"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 26 de marzo de 2020

Palabra de Cristine Lagarde y de Mario Draghi

En la página oficial del BCE, la declaración oficial de su presidenta Cristine Lagarde, del que resumo, traducido, los párrafos dedicados a las medidas contra los efectos económicos devastadores de la pandemia. Por cierto, Draghi ha comparado la pandemia a una plaga bíblica, y dice que se deberían condonar las deudas privadas. 

Como resultado, el Consejo de Gobierno del BCE anunció el miércoles un nuevo Programa de compra de emergencia pandémica con un sobre de € 750 mil millones hasta el final del año, además de los € 120 mil millones que decidimos el 12 de marzo. En conjunto, esto representa el 7,3% del PIB de la zona del euro. El programa es temporal y está diseñado para abordar la situación sin precedentes que enfrenta nuestra unión monetaria. Está disponible para todas las jurisdicciones y permanecerá en su lugar hasta que evaluamos que la fase de crisis del coronavirus ha terminado.
El nuevo instrumento tiene tres ventajas principales. Primero, se ajusta al tipo de shock al que nos enfrentamos: exógeno, separado de los fundamentos económicos y que afecta a todos los países de la zona del euro. En segundo lugar, nos permite intervenir en toda la curva de rendimiento, evitando la fragmentación financiera y las distorsiones en los precios del crédito. En tercer lugar, está diseñado para gestionar la progresión escalonada del virus y la incertidumbre sobre cuándo y dónde las consecuencias serán peores.
Esto se refleja en los términos y condiciones del nuevo programa. Si bien la asignación de referencia en todas las jurisdicciones seguirá siendo la clave de capital de los bancos centrales nacionales, las compras se realizarán de manera flexible. Esto permite fluctuaciones en la distribución de los flujos de compra a lo largo del tiempo, entre las clases de activos y entre las jurisdicciones.
Además, en la medida en que algunos límites autoimpuestos puedan obstaculizar las acciones que el BCE debe tomar para cumplir su mandato, el Consejo de Gobierno considerará revisarlos en la medida necesaria para que su acción sea proporcional a los riesgos que enfrentamos .
Estamos completamente preparados para aumentar el tamaño de nuestros programas de compra de activos y ajustar su composición, tanto como sea necesario y durante el tiempo que sea necesario. Exploraremos todas las opciones y todas las contingencias para apoyar la economía a través de este shock.
También hemos decidido comprar papeles comerciales de suficiente calidad crediticia y ampliar la garantía elegible en nuestras operaciones de refinanciación. El objetivo es reforzar las acciones que tomamos la semana pasada para proteger el flujo de crédito a empresas y personas.
Estamos poniendo a disposición hasta 3 billones de euros en liquidez a través de nuestras operaciones de refinanciación, incluida la tasa de interés más baja que hemos ofrecido, -0,75%. Ofrecer fondos por debajo de nuestra tasa de facilidad de depósito nos permite amplificar el estímulo de las tasas negativas y canalizarlo directamente a aquellos que pueden beneficiarse más. Los supervisores bancarios europeos también han liberado un estimado de € 120 mil millones de capital bancario adicional, que puede respaldar una considerable capacidad de préstamo de los bancos de la zona del euro.
 

Para mí lo mejor de estas medidas, bien estructuradas, es que dicen que son por un año pero serán ampliadas si se estima necesario. 

En cuanto a Draghi, recojo estas terribles palabras del OK Diario,

“El expresidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha pedido que se realice un mayor esfuerzo por parte de los estados europeos, para hacer frente a la pandemia del coronavirus y evitar que Europa entre en una profunda recesión que termine por convertirse en una depresión prolongada. Draghi defiende así una actuación contundente, que asuma un mayor endeudamiento público y que se cancelen las deudas del sector privado para combatir esta crisis.

«La pandemia de coronavirus es un tragedia humana de proporciones potencialmente bíblicas», advierte Draghi en una columna publicada por el diario ‘Financial Times’ donde advierte de que el coste económico de las medidas de contención implementadas «hacen inevitable una profunda recesión», por lo que el expresidente del BCE plantea que el desafío actual es actuar con la suficiente firmeza y rapidez como para evitar que esta se transforme en una prolongada depresión que cause un daño irreversible a Europa.

En este sentido, Mario Draghi apunta que la respuesta claramente pasa por un aumento significativo de la deuda pública, que pasará a convertirse en una característica permanente de las economías europeas y vendrá acompañada por la «cancelación de deuda privada».

«Es el papel apropiado del Estado desplegar su balance para proteger a los ciudadanos y la economía contra shocks de los que el sector privado no es responsable y no puede absorber», defiende el expresidente del BCE, recordando que los estados siempre lo han hecho frente a emergencias nacionales, como las guerras, y que en la actualidad representan la angustia humana de la pandemia y los cierres.

Ante esta situación, Draghi sostiene que la cuestión no es ya si el Estado debe hacer uso de su balance, sino cómo debería emplearlo mejor y subraya que la prioridad no debe ser solo proporcionar una renta básica a aquellos que pierdan su empleo, sino evitar en primer lugar la destrucción de puestos de trabajolo que hace necesario un apoyo inmediato en forma de liquidez para las empresas y emprendedores.

miércoles, 25 de marzo de 2020

Operaciones que se rumorean del BCE

En Bloomberg encuentro este artículo sobre las posibles alternativas para el BCE frente a la pandemia. Lo que ya ha anunciado y posibilidades comentadas. Destaca la idea de uno bono europeo, Coronabono, pero cuya aplicación se antoja difícil.

Los responsables de las políticas del Banco Central Europeo están abiertos a activar su herramienta más poderosa de compra de bonos si es necesario para ayudar a la economía afectada por el coronavirus de la región del euro.

Si bien el programa de transacciones monetarias absolutas solo se mencionó brevemente en la reunión de emergencia del Consejo de Gobierno de la semana pasada, que se centró en acordar un programa de compra diferente, está claro que habría un amplio apoyo, dijeron las personas. Pidieron no ser identificados porque la sesión fue privada.

La reactivación de OMT, que depende de que los países aseguren el acceso al fondo de rescate de Europa, beneficiaría a los miembros de la zona del euro cuyas finanzas públicas tensas corren el riesgo de limitar su capacidad de amortiguar el golpe de la pandemia de coronavirus. Los bonos griegos se recuperaron después del informe, y el rendimiento de los títulos a 10 años cayó 11 puntos básicos a 2,35%.

El OMT fue diseñado en 2012 después de que el ex presidente Mario Draghi se comprometiera a hacer "lo que sea necesario" para salvar el euro durante la crisis de deuda de la región. Le permite al BCE comprar cantidades casi ilimitadas de la deuda soberana de una nación, reduciendo los rendimientos de los bonos que corren el riesgo de hacer que el estímulo fiscal tan necesario sea inasequible.

