"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 17 de agosto de 2019

Trump y la inversión de la curva

Cada vez que la pendiente de la curva de rendimientos se invierte, al cabo de cierto tiempo aparece una recesión. Esto ha sucedido con una fidelidad notable, como se puede ver en el gráfico. Éste represente el diferencial del rendimiento de las letras a 3 meses con el bono del Tesoro a 10 años. Normalmente ese diferencial o spread es positivo, salvo cuando pasan cosas que afectan a las expectativas de los tenedores de bonos. 


Cuando se invierte la curva, el rendimiento de la Letra a 3 meses, que es muy fiel al tipo oficial de la FED, sube más que el rendimiento del bono a 10 años. Ello quiere decir que la FED se ha pasado en su recorrido de subida por miedo a la inflación, mientras que el bono a largo plazo se convierte, por miedo a una recesión y expectativas de más bajadas de tipos, en un recipiente para el dinero miedoso. Esto  sube sus precios y baja su rendimiento. 
Aquí y ahora, hay tres tipos de circunstancias que modulan las expectativas. Una, lo que hemos dicho de la FED, que se ha excedido subiendo tipos y ha sembrado el miedo a una recesión. La segunda es que la propia FED ha alimentado ese miedo bajando a última hora los tipos, reconocimiento de su error, lo que suscita el temor de qué no será lo que sabe la FED de lo mal que están las cosas cuando interrumpe e invierte su senda de subidas. La tercera es el descabellado comportamiento del presidente Trump, que a base de twitters asusta a los mercados con una guerra comercial con China, genial para meter miedo a la gente y que compre bonos, con lo cual bajan más su rendimiento, de paso transmitiendo más miedo al futuro.. 
No sé cuantos se han convertido a ver con normalidad  Trump, pero a mí me parece un disparate de presidente que pone cada dos por tres su economía en tensión, y luego le hecha la culpa a la FED por Tweet. ¿Es una buena política de relación de instituciones insultar así a una pieza clave de la política económica, y eso un día si y otro también? 
A mí Obama no me parecía especialmente genial, pero su política económica ha sido la indicada, y me parece que Trump está viviendo de sus aciertos, mientras él se dedica a rechinar los dientes y a rayar el suelo con sus zapatones de paleto engolado, mientras lanza tweets a diestro y siniestro. También me parece encomiable el intento de Obama de extender una seguridad social a todo el mundo, para tapar el agujero social que había sin derecho de cobertura, proyecto que Trump ha hecho trizas, con lo que millones de americanos siguen sin protección sanitaria. 
No estoy confrontando a uno y otro. No soy ni demócrata ni republicano, en un mundo tan dislocado como el que vivimos. Sólo digo que Obama, en economía, gana a Trump por ko.
Ahora el perturbado éste se dedica a invertir la curva con sus guerras comerciales, que afectan al mundo entero. Los mercados se resienten, y cada vez más gente descuenta una recesión.bueno, pies la intensidad y el tempo de esa recesión se la deberemos en buena parte a Trump.
El problema mayor es que en sus actuaciones no hay una estrategia, sino caprichos de un Calígula desnortado. Y seguramente ganará las próximas elecciones. Lo cual dice mucho de nuestras sociedades actuales, totalmente dislocadas. 

viernes, 16 de agosto de 2019

Placido Domingo y las feministas

No puedo estar más indignado con el circo que le han montado a Plácido Domingo las feministas que dominan este cotarro de lanzar la piedra y esconder la mano. Y la presunción de inocencia, ¿qué? Ah, no sólo son culpables las feministas. El reo debería tener alguna manera de defenderse de la que le ha caído encima, pero solo tiene una vía: demostrar que es inocente, lo cual va contra el más elemental sentido común y de los fundamentos de la Democracia. 
Lo que llaman redes sociales tienen gran culpa de esto. Si dices algo catalogado como incorrecto, se te cae el mundo encima, pero si muestras un racismo extremo digno de un Nazi, como el sujeto aquí reflejado, entonces nada, es Libertad de opinión. 


Sabíamos que el catalanismo tenía un componente racista, pero no sabíamos que era el fundamento. Y estará tan contento de haberse conocido... El odio que destila este texto debería ser censurado, simplemente. lo malo es que hay otras cosas mucho más inocentes que sí se censuran. 

martes, 13 de agosto de 2019

Recesión y política monetaria

Como sabrán, y habrán leído en algunos medios, los indicadores más adelantados auguran un enfriamiento y quizás una recesión de la economía europea y española. 
En esta perspectiva, no hay cosa peor indicada que el programa de Pedro Sánchez, que consiste en subir los impuestos para poner la presión fiscal a la altura de la media europea, y redistribuir la renta entre los “necesitados”. Los necesitados necesitan trabajo, no redistribución gratuita. Los detalles no los conocemos con exactitud, pero es la peor receta que podríamos imaginar para hacer frente a una recesión que, si nadie lo remedia, va a recibir (ya está recibiendo) la misma respuesta de los bancos centrales, es decir, bajadas de tipos de interés, que ya están próximos a cero o negativos, y una nueva ronda de compra de activos por parte de éstos bancos centrales (Quantitative Easing, QE). 
No es que no haya servido dicha política en la anterior Gran Recesión. Es que ha tenido consecuencias colaterales muy dañinas para las clases media y baja de todos los paises. ¿Por qué?
Como explica Frances Coppola en su estupendo libro,



El QE de la FED y demás bancos centrales se ha basado en la idea errónea que predica que sí das dinero a los bancos, éstos lo prestarán inmediatamente y lo pondrán en circulación. Pero no ha sido así. La banca no presta dinero porque tenga más dinero disponible en sus cuentas en el Banco Central. Es un error creer que el dinero se crea cuando el banco ingresa un depósito, y entonces con ese depósito crea un crédito. Lo que sucede es justamente al revés: el dinero se crea cuando un banco concede un crédito y abre un depósito a su cliente, que lo usará para pagar el objetivo de su crédito. 
Supongamos una pareja que pide un crédito para comprar una vivienda. El banco anota en su activo el crédito, pues será una fuente de ingresos con beneficio (el tipo de interés cargado) en el futuro hasta el vencimiento, cuando se supone que los beneficiarios del crédito, la pareja, ha saldado su deuda y sus pagos de intereses. El depósito sí que es dinero, pues la pareja lo usará para pagar al vendedor del piso, quien a su vez lo ingresará en su cuenta bancaria para pagar sus gastos. 
Por lo tanto, hemos asistido aquí a una creación neta de dinero que no depende de que el banco reciba dinero de los depósitos de clientes y Banco Central, sino de que le demanden un crédito y, si se cumple las condiciones de garantía, el banco lo conceda. Desgraciadamente en las escuelas de Economía se enseña mal.
Por lo tanto, el QE, que consiste en aumentar la base monetaria de que disponen los bancos, no garantiza que eso se transforme en dinero efectivo. Es verdad que los bancos necesitan esa base de liquidez, pero eso no quiere decir que lo conviertan en crédito y oferta monetaria. 
Pero es fundamental, además, para que sea eficaz, que el receptor de ese crédito, debe ser todo el mundo, consumidores, pequeñas y grandes empresas, para que la liquidez disponible de TODOS aumente y anime el gasto en consumo e inversión. 
La crisis desencadenó una gran riada de todos en busca de liquidez, una vez desatado el pánico general con la quiebra de Lehman Brothers. Éste es el gran problema de la recesiones, que la gente muestra una preferencia incontinente por la liquidez, ya sea por miedo, ya sea para cancelar deudas, ya sea por disponer de un colateral de garantía. Una de las aportaciones de Keynes fue introducir este problema en su teoría, pues hasta entonces se pensaba que era una cos nimia y/o temporal, que rápidamente se solucionaría pues el dinero no ofrece rendimiento alguno. Sí, pero hay momentos en que la avidez de dinero líquido es incontenible, y es cuando los bancos centrales han de actuar para saciar esa sed. 
Sin embargo, la forma de actuar de los bancos centrales en la crisis, si es verdad que amplió la liquidez, no lo hizo uniformemente. En primer lugar, porque los bancos estaban quebrados, y debían dedicarse a recuperar sus ratios de capital, lo que hacía muy difícil que corrieran riesgos prestando a todo el mundo. Si lo hicieron, fue con gran cautela y con condiciones de garantía que sólo podían satisfacer las grandes empresas y los ricos. El consumidor medio y el pequeño empresario se quedó sin acceso al crédito. Además, muchos de éstos estaban endeudados por sus excesos previos a la crisis, en la orgía de endeudamiento para comprar casas que luego perdieron su valor. Idem para los que se endeudaron para comprar valores con riesgo: la bolsa se pegó un gran batacazo. 
Por lo tanto, los que pudieron acceder al crédito y a la liquidez fueron los ricos y grandes empresas, que lo utilizaron para revalorizar su cotización en bolsa medían el buyback o recompra de sus propias acciones, favoreciendo así a sus accionistas, naturalmente de gran poder adquisitivo. En otras palabras, no usaron ese dinero para reinvertir en activos fijos y productivos o en expansión de la empresa, creando puestos de trabajo: desde que empezó la crisis la inversión real ha brillado por su ausencia. 
Esto explica la magnitud del avance de la desigualdad de la renta observada en todos los países, y en parte la bajada salarial a niveles con los que no se puede conservar o construir una clase media. No es pues, la política de redistribución que propone el ignaro Sánchez, sino la falta de inversión productiva lo que explica el aumento de la desigualdad. De paso, téngase en cuenta que la inversión es la fuente de la productividad, y no es casual que ésta haya desaparecido, lo que va de la mano con los bajos salarios. Con el programa de Sánchez, seguirá bajando, pues no le concierne.
Si se quiere evitar que vuelva a suceder lo mismo en la próxima recesión, que parte de una situación anómala de bajos o negativos tipos de interés (lo que pone en un brete la salud de la banca, que vive de transformar pasivos a corto en activos a largo plazo), es actuar para que los niveles más bajos de renta se beneficien de la política expansiva de los bancos centrales. (Hay varias vías para conseguirlo, todas analizadas en la obra citada. Aquí sólo atenderemos a la que propuso Ben Bernanke para Japón.)
Según el esquema de Bernanke, esto sólo se puede conseguir si el Gobierno colabora con el Banco Central, cosa casi imposible en Europa, donde el BCE está centralizado y los gobiernos son cada uno de su padre y de su madre. En todo caso, una política que podría ayudar es bajar, no subir los impuestos, en lo que el gobierno puede ayudarse en la expansión crediticia. Si el sector privado no tira de la inversión, el gobierno puede suplir eso con inversión pública, y/o, sobre todo, decretando una baja general de impuestos para aumentar la renta disponible para el gasto. Por eso decía al principio que la política que promete Sánchez es, sí, que duda cabe, de izquierdas, pero muy mal aconsejada en el contexto de una inflación casi nula, unos tipos de interés que pese a su bajura no promueven el crédito al consumo y la inversión. Yo creo que la mejor manera de manejar la economía es tener impuestos estructuralmente bajos, para que los ciudadanos dispongan de una mayor renta disponible para el gasto. Lo digo porque en principio, y sobre todo en España, el gasto privado está mejor gestionado que el despilfarrador gasto público, donde además se produce un exceso de descentralización. Hay gastos públicos necesarios, pero hay otros totalmente contraproducentes. Ejemplos de los primeros son la Educación y la Inversión pública, a largo plazo y bien diseñada. 
Desgraciadamente, en Europa, con su dogmatismo presupuestario, se mirará recelosamente este tipo de ideas. Pero Draghi, en la última reunión ejecutiva del BCE, ya hizo una advertencia de que el no podía hacerlo todo, sin la ayuda de los Ejecutivos. 
La política de los bancos centrales sirvió al menos para que la Gran Recesión no se convirtiera en la Gran Depresión de 1929. Pero hace falta más. 

