"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 1 de mayo de 2019

No siempre la razón es de izquierdas. En realidad, casi nunca

Estaba viendo las imágenes de Venezuela, todos en la calle con la esperanza que lo que está pasando acabe con la infame dictadura de Maduro, el amigo de Zapatero. Una dictadura que ha sido causa de muertes ingentes por hambre, con todo lo que ello conlleva. 





La derecha española se ha identificado desde el principio con el pueblo de Venezuela; al contrario que la izquierda, que en uno de sus innúmeros errores, ha preferido apoyar la dictadura porque es de izquierdas. Zapatero ha estado enredando lo suyo para sostener a Maduro, cuyas entrevistas con ese infumable Jordi Évole daban asco vomitivo. 
Para mí esto demuestra que esa razón histórica que cree tener la izquierda, desde que Max dijo aquello de la dialéctica hegeliana puesta boca abajo, es una mierda pinchada en un palo. La izquierda, sí ha tenido la razón, ha sido de casualidad. Siempre ha apoyado causas injustas y asesinas, incluso cuando decidió en 1939 hacer el pacto Molotov-Ribentrof, desde el cual no entiendo cómo se les ha permitido levantar la cabeza y que se erigieran en los justicieros de los “oprimidos”. 
¿Qué oprimidos? Los de Venezuela? Pues siguen machaconamente vendiéndonos que la razón histórica está de su parte, sin que se les caiga la cara de vergüenza, y no sólo los comunistas, sino los socialistas también. Por los menos los partidos de izquierda anglosajones no tienen ese origen marxista, que siguen teniendo con fuente primigenia los partidos continentales, nuestro PSOE por ejemplo, pese a que Felipe lo quitó de los estatutos. Y ¿para qué hablar de Unidas-Podemos? 
Pues fracasarán en Venezuela, y luego vendrá Cuba, qué se sostiene por el aire que le dio Obama, pero caído Maduro, caerá el hermanito De Fidel Castro, como fruta madura pues no tendrá ya gasolina ni para el mechero. 
No es que la derecha no cometa errores, pero éstos se deben a su debilidad, su complejo ante la izquierda, lo que ha retrasando mucho la solución de los problemas como Venezuela.

Que siga girando la ruleta

El Casino siempre gana, estadísticamente. España va de elecciones en elecciones, ¿hacia dónde? Hacia caer presa del Casino, el gran vencedor. Lo que está claro es que, desde Zapatero, España ha rebajado su vino para venderlo más barato, aunque no mejor. Esa rebaja del vino será una catástrofe. 
España es una entelequia, pero dejará de serlo. Será un conjunto roto de entelequias, para satisfacción del Votante, ese ser tontiastuto y borracho, que mete la papeleta pensando en su equipo de fútbol. Y ellas en la donosura de Sánchez, el guapo
Se ha escapado el genio de la botella, y no hay manera de volver a meterlo. Elude el gollete riéndose de nosotros. ¿O ha sido la caja de Pandora? Bueno da igual. La mitología tenía más poder de ilustración de la realidad que cualquier teoría. 
Cuanto más normales seamos, peor nos irá. Si no eres homo, negro, travelo, okupa y con el virus del SIDA eres un pobre pringado que pagara cada vez más impuestos para mantener la juerga, la juerga de los otros. Ya no ha dicho Sanchez: 26000 millones de impuestos más en cuatro años. Eso aparte de CCAA y ayuntamientos. Brinda por ello, y ¡ah! no olvides de leer el comentario de Pablo en el post anterior. 
Consuelate: como decía hace dos días, podría ser peor. Y ¡aleluya, aleluya, somos de izquierdas!

martes, 30 de abril de 2019

Pedro El guapo

Por los comentarios del extranjero oídos el Tv, si algo tenemos seguro en España es que nuestro presidente de gobierno es guapo. Debe ser esa la explicación para que éste país sea tan fagocitadora de los políticos que rebasan cierta edad. Más de cuarenta es demasiado para el elector, que necesita, parece ser, frescura y juventud.
En otros países se ve a gente septuagenaria competir por el máximo puesto político, pero aquí es inconcebible. De Suárez a Sánchez, pasando por Felipe y Zapatero, todos los Presidentes han sido menores de edad, lo que se puede traducir a falta de experiencia y de perspectiva vital. 
Deberíamos hacérnoslo ver. Merece un estudio, en todo caso. 

La desigualdad no es el problema de España. Es el paro

El ganador de las recientes elecciones, Pedro Sánchez, definió en los debates previos con gran precisión su objetivo: acabar con la desigualdad creciente en España. Pero la desigualdad no es el principal problema de España, ni siquiera tiene la entidad de problema. Para empezar no es creciente. Son mañas electorales – que le han dado un excelente resultado - para convocar grupos sociales, como los pensionistas, a los que les conviene azuzar la guerra contra el resto de españoles, pues cada grupo de renta, cuando quiere aumentar su participación en la renta global, lo hace a costa de los demás. Un gran error de estrategia para un gobierno, porque tarde o temprano se encuentra estrangulado por promesas incumplibles. 
Que España no tiene un problema de desigualdad se demuestra en el gráfico que tomo de un  artículo de JR Rallo: 







Como se ve en él, entre 1980 y 2017 la parte del 40% de renta más baja se ha mantenido sin perder un ápice de poder adquisitivo respecto a la renta total. 
Entonces, si la distribución no es el problema, ¿cuál es? El problema es toda la estructura industrial que deriva en que España la tasa de paro sea el doble que la de Europa, aún en sus mejores momentos, como se ve en el siguiente gráfico.





Esta tasa de paro tan espectacular (que sólo gracias a la burbuja inmobiliaria se acercó la la media europea) , a la que ya no hacemos ni caso, pues la tomamos como un dato – como prueba que no ha sido debatida en ninguno de los debates electorales – es la culpable principal de la distribución de la renta en España. Y qué día ha distribución n no sufra alzas y bajas en un periodo tan largo como en del gráfico primero, trae consigo la buena nueva de que las políticas de ayuda al desempleo funcionan bastante bien. Pero claro, no bastan, pues el subsidio nunca será igual al salario percibido por el reciente parado. 

Hace poco, en el número anterior de RC, John de Zulueta (presidente del Círculo de empresarios), decía con un optimismo encomiable que la tasa de paro debería ser reducida al 5%. En el mismo número, Fernando González Urbaneja se preguntaba si eso era posible. Apunta que una serie de reformas la harían viable, nada utópica.

Yo me conformaría con reducir la cifra al nivel medio de la UE. Mi menor optimismo proviene de que no es un problema que se solucione con un tal o cual modelo económico, sea liberal, sea keynesiano, sino de que la causa última es institucional, y corregirla no va ser tan fácil en un país tan encantado de haberse conocido en sus deficiencias estructurales y cuyo mayor empeño político es “corregir la desigualdad” (con un amplio respaldo de las urnas), cuando dicha desigualdad se moderaría sensiblemente con una reducción del paro y un aumento del empleo. No nos engañemos: en la raíz la desigualdad está el paro, como se vería si comparáramos por regiones ambas magnitudes. 