Condiciones politicas

Antes de que la presidenta Christine Lagarde y sus colegas puedan lanzar el programa, los gobiernos deben obtener algún tipo de asistencia del Mecanismo Europeo de Estabilidad.

Esa asistencia normalmente requiere que los gobiernos se suscriban a las reformas, un estigma que podría disuadir a algunos. Los gobiernos están considerando cómo podrían proporcionar líneas de crédito con condicionalidad limitada o nula.

Este estigma me lleva a pensar que el gobierno español no va a pedir la ayuda, por la  mala gestión, de que es consciente, del déficit público. Se obligaría a rectificar el camino de despilfarro que le exigen sus socios, lo que pondría en peligro su estabilidad parlamentaria.


Italia, que ha sido la más afectada por la pandemia, ha argumentado que las líneas de crédito solo pueden ser una solución temporal. El país tiene la segunda carga de deuda más alta de la zona euro después de Grecia, lo que hace que los rendimientos más altos sean especialmente difíciles de sobrellevar. Las necesidades anuales de refinanciación de la deuda pública del país ya representan el 20% del PIB.

Otra posible solución, favorecida por Italia, entre otras, sería un Coronabono del euro. Durante una teleconferencia de ministros de finanzas de la zona del euro anoche, Lagarde hizo un fuerte impulso para ese tipo de emisión de deuda conjunta, aunque no obtuvo suficiente apoyo.

Si bien los gobiernos están actuando lentamente para encontrar una solución, el BCE ya ha intensificado su respuesta a la crisis. La reunión de la semana pasada resultó en un Programa de compra de emergencia pandémica de 750 mil millones de euros ($ 810 mil millones), lo que significa que gastará más de 1 billón (trillones) de euros en deuda este año. También está probando préstamos a bancos en condiciones extremadamente favorables.

Si el banco central agregara el OMT, tendría la ventaja de no estar sujeto a los límites de las operaciones de compra de bonos existentes, que requieren comprar deuda en proporción al tamaño de las economías individuales.

El programa está sujeto a límites sobre la cantidad de bonos de cada gobierno que puede mantener el BCE, aunque los responsables políticos ya han dicho que están dispuestos a considerar aumentar esos límites. Las compras se realizarían en el mercado secundario.

martes, 24 de marzo de 2020

Lo que nos jugamos en economía

Yo creo, por lo que leo en este post y otros medios, que no nos hemos enterado todavía de lo que nos jugamos. Sin embargo, pocas veces he visto tan amplio consenso entre economistas de diferente escuelas y latitudes; véase por ejemplo, la de Luis Garicano, en el Pais de hoy. 

Sabemos poco de los shocks de oferta. Todos los grandes anuncios están destinados a salvaguardar al sistema financiero y los Estados. ¿Está de acuerdo?
La solución global que se ha dado, y creo que es la única posible, es transferir al sector público el problema enorme que van a sufrir empresas y autónomos al quedarse sin ingresos. El sector público ha provisto de un seguro que garantiza que todo el mundo va a tener liquidez. Pero, claro, el sector público tenía que mantener su acceso a los mercados. La medida del BCE supone decir que él va a estar ahí como prestamista de último recurso y asegurar el acceso a la financiación de los Estados de la zona euro. Es una medida imprescindible.
Y no cree que hay que empezar a estudiar otras medidas. ¿No sería necesario modificar la legislación mercantil para que las sociedades no entren en causal de disolución?
Esta crisis nos va a obligar a cambiarlo todo y estamos hablando de cosas tan nucleares como el Código de Comercio. Lo más complejo de esta situación es que no sabemos cuánto va a durar. Y respecto a los efectos económicos, un parón como el que hemos decretado no tiene precedentes en la historia y es extremadamente dañino. ¿Cuántas semanas podemos aguantarlo? No creo que nadie piense que puedas tener tres, cuatro o cinco meses la economía en el congelador sin producir. A medida que veamos su duración habrá que ir tomando otras medidas
 Los sectores primarios casi no van a sufrir impacto, pero el turismo puede perder el año entero y eso supone el 12% del PIB español...
La temporada alta para Madrid y las Islas Canarias es ahora, de marzo a junio, y esa ya está perdida. Y es muy poco probable que los extranjeros puedan venir o les podamos dejar venir en masa en verano. La economía española depende mucho de bares, de hoteles, de la vida social y eso va a tener una penalización brutal. Hay sectores como el primario que no sólo no están sufriendo, sino que van a tener más demanda porque la gente está acumulando para estar en su casa y no sale a comer fuera. Esto te lleva a la idea de que el shock que estamos sufriendo es favorable al campo, al pueblo y a lo rural, y contrario a los viajes, a la globalización y a las ciudades. Cambia completamente la distribución de beneficios. Los que estaban ganando con la globalización pasan a ser los perdedores.
Otra opinión captada en el Telegraph, de Tom Rees,

La economía del Reino Unido se ha hundido en una caída libre récord, incluso antes de que Boris Johnson intensificara las restricciones a la vida cotidiana el fin de semana, con la advertencia de la Ciudad de un colapso en la producción mayor que durante la Gran Depresión hace un siglo.

Los economistas dijeron que la recesión apenas ha comenzado después de que el índice de gerentes de compras (PMI, por sus siglas en inglés) de marzo señalara un colapso total de la actividad en Europa y EE. UU.

El PMI compuesto del Reino Unido alcanzó un puntaje de 37.1, una caída desde 53 el mes anterior y muy por debajo de la cifra de 50 que divide el crecimiento de la contracción.

La encuesta se observó de cerca antes de que Boris Johnson obligara a bares, restaurantes y tiendas a cerrar para combatir el coronavirus.

La pérdida de empleos se está acumulando al ritmo más rápido en más de una década a medida que las empresas se preparan para la recesión.

Indica que la economía está sufriendo una profunda contracción, con un puntaje superior a 50 que indica crecimiento.

Chris Williamson, economista de IHS Markit, advirtió que la desaceleración en marzo "probablemente será la punta del iceberg y empequeñecerá por lo que veremos en el segundo trimestre".

La industria de servicios, la mayor parte de la economía, lideró el declive con una caída récord ya que los compradores, comensales y bebedores se quedaron en casa. IHS Markit dijo que el empleo en las industrias de servicios y fabricación sufrió su mayor caída desde julio de 2009, ya que las empresas despidieron a los trabajadores para reducir costos.

El puntaje compuesto apunta a una caída del PIB de 1.5pc a 2pc, pero los economistas advirtieron que la recesión será mucho más profunda en los próximos meses.

