"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 15 de enero de 2021

Keynes versus Hayek (II)

 En la primera parte de este ensayo divulgativo (post anterior), había intentado explicar la visión de Hayek, con la cual buscaba, impulsado por Lionel Robbins, refutar las opiniones de Keynes. Y digo opiniones porque Keynes estaba en proceso de consolidación de su visión definitiva, que cristalizaría en su libro definitivo “La teoría general...”, que sólo aparecería en 1936, cinco años después del duelo con Hayek.
Esbozamos un esquema de la teoría austriaca, de Hayek, en que lo principal es que la economía se auto regulaba por sí sola mediante la fluidez de los precios para adaptarse a la nueva situación. Así, por ejemplo, en el centro de dicha teoría, el tipo de interés de equilibrio era el que igualaba el ahorro con la inversión. El ahorro era la oferta de fondos prestables y la inversión la demanda, y si había un ciclo bajista, aumentaría el ahorro, lo cual bajaría el tipo de interés y eso no dejaría de estimular la inversión. Otro ejemplo era el del paro que aumentaban en el ciclo bajista, lo que comprimiría los salarios, y eso incentivaría nuevas contrataciones. Todo, por tanto, tenía un mecanismo auto regulatorio, al que lo único que no se podía exigir eran prisas, pues era lento y había que tener paciencia. 
Pero Keynes no estaba de acuerdo con la paciencia, pues en su opinión esos ciclos eran aveces muy largos y tendían a producir largas reacciones en cadena, acumulativas, sin garantía de que alguna vez volvieran al equilibrio de pleno empleo. Desempleo creaba más desempleo, pues los salarios eran muy lentos en bajar (aparte de que no estaba claro que la bajada de la renta nominal ayudara a aumentar el consumo), y el tipo de interés nunca llegaba a la supuesta igualdad ahorro-inversión, además de que ya se estaba dando cuenta la importancia del dinero en la determinación de tipo de interés. Para Keynes, ya veremos cómo, había que intervenir para frenar la subida de ahorro y estimular el gasto en consumo e inversión. Para Keynes, en economía, no había tendencia natural al equilibrio, sino lo contrario. Para Hayek, había un equilibrio que llamaba “natural” (no sé si derivado de la “mano invisible” de A. Smith), y no respetarlo era empeorar la actitud cosas. 
A partir de aquí, el debate se enconó, y Keynes, que no mostraba que fuera de su máximo interés (estaba absorbido por su “Teoría general del empleo, el interés y el dinero”), eligió a uno de sus seguidores, Piero Sraffa, para que hiciera de duelista por él (Sraffa tiene su propio interés, pero de momento lo dejaremos como un simple nombre).
A Sraffa le encargó Keynes que hiciera una crítica al libro “Precios y producción”, resumen de las 4 conferencias que Hayek había dado en la London School. Lo primero que hizo fue criticar la idea hayekiana de que el dinero era “neutral”, que no tenía influencia en la producción. Adelantándose a una pieza crucial de Keynes, dijo que el dinero era un depósito de valor, es decir, un activo, y que desde luego tenían influencia en la producción. Para Hayek, el dinero no podía aumentar ni reducir la producción, pues ese aumento era ficticio e insostenible, y tare o temprano eses exceso desaparecería y se volvería al nivel de producción anterior. Más adelante veremos cómo esto se convierte en una de las aportaciones más importantes de Keynes. Para Hayek, era el punto crucial de su modelo: todo ahorro forzoso a base de creación de dinero crearía una inversión ficticia que se disiparía al desaparecer  mismo. Ergo, todo impulso dado por otro camino que el “natural“, se disiparía en el aire al desaparecer el artificio empleado. Ese impulso serían creación crediticia que aumentaría la inversión, pero todo el tipo de interés volvería inevitablemente a su nivel natural, habiéndose creado un capital artificial e inservible.
No hay duda de que, como Hayek reconoce, es el punto álgido de su modelo. 
Por su parte, Sraffa había metido el dedo en la llaga al criticar la teoría monetaria de Hayek, pues resultaba una teoría adecuada para una economía de trueque, sin dinero, lo que ciertamente había dejado de ser vigente desde tiempos remotos. Había UN tipo de interés para todos los bienes, definido por el plazo de vencimiento y el riesgo, y no un tipo de interés para las manzanas y otro para los cerdos. Cada bien es traducible a riesgo y plazo del préstamo, sea de la calidad que sea. Si hay dinero, hay un tipo de interés a partir del cual se calculan los intereses de cada línea de crédito, y si no hay dinero, efectivamente es mucho más difícil calcular cuánto cuesta en manzanas el préstamo de un cerdo. Ese es uno de los motivos por el que el dinero abarata el sistema de producción.

jueves, 14 de enero de 2021

Keynes versus Hayek (I)

Estoy precisamente leyendo ese libro, de Nicholas Wapshott, y no he tenido más remedio que pensar en qué mal se enseñaban las cosas en España (y por lo que me cuentan, van a peor). Este debate entre estos dos gigantes simboliza todo lo que cabe en la macroeconomía moderna, y es un magnífico comienzo para entender los conceptos y sus intenciones relaciones, a lo que ayuda el enfrentamiento entre las dos posturas en liza..