A ello hay que añadir el problema de la productividad, naturalmente. La producción es la suma del empleo y de un factor residual que depende de la productividad. Sin ella, siempre estaríamos trabajando las mismas horas para producir siempre lo mismo, lo que es una situación singular desde la revolución industrial. 

Este problema de España se debe el atraso creciente en formas avanzadas de producción, es decir, en productividad. ¿Qué quiere decir esto? Que la parte tecnológica de la renta que se obtiene de la producción no aumenta lo suficiente. Esta es la causa última de la alta tasa de parolas alta (siempre el doble que la media de Europa), y de las horrorosas proyecciones que hay sobre aspectos que nos amenazaron desde el futuro, como la quiebra de las pensiones, eso que Pablo Iglesias & Company arregla con un cambio legislativo. Que si el modelo productivo no cambia, si no hay más innovación (empleo de nuevas tecnologías), España tendrá una renta per capita cada vez más pequeña para repartir. Porque la distribución viene siempre después de la producción, y no puede haberla si no hay antes una productividad creciente. 
A esto hay que añadir, desgraciadamente, que las proyecciones de población son dantescas, y ni por milagro van a comenzar a arreglarse desde ya. Menos población trabajadora y menos productividad, menos PIB per capita, menos recursos para atender a los pasivos, como los pensionistas. 

Por eso no tiene sentido hablar de problema de distribución. Los problemas económicos son siempre intertemporales, y se ha de pensar en estos términos para hablar con sentido. Empezar arbitrariamente a aumentar las pensiones actuales (y esperadas falsamente) es engañar al personal, que tarde o temprano se va a encontrar conque no tendrá ni salario ni pensión suficientes para sostenerse. Ídem, respecto al salario mínimo, una redistribución hacia algunos que conservarán el empleo respecto a otros que lo perderán. 

Hay que dejar al mercado que decida donde van las rentas, e interferir en esto con prudencia, mirando siempre sus efectos en el futuro. Esto suena horrible y chirriante en los oídos de la mayoría (que, repetimos, ha apoyado a este gobierno), pero es un paso ineludible hacia la solución del problema del paro y, como secuela, de la distribución.  Si no, llegaremos a situaciones insostenibles de deuda y déficit, que habrá que corregir con “llanto y crujir de dientes”. Y de momento, ese es el camino que hemos emprendido: negación de la realidad e hinchar el globo de la ilusión. 

El aumento constante del PIB y de la población es la única solución a cualquier problema que se plantee. La intervención de Estado debe ser neutral respecto a este proceso. Si no, se producirán grandes distorsiones de renta de improductivas respecto a productivas, lo que dará un mapa de incentivos totalmente contraproducente.

Es fácil ver que la salida no es inmediata ni segura, si no hay un amplio consenso social que luce por su ausencia presente y futura. Me refiero, a modo de ejemplo, al consenso que se logró en Corea hace treinta años, cuando el gobierno convenció a la gente, a la amplia mayoría, tomar el camino de capitalismo corregido y abandonar el modelo feudal.

No es que españa sea un país feudal: es un país ahora mismo fragmentado (lo cual le hace asimilarse aún feudalismo desgobernado) , quizás para varias décadas, con una administración despilfarradora e ineficiente por exceso de descentralización y duplicidades, y no se ve en el horizonte ninguna fuerza política que siquiera se plantee emprender la gigantesca tarea de convencer a sus ciudadanos de enmendar tales tipos de cosas. Antes, por el contrario, lo que se ve es el cainismo entre los principales partidos, el odio al gobierno central, y una inquietante mayoría de gente que parece no importarle la estabilidad institucional. 

Dice González Urbaneja en el artículo citado que muchos economistas encuestados no cree que sea utópico alcanzar un paro del 5%. Yo no seria ni la mitad de optimista, por todo lo referido antes. Repito que no es un problema de aplicar un modelo económico Liberal o socialdemócrata, que parece que es lo que están pensando esos economistas. La Economía sin Historia es una ciencia vana, aparte de ser triste. La Historia aporta un realismo que establece una base más eficiente para desarrollar teorías económicas, que por arte de birlibirloque tienden a mezclarse y robarse unas a otras ideas y estrategias totalmente incompatibles. 
Una tasa de paro del 5% en España exigiría tal transformación del país que como es fácil imaginar exigiría décadas, sobre todo teniendo en cuenta que con una estructura política estable como la que estaba vigente hasta hace poco no so consiguió ni llegar a la tasa media europea. Por eso mi propuesta es marcar ese objetivo, que de todas formas no está al alcance inmediato. Dicen que soñar no cuesta dinero, España lleva soñando mucho tiempo y eso nos ha costado demasía tiempo y dinero. 


lunes, 29 de abril de 2019

Podría ser peor

Dentro de las perspectivas, había un gobierno de coalición con Podemos y independentistas que parece alejarse. El PSOE ha conseguido un resultado que le obliga a inclinarse hacia la moderación. Simlo hace, puede volver a ganar. Si no, perderá las siguientes. 
Ahora bien, ¡qué resultados escalofriantes los de Cataluña y Pais Vasco! España tiene un problema para decenios. 
Habrá que pensar en una estrategia de contención y resistencia. Esto se lo debemos a Zapatero en primer lugar, y al Rajoy en segundo, porque la debilidad del centro los alimenta y fortalece, como dice Arcadi Espada. 
Tendremos que pagar más impuestos, sí o sí, pues hay que devolver la deuda generada por Rajoy y engrosada por Perico. 
Pero esto se sale del mapa mental de los españoles, que han demostrado con creces que lo que quieren es que prosiga la fiesta y nadie apague la música. Habrá más manifestaciones de pensionistas, taxistas, empleados públicos, etc, como siempre. Viva la juerga interminable. 

sábado, 27 de abril de 2019

Gane quien gane

Gane quien gane, el paro en España será siguiendo el doble de la UE.




Gane quien gane, Cataluña seguirá siendo un problema Durante decenios, si es que no consiguen romper la Unidad.

Gane quien gane, las pensiones estarán progresivamente en mayor quiebra, hasta la implosión final, que muy bien podría ser como en Grecia. 

Gane quien gane, la deuda seguirá aumentando peligrosamente.

Gane quien gane, nunca sabremos la verdad de los problemas verdaderos, no los que nos venden.

ETC.....