lunes, 12 de agosto de 2019

Salvamentos marítimos... fraudulentos

De mi amigo Agustín Rosety, diputado por Vox y General en la Reserva de Infantería de Marina, trasladó este texto que él ha publicado Facebook. De manera diáfana explica por qué muchos de los salvamentos de emigrantes por ONGs son puros intereses manipuladores. 

Una reflexión sobre el Open Arms y el resto de barcos de ONGs que realizan acciones de salvamento en la mar.

por Agustín Rosety Fernández de Castro

La protección de la vida humana en el mar está garantizada por los convenios internacionales.

El más importante de ellos es el Convenio internacional para la seguridad de la vida humana en el mar (SOLAS)

En él se establece la obligación que el capitán de cualquier buque tiene de rescatar a personas en peligro, modificando la ruta de su embarcación.

Por lo tanto existe una obligación no sólo moral, sino también legal, de rescatar a las personas que están en peligro en el mar

Además, el convenio de protección de los refugiados exige que, en caso de refugiados o solicitantes de asilo, las personas recogidas sean puestas a salvo en un puerto seguro, donde no vayan a ser perseguidas

Hasta ahí , todo en orden. ¿Por que surge entonces todo este problema de los barcos de las ONG?
Pues porque los buques de las ONGs no son barcos que se encuentran navegando y , por azar, encuentran a unos náufragos

Las ONGs de salvamento marítimo tienen como actividad el rescate de refugiados, para lo cual patrullan las costas de Libia a la espera de que aparezcan embarcaciones con personas a las que rescatar

Esta forma de proceder genera perniciosos incentivos para las mafias que trafican con personas, ya que saben que no tienen que esforzarse con llegar a Europa.

Simplemente tienen que poner a las persona en un bote y ponerlas fuera Del Mar territorial de Libia y avisar a la ONG

Las ONG se convierten, de esta forma, en un servicio regular de transporte de personas que actúan de forma concertada con la mafia.
Si esa concertación es explícita, no lo podemos asegurar, pero implícita si que los es.

¿Por qué hay una concertación? Porque las ONGs, lejos de ser entidades sin ánimo de lucro, son organizaciones con trabajadores y directivos que viven de su actividad

El “negocio” de Open Arms es transportar inmigrantes. Gracias a ello consiguen subvenciones y donaciones privadas

Si estas organizaciones fueran ONG de Salvamento marítimo devolverían a los refugiados a un puerto seguro cercano al lugar de rescate.

Pero curiosamente, el destino siempre es Europa. Porque si no llevasen a las personas a Europa, esos inmigrantes no pagarían a la mafia

El problema, pues, viene de una confluencia de intereses privados (mafias y ONGs) que, como toda organización, trabajan por su propia supervivencia y retuercen la legislación internacional para realizar una actividad de inmigración ilegal en Europa.

Esto no hace otra cosa que generar un permanente efecto llamada que fomenta el tráfico de personas y el negocio de las mafias.

¿Cuál es la solución a este problema?

La única solución posible es prohibir a las ONGs que realicen operaciones de salvamento marítimo.

El salvamento marítimo como actividad organizada debe ser competencia de los estados europeos por medio de sus respectivas armadas

Las ONGs son entidades privadas que obedecen a los intereses de sus promotores.
La defensa del interés general debe estar en manos de los Estados, cuyo poder está sometido a las reglas de la democracia y cuyos gestores han de rendir cuentas a sus electores.

En esta época que vivimos en la que el buenísimo predomina , las ONGs son glorificadas como héroes. 
Pero, salvo excepciones, las ONGs miran, ante todo, por sus propios intereses y hacen uso de mucho dinero, en muchas ocasiones de procedencia pública, con muy poco o nulo control.

Que no os engañen. Lo de Open Arms es un lucrativo negocio y un medio de vida para mucha gente

Si los estados no reclaman el monopolio de la protección organizada de la vida en la mar, seguiremos viendo cómo florece el próspero negocio del tráfico de seres humanos

jueves, 8 de agosto de 2019

La FED influye negativamente en el ciclo

Como se ve en el gráfico siguiente, la FED, con su manija, influye en las subidas y bajadas del ciclo más de lo que le gustaría:



Si se observa el perfil de la curva del Federal Funds rate (línea azul), en el entorno de las recesiones barras grises), podría decirse - como lo hace Paul Krugman repetidamente - que es la FED la que subiendo sus tipos causa la caída del PIB, que luego ha de contrarrestar bajando los tipos, lo que no deja de animar la economía, quizás excesivamente, hasta que de nuevo la inflación le obliga a subir de nuevo los tipos. 
Esto para mí demuestra una cosa - quitando la posibilidad remota de que lo haga adrede: que la conducción de la política monetaria no es nada fácil, que adelantarse a los acontecimientos es imposible, y que uno de los mejores servicio de estudios del mundo no es capaz de modular suavemente la política monetaria para suavizar, no acentuar el ciclo. 
También se observa que la FED, cuando ve que se le va la cosa de las manos, intenta rectificar bajando tipos, pero ya es tarde. Justo cuando empieza a hacer eso, viene la recesión. Es como si la FED se moviera a ciegas, y actuara involuntariamente “behind the curve”, lo que dice mucho respecto a la capacidad predictiva de los mejores modelos teóricos y econometricos. Es a lo que asistimos ahora, fatalmente.
La línea roja representa la pendiente de la curva medida por el spread del bono a 10 años menos en Treasury a 3 meses; la razón de elegir este último es porque es el más cercano en comportamiento a tipo del Federal Fund rate. Se aprecia que el motivo de la caída en negativo de la pendiente es en gran parte debida a que la FED sube los tipos a corto, además del aumento del pesimismo que busca refugio en los bonos (como sucede actualmente) y hace subir su cotización y, por ende, bajar su rendimiento. 
(Éstos y otros indicadores fueron ya comentados por Hugo Ferrer en su completisimo artículo.)
Todo apunta a que se aproxima un ciclo negativo. Yo quiero resaltar el papel involuntario de la FED en esto. La FED ha subido tipos en exceso, puesto que ha llevado le spread de rendimientos a zona negativa, cuando lo que le gustaría es que la curva de rendimientos le obedeciera y subiera uniformemente según ella sube tipos. Pero el miedo que ella mismo desata lleva a buscar refugio en bonos, lo que invierte la pendiente de la curva.
Algo así paso en la crisis del 2008. La FED empezó a subir tipos desde el 1% al 5,25% tacita a tacita, entre 2004 y finales de 2006, pero, para “sorpresa” de Alan Greenspan & Ben Bernanke, los tipos a largo bajaron (como se ve en la curva roja). Típicamente, bajaron el FED Funds rate cuando ya era tarde. La especulación inmobiliaria, que fue el centro del huracán, cesó porque el dinero fue desviándose a lo seguro, es decir bonos y dinero líquido. Las complejas relaciones financieras opacas de los nuevos ingenios financieros se destaparon, y eso contagió la movida hacia la seguridad en todos los frentes financieros, siendo la primera víctima la bolsa de renta variable. La subida de tipos de la FED hizo demasiado cara la financiación de lo que mantenía el circo especulativo. 
¿Podemos estar asistiendo a algo similar? Es imposible pronosticar. Mejor que la FED y el BCE hayan movido ficha hacia ofrecer más facilidades de liquidez, pero esperemos que no sea demasiado tarde. Esperemos que si hay recesión, sea corta y suave. Es decir, que los mercados financieros no se vengan abajo y descabalguen como en el 2008. Podría ser así, si no hay un “cisne negro” escondido en algún rincón oculto del sistema financiero. 

miércoles, 7 de agosto de 2019

¿Qué prisa hay?

Como dice Cristina Losada , Libertad Digital, se está formando en la opinión pública una idea de que estamos hartos de no tener gobierno más que a título interino. Esto es una tontería descomunal: no hay ninguna prisa porque se forme un gobierno con prisas, mal diseñado y peligroso, si es que es un gobierno PSOE/Podemos. Mejor seguir en la interinidad.
Lo que pasa es que hay grupos de presión, como ONGs, a los que se les retrasan sus planes de gasto, y confluyen en remover la opinión de que “estar sin gobierno” es malísimo. El último gobierno de Holanda tardó 11 meses en formarse, u no pasó nada malo. Pero claro, la automática renovación del presupuesto angustia a los que viven de la mamandurria, y quieren presupuestos de gasto nuevos para que les llegue dinero fresco. No hay nada malo en la prolongación de un presupuesto que tenía un déficit fiscal razonable, y no uno nuevo que ha sido visto con muy malos ojos por Bruselas, sencillamente porque el déficit y la deuda subirían sensiblemente. 
Un gobierno de coalición PSOE/Podemos sería un gobierno poco sólido, más pro separatista, y desde luego más fácil e de chantajear para que gastara más. Un desastre para España.
A todo esto el rey ha hecho unas declaraciones desafortunadas poniéndose en el rebufo de esa opinión pública manipulada, pidiendo que haya gobierno cuanto antes. ¿Será que en el próximo presupuesto le aumentan la dotación de la Casa Real? Mal ejemplo es que el rey jalee al presidente interino que está haciendo su campaña precisamente para presionar a que la derecha se abstenga y recibir el apoyo de neo comunistas & separatistas. 
¡País! 

domingo, 4 de agosto de 2019

El futuro no está escrito (Keynes)

En mi opinión, el mensaje central de Keynes es que, para los que toman decisiones de inversión, el futuro no se puede reducir a una fórmula de cálculo riesgo, porque siempre existe una zona de incertidumbre (por definición, no calculable), que influye y mucho en las decisiones de gasto: consumo, pero sobre todo, inversión productiva. Esta zona de incertidumbre sólo se puede afrontar por indicios basados en juicios de valor como lo que hacen los demás, el optimismo o pesimismo reinante, y todo aquello subjetivo que ayude a disipar la niebla. No son elementos computables, sino altamente subjetivos pero generalizados. Que un empresario piense distinto de otro no es noticia, pero que todos piensen lo mismo del futuro, ya sea de modo pesimista u optimista, es crucial para la macroeconomía. De ahí viene los ciclos de auges y bajadas, y los golpes financieros como el de 2008.
Los economistas de raíz clásica o neoclásica no tomaron el cuenta la diferencia entre riesgo (calculable) e incertidumbre (no calculable, pero muy influyente), y dieron por hecho que el ahorro y la inversión se igualaban al tipo de interés “natural” - en el que Keynes creyó hasta 1936. Según esta teoría, no podía haber exceso de ahorro sobre la inversión, pues todo ahorro iba a financiar inversión al tipo de interés natural. 
Keynes separó el motivo de ahorrar del de invertir, y vio con clarividencia que podía haber épocas de pesimismo que llevarán a todos a no invertir y ahorrar en instrumentos líquidos, como vemos que sucede hoy en el mundo. Introdujo el dinero como un activo cuya demanda era muy voluble, según el estado de ánimo de la gente. 
Éste es el sentido de lo que quería decir en el post anterior. Hay un exceso de ahorro sobre la inversión que se manifiesta en la preferencia por instrumentos líquidos, como la liquidez y los bonos, a nivel mundial. 
La preferencia por el ahorro sobre la inversión productiva deriva, pues, de un pesimismo sobre el futuro que retrae el consumo y la inversión. 
Según algunos comentarios recibidos en aquel post, la política de dinero barato sería suficiente para que los tipos de interés muy bajos, o negativos, vuelvan a reanimar la inversión. Precisamente Keynes decía que podría no ser suficiente, si masivamente la gente persistía en mantener saldos de instrumentos muy líquidos, pero no acometer proyectos de inversión productiva. En todo caso, él no llegó a imaginar nuca una situación de tipos negativos, que es lo que yo quería comentar como una  anomalía no tranquilizadora. 
No es tranquilizadora porque la curva de tipos de interés plana o incluso descendente afecta seriamente a los resultados bancarios, sobre todo cuando hay tal apatía entre los clientes por demandar crédito - aparte de que el banco puede ser pesimista también sobre el futuro. No es tranquilizadora, además, porque un tipo de interés negativo significa que la gente paga dinero por prestarlo, lo que es un signo tremendo de pesimismo. 
Que las bolsas de renta variable estén altas tampoco quiere decir que la inversión es alta, pues son mercados donde juega un papel importante la especulación a corto plazo, independientemente de los fundamentos de la acción. 
Llevamos más de diez años ensayando políticas monetarias expansivas, y ahora parece que nos adentramos en otra fase similar porque se ven signos de recesión. La opinión de Draghi en la última reunión del BCE fue más que pesimista, y dijo tener preparada una batería de municion de grueso calibre, incluso de compra de bonos, en caso de que la cosa empeore. Idem se puede decir de la FED, que ha bajado los tipos en el FOMC último. 
Ciertamente que, con una inflación por debajo de lo deseado, éstos anuncios son mejor que nada. Pero eso no quiere decir que vayan a ser suficientes para disipar las nubes y alejar el pesimismo de la mente de los inversores. 