Por fin, la ya citada en mi post anterior, de James Bullard, presidente de la FED de Saint Louis,

En EEUU, hay previsiones que cifran la caída del PIB en un 50%, con el paro llegando al 30%. Es como la Gran Depresión pero peor. Estas predicciones son de J. Bullard, el presidente de la FED de Saint Louis. Pregunta: si vamos a asistir a caídas de esta envergadura, ¿cuanto caerá España? Otra pregunta, ¿y las bolsas? De verdad hay quien prevé una recuperación en UVE... ¿pero cuándo? Para Bullard hay un mensaje optimista si se toman las radicales medidas que él propone, de no escatimar ayudas a los trabajadores y empresarios,

Todo esto se aprecia en los PMI últimos, tomados de inbestia, que marcan una tendencia escalofriante, 





Nos jugamos una pandemia, sí, cuya respuesta ineludible va a provocar una contracción jamas vista. 
Si queremos evitarlo, debemos exigir a los bancos centrales y gobiernos que actúen con decisión imaginativa, como lo ha hecho la FED ofreciendo liquidez a las empresas no bancarias que lo requieran. 
Una contracción de esos calibres crearían una sociedad de lo más inestable, con disturbios de los que no se sabe qué podría resultar. Esperemos no llegar a esto, porque las consecuencias colaterales serían terribles solo de imaginarlas. 


lunes, 23 de marzo de 2020

Ante las señales de estrés riesgo y liquidez en EEUU, la FED decide hacer las cosas a lo grande

EEUU, y todos los mercados en general, están registrando señales de aumento del miedo al riesgo y a la falta de liquidez.
El primer ejemplo es el TED spread, o margen entre el LIBOR y el Treasury, a 3 meses ambos, que en tiempos normales debería ser cercano a cero.




La subida en flecha no llega, ciertamente, a los niveles alcanzados en 2008, de 300 p.b., pero precisamente es lo que no se quiere, deteriorar las cosas para empezar a actuar. 
Otro indicador que ha empezado a dar señales de estrés es el del spread del bono empresarial Baa respecto al Treasury a plazo igual, lo que indica dificultades crecientes de colocar bonos empresariales fácilmente.  



Otro ejemplo que nos muestra que no se ha llegado al nivel de la Gran Recesión, pero la velocidad de ascenso no es tranquilizadora.


Ante esto se indicios inquietantes, la FED se ha vuelto, nos cuenta Matt Levine en Bloomberg, revolucionaria, y ha decidido saltarse la intermediación bancaria y financiar directamente a las empresas no financieras. Levine nos ofrece algunas explicaciones válidas, 

Todo se ha descompuesto un poco. Si la Reserva Federal quiere que el dinero vaya a las empresas rápidamente, podría tener que pasar por alto a los bancos y simplemente darle dinero a las empresas directamente.

Sospecho que otra gran parte de la respuesta es que los bancos ya han sido tan desintermediados de los mercados de préstamos que la vieja estrategia de "dar dinero a los bancos que lo darán a las empresas" realmente no puede funcionar. Si usted es una gran empresa con grado de inversión, no obtiene su financiamiento principalmente de préstamos bancarios; se obtiene al vender bonos en los mercados de capitales, a compañías de seguros y pensiones y fondos mutuos. 5 Si esos mercados se congelan, si la gente se apresura a sacar dinero de sus fondos mutuos; si las compañías de seguros y las pensiones están en pánico, entonces dar dinero a los bancos no te sirve de nada. Para que la Reserva Federal respalde los préstamos corporativos reales en 2020, debe ir a donde las empresas (grado de inversión) piden préstamos, que es el mercado de bonos.

Pero creo que hay una explicación general más clara, y es que la banca no cumplió su función de correa transmisión de la oferta de la FED en la crisis de 2008. En la banca se estancaron lo suficiente fondos adquiridos en la FED - en algunos países a tipos negativos incluso -. En parte es lógico, porque había un o un problema colateral del prestatario. Que ahora la FED inicie esta faceta revolucionaria es un indicio de lo mal que se están poniendo las cosas, y a la vez de la fuerte decisión de la FED de no dejar que lleguen al grado de podredumbre de 2008, hasta que se comenzó realmente con el Quantitavity Easing. 
Asi que un hurra por la FED, y esperemos que esto despierte a todos los bancos centrales, los que, por cierto, todos han declarado que no han dicho su última palabra. Y es que como muestra la situación expectativas de inflación, en el siguiente gráfico, el pesimismo está aumentando velozmente.



Téngase en cuenta que esta crisis no se soluciona si no es por este tipo de actuaciones. Ya dije en mi post anterior que Bullet, el Presidente de la FED de Saint Louis, espera una contracción del PIB de un 50% y un paro del 30%, no alcanzado en la crisis de1929.





domingo, 22 de marzo de 2020

Instrumentar la respuesta a la brutal contracción económica

Pensemos en la cuestión suscitada de si esto es un shock de oferta o demanda. 
La sociedad sufre un ataque a la salud de sus ciudadanos. El gobierno toma las medidas que considera más eficaces para atajar el contagio: confina a los ciudadanos en sus casas, y aumenta la oferta de salud pública como puede. 
El confinamiento reduce brutalmente la demanda final de consumo y la oferta de trabajo. Pero también las empresas, ante la caída previsible de la demanda, buscan el modo de aligerar la carga de la nómina, y el gobierno le ayuda a esto. 
Una caída del empleo, aunque sea transitoria hasta que esto acabe (¿?), añade aún más debilidad a la demanda, incluso a la demanda a proveedores de materias primas y de bienestar de inversión. Los planes de inversión se ven anulados o pospuestos, con la incertidumbre continua de que no sabemos bastante del virus para saber cuando terminará. La inversión bruta se reducirá a mínimos y la neta será fuertemente negativa.
De ello se deduce, si sumamos la gravedad de los efectos con la incertidumbre casi total, que la situación es muy grave y que habrá agentes productivos que no podrán aguantar hasta el final, por mucha ayuda que reciban. 
Es necesario transmitir la confianza de que la autoridades monetarias y fiscales van a prolongar este apoyo diseñado por el BCE y el gobierno sin reticencias. Se trata de que el gobierno, como agente con más recursos financieros, asuma y socialice parte del riesgo que el sector privado no está en condiciones de asumir. Además, el gobierno, por necesidad, ha sido el primero en meter el palo en las ruedas de la economía. 
Ahora bien, es exigible que todos los recursos extras que va a utilizar el gobierno no se despilfarren en decisiones corruptas ni haya desviaciones del objetivo, como es exigible que el BCE sea un garante ilimitado de la oferta al sector productivo. 
Entre los riesgos que se presentan ante nosotros, es mucho más probable el riesgo de contracción y deflación severa, que un aumento de la inflación, que sólo se puede esperar cuando la brecha económica ineludible se cierre, lo que no será en breve. La inflación, ya de por sí más baja de lo deseado, tenderá a caer, más cuanto más dure la amenaza.
Y hoy no sabemos poner una fecha aproximada, por muchos ejercicios comparativos con la fiebre española del 1918 hagamos. El contexto social y económico, de relaciones internacionales y desplazamientos, ¡es tan distinto! 
En EEUU, hay previsiones que cifran la caída del PIB en un 50%, con el paro llegando al 30%. Es como la Gran Depresión pero peor. Estas predicciones son de J. Bullard, el presidente de la FED de Saint Louis. Pregunta: si vamos a asistir a caídas de esta envergadura, ¿cuánto caerá España? Otra pregunta, ¿y las bolsas? De verdad que hay quien prevé una recuperación en UVE... ¿pero cuando? 