De ABC DE HOY. El inolvidable Mingote



viernes, 26 de abril de 2019

Discrepo con García Domínguez

  García Domínguez tiene un artículo en el que despelleja a Albert Rivera por su promesa de crear en España, en diez años, un Sillicon Valley, ese lugar con el que sueñan todos los países. O todos los gobiernos, porque yo creo que a la gente del común se la pela, dicho en plata. 
Hasta aquí, de acuerdo con el pronóstico de GD: España no tendrá un Sillicon Valley ni en 10 años, ni en cincuenta, ni en cien. Ni nunca. Pero discrepo en los motivos. 
Según GD, la basa del Sillicon Valley es los cientos de millones  de dólares que se gasta el gobierno de EEUU en sostenerlo y alimentarlo. Bien, eso puede ser verdad, pero no demostraría más que una eficiencia de gestión estatal, y España ni en sueños alcanzaría tal eficiencia. 
No hay más que pensar que Sillicon Valley está en uno de los estados federados, California, que no se entromete en la susodicha intervención del gobierno federal. ¿Sería eso posible en España? 
Sería posible que Andalucia, sirva de ejemplo, no se entrometiera en un Sillicon Valery instalado en sus tierras? eso, por no hablar de la eficiencia del gobierno, muy discutible que llegue a los niveles del de EEUU.
En otras palabras, ni aún con el apoyo del gobierno, es pensable que España tenga un Sillicon Valley. No lo tiene Inglaterra, el pais mas parecido en liberalismo a EEUU, lo va a tener España. 
No. El problema es cultural, y la cultura social española no es la anglosajona. Y menos la de EEUU. Nuestra cultura de raíz católica-mendicante de la más improductiva, la de Roma, y la más inquisidora, ha dejado huella en nuestra sociedad, a la que le importa una higa El Progreso técnico. Por favor, un poquito de realismo. Ni el gobierno español gestionaría bien ese nicho tecnológico, ni las autonomías dejarían de meter la mano en tal nido de riqueza, con lo que agostarían esa riqueza potencial, ni cualquier científico válido español dejaría de emigrar precisamente al original, que ya está en pleno funcionamienro. Todo lo que tocan las AAPP en España lo pudren de corrupción, pero esa corrupción está fundada en nuestra cultura católica-mendicante. Nosotros no somos de raíz protestante, verdadera raíz del capitalismo, como demostré en mi libro “Economía desde el principio”. Nosotros somos pálidos imitadores de lo que nació en Inglaterra y EEUU, la cultura de la propiedad, la admiración a los que se enriquecen, la falta de envidia que aquí explotan con bastante éxito los partidos de izquierdas. Somos descendientes de una sociedad estamental, como toda Europa, poco estimativa de la eficacia y El Progreso, y eso no se erradica en un pis pas, mientras estamos jugando a tirarnos a la cara rencores, memoria histórica mediante. Mejor haría Albert en arreglar lo de su tierra, que va a durar decenios, que soñar con juguetes para mayores. 

jueves, 25 de abril de 2019

Sobre el empleo y el paro del primer trimestre

Estoy de acuerdo con la valoración que hace Martín Oro del la EPA del primer trimestre, salvo en un detalle que pasó a explicar.
Es verdad que el empleo ha caído menos que un año antes, como se puede apreciar, pero en esta cifra de -93,4 mil empleos, pesa la indubitable creación de 100 mil nuevos puestos de trabajo públicos, maniobra que distorsiona completamente el resultado. Según el gráfico de Manuel Llamas en Libertad Digital, 




 Con este dato, resulta que la pérdida de empleo en el sector privado es de -193,4 mil empleos, más elevada que la de un año antes, lo cual ya no es tan brillante. Naturalmente, éste añadido de empleo público distorsiona también la cifra relativamente buena de población activa, que ya no cae sólo 43,5 mil sino 143,5 mil, cien mil activos menos. 
Esta cifra es importante, porque señala la gente que se desanima y retira del mercado de trabajo. 
Lo que a mí se me parece como un trimestre tremendamente malo, que si no fuera por el empleo público, la debilidad de la actividad sería más contundente. 
Todo esto suponiendo que esos empleos públicos están justificados, lo que es de dudar.


¿Qué hubiera sido de paro, sin esos cien mil empleos públicos? Pues sumen ud cien mil a 49,9 mil. 

miércoles, 24 de abril de 2019

Sánchez: la desigualdad no es El problema de España

En los dos debates de candidatos habidos, Sánchez definió con gran precisión su objetivo: acabar con la desigualdad creciente en España. Pero la desigualdad no es el principal problema de España, ni siquiera tiene la entidad de problema. Son malas artes para convocar grupos sociales, como los pensionistas, a los que les conviene azuzar la guerra contra el resto de españoles, pues cada grupo de renta, cuando quiere aumentar su participación en la renta global, lo hace a costa de los demás. Un gran error de estrategia. 
Que España no tiene un problema de desigualdad se demuestra en el gráfico que tomo del artículo de JR Rallo




Como se ve en él, entre 1980 y 2017 la parte del 40% de renta más baja se ha mantenido sin perder un ápice de poder adquisitivo respecto a la renta total. 
El principal problema de España en economía es el atraso creciente en formas avanzadas de producción, es decir, en productividad. ¿Qué quiere decir esto? Que la parte tecnológica de la renta que se obtiene de la producción no aumenta lo suficiente. Esta es la causa última de la alta tasa de paro (siempre el doble que la media de Europa), y de las horrorosas proyecciones que hay sobre el futuro de aspectos que nos amenazaron desde el futuro, como la quiebra de las pensiones, eso que Pablo Iglesias arregla con un cambio legislativo. Que si el modelo productivo no cambia, si no hay más innovación (empleo de nuevas tecnologías), España tendrá una renta per capita cada vez más pequeña para repartir. Porque la distribución viene siempre después de la producción, y no puede haberla si no hay antes una productividad creciente. 
A esto hay que añadir que las proyecciones de población son dantescas, y ni por milagro van a comenzar a arreglarse desde ya. Menos población trabajadora y menos productividad, menos PIB per capita, menos recursos para atender a los pasivos, como los pensionistas. 
Por eso no tiene sentido hablar de problema de distribución. Los problemas económicos son siempre intertemporales, y se ha de pensar en estos términos para hablar con sentido. Empezar arbitrariamente a aumentar las pensiones actuales (y futuras) es engañar al personal, que tarde o temprano se va a encontrar conque no tendrá ni salario ni pensión suficientes para sostenerse. Ídem, respecto al salario mínimo, una redistribución hacia algunos que conservarán el empleo respecto a otros que lo perderán. 
Hay que dejar al mercado que decida donde van las rentas, e interferir en esto con prudencia, mirando siempre sus efectos en el futuro. Si no, llegaremos a situaciones insostenibles de deuda y déficit, que habrá que corregir con “llanto y crujir de dientes”. Y de momento, ese es el camino que hemos emprendido.
El aumento constante del PIB y de la población es la única solución a cualquier problema que se plantee. La intervención de Estado debe ser neutral respecto a este proceso. Si no, se producirán grandes distorsiones de renta de improductivas respecto a productivas, lo que dará un mapa de incentivos totalmente contraproducente. 