viernes, 2 de agosto de 2019

Tipos de interés negativos

Los tipos de interés vuelven a tomar la senda a la baja, impulsada por los bancos centrales, incluso en algunos países a más negativos todavía. Hay mercados de bonos que ofrecen a largo plazo una rentabilidad cero o negativa, lo que quiere decir que hay gente dispuesta a pagar dinero para prestarlo. Esto es como un contradios: ¿quién iba a advinar esto hace algunos años? Los tipos de interés tan bajos son debidos a una muy débil demanda de crédito para consumir e invertir. Eso es claro en España, donde el consumo de bienes duraderos, y sobre todo de coches, está cayendo. Una debilidad de la demanda de bienes y servicios cuyo signo más visible es la caída de las importaciones, lo que sin duda ha mejorado el saldo exterior español. 
Pero no nos confundamos: este ciclo bajista de la demanda es en todo el mundo. Vivimos un ciclo de bajada mundial. Los consumidores e inversores prefieren ahorrar comprando bonos, pese a que su rendimiento se bajó o  es más negativo. 
Se manifiesta, pues, una falta general de confianza hacia el futuro, frente a la cual los bancos centrales  poco pueden hacer con su municion. 
La inflación está baja, gracias a esa debilidad de le demanda. Las expectativas de inflación son también muy débiles, y por eso a la gente no le importa mantener saldos de instrumentos muy líquidos (dinero) o líquidos, (bonos), a gastar en coches o en bienes de inversión. El crédito bancario a estas dos actividades está cayendo probablemente porque la demanda de crédito se contrae. Mientras la inflación esté tan débil, los bancos centrales no tendrán reparo en bajar aún más los tipos o volver a iniciar otra ronda de adquisición de activos, la flexibilidad cuantitativa. 
¿Será suficiente? El problema es insuflar confianza en el futuro a los consumidores y empresarios. Como dijo Keynes, “no sirve de nada llevar al caballo al abrevadero si éste no quiere beber”. Por mucho dinero líquido que se inyecte, si el consumidor/empresario está inapetente, o desconfiado, preferirá colocar ese dinero en bonos, lo que bajará aún más los tipos. 
La banca está molesta, porque una curva plana o negativa de tipos reduce su margen de explotación, basado en endeudarse a corto y prestar a largo a tipos más altos. Difícil en la situación actual. 
Los tipos bajos actuales son manifestación de un malestar, una falta de confianza para arriesgarse ante la incertidumbre que, por definición, no se puede cifrar. Una ayuda del gobierno en forma de inversiones públicas, siempre que sean necesarias, vendría bien. Pero los gobiernos están endeudados. 
Ese es un punto de debilidad, porque la gente podría recelar y retirarse de los bonos públicos, lo que podría hacer subir los tipos bruscamente y crear un colapso financiero. Pero esto se origina normalmente cuando alguien advierte que “el rey está desnudo” - que la situación de la deuda es insostenible - lo cual es cierto en algunos lugares. Como dice Frances Coppola, “¿tiene sentido que los tipos a largo en Grecia estén al mismo nivel que en EEUU? ese tipo de absurdos pueden dar lugar a una estampida. Esperemos que no. 

domingo, 28 de julio de 2019

Un gran escritor

Supongo que lo habrán leído, pero por sí acaso lo recomiendo:



Yo acabo no lo he terminado todavía, pero me ha sorprendido muy gratamente, pese a que no quería ni oír hablar del problema Vasco. El libro me confirma que aquello es un pequeño infierno enconado por una división del la sociedad que el libro va destilando a través de sus personajes. Por sus pensamientos y sus diálogos - apenas descripciones objetivas -, discurre una narración tersa y absorbente. 
Ante todo, la escritura del autor es de muchos quilates, pese a su sencillez aparente. Hacia tiempo que no leía un autor español tan atractivo. En Wikipedia pueden encontrar una biografía, con todos los premios ganados por este escritor tan elegante, eficaz y profundo. 
Quizás se sientan tentados de esperar a que salga la serie de Tv que están haciendo, pero les recomiendo que antes se dejen llevar por esta prosa, que para ver la serie siempre habrá tiempo, incluso con más ganas después de leer el libro. Un libro que engancha, y que representa la pesadilla endiablada en la que viven inmersos los vascos, de un lado y de otro, un ambiente que incita a disimular lo que se piensa y se siente.
No creo que se cierren las herida y pueda haber un perdón y una normalidad, porque en el libro se ve que hay muchos que no quieren. Es decir, quieren perdonar a ETA, o mejor dicho, nunca la han culpado, mientras que los muchos que han sufrido esa sociedad desgarrada. ¿Como puede ser tan infeliz una sociedad privilegiada por un entorno arcádico? La sangre se envenena fácilmente, y ese envenenamiento es aprovechado por los políticos, aunque no sean nacionalistas, pero no sólo ellos. La implicación insidiosa de la Iglesia produce indignación. Las víctimas no son sólo los que han sufrido atentados en sus familiares. Son los cientos de miles que han vivido con miedo soterrado, disimulando sus sentimientos, para que no les señalen. Y si caes en desgracia, los demás te darán la espalda por si acaso, sean del bando que sean. Horroroso. 
Fernando Aramburu nos hace revivir con gran maestría ese horror, esa vileza opresiva, ese sin vivir desnaturalizado, hasta el punto de no darse cuenta uno a qué nivel de vileza se ha llegado. 

viernes, 26 de julio de 2019

Draghi se define

Draghi, en la reunión de ayer del Consejo del BCE, lanzó un mensaje bastante sombrío del estado de la economía de la Zona, y anunció una batería de medidas para septiembre que incluyen una bajada del tipo de interés y, si lo considera necesario, reiniciar la compra de bonos. 
Las perspectivas sombrías yo creo que son la expresión del fracaso de la política monetaria como única solución a la debilidad económica. Un fracaso de Friedman, el monetaria más conspicuo, y sus seguidores como Scott Sumner et al. Entre los que incluyo a mi amigo brasileño Nunes (a quien mando un saludo).
El mismo Draghi lanzó un mensaje en ese sentido, mirando hacia el este, en el sentido que él solo no era capaz de reanimar la demanda y que hacía falta de la colaboración proesupuestaria de los paises con las cuentas saneadas, caso de Alemania. 
Además, una nueva bajada de los tipos que ya están en negativo, como los que soportan los depósitos de la banca en el BCE, no puede más que afectar muy negativamente a los resultados bancarios, que no están para tirar cohetes en algunos países, como Italia. Una curva plana o incluso negativa en algunos tramos es algo surrealista. 
Esto da la razón por enésima vez a Keynes, que siempre dijo que la política monetaria anti cíclica no era eficaz, “pues puedes llevar el caballo al abrevadero, pero si éste se niega a beber...” metáfora que dice que sí los empresarios no invierten, porque sus expectativas son grises o negras, de nada servirá bajar los tipos de interés si éstos siguen estando por encima del rendimiento esperado de la inversión. 
Pero para que la política fiscal en Europa fuera efectiva, sería absolutamente necesario contar con un presupuesto común, cosa que está muy lejos de algunos países miembros, sobre todo Alemania, que siempre se negará a que otros miembros le metan la mano en su presupuesto. 
Una vez más, el proyecto europeo choca con el nacionalismo de algunos, obstáculo que no se vencerá tan fácilmente. 
Alemania tiene sus propias ideas y sus líneas rojas sobre este tema, y no cederá más que si se produce un milagro. Además a ella no le va pero que nada mal con un euro débil, y la productividad de su industria, lo que le permite jugar a su austerismo tan bien visto por los electores... que se pueden ir a partidos más de extrema derecha, en caso de cesión del gobierno en estos temas. 
En otras palabras, al elector alemán le preocupa sus cuentas públicas y el ahorro nacional, caso contrario al de España. Los electores alemanes no se andan con bromas, y nosotros somos más partidarios de pensar que el gobierno puede fabricar dinero sin límite y tirarlo por la ventana. De ahí el éxito electoral relativo de PSOE y Podemos. Allá los partidos extremistas son de derechas. 
En fin, dos filosofías contrapuestas, que se hace notar en Europa, y sobre la que surgen dudas sobre su plena eficiencia en política anti cíclica. 
¿Pero, es necesario disponer de herramientas para suavizar el ciclo? Bueno, en un extremo tenemos a los defensores del Patrón Oro, que niegan la política monetaria anti cíclica, debiéndose ligar el valor de la divisa a una determinada cantidad de oro. Permítanme decirles que eso no se traduce en estabilidad de los precios de los demás bienes, sino sólo en una estabilidad oro-divisa, mientras los demás activos podrían fluctuar como les diera la gana: según las expectativas. Si el oro varía su precio respecto a los demás, mal negocio haríamos. Es mucho más operativo fijar una tasa de inflación objetivo respecto a una cesta de bienes, y que esa tasa sea pequeña pero positiva. El BCE no ha conseguido siquiera una inflación del 2%, lo que técnicamente se puede considerar deflación en algún sector de la economía. Eso sí es buscar la estabilidad de TODOS los precios de los bienes, no de uno solo, el oro - que no es más que un mito sacralizado.

jueves, 25 de julio de 2019

Si Sánchez volviera al centro...