Para Bullard hay un mensaje optimista si se toman las radicales medidas que él propone, de no escatimar ayudas a los trabajadores y empresarios,

Para Bullard eso significa:

Igualar cualquier salario perdido.

Igualar cualquier negocio perdido.

Sin preguntas.

No hay argumentos sobre rescates o «riesgo moral» – el pegajoso tema de los rescates públicos de malos actores.

Después de una década de vino y rosas para las bolsas, toca la década de las vacas flacas. Creo.

Poesía de verdad

George Brassens. Las Lilas

Pauvre amour, tiens bon la barre
Le temps va passer par là
Et le temps est un barbare
Dans le genre d'Attila
Aux cœurs où son cheval passe
L'amour ne repousse pas
Aux quatre coins de l'espace
Il fait le désert sous ses pas


Trad. 
Pobre amor, sujeta bien el timón,
el tiempo va a pasar
y el tiempo es un bárbaro
del estilo de Atila.

En los corazones por donde su caballo pasa
el amor no vuelve a brotar
en cualquier lugar del mundo
el desierto brota bajo sus pasos.

viernes, 20 de marzo de 2020

Perturbación sin precedentes

Leo en El País que el gobernador del Banco de España ha dicho que la economía se enfrenta a una “perturbación sin precedentes”. Cito del periódico citado:

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha publicado este viernes un inusual comunicado para advertir de los muy serios efectos para la economía de la crisis del coronavirus. "Nos enfrentamos a una perturbación sin precedentes, de una intensidad incierta, aunque en todo caso muy notable. Las necesarias medidas de contención en España y en otros muchos países europeos han llevado a una disrupción muy severa de la actividad económica”, asegura.

Lamentablemente, no encuentro el texto oficial, pero creo que otra parte central del comunicado es pedir una mayor (o al menos una, porque hasta ahora, cero) coordinación fiscal entre los países del áreas de la UE, con lo que coincido. 
De todas formas, basta hacer hincapié en las palabras “perturbaciones sin precedentes”, para reflexionar con un poco más de prudencia en los mercados.
Ayer leí aquí un artículo muy optimista, de Hugo Ferrer, que le aplaudo, pero no comparto totalmente. 
Me recuerda a los que dicen que en España nunca pasa nada”, o los que preguntan, “¿acaso no hemos superado dos guerras mundiales?”
Y yo pregunto: ¿a qué coste incalculable, cuantas generaciones se han quedado en el camino? No son sólo millones de muertos, de torturados, exterminados, sino de incalculables pérdidas que cuestan un tiempo largo reponer y volver a poner en marcha. En la postguerra mundial, Europa no se hubiera levantado de la ruina si no es por el Plan Marshall, pese al cual hasta 15 años se después de la guerra no empezó a mostrar sus frutos. En el camino se quedaron los muertos y los vivos que no llegaron a beneficiarse. Los países comunistas no quisieron participar. ¿No les recuerda esto algo relacionado con las donaciones de Amancio Ortega? 
Un plan fiscal coordinado de lo siguiente países UE, o al menos del área euro - que disponen de un poderoso BCE, con grandes recursos monetarios, recientemente ampliados en 750 mil millones - infundiría para empezar un chute de confianza en la gente más afectada económicamente. Ya he comentado aquí el plan presentado por el gobierno, que es presentable pero tiene agujeros. Esos agujeros se podrían haber tapado con una presentación coordinada con los demás más países miembros, pero Europa es así, es lo que hay. 
Hay cosas imprescindibles para la situaciones actual, que son liquidez, crédito, y prolongación de créditos en vigor. Pese a que se cumpla esto, en el mejor de los casos una “perturbación sin precedentes” - y yo coincido - deteriorará bastante el tejido industrial, las relaciones de la cadena proveedor-cliente, que no se repondrán rápidamente tras acabar con la pandemia. 
Así que a largo plazo podemos ser optimistas, y cuanto más alargues el plazo, más optimismo. Pero hay innumerable gente que se quedará por el camino.
Y todo esto con un gobierno que da muestras que una parte de él está por la ruptura del estado, por tirar el tablero y las fichas al aire y que han visto en la pandemia una trampolín para ello. Unas directrices claras de gobernanza desde la UE también hubiera servido para desviar estas tentaciones. Es preocupante la mentalidad mostrada por algunos de sus miembros, que me lleva a pensar que la deuda pública subirá un buen trecho, sin resultados positivos para la economía privada.

miércoles, 18 de marzo de 2020

La oferta económica del gobierno

Es pronto para valorar en su totalidad la oferta del gobierno, que suma 200 mil millones de euros, un 20% del PIB. Pero esto no serán el déficit del sector público, pues la mitad, 100 mil millones, son avales para que la oferta de liquidez del BCE a la banca no se estanque por miedo a los impagos. Se trata de un chute de  confianza a la banca para que mueva ese dinero y éste llegue a los que lo necesitan, Pymes y autónomos principalmente. Esos Avales infunden confianza pero no quiere decir que se vayan a ejecutar. Cuanto más alta sea la confianza, se reducen las probabilidades de impagos y ejecución de avales. 
Por lo tanto, las líneas generales, a falta de los detalles de la letra pequeña, son adecuadas, aunque hay sombras, como la mezquindad respecto a los autónomos, que van a ser los grandes sufridores de esta crisis. Tampoco me gusta la ausencia de rebajas impositivas, algo de agradecer en un país tan dislocado fiscalmente.
Ahora bien, la duda mayor es la idoneidad de este gobierno, que otra vez a sostenido fuertes debates internos para acordar las medidas, por el enfrentamiento entre los comedidos respecto a déficit y la deuda (Nadia Calviño) y los leninistas y demás fauna que lo componen. 
Es de destacar que la opinión de Luis de Guindos, ex ministro y actual vicepresidente del BCE es favorable al plan. Pero insisto en que una cosa es la idoneidad del plan y otra la del ejecutor, bajo sospecha para mí.

martes, 17 de marzo de 2020

Propuestas sensatas

En El Mundo de hoy, un artículo de Inés Arrimadas/Luis Garicano ofrece unas líneas de medidas que me parecen sensatas. Las copio a continuación, e iré haciendo lo mismo con otras, para ir depurando nuestra opinión. 

