículo 20 instaura la República federal y el Estado democrático y social. Si alguien quisiera restaurar la monarquía de los Hohenzollern o cualquiera otra de las casas reinantes antiguas (por ejemplo la de los Wittelsbach bávaros) y decorar de nuevo palacios con entorchados y aparatosos bigotes sería inmediatamente encarcelado por alta traición, previo sometimiento probablemente a un tratamiento psiquiátrico puntilloso. 

Es más: el párrafo 4 de ese artículo 20 obliga a todos ustedes, jueces, tenderos o cantantes de ópera, a ejercer "el derecho de resistencia contra cualquiera que intente eliminar el orden [constitucional]...".

¿O es que no recuerdan ustedes la celeridad con la que el Tribunal Constitucional de Karlsruhe zanjó la pretensión de celebrar un referéndum en Baviera (2 BvR 349/16)? Lo hizo con estas escuetas palabras contra las que no creo que ninguno de ustedes se revolviera: "En la República Federal de Alemania, Estado nacional fundamentado en el poder constituyente del pueblo alemán, los Länder no son señores de la Constitución. En la Constitución no existe ningún espacio para las aspiraciones secesionistas de los Länder. Son contrarias al orden constitucional".


Por lo tanto, la Constitución alemana, que fue votada al acabar la guerra, no se anda con bromas. Es una Constitución que el nuevo Länder, cuando la reunificación, debió aceptar sin rechistar. Alemania es más enteriza que España, sin duda, aunque nuestro procedimiento para modificar el orden constitucional es un difícil camino de obstáculos. 
No digo que Puigdemont sea un Hitler. Digo que no ha utilizado más que una violencia callejera porque no le convenía otra cosa. Con un pelín de suerte, nos ha ganado hasta ahora estratégicamente. Hoy, desde Europa nos crucifican a los españoles cuando el “único” pecado que hemos cometido es de debilidad. Debilidad del gobierno que, como sabemos todos, provoca sólo afán de resquemor y venganza, porque los debiles no son respetados, irritan a los fuertes. Imaginar a Dastis, ¡ministro de asuntos exteriores! andando de rodillas por las alfombras de las cancillerías es la mayor humillación concebible. 
Ya dije el otro día que esta sentencia es un problema para Europa, que a partir de ahora no podrá creer en la euroorden como un instrumento eficaz de confianza en las diferentes justicias. ¿Hay razones para no confiar en la justicia española, y por ende es normal no cumplir una euroorden? pues lo siento mucho, pero Europa no ha llegado al grado de unidad que se imagina, como no ha llegado a sentar las bases de una unidad económica con la que sueña. No tienen sentido los rimbombantes nombres de “Espacio Segen”, etc, que dentro de poco darán risa. 
Se vaya o no Reino Unido, Europa, no existes ya. Nadie se hace ilusiones salvo los tontos. Europa nos ha dejado solos en nuestro tremendo problema: un grupo de dos millones quiere que el resto de catalanes sean inferiores legalmente, que estén obligados a saber catalán y a olvidar su lengua materna, aunque ésta sea la Lengua Nacional. “Es un problema español, nos han dicho, no queremos ensuciarnos las manos con vuestras reyertas mezquinas”. Bueno pues anda que no van  a surgir reyertas como ésta en vuestros patios de atrás, están surgiendo ya, como se adivina en las visitas del líder del nuevo partido nazi alemán a Puigdemont en la carcel alemana. Europa es un bonito castillo de naipes, y un día caerá una pieza que arrastrará el tinglado. Los zapadores están avanzando, y esperan darse pronto la mano en los túneles. ¿Un año, dos, tres? No hay otra. Entonces vendrán los fuegos de artificio donde arderán todas esas sonoras quimeras de Sengen, euro, BCE, Eurogrupo, Europarlamento, y demás palabras huecas. 

viernes, 6 de abril de 2018

El verdadero estado de España y la UE

Esta foto, que tomo del artículo de García Domínguez, Es todo un compendio del verdadero estado de la Unión Europea. 



Unos policías alemanes, sonrientes, le enseñan el camino de salida de la cárcel al golpista Puigdemont.
¿Quien sale perdiendo más, Europa o España?, en este golpe judicial contra la Constitución española, como dice Federico Jimenez Losantos. De momento, pierde España una crucial batalla contra el separatismo golpista catalán, que, junto con el Vasco, se ve reforzado enormemente, por mucho que nos duela. Y al que no le duela, no sabe lo que se está jugando. 
No sé como se puede recomponer las posiciones que el juez Llarena había ganado pese a, o en contra de, el desgobierno español. Habría que hacerle un monumento por luchar contra los que deberían apoyarle. De momento, el golpismo antiespañol ha recibido un espaldarazo de un juez europeo, nada menos que de Alemania, de Europa, que era nuestro bastión incuestionable, garantía final de que España no se rompía. 
Imaginen que un separatista texano sigue la línea Puigdemont (inimaginable en EEUU, pero imaginen) y a un juez de otro estado, por ejemplo Washington, se le ocurre darle la razón. Afortunadamente EEUU es un estado, por muy federal que sea, y la metedura de pata se corregiría rápidamente a nivel Federal. 
Mas es que resulta que Europa ha pretendido siempre, por otras vías, hacer sombra al poder americano, ciertamente por otras vías, pues no se considera del todo legítima la historia de EEUU en Europa (capitalista, y tal) - aunque la historia de ésta está repleta de acciones truculentas. Es que europa ha aspirado siempre a una Unidad política, de la que yo por cierto, he desconfiado siempre, pero he empezado a apoyar desde que parte de Cataluña se ciscó en nosotros. Me dije: “tate, mejor lo menos malo que lo peor, viva Europa, con Europa nos mantendrán unidos, ya que nosotros somos incapaces”. 
Que somos incapaces se ha demostrado con rotundidad. Que Europa es un tinglado de hoja de lata, no es la primera vez, aunque esta vez es definitivo. 
Si un juez provincial puede poner en cuestión la Constitución de un país miembro, apaga y vámonos. Es una rendija abierta a todo desatino. 
Tiene razón FJL: el gobierno debería convocar elecciones con la propuesta de salir de la UE, si nos van a tratar así. Sería una demostración de seriedad que ha faltado hasta ahora. Es decir, de que nos tomamos en serio. Ya sé que este país es de todo menos serio, que lo serio se lo toma a chirigota, y la chirigota en serio, pero así debería ser. 
Pero no lo es, así que la deriva hacia la nada proseguirá. 
Irónicamente, el gobierno celebra en Sevilla una convención para convencernos que no son nada, pero que no importa porque siempre ha sido así. Muy triste, muy triste. 

miércoles, 4 de abril de 2018

¿Por qué no ser de derechas y no osar decirlo?

Estoy bastante hasta el moño de que en este país sea un estigma ser de derechas y decirlo. Bien, pues yo lo soy. No quiere decir que sea del PP, ni que vote al PP. Voto a quien me da la gana según las circunstancias y la confianza que me dé el votado, aunque la mayoría de las veces no voto. El sistema electoral español me quita las ganas. Sé positivamente que desvirtúa el sentido del voto y tiende a crear una clase política totum revolutum asqueante e inútil, que crea más problemas que los que soluciona. Uno por uno pueden ser muy majos chicos y chicas, pero juntos son un bebedero de patos. 
De todas maneras va a haber un poder, y mejor que sea democrático, aunque sea una democracia tan imperfecta y corrupta como ésta. Ahora bien, ¿para qué votar en Madrid si la idiota de Cifuentes mete la pata y va a dejar el poder quizás a Podemos? Debería haber límites. Prefiero una Cristina corrupta a un gobierno de Podemos. A eso es lo que llamo ser de derechas. Un ayuntamiento de Podemos junto con una Comunidad del mismo partido, con Cataluña en plena Kale borroca, y el PNV chantajeando gracias a Cataluña, etcétera, pueden llevarse el pais por delante. Sobre todo porque, con todos los respetos, a Albert Rivera lo veo muy verde. Un país con 17 + 1 Parlamentos, retándose unos a otros, no es gobernable, ni por un Churchill. España: TODO es negociable
¿Cristina, tú también? Y por un títulito? Vaya cagada. 
¡Ah, las autonomías! Que idea! España está rota virtualmente, sólo hace falta que se firme la sentencia. Irá despacio o deprisa, pero irá. 
Ahora el gobierno amenaza con perdonar deuda de las CCAA, que revertiría al gobierno: como un 30% de PIB. Es lo que el PDE (Protocolo de déficit excesivo. Véase el post “Cristóbal Montoro”) esconde bajo la alfombra. Da igual lo que diga, de facto esa deuda la vamos a pagar todos; las CCAA no tienen capacidad para pagarla. Lo que pasa es que debería aprovecharse para recortar competencias que castran al gobierno central. En realidad se debía aprovechar para recortar severamente TODAS las competencias de las CCAA, que duplican muchos gastos. Y desde luego, parlamentos, ni uno. Si acaso comisiones dependientes del Ejecutivo.
He ahi algunas razones para ser de derechas, que me parecen plausibles e incluso imprescindibles. Se podrían resumir en desconfiar de la izquierda marxista que arrastramos desde antes de la República. Allá ustedes. 