El gran ausente. El voto oculto a Vox

Si leen el comentario que me hace Pablo en el post anterior, habría una gran cantidad de indecisos de las encuestas que están ocultando que van a votar a Vox. Mi experiencia es la misma: mucha gente que trato a diario dice que no sabe si votará, pero que si lo hace votará a Vox. 
Si tomamos en cuenta lo que dice Garcia Domínguez en su artículo, las encuestas privadas encargadas y ofrecidas por los medios no significan nada, porque salvo las de CIS, la de Tezanos, que cuenta con grandes medios económicos para hacerlas completas - otra cosa es que luego las cocine a gusto del gobierno -, hacer una encuesta hoy exige tanto dinero, tanto, que nadie lo tiene. Lo único que pueden hacer es seguidismo de Tezanos. 
Ergo, nos podemos encontrar con una gran sorpresa el día 28. A lo mejor esa mayoría aplastante del PSOE no se produce. Sánchez ha hecho el ridículo más espantoso en los dos debates, que demostraron que es un recurso que no domina y le crispa. En ambos acabó con la cara desencajada. 
Por mucho que nos quieran convencer los trileros de ayer, Vox no es extrema derecha. Es una mezcla de españolidad y liberalismo en lo económico, y su programa converge en esto con PP y C’s, aunque éste arrinconado por conveniencia de PP (le empuja en el imaginario colectivo hacia el centro) y PSOE, aunque no sé por qué. Rivera también, por presiones de Valls & co de “los hijos de la viuda”, también hace mohines a Vox. 
Pues cuidado con Vox. Vox representa una amplia demanda general de la gente harta de que su futuro esté en el aire porque España esté en duda. La gente quiere que el suelo no se raje bajo sus pies. Está harta de incertidumbre. Quiere que España siga adelante, y es lo que más le importa porque intuye que sin eso todo se va al carajo. Además, Vox vende muy bien esto con su programa económico, y a muchos trabajadores y autónomos están hartos de que les roben. Cuidado con Vox. 

martes, 23 de abril de 2019

En el debate de ayer

La insignificancia de los políticos, en primer lugar. ¡Que poca altura de miras, que mezquindad! Ese tal Sánchez, que se dio cuenta que iba perdiendo el paso nada más empezar, ¡qué vacío, qué orfandad de ideas! Deplorable. 



Ahora bien, lo que más me sulfura sin poder evitarlo es ver a Pablo Iglesias, porque no puedo soportar a alguien que se diga comunista después de la historia del siglo XX, que es lo más que ha durado este invento. En esto estoy de acuerdo con el mensaje del Editorial de Inbestia, que ya comentéPara empezar, la pinta que llevaba el tipo. Otras veces le he visto con chaqueta, ¿no podía ponerse una? Y luego la coleta de los cojones, lo más antiestético que he visto nunca. Pero no es eso. Cuando llegué a la Universidad me pasaron tres trenes por encima. Uno fue la propia conciencia de que el mundo era más complejo de lo que había conocido. De repente me encontré sólo frente a esa complejidad. Después fue el puto marxismo comunista, que manipulaba la oposición a Franco, eliminando brutalmente cualquier atisbo de otra forma de oposición más democractica, con lo cual o estabas con ellos o eras un fascista. Era triste, y es triste que sigamos igual. Tercer tren, fue el choque frontal con el ejército en la mili. Este mundo sí que no me lo podía imaginar. La mezcla pétrea de esos dos últimos trenes, el comunismo y el ejército, fue una muy torpe jugada de Franco a la juventud,  una muy mala preparación para lo que venía después, sobre todo porque el mundo comunista siguió incolume con su influencia, pese a la poquedad de votos que luego en las elecciones sacaba. 
El ejército te empujaba a la rebelión, y ésta te llevaba al marxismo. La convivencia con éste era pesadillesca. Me saco de ella, afortunadamente, la influencia de unos amigos de Filosofía que me hicieron leer a Popper y otros autores entonces desconocidos entre la borreguil masa de estudiantes, divididos entre borregos comunistas y borregos franquistas. Para mí Popper fue una revelación como lo pudo ser los Evangelios para un cristiano primitivo. Dejé de de ver el mundo con las gafas blanquinegras del marxismo, gran liberación. 
A todo esto, ni señales de humo del PSOE, que luego se llevó el gato al agua en la Transición. El PSOE no tenía ni un mal representante que levantara la cabeza en aquellos tiempos de agonía franquista, aparte de que su ideología era, como se vio en los primeros años tras la muerte de Franco, más marxista que el comunismo. Curiosa esa no-presencia, esa evanescencia, de un partido que tenía que haber estado ahí dando la cara. 
Franco, como he dicho, por interés, prefirió lanzar a los disidentes en brazos del Comunismo, y así en las librerías podías encontrar todos los libros de Marx, Engels, y demás seguidores de entonces, pero ni rastro de algo parecido a la socialdemocracia o el liberalismo (odiado por el dictador), algo en lo que no creía ni el PSOE. Se ve que los comunistas eran considerados más manipulables que una opción democrática, y permitieron que aquellos se arrogaran la encarnacion de la verdadera democracia, operación maquiavélica del régimen. 
Por eso el debate de ayer me pareció triste, porque veía las mismas mentiras, las mismas ausencias, las carestías de siempre, que yo viví en mi juventud de mi generación perdida. Por lo menos luego vinieron políticos de cierto nivel, que duraron un suspiro. Porque otra cosa que me hizo reflexionar es lo cruel que es este país con los que rallan más de cuarenta años. Aquí el que pasa de cierta edad es fagocitado, tunelado, y masacrado por la plebe. En los paises decentemente gobernados, se ven candidatos de hasta setenta años, o más, no digamos ya en EEUU, donde no es desdoro ver a gente de la tercera edad competir por el Congreso, Senado, y la Presidencia. Pero en Francia es parecido, y el Inglaterra, o Alemania. España es diferente en eso también. Sólo los jóvenes pueden aspirar a políticos, y cuanto más ineducados y analfabetos, mejor. 
¿No hay una correspondencia más o menos oculta entre el pueblo y los políticos de que hablamos? Yo creo que si. A tal país, tales políticos. Por ejemplo, Torra y sus catalanistas. Tal para cual. Pues les auguro una cosa. Que España se condena a sí misma a ésta ordalía de pesadilla. 

Todo, dígase lo que se quiera, marca el estigma de nuestra delicuescencia: de seguir de este modo, pulposos e invertebrados, habrá aquí en este viejo hogar, simbolizado por castillos y leones, que arrojar sal, para que la vida no perdure ignominiosamente. (AS)

viernes, 19 de abril de 2019

¿Somos deschavetados sin remedio, o qué?

Es increíble la tasa de destartalados de la cabeza que hay por ahí sueltos. Un comentarista del blog Inbestia dice,

Me considero liberal.

Así que en lo económico soy de derechas, a favor del capitalismo, libre-cambio, propiedad privada, libre competencia, etc...

Pero en lo social defiendo la libertad: estado laïco, sin monarquía, a favor del aborto y eutanasía, defiendo a la minorías LGTB. En estos aspectos me siento mucho más proximo a Podemos que a VOX.