Ese es el objetivo de las medidas que proponemos: reactivar la economía tan pronto como sea posible. Son propuestas que permitirán salvar empleo y dar tranquilidad a muchos españoles. Si no ponemos en marcha un plan de choque como el que proponemos desde Cs, habrá despidos, quebrarán empresas y será difícil volver a ponerlas en pie. Estamos a tiempo.

Para evitarlo, necesitamos sentar las bases que nos permitan aguantar con firmeza la crisis que ya ha desatado el coronavirus. Debemos dar garantías a nuestras familias, empresas, a nuestros trabajadores y autónomos. Por eso, proponemos una garantía por triplicado.

La primera garantía es de tipo laboral: se trata de asegurar a los trabajadores que no perderán renta, aunque su jornada se vea reducida por esta crisis. Para ello, el Estado debe contribuir a pagar parte del salario correspondiente a la reducción, tanto si esta es parcial como si es total. A los autónomos, por su parte, hay que ayudarlos pagándoles la Seguridad Social y una prestación por cese de actividad.

La segunda garantía se refiere a la liquidez. Nuestra propuesta es abrir una línea de crédito ilimitada sin intereses y con una carencia de un año, con aval público del Estado, para que autónomos y pymes puedan hacer frente a todas las facturas, ya sean alquileres o pagos a proveedores previos a la crisis pero que afrontan ahora.

Por último, urge una garantía fiscal para que los negocios afectados por el coronavirus puedan retrasar el pago de todos los impuestos mientras dure la pandemia.

Yo añadiría que hay que bajar impuestos urgentemente a los factores productivos, y eso es la piedra de toque para un gobierno medio ultra izquierdista. 
En otro medio, Vozpopuli, José Luis Feito nos ofrece matices interesantes. 

El Tesoro debería garantizar una parte sustancial de los créditos que se renueven o concedan por las entidades de crédito en estos meses, en línea con lo anunciado en Alemania y otros países de la eurozona. Esta garantía aumenta la deuda pública hoy pero puede disminuirla mañana, mientras que no concederla o limitarla en exceso multiplicaría las pérdidas de producción y empleo, lo que se traduciría en aumentos del déficit y la deuda pública aún mayores y más permanentes. Tenemos que ser conscientes de que será inevitable soportar un aumento significativo de la deuda pública (también de la deuda privada) durante esta crisis, al menos de entre 10 y 20 puntos del PIB, un aumento que será tanto más transitorio y se irá disipando más rápidamente cuanto mejor se hagan las cosas. Lo más importante al respecto es que las medidas que más deuda generen hoy sean las que más puedan reducirla mañana. En otro orden de cosas, debemos entender que las empresas se enfrentan a una caída sin precedentes de sus ingresos en lo que resta de año e incluso en un escenario optimista sus ingresos medios esperados  en 2021 serán inferiores a los de 2019.

Consecuentemente, sólo si sus costes laborales este año y el próximo son significativamente inferiores a los del año pasado se podrá crear empleo con la intensidad deseable; sólo así se podrán mantener, reabrir o crear un número de autónomos y nuevas empresas intensivas en trabajo que nos lleve lo antes posible a los niveles de empleo de comienzos de año. Para ello, además de explorar vías de flexibilización salarial entre los agentes sociales, debería haber reducciones permanentes de cotizaciones sociales y suspenderse la aplicación del salario mínimo o al menos retrotraerla a 2017. No se trata de impedir que haya salarios dignos sino de evitar que muchos pierdan su trabajo y su salario, no es cuestión de reducir los ingresos de los trabajadores sino por el contrario de que bajen lo menos posible. Se trata, en suma, de limitar todo lo posible la quiebra de empresas y los despidos permanentes a fin de reducir al mínimo inevitable la desaparición de asalariados.

Lo sucedido durante la Gran Recesión debe servir de lección para huir de la tentación del progresismo. Caer en ella siempre acarrea un deterioro de las condiciones de vida de los más vulnerables mayor del que se produciría si se consigue evitar. No tiene sentido la dicotomía progresista entre empresas del Ibex o relativamente grandes empresas y autónomos o Pymes. Directa o indirectamente, los ingresos de estos últimos grupos dependen en todo o en buena parte de los ingresos de las primeras. Medidas destinadas a reducir los beneficios después de impuestos de las mayores empresas terminarán ocasionando pérdidas de producción y empleo de todas las demás. Tampoco se debe contraponer la figura del trabajador con la del empresario, especialmente en tiempos de crisis. En estos tiempos el primero corre un mayor riesgo de perder su puesto de trabajo y terminar en el paro y el segundo de perder su patrimonio.



lunes, 16 de marzo de 2020

¡Y dale con el shock de oferta!

En un artículo citado por Rafael Manzano  de Daniel Lacalle  leo el retintín de que éste esto es shock de oferta y que no sirven de nada medidas de sostenimiento de la demanda. Pero al poco dice el autor 

Retrasar el pago de algunos impuestos un máximo de seis meses no mitiga el efecto del desplome de ventas

¿Desplome de ventas? Uy, ¡eso me suena a caída de la demanda! Con perdón...
Si hubiera un shock (contracción de la oferta) asistiríamos, si la demanda se mantiene firme, a un inflación creciente, lo que no es el caso. Ha habido ciertamente inflación de algunos productos, como mascarillas, que se han acaparado. Pero el riesgo real es de colapso de los puntos clave de la cadena de producción, despidos y cierres, especialmente en las PYMES, lo que se traduce en una caída de ingresos y de demanda. En suma, el riesgo es de deflación. 
Si hubiera desabastecimiento global podríamos asistir a una subida en flecha de la inflación, y eso sería, sí, un shock de oferta. Y hay que decir que las medidas del gobiernos han rozado ese riesgo al no tener en cuenta los efectos de algunas medidas, como cierre indiscriminado de servicios y comercios. 
Supongamos una cadena de producción del producto “verduras”, que tiene una demanda fija del consumidor, y comienza en un agricultor que lo produce, lo vende a un intermediario, éste lo agrega a otros del mismo tipo, lo transporta, lo que hace llegar al mayorista Mercamadrid (o similar en otro punto de España), donde lo compran los minoristas, sean grandes o pequeñas superficies. Puede ser que me haya olvidado algún escalón, pero es sólo un ejemplo. Ya queda el producto -como tantos otros millones de productos - a disposición del cliente... que no es más que un partícipe de esta u otra cadena de la economía. Unos producen gafas, otros producen verduras, unos participan en una cadenas, otros en otras, pero al final somos clientes potenciales... a menos que algunos hayan sido despedidos porque la medidas de emergencia=confinamiento han contraído la demanda (sí, la demanda), contracción que se transmite en sentido inverso en toda la cadena. Y cadenas. ¿Es esto un shock de oferta? Creo que se contesta por sí  solo. 
Como dice David Glasner,

El problema con ese razonamiento [shock de oferta] es que las reducciones en la oferta son, de hecho, reducciones en la demanda. Las siguientes reducciones en la demanda constituyen un choque contractivo secundario además del choque primario de la oferta, lo que pone en marcha un proceso acumulativo de reducciones adicionales en la oferta y la demanda. Desde esa perspectiva agregada, si el shock contractivo inicial es un shock de oferta o demanda es menos importante que garantizar que el proceso acumulativo se cortocircuite colocando un piso bajo demanda agregada (gasto total) de modo que la contracción causada por la descarga inicial del suministro no se autoamplifica.