martes, 3 de abril de 2018

Señales inquietantes en la economía mundial

 Ambrose Evans-Pritchard nos alerta de que las medidas de oferta monetaria están cayendo en los principales países, como puede verse en los gráficos:






A ello se añaden señales de tensión en los mercados de liquidez, por el rebote del Libor frente al OIS.
Esto choca de frente con las buenas perspectivas que el FMI y otras instituciones sostienen al menos hasta finales de 2019. 
La contracción de la oferta monetaria es derivada de la contracción del crédito, y ésta de la apatía creciente de la demanda de consumo e inversión. Las cifras y su sincronización son suficientemente alarmantes. 
En cuanto a los datos de economía real, como dice AE-P,

Con el retraso habitual, la desaceleración comienza a hacerse visible en los datos “hard”. La producción industrial de la zona euro cayó 1.1% en febrero. La encuesta de manufactura de IHS Markit se ha desacelerado durante dos meses seguidos, con una marcada caída en los pedidos nuevos. El "índice de sorpresa económica" de Citigroup para la región cayó a menos 31.5 en marzo, una señal de que los analistas del mercado han sido tomados por sorpresa.

¿Quiere decir esto que estamos frente a una recesión inminente? no, obviamente, pero sí ante un empeoramiento de las expectativas a corto y largo plazo. Sobresale que europa, de la que se decía que era el gran relevo de EEUU, ya demasiado saturado, registre unos datos tan francamente malos. 
En todo caso, los Bancos Centrales están con el pie cambiado, y pueden darse un morrón si la encomia se congela demasiado deprisa. El BCE tiene en su balance bonos por un 42% del PIB de la zona. Recordemos el delicado momento en que están las deudas de los paises miembros.

lunes, 2 de abril de 2018

Cristóbal Montoro

2017 ha sido un año de grandes alegrías económicas, manifestadas en unos gastos por encima de los ingresos. El aumento del PIBN ha sido de 43 mm de €, mientras que la deuda pública, por diversas razones, lo ha hecho en 53 mm. Por cada 4 euros de aumento del PIB, la deuda aumenta 5  €. Por eso es por lo que la deuda total de 2017 llega a 1,6 billones de euros, un 138% del PIB. 
Todo ello se debe  - y no creo errar al decir todo - a la debilidad política del gobierno, presionado por unos y por otros para que aumente las pensiones, cuadre el déficit, etc, pero como comentamos hace unas semanas, no le ha dado la gana hacer un pequeño esfuerzo para llegar al 3% de PIB, quedándose en el 3,1%, lo que por misteriosas razones le permite chalanear más con Bruselas que los paises que han cumplido mejor. El truco, como expliqué  consiste en que a los paises que están bajo déficit excesivo les permiten no computar como deuda el débito a proveedores y otros atrasos, lo que da más flexibilidad para engañarnos a todos. 
Para el año en curso Montoro ha presentado un presupuesto incumplible, como siempre, con lo que la deuda volverá a aumentar más que el PIB, lo que nos pondrá en una situación difícil cuando Draghi empiece a no comprar seuda y los tipos de interés suban. El gobieeno se tapa los ojos y espera que eso le toque al siguiente, y el que venga después arree. 
Tiene gracia que Montoro ha presentado este presupuesto como “el de los pensionistas y funcionarios”, que son los que tienen las rentas más amarradas de todas, pese a que algunas pensiones son realmente bajas. Pero la verdad es que, como dijimos, las pensiones y funcionarios son los únicos que no han perdido poder adquisitivo durante 10 años de crisis. Pero los votos mandan: 9 millones de pensionistas y 3,5 millones de funcionarios, tienen la clave de las elecciones. Hay un artículo de JR Rallo que explica la disfunción del presupuesto, que redistribuye a favor de los que tienen más segura su renta, como se ve en la imagen, probabilidades de perder la renta,



Que es escandaloso. 

domingo, 1 de abril de 2018

Luis Garicano

Cuidado porque Luis Garicano, estrella de C’s, es un progre de acrisolada raigambre. Le molesta la Seman Santa, pero como eso no lo va  decir, ha criticado a la ministra del ejército - deje de hacer el ridículo- por hacer ondear la bandera española a media asta como símbolo de dolor del ejército. Bueno, no sé cuáles son los motivos de Doña Dolores de Cospedal para mandar poner las banderas de cuarteles y demás instituciones a media asta, pero la rabieta de Luis Garicano sí que sé de donde viene: de su  acendrada progresía de burguesito madrileño. Es una progresía sobre todo anti católica, porque, siendo liberal en economía, no le queda más para expresar sus furias y sus fobias políticas que el anticatolicismo, como al señor Azaña y tantos otros enemigos del espíritu español, que esta Semana se expresa con un catolicismo más acentuado, aunque lo hace compatible con ir a la playa y jugar a hacer castillos en la arena. ¿Y si cada uno se metiera en sus cosas? Que conste: yo no soy católico practicante, pero sí partidario de las radiaciones y constumbres arraigadas se manifiesten con Libertad, mientras cumplan la ley. 
Cuidado con Garicano: pertenece a un círculo de ilustrados cosmopolitas, como su amiga Elisa de la Nuez, que forman un círculo de asesores áulicos del partido de C’s, y que ya han manifestado varías veces su opinión de que Cataluña es superior a España  y que es más europea que el resto, que en el fondo somos unos paletos incontenibles. No tienen más que leeer el artículo citado, en el que se puede leer, observen esta frase: “la inmersión liguistica ha funcionado muy bien porque "sí logra que los niños hablen bien ambas lenguas" (sic). Aquí, el artículo completo de este sujeto. 

La reivindicación catalana tiene tres patas: simbólica, competencial, y financiera. En lo simbólico, hay que encontrar maneras reconocer la diferencia de Cataluña, usando palabras (como la palabra «nación») y símbolos que no son tan lejanos de los que de hecho usamos («nacionalidad»). Aún más importante, es crucial recomponer el vínculo emocional: Cataluña debe saber que no sólo es parte de España, sino que es querida por España, que su singularidad es aceptada y querida, que su lengua, el catalán, es un patrimonio de España tan importante como el castellano. Gestos simbólicos aquí (¿por qué no un año de lengua autonómica en las escuelas?) pueden hacer mucho. En lo competencial, se trata de blindar las competencias relacionadas con la lengua, particularmente cultura y educación y con la sanidad. En la práctica el modelo lingüístico que existe, de inmersión en catalán, funciona bien, y el hecho innegable (a pesar de la histeria) es que sí logra que los niños hablen bien ambas lenguas. Y Cataluña, con la excelente política universitaria liderada en su momento por Andreu Mas-Colell (a años luz de lo hecho en el resto de España) ha mostrado lo útil que puede ser para el resto de España el introducir competencias entre las regiones en nuestro anquilosado sistema educativo. Finalmente, en lo financiero, no se trata de cambiar a corto plazo el monto de transferencias como de utilizar el momento para hacer una simplificación radical en el incomprensible e injusto sistema de financiación, comenzando por ceder la totalidad del IRPF a las autonomías -se trata, como sugirió hace tiempo el ministro Margallo «no tanto de transferir agua como dejar que las autonomías exploten sus propios pozos», junto con un sistema competencial que incremente la transparencia financiera y la rendición de cuentas a los ciudadanos.