¿O sea, que se considera liberal, pero más próximo a Podemos que a VOX? Tú no sabes lo que odia Podemos el liberalismo. No me extraña que pase lo que pase.
Lo que me descompone no es el grado de supina estupidez que representa la frase, sino que es un ejemplo más de cómo va la gente, en su mayoría, valorando las cosas. Es decir, cada cosa se valora de una manera plana, chata, sin tener en cuenta lo que hay detrás. Por ejemplo, en esta frase, lo que hay detrás de Podemos, marxismo puro y duro, y el daño que ha hecho en el siglo XX. ¿Defecto del sistema de enseñanza, o que somos así genéticamente? 
Otro ejemplo: de la tragedia de la catedral de Notre Dame, muchos ateos han cantado vítores porque se quemaba uno de los más claros ejemplos del poder eclesial de la Iglesia. Ya dije en su momento que no soy creyente, que no siento ni la necesidad de serlo. Si existe Dios, no quiere saber nada conmigo, al revés de lo que me prometían los curas del colegio, “que todos recibimos una llamada”. Estoy esperando. No se hagan expectativas, pues si la recibo no se lo diré a nadie. 
Bien, pero el problema es que dicha catedral viene de 800 años de historia, y ha sido uno de los pilares de Occidente, como otras coetáneas. Ahí se germinó la idea de universitas, cuyos profesores se llamaban catedráticos porque dependían, emanaban, de la catedral. Ahí empezó a ser universal el saber que los humildes monjes, en sus monasterios, en tiempos aún más viejos, habían ido acumulando pagina a página el acerbo de los “antiguos”, sobre todo de Platón y Aristóteles y sus divulgadores, imprescindibles para entender a san Agustín, santo Tomás, y todo lo que vino después. 
La memoria no es una chata moneda de cobre sin apenas fondo. La memoria, si se educa bien, nos dice que el tiempo incesable viene desde hace milenios, y que nunca el presente ha sido creado ex novo ayer, sino que detrás tiene un larguísimo tubo en el que sucedieron las cosas que han cristalizado en el hoy, y que siguen metaformoneandose, construyendo el futuro. 
Hay gente que quiere contraponer la cultura griega con el cristianismo, pero resulta que Platón dejó más herencia en éste que en los clásicos, que se extinguieron como tal, y si sobrevivieron fue gracias a su incorporación al cristianismo. Ni que decir tiene, querido estúpido autor de la frase, que éste es el germen del liberalismo individual, pero para tus pobres entendederas sería imposible explicar.
En fin, que soy muy escéptico respecto a esto de la democracia sí gente así vota, y un día vota a VOX y otro a Podemos. Totalmente escéptico. 

No alimentar a la Bestia

Por medio de El País me entero que The Economist ha pedido el voto para Sánchez, supuestamente el voto de la estabilidad económica; no estoy para nada de acuerdo. 
Como dice Ignacio Varela en El Confidencial, Sánchez hace una especie de círculo vicioso argumental: vótenme, porque si no tengo bastante escaños, tendré que aliarme otra vez con la chusma de los independendistas, y ay! no me gusta, pero las cosas están así. 
No sólo eso, sino que hay gente “sensata” que le compra el círculo vicioso y dice que Pedro es un candidato serio, no independentista, totalmente respetuoso con la Constitución.
Es un argumento de trilero, que le dice al incauto “dónde está la bolita”, y piensa (que como me lo adivines te vas a enterar). 
Sánchez se adjudica poderes taumatúrgicos com los que gracias a ellos el será el freno a los desmanes de los secesionistas. No es él sino, las Instituciones vigentes, las que pueden reconducir el problema. 
El análisis que hace Varela de las argucias de Sánchez le desmonta completamente como candidato fiable. Leámosle:

Sánchez es especialista en prometer lo que no está en sus manos cumplir o incumplir. Aquí la trampa consiste en insinuar que la independencia de Cataluña o el derecho de autodeterminación dependen de la voluntad del presidente del Gobierno. No sucederá ninguna de esas dos cosas, al margen de que el presidente sea Sánchez o cualquier otra persona. Ni siquiera Torra en la Moncloa podría hacer posibles la autodeterminación o la independencia. Porque están radicalmente fuera de la Constitución y cualquier movimiento gubernamental en esa dirección sería cortado de forma fulminante por el Tribunal Constitucional(salvo que antes se reforme la Carta Magna para habilitar la secesión, lo que está completamente fuera del alcance de Sánchez).

El compromiso es tan gratuito —por tanto, tan fullero— como si asegurara que con él de presidente no habrá pena de muerte en España, que no enviaremos misiles nucleares a China o que en invierno hará más frío que en verano. En este postulado, el truco semántico es presentar lo accidental (“mientras yo sea presidente”) como lo esencial.

La formulación honesta de un dirigente responsable sería decir que con esta Constitución la independencia de Cataluña es imposible, gobierne quien gobierne. Pero eso no le sería útil para la campaña.

Otra falacia de Sánchez es,

- “En Cataluña no hay un problema de independencia, sino de convivencia”

A lo que responde Varela, 

Hay un problema de convivencia porque se ha creado un problema de independencia. No se puede honradamente afirmar el primero para eludir el segundo. El 'procés' no es el producto de un previo clamor social, sino de una estrategia incubada en la cúpula política del nacionalismo. Si Mas y compañía no se hubieran lanzado a la aventura secesionista, la convivencia cívica en Cataluña no estaría destruida para varias generaciones.

El planteamiento de Sánchez es tan falaz como si en tiempos de ETA alguien hubiera sostenido que en el País Vasco no había un problema de terrorismo sino de convivencia. Es confundir interesadamente el efecto con la causa. Aún peor, manipular el efecto para camuflar la causa.

Otro ejemplo es su afirmación, 

- “La solución es ampliar el autogobierno sin reformar la Constitución”. Dice Varela, 

Reconozcamos que, al menos, esta mentira es nueva. Hasta Rubalcaba admitió que para llevar el autogobierno de Cataluña más allá de sus límites actuales hay que pasar por una reforma de la Constitución. El problema es que ello exigiría un consenso transversal que Sánchez es incapaz de articular.

Sánchez es un peligro tanto si tiene mayoría suficiente o no para desligarse de los secesionistas, porque es muy posible su alianza con Unidas (perdón)-Podemos, que le exigirán y darían tirones al gobierno - Sí no están en él - una España desmembrada dados los socios que tienen en el PV y Cataluña. 
Éste es el problema mayor de España, no porque crea que se va a romper ya, sino porque se ha generado, por debilidad del gobierno central (éste y el anterior), una sociedad desequilibrada y agobiada en el día a día en Cataluña. Decía en un post de ayer, en Inbestia

Cataluña es un cáncer que va a durar decenios, desgraciadamente, y va a estar alimentado por fuerzas internas y externas. Ha alcanzado ya en la calle un grado de tensión patente en gente que conozco, que ha hecho o está haciendo el petate para marcharse. Catalanes de toda la vida, con sus pasiones bien enraizadas allá - como el Barça -, cambian sus viviendas con un gran sacrificio personal y económico que el gobierno de España, sea el de Rajoy, sea el de Sánchez, ha desdeñado y no ha tenido a bien enfrentarse con ese problema español tan lacerante y corrosivo. Que sea por razones de más o menos apoyos parlamentarios, no me parece excusa ni siquiera mencionable. 

Y es en eso en lo que discrepo con el editorial: Sanchez nunca va a defender a los catalanes no separatistas, por lo que la tendencia a escapar para salvar la normalidad familiar, y el empoderamiento de la brutalidad secesionistas, será una lucha desigual hasta que tengan ventaja apreciable. Entonces... Ergo, sólo veo en la derecha más o menos empuje en este problema que no se piensa con la gravedad debida.