Todo el problema ha sido desde el principio que Sánchez, que se echó al monte, ha sido incapaz de dirigir a los partidos centristas una mano para un gobierno sólido. Que él tenga la mayoría de votos y escaños le hace aún más responsable de sus devaneos con la izquierda comunista. Prueba de ello es lo que piensan socialistas de pro, como Felipe, Guerra et al. 
Sánchez aparenta ser del PSOE histórico, republicano y proletarizado, aquel que Felipe González le dio la puntilla en 1979 quitando el marxismo de sus estatutos. Sin embargo, los militantes de base siempre fueron ariscos, y lo demostraron votando a Sánchez inesperadamente como Secretario General, lo que no fue del agrado de los socialistas de más peso. 
España necesita un PSOE Español, como dicen sus siglas, y socialdemócrata no vergonzante por serlo. Un partido así no tendría por qué insultar a la “derecha” democrática, como si fueran bandoleros saqueadores. Lo de sus coqueteos con los nacionalistas y etarras no tiene un pase y espero que le pase factura.
Pero no soñemos. España es un país dislocado, en gran parte por las razones aducidas que recaen sobre la conciencia de este partido que tanto hizo por derruir la República, y tanto loco visionario que pacta con separatistas o neocomunista. No veo a Sánchez girando su vista a la derecha, y además, no sabemos cuál sería las respuestas de ésta, a la que se le ha pedido sentido de Estado sin que Sánchez y sus seguidores progresistas les haya dejado de insultar. España necesita un gobierno estable, que prime la estabilidad sobre todo lo demás y dejarse de utopías. A ver quién recompone este desaguisado. Una pena. Pero, eso sí, nos hemos librado de un frente popular. No es poco.

miércoles, 24 de julio de 2019

La ruptura Sánchez-Iglesias: una interpretación

A mí me ha costado creer desde que empezó esta historia que Podemos fuera a tener cinco ministerios de peso. Ni decorativos siquiera. 
Es que no sólo no me lo puedo creer, es que, además, veo probable que haya habido presiones de Europa y otras potencias para que eso no sucediera. No creo que en Europa no estén al tanto de que los de Podemos son unos impresentables escracheadores que bajarían mucho el nivel de Consideración de España, algo que por cierto, no nos sobra. Al fin y al cabo, Europa habría defendido su nivel medio de auto consideración, como es natural. 
De modo que no rechazo barreras insalvables para que los escracheadores leninistas y partidarios de (o no puestos a) grupos como los independentistas, y además me parece de perlas. 
Ya sé que Sánchez ha coqueteado con tales grupos de indeseables, pero mejor hacerlo con disimulo y anunciando lo contrario, la defensa de la integridad nacional. Ya sé que es un hipócrita, pero mejor un hipócrita presionado por gente con los sesos en su sitio que ver a los escracheadores en un ministerio y paseando su cutrez intelectual por el mundo. 
Me puedo equivocar, pero ya veremos. 
Como dice Cristina Losada, se pueden permitir España y Europa:

El partido Podemos viene de Caracas, y no de la Caracas demócrata que resiste, sino de la chavista. De ahí viene, de ahí su raíz, sus designios y sus métodos. Viene del rechazo de la democracia liberal y de la economía de mercado. Va de impugnar la nación española, la Constitución y la forma de Estado. Su actuación en las negociaciones ha vuelto a poner a la vista su sustancia original, su voluntad de asalto. Esa sustancia y esa voluntad no pueden estar en el Gobierno de España.

martes, 23 de julio de 2019

Desde el conservadurismo

El tema que me concierne no es un credo o una doctrina, sino una actitud. Ser conservador es tener una predisposición a pensar y comportarse de cierta manera; es preferir cierta clase de conductas y ciertas condiciones de circunstancias humanas a otras; es estar dispuesto a hacer cierta clase de elecciones. Y mi propósito aquí es construir esta actitud tal como aparece en el carácter contemporáneo,.. 
Se centran en una propensión a usar y disfrutar lo que está disponible en lugar de desear o buscar otra cosa; deleitarse con lo que está presente en lugar de con lo que estuvo o podría estar.
(Oakeshott)

El panorama visto en el debate recién terminado me reafirma en mi conservadirsmo de décadas. Yo fui progresista, o eso creía. Pero el recorrido de esa corriente de pensamiento - Sí es que pensamiento es, pues ya no ofrece ni un ápice de análisis de la realidad - me parece cada vez más lejano a mí. Me gustó la definición que dio ayer Santiago Abascal, cuando tuvo que negar por enésima vez que su partido fuera de extrema derecha, diciendo que en el parlamento europeo pertenece al grupo “conservador reformista”, definición en la que me parece encajar perfectamente. 
Intolerable las risas vacunas de la bancada socialista, que se sienten tan seguros de estar en posesión de la verdad, mientras hablaba alguno de la derecha. 
Y es que los progresistas son eso: creen haberse apropiado de la verdad y hacen alarde de ello, como si fuera imposible que saliera ni una pizca de verdad, sino malas intenciones y peores métodos, del lado conservador.
Los progresistas siguen pensando en términos de hace muchas décadas, cuando sus propuestas fracasaron. Han sido incapaces de analizar ese fracaso y reorientar el rumbo. No sólo eso, sino que son cada vez más sectarios. Lo que que es bueno para sus recuas bovinas es bueno para todos los demás, y si no, que se jodan los demás. 
En el conservadurismo cabe la inteligencia, no faltaba más. Me siento más cerca de una persona discursiva como Cayetana Alvarez de Toledo, que de cualquier progresista de esta época. Hay todavía políticos de cierta altura, salvo entre los progresistas, o al menos yo no los conozco. Lo mismo podría decir de Rosa Díez, proveniente de las filas del PSOE, pero que cuando habla estructura un discurso claro y preciso. 
 Conservador es preferir avanzar a pasos cortos, procurando no destruir lo que está bien. No es la inmovilidad total. 
Ser progresista hoy es proponer cosas incumplibles, como la cuadratura del círculo, pero que sus recuas votan alegremente; eso es progresismo utópico. Acusan a la derecha de tener intenciones ocultas que favorecen a determinados grupos de interés, a los que hay que refrenar, si no es posible, por el momento, borrarlos del mapa. Para ellos es preferible un separatista que un empresario, aunque éste cree empleo siguiendo su interés propio, que es lo único que se le debe pedir. 
Se comprende entonces mi pesimismo sobre España. 
Y es que el conservadurismo se fundamenta en un pesimismo sobre la condición humana, pesimismo demostrado a lo largo de los siglos. La Historia demuestra que los ensayos progresistas no han traído más que desorden - y el orden debe ser una prioridad garantizador de La Paz - cuando no la guerra sangrienta. Muchos creen - craso error - que la evolución democrática tiene sus raíces en la Revolución Francesa, la cual sólo trajo desgarro, muerte y Guerra. Hasta la última derrota de Napoleón no hubo paz en Europa. La democracia estable nació del conservadurismo británico y de la Revolucion Americana, la única revolución en la historia conservadora, que dio pie a instituciones conservadoras. Esas instituciones democráticas han durado desde 1776 hasta ahora. Nosotros, con una democracia pírrica de cuarenta años, pretendemos dar lecciones a los demás. Para mí la RF es la quintaesencia de las consecuencias del desmadre progresista, matriz de la Revolución sovietica y todo lo que vino detrás. 
La democracia, pues, no viene de la izquierda de Robespierre, sino de Edmund Burke y Jefferson. Siento comunicar tan mala noticia a los votantes de izquierdas, a los que no les importa que se destruya una nación tan vieja como la española. 


lunes, 22 de julio de 2019

El “gran estadista” y el debate

Sin muchas ganas, he visto algo del debate de investidura. El “gran estadista” Pedro Sánchez ha prometido todo y mucho más de lo que le compete. Particularmente me ha llamado la atención que se haya metido a defender “Madrid Central”, esa medida del anterior municipio que ha quedado anulado por el nuevo, aunque un juez (¿?) haya repuesto en vigor el llamado “Madrid Central”. No sabía que Sánchez podía meterse en las decisiones municipales, pero ya que lo hace, o pretende hacerlo, ¿Por qué no dirigirse a Barcelona, mucho más castigada por la alcaldesa Ada Colau? Además, si un juez - No sabemos con qué competencias - ya ha tomado la decisión, ¿a qué se mete? 
En fin, entre tanto tema  de política internacional, europea, y nacional, ha chirriando como un vidrio hecho añicos esa alusión a un municipio. 
No he tenido la ocasión de oír a Pablo Casado (me dicen que ha estado bien), pero sí he visto la alocución de Albert Rivera, que me ha gustado. Ha dejado diamantinamente claro por qué su partido no se va abstener y va a hacer una oposición frontal al “gran estadista”. Yo ceo que ha dejado en pelotas a los que decían que estaba  cometiendo un “error histórico” por no abstenerse. En cambio yo creo que tiene razón. Al menos tiene motivos de sobra para marcar distancia con el “gran estadista”, y los ha dejado muy clarito. Por lo menos un político que cree en lo que propugna, aunque haya cometido otros errores. Pero no apoyar a Sánchez para que sea investido, de la manera que lo ha explicado, me parece muy bien, por mucho que digan los periodistas que tenía que haber actuado en contrario. Y es que éstos no distinguen los principios del oportunismo, especialmente marcado en el “gran estadista”. 
Dicho esto, España sigue apresada entre tanto político de medio pelo sin visión de Estado, demasiados   gracias a una ley electoral desastrosa. 
No sé si deseo que entre o no Podemos en el gobierno. Por una parte, pondría en evidencia ante los españoles qué representa este grupo; por otra, el riesgo de un gobierno mano a mano con el “gran estadista”, que nos acercaría a la independencia de Cataluña y otros desmanes, me aconsejan que me refrene. ¿Se imaginan a Irene Montero de vicepresidenta, o de ministra de Havienda a Echenique, etc? Ese gobierno tendría los días contados, si no es porque el “gran estadista” puede sacarse un comodín tipo Maduro y prolongarse en el poder sine die. Sus alusiones reiteradas a la reforma art. 99 de la Constitución son inquietantes. 
¿Que dice tal artículo? 