El PSOE y el PP deben conjuntamente pactar tal acuerdo con CiU incluyendo la necesaria reforma constitucional (para la que ahora tienen los 2/3 necesarios, lo que no sucederá quizás tras 2015), recuperando el consenso constitucional y separando definitivamente al president de sus extraños aliados. Luego el Estatut debe ser reformado, y los ciudadanos deben votarlo. No nos olvidemos, el clamor «queremos votar» ha ganado psicológicamente la partida en Cataluña, y es necesario dar una oportunidad a los votantes de que se expresen. Un nuevo Estatut lo sería. Luego todos los españoles deben votar en elecciones generales la reforma constitucional.

Al Sr. Rajoy, siempre tan averso a los riesgos y los grandes pasos, le parecerá con seguridad este camino arriesgado, y lo es. Pero es un camino que elimina riesgos mucho mayores. España tiene amplísima experiencia histórica de cambios radicales inesperados y dramáticos como para que no sea imposible imaginarlos ahora. El Sr. Rajoy, junto con el Sr. Sánchez, tiene una oportunidad única de pasar a la historia, dando un necesario impulso de democratización y de recuperación de la confianza de los ciudadanos. Octubre 2014.

Luis Garicano es Catedrático de Economía y estrategia en la London School of Economics y autor de El dilema de España (Península, 2014)

Inenarrable la sublime estupidez y/o malignidad del sujeto. ¡Viva la inmersión lingüística! ¿Qué pensar después de todo lo que ha pasado? Seguramente él pensará que como no se le ha hecho caso... Albert Rivera debería hablar sobre estos temas con su estrecho colega de economía. Porque aquí hay una asintonía mayuscula. Cuidado porque si llega a ministro de educación, nos mete a todos a estudiar catalán. Así seriamos todos bilingües. 
Un pájaro tan elitista, con estas ideas, va a gobernar la economía española. C’s es la gran esperanza ante la debacle del PP. Yo no dudo de las capacidades económicas de Garicano, profesor en la London School of Economics. Lo que dudo es si esta especie de elitismo “transversal” no será peor que lo que tenemos ahora.
En la misma onda que este post, lean este artículo de Edurne Uriarte.

viernes, 30 de marzo de 2018

Rentas nacionales y rentas interiores. Inversión exterior, fuente tecnológica

Se suele analizar una economía en torno al concepto de PIB, producto interior bruto. “Interior” quiere decir producido dentro de las fronteras del país, sea por agente nacionales o extranjeros
Hay otro concepto de Producto que es el PNB, producto nacional bruto, que es lo producido por factores nacionales, es decir, de nacionalidad del país, dentro o fuera de las fronteras.
Un ejemplo de PNB es los beneficios ganados y repatriados por un país de sus inversiones en el exterior. Por ejemplo, los beneficios obtenidos por Telefónica o Banco Santander, o INDITEX, de sus inversiones en el Mundo. 
Naturalmente, a estas rentas ganadas por factores nacionales por su empleo extra fronterizo, hay que restar las que ganan los factores foráneos por participar en nuestra economía. Por ejemplo, beneficios ganados y expatriados a su sede por Amazon o Apple. 
No hay ningún misterio en ello, y por eso es fácil ver que las diferencias entre PIB y PNB se reducen a: 
PNB = PIB +- rentas netas de factores nacionales en el exterior. 
Lo que es interesante es ver la diferencia de comportamiento de los países entre éstos dos conceptos. Hay países que exportan mucho capital, y reciben por tanto muchas rentas anuales, lo que hace que su PNB suele ser superior a su PIB. Relacionemos PNB/PIB y veamos lo que hacen los paises, tan diferentes, en el gráfico siguiente. 



La línea roja es el PNB/PIB de España, y como se ve, apenas hay diferencia entre ambos, estando cerca, aunque por debajo, del 100%. Esto quiere decir que España tiene más inversiones extranjeras que ganan más rentas que las inversiones españolas fuera, aunque con poca diferencia. 
La línea verde de trazos es Suiza, un país que recibe muchas más rentas de fuera, por lo que su PNB supera su PIB destacadamente. 
Finalmente, tenemos el extraño caso de Irlanda, que yo llamo el “portaviones de capital extranjero”, porque su PNB/PIB indica que se filtra un montón de rentas de capital exterior - casi el 20% del PIB- para pagar la enorme cantidad de inversiones exteriores de que disfruta. 
En realidad éste ha sido el secreto de Irlanda: una muy baja presión fiscal a las empresas extranjeras para que se instalen ahí, con libertad total de sacar y desinvertir como les viene en gana, es decir, con “alfombra roja” para dichas empresas. Así, Irlanda se ha hecho usuaria de capital y tecnología de las principales multinacionales, pero los beneficios parece que no se quedan para ser reinvertidos. No totalmente, desde luego. 
Irlanda es un caso aparte en la UE, aunque a Francia no se la ve muy contenta con las ventajas que le dejan disfrutar, y que ha amenazado periódicamente con quitarles la libertad fiscal con la que actúa. 
Muchos país de la UE podrían beneficiarse de esa política si en vez de criticar a Irlanda la imitaran, pero la mayoría prefiere una presión fiscal alcista. 
 A España particularmente, le vendría bien un impulso de inversiones exteriores, que siempre conllevan nueva tecnología, algo de lo que carecemos netamente. España es un país que castiga al capital interior y al foráneo, y así nos va. 

jueves, 29 de marzo de 2018

La teoría de la inmaculada traslación

La teoría de la inmaculada traslación es la hipótesis libertaria de que todo dinero creado de la nada por el Banco Central va directamente a inflación, sea cual sea la condición económica. Es la teoría de los histéricos “rallistas” & al. que decían que al empezar la depresión la FED estaba aumentando demasiado la liquidez, y que eso iba a llevar a EEUU a tener una inflación tipo país africano. 
Fue un error que no han reconocido, ni aun hoy, cuando la economía está cerca de su máximo potencial y, sin embargo, la FED no consigue alcanzar el objetivo de inflación de 2%. Se queda muy por debajo. 
Un aumento de la cantidad de dinero en circulación, primero mueve hacia arriba la demanda de gasto, luego hacia arriba también los salarios y los precios, en la medida en que las expectativas se adaptan a lo nuevo y intentan adivinar cuánto va a durar. 
Es decir, hay una transición entre el aumento del dinero y el de los precios que pasa por un montón de transacciones. Al hacerlo así, lo normal es que la tasa de paro baje. Ergo, algo hay de verdad en la teoría de la Curva de Phillips, de que hay una relación directa entre la inflación y la actividad, o, más precisamente, una relación inversa entre inflación y tasa de paro. 
Los microfundacionistas, o ultra liberales, niegan esto. 
No es una relación muy precisa porque depende de otras circunstancias económicas, pero Krugman  (en un artículo que es un bomboncito), lo explica muy bien. Y curiosamente lo explica con España, en el siguiente gráfico:



La línea azul es la inflación anual (eje izquierdo), y la roja es la tasa de paro (eje derecho). Como dice Krugman, 

Considere, por ejemplo, el caso de España. La inflación en España definitivamente no está motivada por factores monetarios, ya que España ni siquiera tiene su propio dinero desde que se unió al euro. No obstante, se han producido grandes movimientos tanto en la inflación española como en el desempleo español: Ese período de bajo desempleo, según los estándares españoles, fue el resultado de enormes entradas de capital, lo que alimentó una burbuja inmobiliaria. Luego vino la parada repentina después de la crisis griega, que provocó un aumento vertiginoso del desempleo. Mientras tanto, la era previa a la crisis estuvo marcada por una inflación relativamente alta, muy por encima del promedio de la zona del euro; la era posterior a la crisis por una inflación casi nula, por debajo del resto de la zona del euro, que permite a España alcanzar (a un costo inmenso) una "devaluación interna" que ha impulsado una recuperación impulsada por las exportaciones. Entonces, ¿realmente desea afirmar que los cambios en la inflación no tuvieron nada que ver con los cambios en el desempleo? ¿En serio en serio? Pero si usted admite que el desempleo tuvo mucho que ver con la inflación y la desinflación españolas, ya ha concedido la lógica básica de la curva de Phillips. Puede decir, con una justificación considerable, que los datos de EE. UU. Son demasiado ruidosos como para confiar en estimaciones particulares de esa curva. Pero negar que tiene sentido hablar de que el desempleo se relaciona con la inflación es una tontería. Y para volver a mi punto más amplio: la economía se trata de lo que las personas hacen, y las historias sobre macroconceptos siempre deben incluir una explicación de los micromotivos que hacen que las personas cambien lo que hacen. Esto no es lo mismo que decir que debemos tener "microfundamentos" en el sentido de que todos están maximizando; a menudo las personas no lo hacen, y una gran cantidad de economía sensata implica simplemente aceptar algunos límites para la maximización. Pero los incentivos y motivos siguen siendo clave. Y resulta irónico que los macroeconomistas que están profundamente comprometidos con el proyecto de microfundaciones -o, como diría Trump, el "proyecto de microfundamentos fracasado" - también parezcan ser especialmente propensos, quizás debido a su adicción a las matemáticas, a olvidar esta regla esencial.