Mientras se diga que hay margen de negociación del gobierno con los Torra & co., se está diciendo que no se van a respetar los derechos de la mitad o más de los catalanes, las verdaderas víctimas de esta locura. Tenemos un escenario de conflictos abierto para décadas. 

jueves, 18 de abril de 2019

Previendo la próxima recesión

Scott Sumner recomienda en su blog que sería un buen momento para reforzar la FED, y armarla de municióm adicional para hacer frente a la próxima recesión. Como las recomendaciones son sensatas y uno se sentiría más protegido de la recesion como la de 2008, las transcribo aquí. 
Ahora bien, olvídense que en un futuro próximo esas recomendaciones puedan ser aplicadas al BCE, como enseguida comprenderán.
Dado que el primer riesgo en un fuerte recesion y aumento del paro sea una tendencia deflacionista y una caída de los tipod de interés a cero, lo primero sería que el Congreso aprobara un aumento de la inflacion permitida por la FED al 3%, lo cual deshaogar la banda de acción de los tipos de interés.
la segunda medida sería facilitar a la FED mas aún sus acciones de quantitative easing (QE), abriendo el abanico de títulos aptos para ser comprados. En palabras de Sumners,
 
Opción A: elevar la meta de inflación al 3%

Opción B: permitir que la Reserva Federal ahorre lo suficiente de sus ganancias para construir un "cofre de guerra" de $ 250 mil millones de dólares; para ser utilizado para cubrir posibles pérdidas de futuros programas de QE. De hecho, es probable que los futuros programas de QE sean altamente rentables (como durante la Gran Recesión), pero siempre existe un ligero riesgo de pérdidas. Al tener un cofre de guerra, la Fed tendría confianza en hacer la cantidad de QE requerida para cumplir su mandato en el Congreso de precios estables y alto empleo.

Además, la Fed debe estar autorizada para comprar una gama mucho más amplia de valores cuando la economía está en el límite cero, con la disposición de que la parte de su cartera que no pertenece al Tesoro se venda dentro del año de la salida del límite cero.
 
Si partimos de que la cifra sagrada de una inflación máxima del 2% es arbitraria, en casos de crisis destructivas no hay que rasgarse las vestiduras por permitir un objetivo de un punto más, que elevará las expectativas de capacidad de acción de la FED.
En cuanto a lo demás, “ça va de soi”, con la experiencia de los beneficios incontestables que ha traído el QE y la ventaja de flexibilizarlo. 
Europa, que ha avanzado mucho, pero tarde, durante la crisis, debería ir pensando en al menos la propuesta de aumentar la inflacion objetivo del 3%, en vez del patético y ridículo “cerca pero sin llegar al 2%”, agarradera para Alemania para poner palos en las ruedas del BCE. 
Porque a la postre se trata de eso: de aumentar los grados de libertad de la institución que nunca ha sido independiente, porque no le han dejado, y porque gestionar a la vez el euro es endiabladamente difícil. ¿Hay riesgos de que la FED o el BCE se lanzarían por la pendiente de una política inflacionista? es ridiculo pensarlo, a menos que uno haya nacido con alma de policía torturada.
 

martes, 16 de abril de 2019

Notre Dame de PARIS

Terribles imágenes de Norte Dame ardiendo por los cuatro costados, temiéndose que quedara sólo un montoncito de cenizas.

Mientras, hubo un momento churrigueresco que se vio pasar por el Sena un “Bateau Mouche” bajo cuya cúpula de cristal se adivinaba a unos comensales muy bien vestidos cenando elegantemente; hasta se veía que cogían muy correctamente los cubiertos. 
Cosas de la post modernidad; todo es posible, hasta que se ría el diablo de la angustia de los creyentes... y no creyentes, que saben lo que representa tan emblemático monumento en el Mundo. 
Los creyentes fueron a rodear la Catedral y cantar el Ave Maria, y los no creyentes esperaban angustiados que del origen de la universalidad de la cultura occidental quedara lo más posible entera. 
Porque aparte del valor religioso, es que ahí donde empezó el germen de lo que hoy conocemos por Universidad. Las catedrales eran el orgullo del burgo, y en su construcción contribuyeron todos, unos con dinero y otros aportando sus manos de su tiempo libre acarreando piedras y madera. Cada burgo quería tener la mejor, era el símbolo que unía a todos los habitantes que reflejaban sus esperanzas en un mundo mejor en ese magnífico edificio, increíble para la técnica de la época. 
La Iglesia comenzó a desarrollar las cátedras (de ahí su nombre) de lo que luego, con el tiempo, devino en las universidades que fueron poco a poco independizándose de la Iglesia. Esto sucedió hace más de 800 años. Siglos de evolución pero con una semilla dentro, nunca perdida.
El germen de Europa, el germen de Occidente, el germen de la Universitas, el orgullo de sentirse abrazado por un Dios que les bendecía y les daba confianza. Hay que ponerse en la mentalidad de entonces para entender un poco las cosas, no todo es modernidad, pero de ahí sale, ahí se sembró la semilla de lo que vino después: lo mejor de lo que vino después. 
Macron y Merkel demostraron saber lo que se jugaba en el incendio, que no era cosa de unas cuantas pavesas. La mayoría de la gente también. 
Curioso, sin embargo, que poco antes saliera la noticia de que en Francia se estaba desarrollando una campaña de profanaciones a lo sagrado, incluidos incendios. Hasta ahora se dice que éste caso ha sido fortuito. Con todo, vivimos tiempos de ignominia, se quiera o no reconocerlo, de agresividad a la historia y a lo sagrado, precisamente porque representan eso. No soy creyente, lo digo como lo siento, pero sé que cuando se empieza a profanar lo sagrado, las cosas van a peor. 
Francia es un país laico, laicidad que se toma muy en serio y que en algunos momentos fue muy agresiva con la Iglesia. Eso no ha impedido, más bien lo contrario, que el fervor de los católicos franceses sea mucho más intenso que en España. No hay más que ir a una misa en Francia para entender la diferencia. Un domingo en Francia se respira un aire especial, con todas las iglesias sonando sus campanas, lo que da al aire un sabor especial. Un fervor, si se me permite, distinto al festivalero que se vive en la Semana Santa de España.
Y Paris es la ciudad mas bella del Mundo por eso. Un domingo de hace tiempo, en que estaba allí, nos dedicamos a recorrer las iglesias más hermosas mientras celebraban su misa. Tuve la suerte de que los horarios eran correlativos, y pude ver en tres las distintas ceremonias, fascinado por la devoción de los fieles, jóvenes y mayores, algo que salía de su misma intimidad. Pude ver es espectáculo de una misa cantada en Norte Dame, la ceremonia peculiar que hacen  de Saint Ethienne, y luego en Montmârtre, llena de jóvenes parejas comulgando de una manera tan especial, íntima, que nunca había visto. Paris, la cuidad del placer, las más atea del mundo, a la vez que la más devota. Esto la hace única. 
La Iglesia no tiene una historia ejemplar, eso lo sé, pero no es tiempos de reivindicaciones anacrónicas. Hay que respetar lo que sienten religiosamente algunos. Aquí en España iniciamos la dirección opuesta. Aparte de que lps ateos deberian de ser mrnos gilipollas y aprender que nos movemos sobre los hombros de gigantes que nos precedieron, y Notre Dame es un ejemplo de unos de esos soberbios gigantes. 

martes, 9 de abril de 2019

El populismo siempre llama dos veces

Como hemos leído cientos de veces, la referencia de esta crisis, la “unidad de medida” podríamos decir, es la famosa crisis del 29, que en nuestra supina ignorancia creíamos que no iba nunca a repetirse. Hay que reconocer sin embargo, que la reacción de las autoridades fue muy distinta. Como dice Larry Summers

Pero en el período crucial de seis meses entre el momento en que Lehman Brothers cayó y el período posterior a la prueba de estrés de la banca, América estuvo a la altura de las circunstancias. Los bancos fueron sustancialmente recapitalizados; se entregó un estímulo fiscal significativo; se diseñaron intervenciones sustanciales para proporcionar liquidez a los mercados financieros; y la recuperación en "V" más aguda en la historia de las principales economías se registró entre el primer y el segundo trimestre de 2009. En el precipicio de una verdadera catástrofe económica histórica, actuamos de manera decisiva, apropiada y efectiva. Y este fue, con mucho, el período más importante para hacerlo bien.