El artículo 99 regula el procedimiento de investidura. Puede ser actualizado, de hecho así lo ha pedido Sánchez, "a la nueva realidad parlamentaria" para evitar bloqueos y que gobierne la lista más votada. "Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, otorgare su confianza a dicho candidato, el rey le nombrará Presidente. De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple", explica el artículo. Las reglas de la formación de gobierno, según la Constitución, continúan de la siguiente forma "si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores". Si trascurridos dos meses no existe confianza de la cámara, el Rey disolverá las Cortes y convocará elecciones.

Sánchez quiere modificarlo para que una mayoría simple sea suficiente. Es decir, una especie de “Juan palomo, yo me lo guiso, yo me lo como”. 

domingo, 21 de julio de 2019

Camilleri y Montalbano

Ha muerto Montalbano, suspendido en su mundo ficticio, pues su creador, Andrea Camilleri, ha fallecido de este mundo. En noviembre publicarán sus memorias, que me compraré porque soy muy adicto al género memorialista. Así que Montalbano el comisario vivirá en ese mundo de papel para siempre, mientras haya alguien que lo lea, lo que es casi seguro. Camillero no: ha muerto definitivamente. Cervantes lleva 500 años muestro mientras don Quijote sigue bien vivo, aunque muera al final de la historia, pero ésta se renueva cada vez que alguien abre el glorioso libro. 
Ayer me leí con fruición un libro de Montalbano, pero había visto la serie de Tv entera y la verdad es que no desmerece nada al original. Salvo que al leer se hace un ejercicio de creación involuntario muy sano, cosa que la Tv no te deja. 
“Que otros se jacten de los libros que han escrito/yo sólo me enorgullezco de los que he leído” decía el gran Borges. La imagen te da demasiada información sobre cosas que te ocultan otras que tú pones cuando lees. Por ejemplo, lo que piensan los personajes, que es imposible expresar en la imagen a menos que hagas un bodrio. 
La serie vale la pena por el encanto de los exteriores, de esa Vitàga que se inventó Camilleri. Pero en el libro eso es sustituido por tu creatividad. 

viernes, 19 de julio de 2019

Sánchez, el “gran estadista”

No me extraña que Sánchez tenga pesadillas sólo de imaginarse a Pablo Iglesias a su lado, en el consejo de ministros. Se le puede criticar por haber gobernado 10 meses con el apoyo de UP y los independentistas, pero, la verdad, su diatriba contra Iglesias de ayer me supo a gloria. Todo falso por supuesto, pero si hacemos abstracción de lo que ha demostrado Sánchez, su indudable catadura moral, sus palabras rozaban - sólo rozar - el nivel de un estadista. Estadista impostado, suponemos, pero, en fin, palabras que defendían la integridad de España y la Constitución, a las que en el pasado pisoteó sin esmero alguno. 
En todo caso, cualquier barrera firme contra un tipo que declara abiertamente ser solidario con Venezuela, que recibe dinero de Irán, él derecho de autodeterminación, y barrer el capitalismo, bienvenida sea. 
Ademas, ¿se imaginan Uds.a Iglesias en los consejos de ministros de la UE? La degradación de España sería vertiginosa. Para algo sirve la UE.
¡Sánchez estadista! Una alucinación, lo sé, pero menos da una piedra. 

miércoles, 17 de julio de 2019

El verdadero concepto de innovación

En el Confidencial de hoy, viene un artículo que explica que Felipe González y José María Aznar van a dar una conferencia mano a mano sobre innovación tecnológica. Loados sean lo dioses porque parece que ahora se llevan bien estos dos ex presidentes, quizás los mejores de nuestra democracia descarriada. 
Pero me temo que no andan tampoco descarriados en su concepto de innovación, pues según el artículo ambos se han empollado manuales de tecnología e inventos científicos, no de innovación. La innovación es otra cosa.




Como cuenta Edmund Phelps, premio Nobel de Economía, en su magnífico libro “Una prosperidad inaudita”  (que tenemos la suerte de estar traducido al español), innovación no es la invención científica, sino la aplicación de nuevas ideas de cómo, con qué, qué nuevos productos, dónde y cuándo producirlos. La innovación es la aplicación de esas nuevas ideas al proceso productivo, y así se generó la Revolución Industrial que alcanzó su máximo esplendor hacia 1820. Edmund pone ejemplos de lo iletrados que eran los que descubrieron nuevos y más productivos sistemas de producción para llegar a nuevos productos inexistentes hasta entonces. 

El problema de entrada contra el que choca esta tesis es que casi ninguno de aquellos inventores (ni siquiera los de las invenciones más destacadas) era un científico formado como tal, ni tampoco alguien que hubiera completado estudios muy avanzados. Watt fue la excepción que confirma la norma. Arkwright era un fabricante de pelucas metido a industrial, pero no un científico ni un ingeniero. Hargreaves, un tejedor de Lancashire, era de origen humilde: demasiado humilde para todo un inventor de la máquina hiladora mecánica. El gran Stephenson era poco menos que analfabeto. Paul Johnson ha señalado al respecto que la inmensa mayoría de los inventores nacieron pobres y pudieron permitirse muy pocos estudios. Pero les bastó con ser creativos y listos: 

(Paul Johnson) La Revolución Industrial, que inició su desarrollo en la década de 1780, cuando Stephenson era un niño, nos ha sido presentada muchas veces como una época terrorífica para los trabajadores. Lo cierto es que fue un inigualable momento histórico de incomparables oportunidades para hombres que no tenían dinero, pero que, dotados de cerebros e imaginaciones potentes, descollaron con asombrosa rapidez. 

Esta caracterización de los inventores más señalados de aquel periodo es también aplicable sin duda a quienes inventaron la infinidad de avances en métodos diversos que, por ser mucho más reducidos, pasaron más inadvertidos. Así que, si los historiadores que apuntan a las invenciones famosas creían que sus inventores eran albercas repletas de nuevos conocimientos científicos con los que regar el fértil terreno de las economías del siglo XIX, estaban muy equivocados. Además, este cientificismo no explica por qué la explosión de las invenciones dio comienzo a principios del siglo XIX y no antes ni después, ni por qué ocurrió en unas naciones de renta elevada y no en otras. Habrá quienes piensen que aquellos talentosos inventores, aun sin tener formación previa, sumaban conocimientos al acervo científico cuando su método de ensayo y error daba como resultado un invento. Pero, en realidad, aquellos inventores eran tan creadores de conocimiento científico como los camareros que inventan nuevas bebidas puedan ser creadores de conocimiento químico: unos y otros carecían de los estudios formativos para tal creación. Solo puede considerarse que se produce una verdadera adición al saber científico cuando unos teóricos versados en la materia logran entender por qué funciona un invento, sea este suyo o de otros...
Considerar las invenciones como el motor del conocimiento económico es engañoso porque da a entender que existen fuerzas exógenas que actúan sobre la economía. (En ese caso, hasta el más casual descubrimiento se produce y tiene una repercusión únicamente porque el descubridor se encontraba en el lugar y el momento adecuados.) Pero los inventos que se hicieron famosos por las grandes innovaciones a las que dieron origen.

Phelps describe así como funciona la innovación, que no es lo mismo que invención científica:

• la concepción de nuevos productos o métodos; 
• la preparación de propuestas para desarrollar algunos de ellos; 
• la selección de algunas propuestas de desarrollo para su financiación; 
• el desarrollo de los productos o métodos seleccionados; 
• la comercialización de los nuevos productos o métodos; 
• la evaluación y la posible prueba de los mismos por parte de los usuarios finales; 
• la adopción significativa de algunos de esos nuevos productos y métodos; 
• la revisión de los nuevos productos tras su prueba o su adopción iniciales.