Supongamos que el confinamiento decretado es óptimo para hacer frente a la pandemia. Entonces, económicamente, lo que deben hacer el gobierno y el banco central es crear facilidades y disponibilidad de crédito garantizados por el estado (como ha hecho Alemania), para facilitar el tránsito de esta anomalía a la normalidad en la cadena de producción. Tampoco me parece inútil, como erróneamente dice Lacalle, un inyección de liquidez, porque su necesidad va a aumentar, y porque toda crisis de liquidez tiende a convertirse en crisis de solvencia. Todo incremento de la oferta de crédito y de liquidez me parece insuficiente, y en la situación en que estamos, el gradualismo es letal. No hay riesgo de inflación, al contrario, y si no se abismamos en una deflación, sería una doble crisis. 
La expresión clave  es la que ha usado el gobierno alemán: “sin límite”. Garantía a todo el tejido industrial sin límite. La coordinación entre banco central y gobierno, y entre naciones, me parece crucial. 
Con todo, estoy de acuerdo como Lacalle - y reafirma lo que yo digo - en que hay que sostener el capital circulante que es crítico en las PYMES, el 90% del tejido industrial español. Como él mismo dice:

¿Qué es muerte por capital circulante? Los ingresos se desploman, los que te pagan lo hacen, pero mucho más tarde y, sin embargo, los costes fijos e impuestos aumentan y se acumulan. La mayoría de las empresas en España tienen muy poca liquidez. Si pensamos en las grandes, suman 28.236 millones de euros según Moody’s. Eso supone el 3% de la liquidez total de la región EMEA y sitúa a España a la cola de Europa.

Obsérvese de pasada que habla además de falta de liquidez, aunque en otras partes de su artículo dice que es innecesaria. 
Y estoy de acuerdo también en que las medidas del gobierno son, en el mejor de los casos, inanes, y en el peor contraproducentes. Retrasar 6 meses el pago de la deuda fiscal, que es un robo para las empresas, es tomar el pelo a la gente. Cito de nuevo a Lacalle:

  • Nuestras empresas, incluidas las que llamamos grandes, son muy pequeñas. El 90% de las empresas son pymes y la mayoría de ellas, casi el 60%, son microempresas. Además, como refleja la cifra de la AEAT, la mayoría están en pérdidas.

  • Los gobiernos ignoran los problemas de capital circulante de las empresas y siguen prefiriendo rascar y expoliar de lo que queda, aunque genere un destrozo en bases imponibles y en empleo a futuro. En vez de hacer lo que otros países están haciendo, bonificar y eliminar impuestos para evitar la sangría de empleo y quiebras, el Ejecutivo español lanza unas medidas que no ayudan a nadie a sobrellevar los escollos que existían antes de que el coronavirus generara un cierre generalizado.

  • Ante la acumulación de impuestos y facturas que pagar en medio de una caída de ingresos sin precedentes, España destruye más empleo que otros porque los empleadores no se pueden permitir mantener la fuerza laboral en un país donde un salario de 950 euros le cuesta al empleador 1.450 euros. A la batería de facturas y costes fijos se le añade una desproporcionada cantidad de impuestos, según el estudio de Civismo, La Factura Fiscal de las Empresas en España. Según el profesor Santacruz, la factura fiscal que habrá tenido que abonar una empresa pequeña española presenta un tipo efectivo del 49,67% sobre su resultado bruto de explotación. En el caso de una mediana, habrá sido del 51%; y en el de una grande, del 61,57%, incluyendo todos los impuestos.

  • El resultado de la muerte por capital circulante es que el tejido empresarial se destruye rápidamente y, con él, el empleo. España ha perdido casi 80.000 empresas desde la crisis. Entre 2008 y 2013 desaparecieron en España más de 160.000 empresas con asalariados -sin contar negocios de autónomos sin empleados a su cargo, lo que llevó a que el tejido empresarial español perdiera más de 3,2 millones de puestos de trabajo. 

Una de las razones por las que España destruye tanto empleo es porque destruye empresas más rápido que nadie acudiendo a grandes medidas de titular que no solucionan los problemas de los creadores de empleo e ignorando el problema de capital circulante y tamaño de nuestro tejido empresarial.

Este gobierno no está destinado a salvar el paso de la crisis a la normalidad. Es incompetente y peor, tiene al comunismo metido dentro, esperando la oportunidad de nacionalizar empresas, bancos, eléctricas, lo que le dejen. Desgraciadamente, ese riesgo, quien lo desprecie, está loco. Aunque. Sólo sea porque está chantajeando constantemente y no le importa hacer saltar el estado por los aires si eso le aporta poder. Así que la cosa no va de broma. 
Y en cuanto a la bolsa, ja! Ya dije “olvídense de la bolsas”... no es lo que más me preocupa, salvo que sea desencadenante de algo peor. Para eso están los más grandes expertos de éste blog.

Glasner,

Lunes de la verdad

Como se puede en Vozpopuli, 

Seis de los principales bancos centrales mundiales se coordinaron el domingo para regar de dólares el mundo y evitar así el colapso de los mercados financieros en la apertura del lunes. O al menos, intentarlo. Liderados por la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra, el Banco de Canadá, el Banco de Japón y el Banco de Suecia anunciaron la puesta en marcha de líneas de liquidez en dólares, a través de 'swaps', para que ningún país pierda el acceso a la moneda más importante del mundo en este momento en que los inversores huyen hacia la gran potencia. La última vez que el mundo vivió una acción coordinada de los mayores bancos centrales fue en 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers, cuando los mercados financieros globales se iban por el sumidero.