Ahora bien, eso no fue suficiente para frenar la emergencia del Populismo, tal como sucedió en los años treinta del siglo XX, como podemos ver en una película reciente: “La emboscada final”, en la que unos viejos Ranger de Texas persiguen y derrotan a los populares bandidos Bonie & Clyde. La película merece verse para catar el ambiente derrotista de la época, tan derrotista que los dos sanguinarios bandidos fueron héroes de las masas, porque “atracaban bancos”, que eran los enemigos del pueblo. 
En aquella época, al contrario que ésta, se decidió dejar que el “Mercado” se encargara de la vuelta a la normalidad, cosa que no ocurrió hasta que Roosevelt ganó las elecciones en 1933 y aplicó una política de perfil keynesiano - aunque Keynes no aprobaba todas las medidas -; politica que se denominó “New Wave”. En palabras de Summers, 

Existen razones arraigadas en las crisis financieras en general que sirven como catalizadores para los levantamientos populistas: en particular, la necesidad de brindar apoyo a las instituciones financieras existentes, especialmente a las poderosas, al mismo tiempo que las masas de personas sufren dislocación. Pero si hubiéramos adoptado políticas más draconianas hacia las instituciones financieras, ¿habría frenado de alguna manera la presión populista? El mejor experimento natural dice que no. Gran Bretaña nacionalizó dos de sus cuatro principales bancos, sin embargo, obtuvieron "Brexited" aproximadamente en el momento en que obtuvimos Trump.
Luego está la solución anti-establishment más extrema: el gobierno simplemente se queda atrás y permite que las empresas fracasen. Los incendios económicos se consumen, dice la teoría, sin que los contribuyentes pongan dinero. También tenemos un experimento natural para eso, y eso fue lo que hizo grande a la Gran Depresión.

Y de paso provocó la gran convulsión social que se respira en la película citada. 
En suma, sí no ayudas a los bancos a levantarse obtienes convulsión social y populismo, y si no lo haces también. Hoy en día el mundo y su estabilidad están amenazados por partidos en todos los paises que solos entienden la política como “cortar por lo sano”, la “acción directa” de Mussolini.
Los bancos no son populares - muchas veces con razón -, pero tanto si se les salva como si no, emerge el populismo. (Palabra que sigue sin convencerme como expresión de radicalismo histérico azuzado por los salvapatrias.)
De nuevo, Summers,

De hecho, si nos fijamos en una gráfica de cualquier estadística económica interesante desde el comienzo de la caída de 2008 hasta principios de 2009, se parece a la Gran Depresión después de 1929. Y si observamos los siguientes cinco años Aunque nuestra economía podría haber sido mejor, no se parece en nada a la Depresión. El desempleo alcanzó su punto máximo en un 10 por ciento, no en 25. Si hubiéramos decidido no tomar medidas gubernamentales, habríamos tenido algo así como la Gran Depresión. E incluso solo en términos del presupuesto federal, el gobierno habría perdido 10 veces más ingresos por la destrucción de nuestra economía de lo que habría ganado al no tener que gastar dinero en rescates, la gran mayoría de los cuales regresaron al gobierno de todos modos.

Desde luego incluyo cualquier dislocación social en ese populismo, como el triste movimiento separatista en Cataluña. No es fácil contrastarlo, pero creo sinceramente que no hubiera estallado tan virulentamente sin la crisis. No es lo mismo el nacionalismo previo, de signo burgués, al “todo vale” izquierdista de inumerables siglas que han contagiado del todo la política de los ex burgueses. El populismo de resto de España, izquierdista, sa ha mezclado con el separatismo en contra del internacionalismo de raíz de Marx. Hasta la socialdemocracia ha dejado de querer defierenciarse tanto del neo comunismo por su izquierda como del separatismo catalán y vasco. 
Por supuesto que las nefastas políticas de los gobiernos que se han sucedido desde 2008 han agravado el problema. Y la UE con su contumacia en el error de decretar equilibrio fiscal a toda costa, cuando el problema era otro - y sigue siendo otro -, además de una política del BCE hasta bien entrado 2012 más nefasta aún, si cabe. No hay más que comparar la marcha de Reino Unido en economía con la de Europa para darse cuenta; y sin embargo, como dice Summers, ellos también han tenido su populismo Brexit. 
La conclusión que podemos sacar no es muy esperanzadora. El capitalismo es inherentemente inestable, y acumula “Cisnes Negros” financieros que producen convulsiones sociales que, en nuestro caso, puede llevarse un país por delante. Es en el sector financiero donde están ocultos, porque no se quieren ver, los riesgos que hacen volcar la montaña rusa. 