Todo un proceso que cuanto más se difunde, más hace progresar el bienestar.
Por lo tanto, me temo que tenemos ideas equivocadas sobre la innovación, en España particularmente. No se trata de aumentar conocimientos, sino de aplicar ideas nuevas y fructíferas en todo el proceso productivo. 
Con esto nos hacemos una idea de que es en los países en que más Libertad había donde más dieron sus frutos la innovación. De paso, comprendemos el daño que hizo a España, y sigue haciendo, su concepto de las cosas, su escala de valores, que dio impulso a instituciones tan populares como siniestras como la Inquisición, una cuchilla gigante y capadora que funcionaba por una simple denuncia de un vecino envidioso. 
Y también entendemos el error que consiste en creer que, como éstos avances caen del cielo como un rayo benefactor, es el sector público quien debe encargarse de él. Que es como lo entendemos hoy la mayoría, como acción del Estado benefactora, mientras que la empresa es denostada como capitalista opresora. 
No es difícil ver que hay países - España entre ellos -los que más retrasados quedaron frente a los que trajeron la Revolución Industrial, cuyos valores culturales no eran los más propicios a la innovación, tal como la hemos definido aquí. Su ambiente cultural, religioso y político estaban muy alejados de dar cobijo a una escala de valores como los de Gran Bretaña, Holanda, Alemania y Francia, los primeros en subirse al tren de la Revolución Industrial. No sólo estos países europeos que se quedarían atrasados establecían  barreras de entrada comerciales, sino y sobre todo barreras a la corriente libre de las ideas más fecundas. España, por ejemplo, tenía todavía en funcionamiento la Inquisición hasta 1833, además de fronteras interiores que ponían barreras artificiales al comercio. Interior y a la libertad de viajar. Además, las comunicaciones eran inseguras y penosas. 
España, como siempre he sospechado, no es un campo de cultivo adecuado a la innovación - aunque hay empresas heroicas que lo consiguen. Pero el cortocircuito de los mercados frena la extensión de esta innovación al resto de la economía, cortocircuito que muchas veces proviene de leyes estúpidas que están para proteger monopolios artificialmente. 
Un monopolio protegido por el Poder es un enquistamiento, que no necesita innovar para obtener ganancias extras. Un monopolio “natural” es aquel que ha obtenido sobre los  competidores una innovación que le permite mantener los precios más bajos que los que podría pedir por la demanda, pero así logra mantener a raya a sus adversarios, hasta que éstos consiguen una innovación mejor y entran en el mercado.
El innovador que aplicaba bien sus ideas se beneficiaba de una ventaja comparativa frente a potenciales competidores, lo que le garantizaba unas ganancias extras hasta que aquellos le imitaban la fórmula o aplicaban una más beneficiosa. Esa ventaja le permitía crecer y apoderarse de las economías de escala, lo que le reducía los costes medios. 

Y así de dinámica es la Economía desde que empezó la Revolución Industria: aprovechamiento de una idea nueva, financiación, producción y comercialización, lo que aumentaba el nivel de producción general (PIB) y el número de productos. Ese proceso continúo de ampliación y profundización del mercado iba seguido del de los proveedores, los que por su parte no perdían ocasión de participar en el proceso innovador. 
Nos suelen hablar de la Economía como del estudio del equilibrio, pero El Progreso no es una cuestión de equilibrio. De hecho, la economía está en constante desequilibrio, de los que algunos son ciertamente peligrosos, como los excesos financieros, pero la aparición de productos nuevos y la extinción de los que han dejado de tener demanda del mercado es un proceso natural que no debe encontrarse con obstáculos exógenos. 

sábado, 13 de julio de 2019

Reduccionismo

En El País de hoy, un artículo-entrevista al premio Nobel de química Roger Kornberg, éste dice lo siguiente:

Pregunta. Conocer nuestra base química tiene un aspecto filosófico.

Respuesta. Sí, ese es el quid de la cuestión. La vida es química: nada más y nada menos. El funcionamiento del cerebro se comprende tan poco que se tiende a asociarlo a significados mágicos o místicos. Pero químicamente el cerebro es una colección de cables e interruptores. Todos los cerebros humanos son más o menos iguales y las pequeñas diferencias son el resultado de distintos patrones en los interruptores, basados en una combinación de nuestra genética y de nuestras experiencias. Pero, al final, es química, nada más y nada menos, aunque la gente se resiste a la idea. Muchas personas quieren asociar a sus propias experiencias algún significado especial, como la religión. Pero es química.

Yo , que no soy creyente - No ateo, es decir, combativo contra la idea de Dios - me crispo ante este reduccionismo de dimensiones de la vida humana, mucho más complicada que lo que nos puede explicar la química. 
Aceptemos que el cuerpo humano es ciento por ciento química y sólo química. ¿Y después, qué pasa con la enorme producción acumulada de productos espirituales a lo largo de la historia, desde Platón, pasando por Cervantes, Shakespeare, y éste mismo productor de ciencia química? ¿De dónde sale esa ingente cantidad debieras y acumulativa, las invenciones, la creatividad, y sus acompañantes la ansiedad, la angustia, el amor, y todo lo que podríamos añadir?
Porque la producción acumulada del espíritu a lo largo de la historia es ingente. Nos podría contestar este señor que eso lo ha hecho la química, pero reconoce que no sabemos cómo todavía. Lo único que sabe es que indagando, investigando y contrastando conjeturas - que son lo que Popper llamaba “el tercer mundo” - han encontrado en el cuerpo humano solo química, que elimina la necesidad de creer en religiones y cosas similares. 
Sí, preocupante para mí es igual de evidente lo que he dicho antes. Que hay un mundo, el tercer mundo, que nos transmitimos entre generaciones, que muy bien puede puede estar basado en la química, pero cuya sustancia no es la química. Puede decirse que un ejemplar del Quijote o de Hamlet no es más que papel - química - y tinta - química -, pero que la creatividad que lo inventó - desde la química- es una entidad que no comprende todavía, aunque él afirme que es química desde su ignorancia. Dice Rover Kornberg,

P. Pero se valora más saber de Cervantes o de Shakespeare que de Dmitri Mendeléyev, el padre de la tabla periódica de los elementos químicos.

R. Es curioso, porque puedes no saber nada sobre Cervantes o Shakespeare y tener una vida muy productiva. Pero si no sabes nada de química, en mi opinión, no te beneficias de todo lo alcanzado por la civilización. Los tiempos han cambiado y la química es lo primero. Hace 100 años se sabía tan poco sobre cualquier ciencia que no necesitabas saber mucho de física para ser una persona culta y exitosa. ¿Importaba lo que supieras de termodinámica o cosmología? No realmente. Pero en el siglo XX surgieron la química, la biología, la bioquímica, la medicina moderna. Hace poco más de 100 años, las enfermedades se atribuían a desequilibrios de los líquidos del organismo. No había cura para ninguna enfermedad, había tratamientos: sangrados, purgantes agresivos. Si hace 200 años no sabías nada de química, de biología o de medicina, no había grandes diferencias en tu vida. Pero hoy hay muchísima diferencia. Creo que si la gente estuviera mejor formada en química y en biología estaría menos dispuesta a abusar de su propia fisiología con drogas, tabaco…

Es absurdo pretender que abandonemos cada nuestro nuestro campo particular de conocimiento y nos dedique todos a la química. La creación de arte no es tan necesaria para sostener la vida que la producción de pan, cierto, pero una vez que tenemos alimentos suficientes El hambre de cosas artísticas y espirituales se nos alumbra, y no sólo eso, sentimos el ansía de difundirlo y transmitirlo al futuro. Por cierto, sospecho que el mundo del espíritu es inspirador de las ciencias, con lo que se cierra un círculo para mí evidente.
Me quedo con la más modesta conjetura de Popper del “Tercer mundo”. Un Tecer mundo cada vez más Rico y grande, del que podemos extraer cosas que nos maravillan, gracias a ese sentido de acumulación, difusión y transmisión que todos poseemos... gracias a la química, por supuesto. Pero si hoy no conociéramos la Iliada, creada cientos de años antes de Cristo, seríamos distintos. Vale, el espíritu es una metáfora, pero una metáfora ineludible. 

miércoles, 10 de julio de 2019

Contra el progresismo antiliberal

Ser conservador es preferir lo familiar a lo desconocido, preferir lo experimentado a lo no experimentado, el hecho al misterio, lo real a lo posible, lo limitado a lo ilimitado, lo cercano a lo lejano, lo suficiente a lo sobreabundante, lo conveniente a lo perfecto, la risa del presente a la dicha utópica. (Oakeshott)

El afán de certeza y la seguridad de encontrarla mediante su método de la razón,  que infundió Descartes en el siglo XVII, es la semilla del racionalismo.

Iba a titular este artículo “Contra el progresismo español”, simplemente porque es con el que convivo a diario, sobre el que recibo noticias, el que sufro. Pero creo que tiene bases psicológicas comunes con el de otras latitudes. No obstante, me centraré en el caso español. 
El Progresismo tiene sus raíces en el racionalismo, llevado a su extremo en el siglo de razón. Con ello no quiero decir que la razón sea prescindible, por supuesto. Critico el racionalismo como intento de establecer como última y única ratio la razón. Desde Descartes a Marx, pasando por Robespierre, hay un ejercicio de reduccionismo de todo lo demás al único criterio del racionalismo constructivista, capaz de modular o edificar un Hombre Nuevo y una Nueva Sociedad. El desnudarse de toda tradición y experiencia traería ese nuevo hombre perfecto.
Por supuesto, otro ejemplo de racionalismo es la teoría económica, que sigue basándose en un agente perfectamente racional que, además, no se equivoca en sus decisiones. Y hay una rama de la economía, el Liberalismo dogmático de Hayek & co, es otro ejemplo que responde sin querer - sin ser consciente -a ese racionalismo-constructivista que pretenden crear una sociedad nueva cambiando instituciones, como restableciendo el Patrón-Oro, o eliminando toda institución protectora de los débiles. El constructivismo es transversal, pero el imperante hoy es el progresismo.
Este constructivismo tiene otra característica que destaca Oakeshott:

No hay lugar en su esquema para «lo mejor en tales circunstancias», sino sólo para «lo mejor»; porque la función de la razón es precisamente la de superar las circunstancias.