Sí. En los años pre crisis, España tenía una inflación del 4% y un paro del 8%. Después, por una política enormemente rígida en lo monetario llamada de “devaluación interna” (de jódete y baila con la más fea, si es que queda alguna libre), llegamos a un paro del 26% con una inflación del cero. No se podía hacer otra cosa, decían en Europa (Trichet). Afortunadamente en 2012 llegó Draghi, pero su mandato acaba en 2019. Se prevé que el paro no bajará hasta el 8% hasta 2022-23. Suerte a la generación perdida. 
Yo creo que hay países que necesitan más inflación que otros. Krugman incluso desearía un inflación mayor del 2% para EEUU. Yo creo que no hay, no puede haber, mucha precisión en las cifras. Es obvio que España tenia reducir el déficit exterior, pero había medios más fáciles, que el euro impidió. Con una devaluación, el ajuste interno no hubiera sido tan doloroso. Incluso sin devaluación, conque Draghi hubiera llegado en 2008... en todo caso, lo que suena a falso se hojalata es la inmaculada traslación.
Ahora España ha acumulado una deuda pública del 137% del PIB, lo que de paso confirma que el crecimiento español no es milagroso: el aumento del gasto público, a tipo de interés bajísimo, ha tirado de la demanda privada. Puro Keynes. Pero ahí está la amenaza, un súbito patrón de la mesura monetaria de Draghi y tener que devolver eso con intereses mucho más altos... 

martes, 27 de marzo de 2018

La transición no fue posible. ¿Por qué?

La Transición fue el penúltimo intento de borrar las distancias siderales que separaban a los españoles desde antes de la Guerra Civil. Esas diferencias nacían desde distintos enfoques y conceptos de España, arrejuntados, muchas veces artificialmente, por intereses políticos heterogéneos. 
Dejemos de lado los aciertos y errores de la Transición, porque creo que lo que expongo aquí es una razón más de fondo, más determinante,  para los tropiezos que ha encontrado ésta. Se trata de saber si hay la mínima base para constituir una Nación. No una nueva nación, sino la aceptación de ésta que tenemos, con TODA su historia.
Si nos remontamos al nacimiento de los partidos que hasta ahora han perdurado (me refiero a la época de la Restauración), la primera perplejidad que salta a la vista es la unión política de los separatistas con los republicanos. Los separatistas tenían como enemigo a España, mientras que los republicanos se suponían que eran españoles. Dentro de este republicanismo, el principal grupo fue un PSOE muy radicalizado a la izquierda, hasta el punto de que  posteriormente los gobiernos de la Guerra Civil de Largo Caballero y luego Negrín se sometieron, más o menos a regañadientes, al dictado de la Komitern. Pero no menos sometidos estuvieron, y no menos a regañadientes, a las locuras de los separatistas. 
Si la República hubiera sido menos separatista y más integradora de otras fuerzas, las cosas hubieran sido distintas. Pero sólo supo agrandar las distancias con esos grupos y estrechar alianzas con los separatistas vascos y catalanes. 
Pero ya antes de la guerra, cuando en España funcionaba un régimen no muy distinto de los que  regían en Europa entonces - La Restauración, una democracia limitada, con sus defectos, como el turnismo, alimentado por el caciquismo, pero con sus libertades liberales similares a otras partes de Europa , como la libertad de imprenta - el socialismo naciente ya se unió al separatismo catalán y al anarquismo para derribar ese régimen. Ese acoso efectivamente acabó con él, y la dictadura de Primo de Rivera tuvo que venir a poner coto a la violencia e inseguridad con alivio de gran parte de la población. 
Empezaban a brotar los distintos -y enemigamente opuestos  - conceptos de España entre los distintos partidos políticos. Estos conceptos tan radicalmente opuestos han sobrevivido hasta hoy y creo que son la causa de la deriva de la Transición. 
Separatismos, republicanismo radical, socialismo cuasi comunista (perseguía un régimen sovietico; ahora no se sabe exactamente su rumbo)... por una parte, cada uno con una idea de España diferente entre ellos y diferente al del otro bando, sin faltar llamadas al odio contra lo español, como se puede ver en esta citase un libro de historia reciente:

En rigor, los separatistas no engañaban a nadie. Uno de sus propulsores intelectuales, Joan Salvat-Papasseit, abogaba por el cultivo del odio —antes inexistente—como una necesidad absoluta: «No suspiréis por nuestra libertad sin pasar por el odio. ¡Mientras no les odiemos nunca podremos vencerlos! Es necesario, pues, propulsar el odio contra España o dejar de existir». Ventura Gassol, otro intelectual y político, consejero de cultura, concretaba: «Nuestro odio contra la vil España es gigantesco, loco, grande y sublime. Hasta odiamos el nombre, el grito y la memoria, sus tradiciones y su sucia historia».

 Ése otro bando, que podemos llamar nacional, por su parte, tenía una idea de España basada en la aceptación de su historia, a diferencia de los otros, que en mayor o menor grado, rechazaban con marcado odio dicha historia - sin tener en cuenta que no era muy diferente de la de los demás países europeos. Países que los republicanos enfrentaban como ejemplo de lo que no era su España, País lleno de lagunas negras y hechos macabros que habría que borrar para empezar de nuevo. 
Esta idea de empezar desde cero, auténticamente pueril e imposible, está muy arraigada en los partidos de izquierdas aún hoy. Como si Francia, por ejemplo, no tuviera episodios de los que avergonzarse, como la matanza de San Bartolomé o la de la de 1870. Lo que pasa es que en Francia hay una unidad suficiente como para no usar esos hechos como arma arrojadiza, mientras que aquí en España si faltan, se inventan, gracias a la leyenda negra. La leyenda negra aparece fresca en la base del concepto de España de esta parte que llamamos republicana. 
En todo caso, está muy arraigado el deseo de empezar desde cero, incluso entre la gente común, que no se plantea lo que acarrearía. 
Como dije al principio, la Transición fue un intento de que cada parte renunciara a sus más arriscadas diferencias y aceptara un acervo común que permitiera una convivencia sin sobresaltos ni convulsiones. Parece ser que no pudo ser. 
Por una parte, los separatistas no van a cambiar de sentimiento antiespañol tan acendrado. Siempre van a ser semilleros de rencores dislocantes de la imprescindible unidad -pese a la derrota reciente del separatismo catalán. Por otra, es difícil vislumbrar el rumbo del socialismo, pese a haber sido partido de gobierno más que ningún otro. Luego están los nuevos partidos, llamados populistas, más aún anti españoles si cabe, pero que poco tienen que ver con los populistas europeos - salvo los de Grecia, lo que no es motivo de orgullo. 
El único cemento que puede permitir una estabilidad institucional es una mínima unidad el la idea común de España. No hay otra cosa. Lo que expresa para cada uno esa palabra puede tener matices distintos, pero debe ser una idea para todos que ponga límite a agudas divergencias que llevamos sufriendo desde la Restauración (1875-1923), con los tristes efectos conocidos. En vez de evolución, revolución, convulsión, llamada al odio, guerra.
Hoy la Transición está muy cuestionada por la mayoría de los partidos de la oposición: socialistas, populistas-marxistas, separatistas (que la verdad es que no han cambiado más que en las tácticas de disimulo, según convinieran), lo que hace que estén en peligro sus símbolos e instituciones, empezando por la Constitución. Ninguno de éstos partidos calla que les gustaría cambiarla de arriba abajo. ¿No es lamentable el apoyo de UGT y CCOO a las movilizaciones catalanes por la independencia? Difícil lo tienen los partidarios de la estabilidad reformista, base única sobre la que se puede desarrollar en Libertad los afanes de cada uno bajo el amparo de la Ley. Es lo máximo que se puede pedir a una Ley de leyes. 
Si consideramos que la Transición no ha sido rebatida en bloque ni por la Iglesia, ni por el Partido Popular, ni ahora por Ciudadanos, no hay más más remedio que concluir que son las izquierdas-separatistas las fuerzas siempre amenazadoras de conflictos interminables. 140 años las contemplan. 
¿Es posible operar así con normalidad, sin sobresaltos, cuestionando cada dos por tres los valores asentados en la Constitución? Creo que si no se dan cuenta de la aberración que supone el afán de convulsionar la Constitución tras 40 años de vida, no es posible. O aceptamos todos que esto es una nación, o nos espera un futuro discutible.