Además, la Reserva Federal anunció una rebaja de los tipos de interés hasta el 0%, nivel que antes solo se había alcanzado durante la crisis de 2008, y amplió su programa de compra de activos a 700.000 millones de dólares para adquirir bonos del tesoro y activos hipotecarios, esto es, más de la mitad del PIB español. Además, la entidad volvió a habilitar la ventana de descuento de liquidez para garantizar a los bancos todo el flujo de dólares que precisen. Por último, redujo el coeficiente de reserva de depósitos al 0%, lo que significa que los bancos pueden utilizar todo su pasivo para conceder créditos durante este periodo

Esto demuestra que los bancos centrales están sensibilizados a los riesgos a los que no se enfrenta la pandemia, que básicamente son una contracción aguda de la economía y unos mercados financieros en riesgo de desmoronarse. En este sentido, La disquisición entre que si es un shock de oferta o de demanda me parece estéril, porque ambas se van a contraer a través de la cadena de producción. En cuanto se deja de contratar a proveedores y trabajadores, ya tenemos un caída de la renta y la consiguiente contracción de la demanda. 
A pesar de esta acción concertada de los bancos centrales el domingo, la apertura de los mercados el lunes ha sido negro, con una caída del Ibex del 8%. Y es que entre la sobrevaloración inicial y las expectativas actuales, de una severa contracción sin de duración indeterminada, el pánico está garantizado. 
En España hay 4,5 millones de empleados eventuales o temporales, que si no se oferente las empresas garantías y prolongaciones de crédito, irán al paro. No será un shock de demanda, pero cualquier ayuda de y consolidación del crédito a mejores condiciones - para eso han bajado aún más aún los tipos oficiales -, servirá para paliar las caídas y mejorar las expectativas de los mercados. 
Hay que frenar a costa de lo que sea la deriva hacían el pesimismo absoluto, que se puede apreciar en el gráfico que publiqué de expectativas de inflación:



Creo que los bancos centrales están “entrenados“ en estos menesteres desde la crisis del 2008. No tienen mucho margen de tipos con una curva plana o negativa, pero oferta de liquidez y crédito es infinita, mientras la inflación se anticipa negativa. Cualquier atisbo de deflación debe ser cercenado radicalmente. 
Toda una prueba para las autoridades, que deberían aceptar que las duda pública aumente, aunque también hay que exigir que los gastos inútiles en esta tesitura se eliminen en beneficio de los más urgentes. Particularmente, el gobierno de España debe renunciar a sus medidas de gasto efectistas pero y pensar en los damnificados, y para ello hay que pensar también en el tejido industrial, que hay que defender lo más eficazmente posible. Que quiebren y cierren el menor número de empresas y autónomos, de cualquier condición.

domingo, 15 de marzo de 2020

Un gobierno entre oportunista y leninista

Ante la oferta abundante que ha hecho el BCE de liquidez, facilidades de crédito y su aumento, no se entiende la parálisis del gobierno para no coger ese paquete e instrumentarlo, como de hecho ya está haciendo la banca privada. 
La parálisis se debe, al parecer, al enfrentamiento entre el sector leninista y el sector oportunista del gobierno. A este último no creo que le estorbara la oferta del BCE, que ya advirtió en su declaración que necesitaba la ayuda de los gobiernos del euro. Sólo se trataba de canalizar esos medios financieros hacia los sectores más asfixiados por los cortocircuitos por miles que se están declarando todos los días en una crisis muy especial, en la que el proveedor no tiene provisiones y los clientes o están clausurados o no pueden salir a la calle. La cadena de producción, interrumpida en sus conexiones más delicadas que, cuando todo es normalmente, apenas pensamos en ella porque son las empresas-eslabones las que lo hacen prácticamente por costumbre. 
El otro día publiqué un resumen de esas medidas anunciadas por el BCE, que recojo aquí:

- Primero, decidimos llevar a cabo, temporalmente, operaciones adicionales de refinanciación a largo plazo (LTRO) para proporcionar apoyo de liquidez inmediato al sistema financiero de la zona del euro.

-En segundo lugar, el Consejo de Gobierno decidió aplicar condiciones considerablemente más favorables durante el período comprendido entre junio de 2020 y junio de 2021 a todas las operaciones TLTRO III pendientes durante ese mismo tiempo. Estas operaciones respaldarán los préstamos bancarios a los más afectados por la propagación del coronavirus, en particular las pequeñas y medianas empresas. A lo largo de este período, el tipo de interés de estas operaciones TLTRO III estará 25 puntos básicos por debajo del tipo medio aplicado en las principales operaciones de refinanciación del Eurosistema.

-Tercero, decidimos agregar compras de activos netos adicionales de € 120 mil millones hasta el final del año, asegurando una fuerte contribución de los programas de compra del sector privado.

- También tenemos la intención de continuar reinvirtiendo, en su totalidad, los pagos del principal de los valores que vencen comprados bajo la APP (adquisiciones de activos públicos y privados). durante un período prolongado después de la fecha en que comenzamos a elevar las tasas de interés clave del BCE, y en cualquier caso durante el tiempo que sea necesario condiciones favorables de liquidez y un amplio grado de acomodación monetaria.

- se matienen los tipos de interés en sus su nivel actual.

En suma, Un empujón de liquidez y financiación, ampliación de plazos  facilidades de colateral, que ha sido recibido fríamente por los mercados, aunque habrá que esperar  futuras reacciones. No hay bajadas de tipos de interés, supongo apenas queda margen sin que afecten gravemente a los márgenes de la banca.

No sé si será suficiente, pero de lo que estoy seguro es que se ampliarán si es necesario. Con esto el gobierno podría bajar impuestos decisivos en la producción y el consumo, como IVA y cotizaciones, y facilitaría que las empresas pudieran mantenerse con capital circulante aunque estén cerradas por culpa del virus. 
Se trata de que la economía sufra lo menos posible los efectos congelantes de la actual medidas anti pandemia. 
Pero para eso hay que tener cabeza y, luego, poder utilizarla, no atenazaos por una parte del gobierno que está jugando a hacer la revolución. El Coronavirus se ha convertido en su “Tren de Lenin” ese que financiaron los alemanes para depositar el virus revolucionario en la Rusia zarista y que les vino de perlas para que Rusia, en guerra civil, se rindiera. 
Así que recursos, haberlos, haylos. Lo que no hay es cabeza para implementarlos ni la mínima armonía en un consejo de ministros desastroso.

sábado, 14 de marzo de 2020

Pero, ¿que escriben?




A ver si no tenemos que repetirlo: la B con la A, BA...

Estado de emergencia, retrasado. Desgobierno perfecto

De OK diario tomo éste párrafo del que se puede deducir un par de cosas interesantes.