El racionalismo es suficiente para enfrentarse al problema, y no hay factor circunstancial que no pueda superarse. Si algo falla, es la realidad, no el método racional aplicado. Y continúa Oakeshott:

Y de esta política de la perfección emerge la política de la uniformidad; un esquema que no reconoce la circunstancia no puede dar espacio a la variedad. «Debe existir, en la naturaleza de las cosas, una forma de gobierno que sea la mejor, a la que todos los intelectos–debidamente despertados del letargo de la ignorancia salvaje–estén irresistiblemente incitados a dar su aprobación», escribe Godwin.

El progresismo, creo que especialmente el español, es un caso de ese racionalismo que puede llevar a consecuencias desastrosas. 
Las raíces del progresismo (español) son principalmente el marxismo y sus congéneres, aunque hay casos de progresismo que negarían esto. Sin embargo, si consideramos a los partidos que encarnan el progresismo, es innegable que el marxismo está en sus orígenes. No es que Marx fuera feminista, ni mucho menos, pero a un nivel inconsciente el marxismo prolonga su influencia en el progresismo a través de su racionalismo. Este racionalismo es contrastable por haber querido Marx encerrar la historia en leyes inmutables, siguiendo su “dialéctica”, sistema férreo de construir leyes inmutables. No olvidemos que Marx dedicó su “Kapital” a Darwin, el descubridor del evolucionismo en la naturaleza. Pero Marx obvió el papel que jugaba en el darwinismo el azar, que es el que determina las mutaciones genéticas que luego favorecen o no la adaptación de la especie al medio ambiente. (Muchos creen todavía que el darwinismo es la demostración que la adaptación es promovida por el medio al ambiente, cuando es justamente al revés.)
Al eliminar el azar de la historia - y quién puede negar su papel fundamental - se edificó un sistema totalmente determinista, que necesariamente llevaría al triunfo de la clase trabajadora y al paraíso sin clases. El determinismo lleva, lógicamente, al dogmatismo extremo, dogmatismo que comparten los ejemplos antes citados de racionalismo constructivista. 
Aquí quizás podríamos citar a Ortega y Gasset, su esquema de la mente humana que no puede evitar “Ideas y Creencias”, siendo éstas últimas las que considera el racionalismo prescindibles, como si eso fuera posible. 
El problema del progresismo, especialmente el español, es que quizás niegue ahora su origen racionalista-marxista, pero éste se ha sobrevivido en su dogmatismo. Y ese dogmatismo, aunque parezca difícil, puede llevarnos a una sociedad opresora, como ya lo es en algunos aspectos que vemos cotidianamente: la acción agresora y rencorosa de grupos de presión diversos contra los que no piensan como ellos, acción silenciada, desgraciadamente, por los grupos, partidos e instituciones que se consideran progresistas
Así, el progresismo se ha convertido en la justificación para “avanzar” hacia un hombre nuevo, más “libre” aunque esa libertad no sea individual, sino grupal: de los grupos que consiguen imponer sus ideas a los demás, protegidos por un ambiente social que sin querer permite o propicia esa invasión. Invasión sobre las minorías desagregadas de una Lengua, Ideología, etc.
Todo esto hace a la democracia española una democracia falsa, defectuosa, como lo es toda la que no es basada en el individuo, que es la minoría mínima concebible. Y toda democracia que no defienda a las minorías, no es democracia. Este estado de cosas se refuerza por el apoderamiento de las instituciones por simpatizantes o simplemente miembros de los grupos de presión. Por ejemplo, la actitud complaciente, incluso activista, del ministro de interior en las agresiones vividas por algunos en el día del orgullo gay. 
El liberalismo individual debe ser la base de la democracia para ser ésta auténtica y eficaz. Pero lo que vivimos es la formación de  mayorías que aplastan a las minorías, sin que existan instituciones intermedias que defiendan a los individuos. Las ideologías son la matriz original de las consignas, que son lanzadas de unos contra otros grupos con rencor. Y es que el odio es la mejor defensa para proteger la cuota de poder de cada uno. Esto se siembra con gran fruición entre la población, aventado por los medios adictos a tal o cual formación. Un medio independiente es sencillamente inconcebible en este ambiente. Aunque lo fuera, tendría que adaptarse a las reglas de juego y el lenguaje prefabricado en vigor. 
El progresismo es la única verdad, en contra de la mentira del conservadurismo liberal, que se ve incapaz de superar la fuerza de los grupos progresistas al uso. 
Los individualistas que quieren cumplir las leyes y decidir sobre su vida se encuentra con innumerables bastones en las ruedas de su carreta, para empezar con unas leyes injustas siempre a favor de los grupos de presión, generalmente, aunque no únicamente, progresistas. 
El progresista ve la realidad como dijo  Voltaire,

 la única manera de tener buenas leyes es quemar todas las existentes y empezar de nuevo.

Expresión perfecta de la acción progresista, continua debeladora de antiguas leyes válidas por otras nuevas que dividen a la sociedad, y van transformándola en algo irreconocible para las generaciones presentes y pasadas.
Ese “empezar de cero”, obsesión de los progresistas,  es el mayor error de los progresistas, que se creen con derecho a pintar sobre una realidad que se les ofrece como un lienzo en blanco, en su ceguera por todo lo que hay de bueno en el pasado o el presente. La historia que no es de su gusto hay que borrarla, y pintarrajear una nueva historia y un nuevo pasado, poco a poco deformando la sociedad que se ve forzada a un trágala de un mapa en el que, evidentemente, no cabemos todos. Todo esto se camufla con el nombre “Democracia”, que no significa más que la mayoría le impone a las minorías ese trágala.
Un ejemplo entre miles: en la Comunidad de Valencia los partidos progresistas están imponiendo una inmersión lingüística escolar en el Valenciano (ídem en Baleares), y los castellano hablantes han de tragar sí o sí que sus hijos estudien en esa lengua, lo que no puede más que suscitar la réplica de la división y el odio en cada una de las familias. 
La ruptura violenta con el pasado no puede más que acabar mal, con una dislocación creciente de la sociedad.
España es forzosamente progresista. La boba tolerancia de los grupos de derechas, sus complejos ante la izquierda, les lleva a aceptar ese constante cambio hacia la nada. Los individualistas, únicos demócratas de verdad, estamos indefensos. 

lunes, 8 de julio de 2019

Fluyen y refluyen

Cientos, o miles, de turistas fluyen y refluyen por el mundo en nuestro verano. Si España puede hablar de cuarntaytantos millones, que decir de Italia, Grecia, Francia, etc, etc. Europa es un parque temático. 
Cientos de millones sólo en verano. No contamos los que van de Europa a Oriente, o los que se mueven dentro de las fronteras nacionales o europeas. ¿Y Latinoamérica, EEUU, Japón? Mejor hablemos de miles de millones de gente fluyendo, haciendo miles de millones de selfies, que luego envían en miles de millones de whatsaps que se cruzan por los océanos sin interrupción. Fotos anodinas en las que el que posa es una pulga al lado de un monumento,como antaño, sólo que entonces en blanco y negro. “Mira, mi padre en Moscú”, un punto con gabardina ante el Kremlin. 
No hay quien lo pare, y hace pensar el hecho y que no hay quien lo pare. 
Cientos, miles de aviones, cruzando continentes y océanos para llevar gente aburrida de Barcelona a Pekín, o de Pekin a Madrid, digamos por caso. 
Según la teoría del calentamiento, esto debería acabarse. Digo yo. 
Yo rehuyo viajar, más en avión. Es un peso imposible de llevar para mí. Veo a los turistas conquistando el Tíbet y el Everest en fila india, y me deprimo. O no, no me deprimo exactamente, porque ya es un sitio tachado para mí, afortunadamente.
Así, voy tachando sitios que conozco a la perfección gracias a la TV, al cine, o haber estado allí hace años, cuando el acoso de las chanclas se podía ignorar con un pequeño esfuerzo. 
Hay sitios en los que pienso con nostalgia porque me gustaría volver a ellos, y a alguno lo haré, seguramente con una decepción mayúscula. Sólo de ver los gigantescos barcos de recreo entrando por el gran Canale me ponen de mala leche. No quiero ver eso en la Venecia que yo conocí. 
¿Tiene esto un límite? Parece que la humanidad es un ser incapaz de no cometer excesos, desde la guerra atómica hasta el turismo, los coches, los barcos, las ciudades, todo. Por algo será.