Artículo publicado en el blog www.miguelnavascues.com

domingo, 25 de marzo de 2018

La nueva tecnología ¿rendimientos marginales decrecientes?

Hasta ahora no se ha manifestado la ola de productividad que las novisimas tecnologías tenían que haber mostrado. Ni rastro. Esto preocupa, y a suscitado diversas explicaciones, la más sonada la de Robert Gordon  que éstas tecnologías no son tan impulsivas de la productividad como lo fueron el ferrocarril, el teléfono, la electricidad... bueno, puedo que sea cierto, pero ¿ni un ápice de aumento de productividad van a dejar?
Otra explicación de, Martin Feldstein  es que las estadísticas no son capaces de apresar la verdadera productividad, sobre todo en ramas de actividad muy “sutiles”, servicios especialmente.
 Jeffrey Frankel tiene un artículo persuasivo, que viene a decir que las tecnologías serán productivas, pero que nuestra adaptación a ellas no es tan rápida, aparte de que conllevan costes colaterales, como el uso indebido. 
Leamos las propias palabras de Frankel:

Pero es posible que las TIC y otras nuevas tecnologías no solo estén haciendo menos para impulsar la productividad que las innovaciones pasadas; en realidad, pueden tener algunos efectos secundarios negativos que socavan la productividad y el crecimiento del PIB. Uno no necesita ser un Luddite moderno para reconocer los posibles riesgos de productividad de la innovación tecnológica. El primero puede parecer obvio: la disrupción tecnológica es, bueno, disruptiva. Exige que las personas aprendan nuevas habilidades, se adapten a los nuevos sistemas y cambien su comportamiento. Si bien una nueva iteración de software o hardware puede ofrecer más capacidad, eficiencia o rendimiento, esas ventajas se ven compensadas al menos en parte por el tiempo que los usuarios deben dedicar a aprender a usarlo. Y los fallos técnicos a menudo obstaculizan la transición. La naturaleza cambiante de las tecnologías digitales actuales también plantea desafíos de seguridad. El spam, los virus, los ataques cibernéticos y otros tipos de violaciones a la seguridad pueden generar costos importantes para las empresas y los hogares. Luego está el impacto que la conectividad tiene en nuestra vida cotidiana, incluida nuestra capacidad para trabajar y aprender. Los correos electrónicos que no son de trabajo, las redes sociales, los videos de Internet y los videojuegos pueden distraer fácilmente a los empleados, compensando al menos parte del potencial de aumento de la productividad de esa misma conectividad. Tales desventajas pueden ser aún más pronunciadas cuando los trabajadores trabajan a distancia. Del mismo modo, el teléfono inteligente ha moldeado las mentes de los jóvenes, que apenas recuerdan cómo era antes de que las actividades adictivas, desde los videojuegos hasta las redes sociales, estuvieran constantemente al alcance de la mano. Según un estudio reciente, las actividades recreativas computacionales explican en parte una disminución en la oferta laboral entre los hombres de 21 a 30 años. Además, la investigación muestra que las laptops en el aula disminuyen el aprendizaje de los estudiantes, incluso cuando se toman notas, en lugar de navegar en la web. Además, los teléfonos inteligentes socavan la seguridad física en algunos contextos. En los Estados Unidos, la Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico de Carreteras informa que 3,477 personas murieron y 391,000 resultaron heridas en choques de vehículos con conductores distraídos en 2015, siendo los mensajes de texto el mayor culpable, especialmente entre los jóvenes. Las monedas digitales como Bitcoin también han fallado hasta el momento a la altura de la exageración que los rodea. Lejos de ser más eficiente como medio de pago o como reserva de valor que el dinero convencional, las criptomonedas parecen alentar el desvío de recursos de usos productivos. También dañan el medioambiente, debido al proceso de "minería" que consume mucha energía, mientras que el anonimato total que ofrecen socava la aplicación de la ley. Más allá de los efectos negativos directos e indirectos de las nuevas tecnologías sobre la productividad, existe el riesgo de que estén minando la calidad de vida de las personas. Pocas personas tienen sentimientos positivos sobre, digamos, las llamadas telefónicas automáticas que han afectado a muchas de nuestras vidas. Luego está el siempre presente problema de las "fake news". The advent of digital “new media” was once heralded as a democratizing trend that would give ordinary people a measure of control over the “air waves,” at the expense of big companies or established institutions. But it has lately become apparent that “democratizing” information may not actually be good for democracy. For example, fake news has been found to spread faster on Twitter than true news. This has not only made citizens less informed in many cases; it has also enabled public figures – most notably, US President Donald Trump – to dismiss the truth as “fake.”

Una buena lista de cosas que, conjuntamente, pueden mermar la productividad implícita. A la que yo añadiría que los grandes oferentes de estos lujosos bienes no son tan honrados, como el caso Facebook demuestra. Es más, son verdaderos expertos en complicar artificialmente el manejo de sus productos para que tengas un coste adicional constante de adaptación, bajo la etiqueta “fake” de que lo están modernizando. Lo que buscan es hacerlo obsoleto lo más rápidamente posible, lo que supone un coste extra de mantenimiento no desdeñable. 

viernes, 23 de marzo de 2018

Venezuela, un nudo intrincado de paradojas

En el colmo de la paradoja, o del oximoron, Venezuela tiene una inflación tan alta que los billetes se han convertido ¡en uno de los bienes más cotizados!
Lean la excelente crónica de Alícia Hernandez, que te deja los ojos como platos al describir ese caos formado por Nicolás Maduro, genio maligno de las finanzas,  que hace un enigma de que esté todavía usurpando su puesto. 
En Venezuela hay una inflación incalculable, que nadie sabe a ciencia cierta cuál es. Se estima en un 10.000% al año, 87% al mes... cualquiera sabe. Esa inflación está sobre todo en la mente de los venezolanos, porque hay escasez de cualquier bien de primera necesidad. Las estanterías están vacías, y además te ponen pegas para cobrar si no es en efectivo. 
¿Por qué, si lo primero que dicen los libros de estos casos es que el ciudadano rechaza el billete oficial y lo remplaza por cualquier otra cosa que se acerque más a las funciones del dinero, es decir, medio de cambio, unidad contable, depósito de valor? Puede que haya tal escasez de bienes que ninguno es suficiente para sustituir el dinero. 
Parece ser que el Banco Central es tan ineficaz que los billetes, cada vez más necesarios dada la subida constante de los precios, fabrica billetes a medio gas, y tiene dificultades de pago de los materiales básicos para hacerlo. Total, los billetes son escasos... en relación a su demanda. 
La inflación va por delante de la fabricación de billetes, al menos de los de alta denominación. ¡Eso los hace codiciables! En cambio, los billetes de baja denominación no los quiere nadie. 
A eso se añade que Maduro ha decidido redondear los billetes quitándoles ceros. A un billete de 80.000 bolívares, equivalente a una docena de huevos, le va a quitar tres ceros, y así se quedará en 80 bolívares. Naturalmente, no sirve para nada, pero además es que es tan mediocre que lo hace mal, y retira primero los billetes viejos antes de que estén disponibles los nuevos. 
Según la corresponsal, hay sitios donde encuentras oferta si tienes billetes grandes. Mercadillos en rincones lejanos, en los que tienen harina, cereales, y desean cambiarla... por billetes. Olvídate si vas con una tarjeta de crédito. ¿Qué hacen con esos billetes, que al día siguiente van a valer nominalmente menos? Misterio. Comprar algo duradero, supongo. Pero la vesania de Maduro ha conseguido que haya hiperinflación y que a la vez los billetes sean escasos y deseados. 
Es verdad que esos billetes valdrían menos si la oferta del Banco Central aumentara al mismo ritmo que la inflación, pero son incapaces. Entonces, por qué no baja la inflación, ¿no es la liquidez y su ritmo de aumento la causa de la inflación? Ajá. 
La hiperinflación no está solo en el aumento de los billetes, sino en la escasez de la oferta de bienes. Si por unos huevos te cobran miles de bolívares, pero los billetes que posees no llegan... te quedas sin huevos. Repito: yo esperaría que si se repite mucho, los huevos bajaran de precio, pero no es así. Lo único que sé es que no hay oferta... ni de ciertos billetes. 
En suma, parece que los billetes se han dividido en dos categorías, y unos de alta denominación son todavía considerados como dinero. No es la primera vez que se produce esta distinción. Creo que en Zimbabue, o Uganda pasó lo mismo. La gente buscaba billetes viejos, de oferta fija, a cambio de los nuevos. Todo consiste en el diferente ritmo a que se devalúan las cosas, incluido ciertos billetes...