 Los ministros comunistas quieren que el Gobierno se haga con el control de las empresas privadas y los comercios que puedan ayudar a mitigar la crisis del coronavirus en nuestro país. A través del artículo 128 de la Constitución el Ejecutivo puede poner a disposición de los recursos públicos los bienes y materiales de los hospitales privados. Otra cuestión que provoca diferencias entre los ministros del PSOE y Podemos es la limitación del espacio aéreo o el cierre total del mismo.

Tampoco gusta en la formación morada que ninguno de sus miembros forme parte del Estado Mayor, que presidirá Sánchez, y que contará con los titulares de Defensa, Interior, Transportes y Sanidad, todos socialistas. Fuentes cercanas a Iglesias creen que él, como ministro de Derechos Sociales, debería estar presente para garantizar a las familias el cumplimiento de los servicios básicos.

Primero, Pablo Iglesias es un descabezado que ha ido al Consejo de ministros pese a estar en cuarentena.
Segundo, que las razones de discrepancia entre el Presidente y el Vice han sido porque éste querían empezar a nacionalizar empresas, lo cual es de lo más inquietante. 
No sé qué piensan Uds, pero yo creo que éste no ha renunciado a formar una República venezolana en España. 
Estamos muy en un Estado totalmente a la deriva, sin parangón con lo que hemos más conocido hasta ahora. Al gobierno se le subleva el Vicepresidente y dos autonomías, Cataluña y País Vasco. El presidente. Dicen. Completamente bloqueado. Sólo Nadia Calviño ha hecho frente a las  locuras propuestas por Pablo Iglesias, vicepresidente y de vocación leninista. 
Es decir, en una tesitura tan grave como la que vivimos, el gobierno desnortado y dos regiones en rebelión. Veremos por dónde sale Pedro Sánchez, quien, se decía, iba a nunciar algo a las 20h.


jueves, 12 de marzo de 2020

Medidas anunciadas por el BCE contra Coronavirus

Estas son, resumidas, las principales medidas anunciadas por Cristine Lagarde tomadas en el Consejo de Gobierno del BCE en su reunión mensual. 


- Primero, decidimos llevar a cabo, temporalmente, operaciones adicionales de refinanciación a largo plazo (LTRO) para proporcionar apoyo de liquidez inmediato al sistema financiero de la zona del euro.

-En segundo lugar, el Consejo de Gobierno decidió aplicar condiciones considerablemente más favorables durante el período comprendido entre junio de 2020 y junio de 2021 a todas las operaciones TLTRO III pendientes durante ese mismo tiempo. Estas operaciones respaldarán los préstamos bancarios a los más afectados por la propagación del coronavirus, en particular las pequeñas y medianas empresas. A lo largo de este período, el tipo de interés de estas operaciones TLTRO III estará 25 puntos básicos por debajo del tipo medio aplicado en las principales operaciones de refinanciación del Eurosistema.

-Tercero, decidimos agregar compras de activos netos adicionales de € 120 mil millones hasta el final del año, asegurando una fuerte contribución de los programas de compra del sector privado.

- También tenemos la intención de continuar reinvirtiendo, en su totalidad, los pagos del principal de los valores que vencen comprados bajo la APP (adquisiciones de activos públicos y privados). durante un período prolongado después de la fecha en que comenzamos a elevar las tasas de interés clave del BCE, y en cualquier caso durante el tiempo que sea necesario condiciones favorables de liquidez y un amplio grado de acomodación monetaria.

- se matienen los tipos de interés en sus su nivel actual.

Un empujón de liquidez y financiación, ampliación de plazos  facilidades de colateral, que ha sido recibido fríamente por los mercados, aunque habrá que esperar  futuras reacciones. No hay bajadas de tipos de interés, supongo apenas queda margen sin que afecten gravemente a lo sucedido márgenes de la banca.


Expectativas

Este gráfico me parece muy interesante en el momento actual. Representa las expectativas de inflación en el mercado del bono Treasury a 10 años indexado de inflación.




Teóricamente se espera una inflación en los próximos 10 años del-0,6%. Obsérvese sobre todo la pendiente de la caída. Acoxonante.

Descoordinación

EL coronavirus va a ser una verdadera prueba para un país como España, tan descentralizado que cada autonomía, y cada ayuntamiento, toma medidas sin contar con el gobierno. Coordinación cero. Esperemos que de fuera, UE y BCE, vengan medidas e instrucciones que nos metan en vereda. Si no, esto va a ser un despropósito apoteósico. 

miércoles, 11 de marzo de 2020

Políticas que se deben esperar en esta tesitura

Los gobiernos deberán hacer frente a un verdadero problema de oferta sanitaria, pues ninguno tiene los medios sanitarios suficientes para el nivel de contagio alcanzado. Hay un autentico déficit de oferta en este sentido, lógico pues dicha oferta no está calculada para situaciones de excepción agudas. Nadie tiene el número de camas hospitalarias suficientes más que para situaciones cotidianas y algo más.
En economía,  también los gobiernos deberán hacer frente a lo que yo llamo la “crisis de interconexión” entre entidades, agentes, empresas, que se van a encontrar sin proveedores, por lo tanto desabastecimiento, y que exigirá del sector público líneas de soporte financiero para que quiebren el menor número de empresas posible, e incluso deberá convertirse en caso extremo en último oferente de bienes esenciales. 
Una y otra cosa exigirán recurrir a emisiones de deuda especiales que deberían ser bien recibidas por los mercados, para lo cual la garantía de organismos como el FMI o la UE, por ejemplo, será vital para que no suban los tipos de interés.
Por lo tanto, el nivel de deuda pública va a aumentar, y el del sector privado también, por eso se requiere apoyo y soporte de las Entidades públicas más solventes. Eso podría desactivar los primeros signos de desconfianza apreciados en los mercados del seguro del crédito, que deben ser abortados lo antes posible. Pero también es de exigir seriedad en la gestión presupuestaria para infundir confianza.
Hay, por lo tanto, que dar seguridad crediticia como proponía Larry Summers. Esto seguramente podría hacer cesar los conatos de pánico que se han visto, pues si se desarrollan, los mercados pueden sufrir un gran castigo si llegamos a una situación de extrema demanda de liquidez, lo que no se llenaría a un nuevo 2008. Los bancos centrales no pueden hacer mucho a este respecto, si no es coordinar esfuerzos para garantizar líneas crediticias que ayuden a prolongar  la confianza en la estabilidad financiera. Algo así ha hecho el Banco de Inglaterra.
Mañana oiremos a la nueva presidenta del BCE, Cristine Lagarde, y sus palabras deben oírse con gran atención porque hablará del futuro, esperemos que para tranquilizar los mercados. 
Con todo y con esto, no debemos ser tan optimistas como para pensar que los cortes entren proveedores y clientes de las millones de cadenas de producción no se van a dejar notar en una contracción de la economía, inevitable, que sólo remitirá cuando la crisis sanitaria pueda decirse que está salvada.