domingo, 7 de abril de 2019

Economía. Una visión

En Economía tenemos dos focos desde los que estudiarla. Uno es el foco centrado en los individuos, y el otro es el que enfoca al resultado conjunto de todo lo que hacen esos individuos económicamente. Lo primero es el enfoque microeconómico, lo segundo el macroeconómico. 
Una escuela, que vamos a llamar clásica o liberal, pretende que lo segundo no es más que la suma de las decisiones eficientes de los individuos. Los individuos toman unas decisiones de consumo e inversión presentes y futuras, y también financieras - porque cuando está presente el futuro, entra en juego el entra en juego lo financiero-. Esta escuela supone que los individuos son racionales, tienen expectativas de futuro racionales, generalmente no se equivocan y si lo hacen es de poca monta en el conjunto, y por lo tanto los planes individuales se coordinan perfectamente. Si el Estado intenta interferir en esa coordinación, fuera de los servicios básicos del Estado, estropea el mecanismo autónomo y lo distorsiona, provocando problemas como paro e inflación.
La Segunda escuela, que vamos a llamar keynesiana, no admite que la coordinación del conjunto de los individuos sea espontánea y perfecta, que esto se llama el “error de composición”, que viene a decir que es imposible que los individuos, siguiendo su propio interés racionalmente, consigan un conjunto coordinado eficientemente. ¡Y tengan por seguro que un conjunto ineficiente hará ineficiente las decisiones individuales!
Si cada individuo se forma una idea del presente y del futuro no coincidente con la de los demás, habrá fricciones que lleven a errores acumulados, y éstos harán que la coordinación diste de ser perfecta: aunque el Estado no interfiera, habrá paro e inflación y otros problemas acumulados por decisiones erróneas desde el punto de vista conjunto. 
Uno de los hechos básicos que se infieren en la primera escuela es que los individuos ahorrarán exactamente la cantidad necesaria para financiar la demanda de inversión de las empresas. Así, se producirá el milagro perfecto de que el Ahorro deseado será siempre igual a la Inversión deseada. Esto responde a la llamada Ley de Say (por el economista del XIX), que decía que “toda oferta crea su propia demanda”, pues una vez ha cobrado su dinero el oferente de un bien o servicio, lo gastará en consumo o lo ahorrará, lo que significa comprar un activo financiero recompensado por un tipo de interés. Este activo financiero automáticamente financiará una inversión. De ahí que Ahorro = Inversión. 
Esta armonía está lejos de ser real si no es de casualidad. Como dijo Keynes, la gente decide cuánto ahorrar (no consumir) en prevención del futuro, y luego en qué tipo de activo depositará ese ahorro. Hay diversos tipos de activo, pero uno de ellos es el dinero, que no financia ninguna inversión. Si los ahorradores, por un súbito miedo a la incertidumbre del futuro porque las cosas se hayan enturbiado, decidan quedarse colocados en liquidez, el ahorro será menor que la inversión, subirá el tipo de interés, y los planes diseñados en el presente no saldrán en el futuro. 
Esto Keynes lo llamaba exceso de demanda de liquidez, que el banco central intentará compensar mediante una inyección (compra de activos) de dinero, para satisfacer el súbito aumento de su demanda. Ello hará bajar los tipos de interés y poco a poco restituir la confianza de la gente. 
Pero puede suceder que la gente no recupere la confianza, y que aunque el tipo de interés baje a cero, la gente retenga el dinero y no gaste el consumo e inversión. Esto haría caer los precios - deflación -, lo que a su vez tiene efectos perversos, pues incita expectativas de más caídas de precios y salarios, lo que infunde más pesimismo y refuerza la demanda de liquidez...lo que a su vez, etc.
Ahora no hay deflaciones tan intensas como cuando el patrón oro, porque la oferta de dinero es más elástica, pero por ejemplo, en la crisis del 29, la deflación llegó a ser más del 20%, lo que aumento la desconfianza de la gente hasta el pesimismo absoluto. 
Un ejemplo de deflación permanente aunque no muy intensa la tenemos en Japón, que lleva desde los años noventa con unos precios de bienes, servicios y activos a la baja. 
La deflación hace difícil que la gente se forme expectativas correctas de futuro. Eso hace que los precios y salarios no sean tan flexibles en su ajuste al óptimo, incluso que no lo alcance nunca, pues antes de llegar se ha vuelto a cambiar el entorno. Los asalariados son reacios a bajar su salario nominal para obtener más empleo - como recomienda la economía liberal - porque realmente no saben donde está la información veraz, no la encuentran. A su vez, los empresarios prefieren no bajar los precios o hacerlo gota a gota, porque realmente no saben qué hacen los demás empresarios y que va a pasar con su posición de mercado. Es más, bajar los precios un determinado tramo puede significar la quiebra y la junta de acreedores. O para el comprador de una casa con hipoteca, tener que cederla al banco. En España puede suponer más. 
Si la economía fuera tan armónica como predican los clásicos o los liberales, los ciclos no existirían o serían al menos muy suaves. A veces son cortos, porque basta que el Banco Central baje los tipos de interés y aumente la oferta monetaria para que todo arranque de nuevo, pero otras veces, como en el 2008, no es suficiente. 
En esta crisis hemos asistido a la crisis del euro, que ha demostrado que el BCE no tiene armamento suficiente para enfrentarse con un ciclo duro de verdad. A partir de 2012 se introdujeron algunas mejoras, pero insuficientes. El BCE no tiene la potencia de la FED USA. Además, ésta puede contar con el apoyo de su gobierno, que es más fácil que cuando hay 23 gobiernos y un sólo BCE. (Como decía Nico Rowe, “cuando se crea una moneda, o se crea una nación o se crea un problema”.)
Con todo esto no quiere decir que la flexibilidad y la autonomía de los agentes, la competencia, no sea necesaria para que a largo plazo obtengamos robustos crecimientos. A largo plazo hay muchos factores que son decisivos en la economía. La Educación, por ejemplo, que forma a los futuros trabajadores y les hace más productivos, lo que es esencial, vital, en obtener a largo plazo un bueno producto competitivo sin paro ni inflación. Así como otros servicios públicos, a los que el liberalismo les niega carta de naturaleza, pero que muchos países han demostrado que son eficientes. 
Para terminar: tenemos dos enfoques, los dos son importantes, pero es falso que uno determina al otro. Es más, a veces la Macro, cuando se desequilibra, incide en las expectativas de la gente y las distorsiona. Eso hace que el corto plazo, en contra de lo que pregonan los clásicos o liberares, influye en el largo plazo, e impide que nuca se llega al óptimo de éste. 
Éstos párrafos bastarían para catalogarme de keynesianakeynesiana, lo que es cierto, aunque huyo de etiquetas demasiado rígidas. También Keynes cometió errores, estaría bueno. Pero en esto de la “Falacia de La Composición”, soy keynesiano. 

El paro sempiterno

En un artículo interesante en “The Corner” Fernando G. Urbaneja se pregunta si sería posible reducir la tasa de paro en España al 5%. El presidente del círculo de empresarios, un tal Zulueta, cree que sí, removiendo obstáculos que lo impiden. Esos obstáculos son bien conocidos, y creo sinceramente que si fueran removibles, se podría lograr esa tasa.
Pero permítanme una tonelada de pesimismo. En el gráfico siguiente represento la tasa de paro de la Zona Euro, de EEUU, y de España. 






¿De verdad es posible creer que está al alcance de nuestra política remover los obstáculos que permita bajar del 15% al 5%?
Digo “política” porque el problema es político. Lo que hay que hacer económicamente ya se sabe. Pero no se crea que todo consiste en economía de oferta. La prueba: en el mejor tiempo del franquismo, cuando los emigrantes habían vuelto, no había paro ni siquiera del 5%. ¿Era Franco un partidario de la economía de la oferta? 
No: Franco no era liberal ni borracho. Entonces, como lo consiguió?
Bueno, era otro mundo en el que había menos competencia mundial. No existían China y sus exportaciones arrasadoras, por cierto impulsadas por una política manipuladora del tipo de cambio. Existía Breton Woods, acuerdo que se firmó en la postguerra mundial y que regulaba los intercambios comerciales y financieros. Para los primeros, se permitían ajusten cambiarios regulados, y los segundos estaban firmemente vigilados: no había Libertad especulativa, lo que concedía más estabilidad al sistema financiero interno y externo. Mientras se respetaron las reglas y había una regulación bancaria seria, no hubo crisis como la de 1929 o la de 2008. Hubo crisis locales solucionables, pues los países disponían de mayor autonomía monetaria y fiscal.
Vino la globalización, sobre todo la financiera, y volvió el caos de 1929: las crisis se transmitían de un rincón al opuesto del mundo. 
Por otra parte, España es más dependiente, pues depende de la globalización, y depende del euro. Las dos cosas son restricciones. Además, políticamente España es debilísima, interna y externamente. No tiene fuerzas para remover los obstáculos de que hemos hablado. 
De ahí que no lo vea. No veo que esté próximo un paro del 5%, diga lo que diga Zulueta. Pero ya se sabe, los del Ciruelo de empresarios siempre dicen lo mismo.