España incumple con desmesura el déficit y la deuda del Estado

España ha declarado oficialmente un déficit público en 2017 del 3,1% del PIB. Esto tiene unas consecuencias en cadena en la UE, que nos relata persuasivamente Juan Carlos Bermejo en VozPopuli. 
Sigue sorprendiendo que de una deuda emitida total del 137% del PIB, se pueda llegar a una deuda oficial que se quede en en 98%, gracias a un recorte tal que, bajo las condiciones mismas de la UE, es perfectamente homologado. Está divergencia creciente está ahí des hace años, sobre todo desde que llegó el PP al gobierno en noviembre de 2011. 
Por lo que cuenta Bermejo, parece ser que a España, o mejor dicho al gobierno, le interesa ser el único país que queda bajo la calificación deshonrosa de Protocolo de Déficit Excesivo (PDE), porque - no sé el motivo exacto -, eso le hace más fácil ocultar deuda que si cumpliera el déficit. En otras palabras, el gobierno prefiere declarar un 3,1% que el exigido 3%, porque así puede hacer la magia potagia de recortar la deuda del 137% al 98% del PIB. Un recorte de casi el 40% del PIB, ¿no está mal, eh? 
No, no está nada mal. Según explica Bermejo, el truco consiste en que bajo la calificación de “suspenso” del PDE, hay un montón de partidas que se permiten ocultar, como por ejemplo el crédito comercial de proveedores. Pero hay otras partidas claro, para llegar a un camuflaje del 40% de PIB. Veamos el cuadro del Banco de España que recoge la deuda total y su “corte de pelo con la rapadora” hasta llegar a esas cifras. El corte de pelo viene en las columnas 6 a 10. Nunca se han explicado bien, pero como dice Bermejo, una parte son créditos comerciales y retraso en los pagos a proveedores, y otra parte es deuda consolidada entre administraciones, por ejemplo de la CCAA  de Cataluña al Estado central, lo que es una ficción porque nunca se va a devolver. 


Como vemos en la fila III de 2017 (último dato publicado), la deuda total eso del 138,8% del PIB, mientras que la oficial PDE (columna 11) es del 98,7%. Todo un “paquete” metido debajo de la alfombra del 40% del PIB. 
Les recomiendo la lectura de Juan Carlos en su divertido artículo que se imagina la visita del nuevo ministro de economía a su colega de la Comisión, que le advierte de las consecuencias de que España sea el último país en abandonar la calificación PDE por voluntad propia. Se entiende ahora que este gobierno se aferre al poder con tanto ahínco, porque la basura que le va a caer encima....

jueves, 22 de marzo de 2018

El debate sin fin de las pensiones en España

Hemos visto una enorme crispación en la calle de los pensionistas españoles, que creen que se les  está robando sus derechos. ¿Cuáles son esos derechos, como los conocen? 
No los conocen, pues hablan desde la pura ideologización fomentada por determinados grupos y partidos. Su único argumento es que las pensiones “son muy bajas” y que “no se puede vivir con 600 euros mensuales”. Esto, que seguramente es verdad, no sirve de argumento en el caso de las pensiones, pues ya se avisó hace más de treinta años que las pensiones del presente se iban a reducir ineludiblemente. En 2011 y 2013 se hicieron reformas que mejoraron la sostenibilidad, pero se han manifestado insuficientes para mantenerla en el tiempo. 
Otro argumento muy oído es que “los políticos se lo llevan crudo”, y que si se hiciera una redistribución del presupuesto a la inversa, el problema se solucionaría. Falso. Lo que se llevan los políticos en pensiones arbitrarias y a todas luces injustas no representan más que una ínfima parte del presupuesto del Estado, frente al Peso del 30% de las pensiones en dicho presupuesto, y el 50% del déficit.
Por cierto, que es falso que las pensiones se hayan congelado, como se ve en la imagen (fuente: Libertad Digital), según la cual solos los mayores de 65 han aumentado su renta 
 



Como dice Lagares, 
 
En ese contexto y con tan discutibles argumentos es donde se han planteado lasmanifestaciones del pasado sábado, plenamente justificadas en quienes perciben pensiones muy reducidas, pero no para otros si se considera que los pensionistas han obtenido durante estos años aumentos mayores que los alcanzados por los trabajadores en activo y superiores al aumento del IPC. Una revalorización de todas las pensiones actuales haría bastante mayor el déficit de la Seguridad Social, obligándonos a saltar los estrechos límites impuestos por la UE. Hay que mejorar las pensiones más reducidas, pero evitando generalizar medidas de costes imposibles.
 
Lo que debemos comprender es que las pensiones no son un caso de injusticia distributiva, por mucho que se busque un “culpable” - llámese ricos, empresarios, o políticos - a los que expoliando de sus bienes se solucionaría el problema. Problema que deriva de una insuficiencia crónica de recursos frente al crecimiento del gasto de pensiones. Piénsese que, como nos dice Manuel Lagares, entre 2006-017el gasto en pensiones ha aumentado en un 90%, mientras los ingresos por cotizaciones lo hacía un 12%. 
Es decir, el sistema español de cotizaciones anuales que cubren en el mismo periodo el gasto, es un fracaso que hay que cubrir con otras fuentes. Como ya mbién es falso que hay una mágica “hucha de las pensiones” que cubriría las necesidades en caso de que vengan mal dadas. Es una ironía que algunos protesten por su baja pensión y a la vez por la caída, en estos últimos años, de la famosa hucha, porque eso ha permitido pagarlas. La hucha, que se promocionó electoralmente en su momento como con efectos taumaturgicos indelebles , creció mucho durante los años de la burbuja, pero nunca ha sido más que un señuelo electoral que nunca daría para cubrir el gasto y menos, por supuesto, aumentaría cuando la economía fuera de capa caída. 
Por lo tanto, las pensiones son un derecho de todo el que cumple las condiciones, pero lo que no es un derecho es la cuantía a la que ascienden. Se suele pensar que deberían estar en relación a los últimos salarios percibidos en activo, pero eso no tiene más lógica que la magia y la demagogia. Ni siquiera partiendo del salario percibido durante la vida laboral sería suficiente cobertura.
Pese a estas cifras, la pensión de cada uno está garantizada, y el estado hará lo que haga falta para pagarla. O bien reducirá su cuantía, y/o mermará otra parte del presupuesto de otras partidas, o arbitrará un nuevo sistema, para el cual hay multitud de propuestas, aunque solo valen las que equilibren el sistema intertemporalmente, no a corto plazo.
En definitiva, hay que empezar ya a hacer lo que han hecho otros países para solucionar el problema (equilibrar los ingresos y gastos intertemporalmente), lo que demuestra que somos afortunados: todavía tiene solución. 
Hay dos problemas básicos a considerar: la insuficiencia de las cotizaciones y las proyecciones demográficas a la baja, que prevén que en algunos años habrá un pensionista por cada trabajador en activo. Entonces, teóricamente, el sostenimiento de las pensiones será imposible, o bien serán de una cuantía  miserable. De hecho, la llamada “tasa de reposición”, que es la pensión media dividida por el último salario medio, es en España de los más altos de Europa, con un 82%, según datos de la OCDE, mientras que la media de la OCDE apenas se sitúa en el 63%, siendo aún más dramático lo de países de nuestro entorno como Alemania o Reino Unido, con tasas del 37 y el 30%, respectivamente. Eso quiere decir que un trabajador que se jubile con un sueldo de 1.000 euros percibe de media en España 820 euros de pensión.
 
Para llegar a identificar los problemas que nos acechan con las pensiones, debemos primero descomponer cuáles son sus componentes, para lo cual hacemos la siguiente descomposición.
Esta descomposición es el resultado de las siguientes identidades: 
Pensiones/PIB = Pensionistas/trabajadores * Pensión media/salario medio/PIB
Una descomposicion adicional, que complica algo la intuición, nos permite sin embargo introducir una variable demográfica esencial, como la pobación en edad de trabajar:  
                          
GP/PIB = NP/L * PM/PIB/L = NP/POB * POB/L * PM/W * W*L/PIB
 
Donde GP es el gasto total en pensiones,
NP es el número de pensionistas. 
L es el número de trabajadores,
PM es la pensión media, 
POB es la población en edad de trabajar, 
W es el salario medio - por lo que W*L es el gasto salarial total.
PIB es el PIB o producto interior bruto.
Esta fórmula, que a primera vista parece intrincada, es necesaria porque nos aclara que el gasto en pensiones en relación al PIB depende directamente del número de pensionistas en relación a la población en edad de trabajar; de ésta población en edad de trabajar en relación a los trabajadores; de la pensión media en relación al salario medio; de la masa salarial en relación al PIB. Cuánto mayor sea uno de estos componentes, mayor será el peso de las pensiones sobre el PIB. 
Como podemos detectar, ese aumento puede venir de una disminución de la población en edad de trabajar (POB), una reducción de la población trabajadora (L), un aumento de la pensión media (PM), una reducción del salario medio (W), o un aumento de la masa salarial sobre el PIB. Por cierto, debemos tener en cuenta que durante la crisis, hemos perdido un 33% del PIB potencial, lo que es un verdadero desastre. 
En otras palabras, tenemos factores demográficos y factores económicos que influyen en la carga de las pensiones. 
En España influyen todos en el mismo sentido: agudizan el problema. Hasta ahora se ha hecho todo mal, pese a las sucesivas reformas que se han hecho con la intención de corregir definitivamente el problema. Pero no se ha hecho.Todos los factores que hemos identificado como deterioro del problema han tenido su papel. 
Primero, estamos en una situación demográfica crítica. Año a año va aumentando el número de pensionistas (NP) sobre la población en edad de trabajar (POB), como se puede ver en la evolucion de la pirámide poblacional:
 
 
Para compensar la tasa de sustitución, o pensionistas/trabajadores, sería necesario aumentar la productividad por trabajador (PIB/L) al ritmo que aumenta el PN/POB. Pero la productividad en España lleva una tendencia muy baja, y desde hace décadas no supera la tendencia a la baja de la población en edad de trabajar. 
Segundo, por la parte económica, tampoco encontramos ningún consuelo. Como se ve en el gráfico, las pensiones han sobrepasado en crecimiento al salario medio y al IPC en los últimos años (por lo que, dicho sea de paso, no se entiende la consigna de las manifestaciones de ligar la pensión media al IPC). Ya hemos visto antes que mientras las pensiones totales aumentaban un 90%, los ingresos por cotizaciones lo hacían un12% entre 2006 y 2017. 
(fuente: Banco de España).
 
 
Ergo, debemos programar urgentemente una contención del gasto y un aumento de los ingresos a largo plazo. Y, de paso, constátese que aumentar las pensiones actuales por presiones políticas agravaría el problema; como lo ha agravado los aumentos de la pensión media que se han efectuado que se ven en el gráfico
¿Como abordarlo? Lo sensato, creo, sería mirar a los países que ya han encauzado el problema, e incluso que se formara una comisión mixta con expertos de esos países que han participado en las reforma, y que dicha comisión lo analice sin interferencias políticas. 
Desde el punto de vista de la fuente de ingreso, hay variaciones. Todas pasan por cambiar dicha fuente hacia un impuesto más potente, aparte, claro, de combinarlo inexorablemente con un mayor ahorro - una mayor aportación - de los futuros pensionistas. Sobre esto, oigamos lo que dice Manuel Lagares:
 
La sustitución en esos países se ha hecho recurriendo al IVA, lo que ha impulsado fuertemente el empleo y la producción. En efecto, el IVA no grava las exportaciones, cosa que sí hacen las cotizaciones sociales, y sí grava las importaciones, lo que no hacen esas cotizaciones. Además el IVA recae sobre la totalidad del precio y, por tanto, no favorece el uso de máquinas que sustituyan personas, como sí hacen las cotizaciones. Por eso en Europa se está sustituyendo cada vez más las cotizaciones por el IVA. Si se siguiera ese camino aquí, aumentaría el empleo y la producción y las pensiones gozarían de una fuente de ingresos mucho más flexible, potente y sana desde el punto de vista económico que las viejas tarifas de las cotizaciones. Pero a muchos políticos les preocupa poco la eficiencia y rechazan la idea, quizá porque no la entienden.
 
He aquí una propuesta que ha de tenerse en cuenta. Sin embargo, queda el espinoso tema de aumentar la contribución del futuro pensionista, que es ineludible. Y ha de pasar por sustituir las cotizaciones por algo más interesante para el mismo, como el esquema de Austria de la “mochila” , referida a que la contribución de la empresa y del trabajador no se volatiliza cuando pierde el trabajo, sino que se va con él lo acumulado -de ahí el nombre de mochila. No vamos a entrar en más detalles.                                                                                  
Si queremos que perviva el sistema actual de reparto, frente al de capitalización, paradójicamente hay que capitalizar una parte de la pensión, aunque sea bajo la vigilancia del gobierno. Si nos dejamos llevar, llegaremos a un punto en que sólo quedará la solución privada para poder cubrir las pensiones. 
En suma, tenemos un problema de primera magnitud en un momento en que políticamente no hay una gran entereza de las instituciones y partidos políticos. Y ninguno quiere hipotecar los 9 millones de votos de los pensionistas. 
 

lunes, 19 de marzo de 2018

Todo sobre las pensiones

En El Mundo de hoy, Manuel Lagares. La verdad, sólo la verdad, toda la verdad. Imprescindible. 

Las pensiones son un déficit gigantesco para el presupuesto. La razón principal es haber dejado de crecer durante casi diez años. En esos años hemos perdido un 33% de PIB; es decir, de fuente de renta para financiar las pensiones. 
Pese a ello, las pensiones han aumentado más que otras rentas, como las laborales. 
Los pensionistas aumentan más deprisa que lo que crecen los empleados activos. Dentro de unos años, habrá un pensionista por cada activo. 
Habría que aumentar más el PIB por empleado (productividad), aumentar más el ahorro - puesto que es un problema de futuro -, y racionalizar los impuestos para que sean una carga menos pesada sobre los factores productivos. 
Lagares propone el IVA como mal menor  para financiar el agujero de las pensiones. 
Cada vez queda menos tiempo para desactivar la bomba. 


sábado, 17 de marzo de 2018

¿A qué les suena?


Goebbels - Los once principios de la propaganda

 

Principio de simplificación y del enemigo único.
Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.

Principio del método de contagio.
Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada. 

Principio de la transposición.
Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.

Principio de la exageración y desfiguración.
Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

Principio de la vulgarización.
Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.

Principio de orquestación.
La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad". 

Principio de renovación.
Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones. 

Principio de la verosimilitud.
Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias.

Principio de la silenciación.
Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

Principio de la transfusión.
Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas. 

Principio de la unanimidad.
Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.



Feminismo de tercera ola

Cayetana Álvarez de Toledo.com es un blog que hay que visitar, en estos tiempos de confusión. Cayetana me ha abierto los ojos al malestar que sentía ante el feminismo de hoy. Ahora lo comprendo. Es un feminismo que, como se prueba leyendo el manifiesto del 8 de marzo, está infiltrado hasta los tuétanos de marxismo. 

Me extraña que Mario Vargas Llosa (que concede una entrevista a Cayetana en el blog) no se haya dado cuenta, él que es tan sensible, como verdadero liberal, a ese monstruo del siglo XX. ¿Vuelven de nuevo aquellos fantasmas asesinos? 

Pues a juzgar por los manifiestos del feminismo de hoy, la lucha de la mujer no es más que la lucha contra el hombre capitalista, o contra el capitalismo, que vendría a ser el generador del machismo. 
Desde que estuve en la universidad, y por unos meses me dejé contagiar por esa mierda - de la que fui liberado gracias a unos amigos de filosofía que me hicieron leer a Popper -, siento un irritación incontenible contra todo lo que huele a las grandiosas mentiras de la lucha de clases como motor de la historia. Ahora bien, nunca he visto una contradicción más grande mezclar la lucha de clases con la liberación de la mujer. 

¡Algo tenían que hacer ante el fracaso del comunismo en 1990, el fracaso, el derrumbe más grande de la historia! En contra del temor de los paises capitalistas a romper la coexistencia pacífica, resulta que no había nada que contentar detrás del Muro de Berlín. Sólo mierda, hambre, violencia miseria, mediocridad, infrahumanidad. 

Bueno, pues han vuelto. Han vuelto los mayores fracasados de la historia. 

Repasemos un poco la historia. El comunismo no pintó nada en la Primera Guerra Mundial. La crisis de los años treinta le hizo revivir, y el miedo que sembró dio alas al fascismo, inspirado, paradójicamente, en el comunismo en su odio al capitalismo, pero orientado a ser el enemigo mayor del comunismo. Fascismo, Comunismo. Esa polarización condicionó los años treinta y la Segunda Guerra Mundial, y la post guerra, porque la guerra laganaron los aliados anglosajones con la URSS. 
Luego vino la guerra fría y la “Coexistencia Pacífica”, un mantra que nos permitía dormir sin miedo a que nos cayera una bomba atómica mientras dormíamos... hasta que la implosión del inmenso decorado de cartón piedra que era el mundo Comunista desveló a todos la enorme NADA que era. El Papa Woityla, Margareth Thatcher y Ronald Reagan, abanderados de la nueva moda, el liberalismo económico, empujaron un poco la muralla, que se agrietó sin grandes esfuerzos. 

¡Bueno, pues volvieron! Volvieron a conquistar el poder desde otro ángulo, desde otros apoyos (Irán, Venezuela), pero la misma cantinela pero peor escrita, indigeriblemente escrita. Y, claro, había que meterse en todos los conflictos para convertirlos en una cuestión de lucha de clases. ¿Derechos de la mujer? lucha de clases. Violencia machista? Lucha de clases. Víctimas, las mujeres, verdugo, el capitalismo. Y se lo tragan. (“Exigimos la despatologización de nuestras vidas, nuestras emociones, nuestras circunstancias: la medicalización responde a intereses de grandes empresas, no a nuestra salud”.) Sin comentario...

Cayetana lo llama feminismo de tercera ola. 

Nos gusta indignarnos. Es la pasión nacional

Después de las indignidades en cadena del caso del niño Gabriel Cruz, en el que se llegó a decir que la acusada lo era por ser, atención: inmigrante, madre soltera, y negra, España sigue en su deporte favorito. Indignarse, ponerse histérica y salir a la calle a gritar desaforadamente. 
De Emilia Landaluce entresaco estos párrafos. 

“Estos días -desde el 8M al hallazgo del cuerpo del niño Gabriel- nos arrojamos estadísticas y gráficos como si fueran granadas de mano. [Porcentaje de madres parricidas, número de denuncias...] Sin embargo, la mayoría son pólvora mojada. A veces no se trata tanto del dato como de la interpretación u omisión (interesada) que se quiera hacer. Sí, los jueces están preocupados por el control que ejercen los jóvenes sobre sus novias con el móvil pero se olvidan de que según el estudio del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, las chicas controlan más los teléfonos (62,9% frente al 58,6%) y quieren saber en todo momento en dónde están sus novios (39,7% frente al 36,9%). 



En las estadísticas, como en los folletos bancarios, hay que leer la letra pequeña. O completarla con otra estadística o estudio pertinente. O, simplemente, fijarse en la redacción de las preguntas del sondeo de marras. Una encuesta del periódico a propósito de las convocatorias por el día de la Mujer trabajadora sostenía que el 81,8% de los españoles creía que existían diferencias salariales entre hombres y mujeres que desempeñan el mismo trabajo. Mientras, en El País otro sondeo reflejaba que el 82% de los ciudadanos consideraba justificada la convocatoria de la huelga el 8M. 

Si un extraterrestre hubiera llegado la semana pasada a Madrid creería que LA MUJER (denominación burocrática y genérica del tema) es la máxima preocupación de este país. No sería así en el caso de que tomara como referencia el CIS. El en último barómetro publicado solo el 0,1% creía que "los problemas relacionados con la mujer" eran, en efecto, un problema. [Otra cosa es "la violencia contra la mujer" que puntúa con un 0,7%]. La conclusión que extraería sería evidente. O somos unos egoístas por relativizar "el problema de la mujer" o no hay tal problema que es precisamente lo que reza el índice Giwps que concluye que España está entre los cinco países en los que mejor viven las mujeres. 

La semana pasada a algunos estudisticos nos faltó el dato concreto del seguimiento de la huelga. Los sindicatos dijeron que "5,9 millones de trabajadores" habían secundado los paros que habían convocado. No sé de dónde extrajeron el dato. En los medios, el seguimiento fue masivo. En otras industrias, ridículo. Hay mujeres, mujeres y LA MUJER.”

Y hay sobre todo, una sobresosis de indignación, que luego se reprodude a nivel micro en los hogares y la mesa de la cocina. Sobre toda esta indignación, provocada y alimentada nada menos que por los altos cargos de Podemos en el Ayuntamiento de Madrid, incluida la Alcaldesa Carmena, que irresponsablemente tira piedras contra la instintución que rige. De El Mundo:

“EL EQUIPO de Gobierno de Manuela Carmena había dado muestras hasta ahora de su insolvencia a la hora de afrontar los asuntos ordinarios de la capital de España. Desde el jueves por la noche sabemos también de su ineficacia -cuando no de su abierta complicidad- a la hora de encarar un episodio de crisis. Desde el primer momento ha sido desastrosa la gestión de Ahora Madrid de los disturbios desatados en el barrio de Lavapiés tras la muerte del joven senegalés Mame Mbaye. A la lentitud en la reacción institucional del Ayuntamiento, se sumó la falta de reflejos de la alcaldesa -que tardó un día en suspender un viaje intrascendente a París- y la endeblez mostrada para defender el modelo de convivencia que tradicionalmente ha caracterizado a la capital. Con todo, la reacción más lacerante llegó de boca de algunos concejales de Ahora Madrid, culpables de deslizar el bulo que desató el caos callejero. Unos, como Rommy Arce, insinuaron la culpabilidad de la Policía en la muerte del mantero. Otros, como Jorge García Castaño, culparon de este desgraciado óbito nada menos que al "sistema capitalista". El populismo siempre encuentra solemnes subterfugios con los que tapar sus fracasos concretos. 


Lavapiés, contra la policia y Carmena 


La realidad es que, tal como señala el atestado de la Policía Municipal, Mbaye no murió como consecuencia de una persecución policial sino por un paro cardíaco. De hecho, la operación contra el top manta se desarrolló con anterioridad en la Puerta del Sol, y fueron varios agentes de la Policía madrileña los que auxiliaron al finado. De ahí que resulten injustificables las acusaciones formuladas por parte de algunos dirigentes de Podemos o de varias ONG, que han llegado a denunciar una violación de los derechos humanos, blandiendo infames mantras populistas como "brutalidad policial" y "racismo institucional". La alcaldesa Carmena, desde París, publicó un tuit el jueves por la noche en el que se le olvidó hacer un llamamiento a la calma y anunció una investigación, ya que la versión de algunos vecinos y los compatriotas del joven senegalés señalaba directamente a los agentes.”

Estamos cada vez más manipulados, pero como si necesitáramos esa droga de Indignación continua. Desde La Sexta, una vez acabadas las sobredosis de mujeres y pensionistas, y lo de Cataluña se enfría, nos recuerdan que tenemos otro “deber”: la corrupción. Que no se nos olvide. 
¿Y luego? Obsérvese que cualquier cosa vale con tal de envenenar el ambiente. Por ejemplo, agigantar un problema que no existe de racismo. Eso es muy peligroso. ¿Cuantos no habían pensado que él o ella no es racista, pero que se vayan a su casa? 
No nos moverán, decía la consigna de la Incivil Guerra, pero nos agitarán, bien agitados, para que no tengamos un minuto de reposo para reflexionar. El caso es salir a la calle, no ir a trabajar, e indignarse hasta sudar de indignación apoplejíca. ¿Que ganan de Podemos? Agitar sus bases, sacudir a los adormilados, que las encuestas están muy flojas, y mostrarnos de paso cómo será regida España si ellos ganan. 
¿Se puede vivir así? Se puede gobernar así? Pero sabe alguien cuáles son los problemas de España? Obsérvese: casi todas las cifras que se arrojan unos a otros para defender su “causa” son exageradas o directamente falsas.