A mí me enseñaron una especie de microeconomía a base de fórmulas y gráficos, fuera de cualquier contexto histórico, y le cogí una profunda aversión a la materia. Gracias a la excelente calidad pedagógica del profesor Rojo, recuperé un tanto del entusiasmo perdido. Pero claro, no había continuidad. Había perdido un año y volvería perder otros. 
Si observan las tres líneas del final de la portada, dice que “es el único libro que necesitas para entender el debate actual entre intervencionismo y libertad”. Y es que el debate de gigantes Keynes vs. Hayek fue el primer debate sobre este tema, que todavía no ha terminado. 
La mediocre enseñanza que recibí en la universidad me retrasó mucho llegar a tener una visión  completa de la inmensa área que abarca este esencial debate. Es curioso que la crisis del 2008, o como se la llama oficialmente “La gran recesión” - para distinguirla de la de 1929, “La gran depresión” - me acuciara la curiosidad hasta el punto de leer y escribir sobre el tema más que nunca en mi vida. De ahí me vino un giro crucial hacia Keynes, después de unos años en que me consideré seguidor de Friedman, sumado a muchas de las aportaciones de Hayek, al menos las más “filosóficas“. Cosas de Hayek son todavía válidas. 
Estas tres distinciones me van a ayudar a diferenciar las tres escuelas principales en vigor:
1 - Keynesianos, hoy una parte muy residual de la economía, que pide una intervención fuerte, monetaria y fiscal, en la economía cuando hay recesión.
2 - Friedmanianos o también llamados Neokeynesianos, (nombre muy discutible), que dicen que basta con una intervención monetaria bajando o subiendo el tipo de interés para suavizar el ciclo. 
3- Hayekianos, donde incluyo a los Lucasianos y a la Escuela Austriaca, aunque también podríamos asimilarla en una buena parte a la de Chicago. 
Bien, pues estas distinciones tienden a mezclarse en la realidad, porque cuando hay una recesión fuerte, el banco central suele actuar en sentido del grupo 2), y el grupo 1) no desdeña la política monetaria, eso sí acompañada de la política fiscal. El grupo 3) es el más rígido y propugna la no intervención absoluta de gobierno. 
La fuerte y agria polémica entre Keynes y Hayek tuvo lugar en 1931, cuando Hayek fue invitado a dar unas conferencias en la London School of Economics, cuyo director era Lionel Robbins, adversario de Keynes. La Intención de Robbins era destrozar el prestigio de Keynes vía Hayek, un representante de la escuela Austriaca, mal conocida en Inglaterra. Nunca se pudo imaginar un par de púgiles más dispares. Ambos eran muy altos, pero Keynes en el vestir era descuidado, mientras que Hayek era atildado. Por cierto, éste tenía diseñada perfectamente su carrera: sería profesor en Inglaterra, luego volvería a Viena en la cúspide de su prestigio, llegaría a gobernador del Banco de Austria, y ya mayor sería embajador de su patria en el Reino Unido. Una claridad de su futuro indisputable. 
Supongo que mientras estuviera en Inglaterra habría aplastado a esos keynesianos, lo que le valdría una fama mundial. En todo caso, sus conferencias en la LSE le valieron un contrato para ser profesor allí. 
En sus conferencias, que luego fueron publicadas en un libro “Precios y producción” pretendía de mostrar los “monumentales” errores de Keynes en su propuesta de que cuando la economía entra en depresión y deflación (que era lo usual entonces), lo que conviene es incentivar el gasto público y bajar los tipos de interés para alentar de nuevo el consumo y la inversión. Eso era un error para Hayek porque en su modelo, el aumento del ahorro no era problema, sino la solución: eso haría bajar el tipo de interés lo que incentivaría la inversión. Lo que era un pecado inmenso era intentar “forzar la jugada” aumentando el crédito bancario para lograr bajar el tipo de interés. Sólo el juego “natural” entre el ahorro y la inversión eran el camino correcto para ello. Eso sí, no había que tener prisa: solo había que tener paciencia para que las cosas se recolocaran en sus equilibrio natural, y en su tipo de interés natural, el que igualaba el ahorro y la inversión.
Esta teoría era para Keynes una falacia. Cuando subía el ahorro de consumidores y empresarios, la demanda de consumo e inversión de capital caía a plomo, y no había ninguna razón para esperar una pronta vuelta al pleno empleo de trabajadores y capital. Es más, se podían generar procesos acumulativos de mayores caídas de la demanda, del paro, y aumentos del ahorro que volverían a contraer la demanda. Para él era imperativo que el gasto público creara demanda mediante la inversión pública, subsidiar a los que estaban en paro para sostener el consumo, y bajar los tipos de interés. Los procesos “naturales” podían requerir mucho tiempo e incluso no llegar al final del proceso a tiempo. 
Hay que decir que Keynes estaba en camino de procesar nuevas ideas que se plasmarían en su “Teoría general...”, (1936) su obra cumbre donde rompería definitivamente la economía del equilibrio, dando la espalda a su forma de pensar hasta ahora. 
(Y esta es la primera parte de mi ensayo que espero les interese como para seguir leyéndolo en lo sucesivo).

domingo, 10 de enero de 2021

Daron Acemoglu. Por qué no debemos esperar un futuro esplendoroso

Daron Acemoglu, el afamado economista, es escéptico sobre que una recuperación del tipo de economía que había antes de la pandemia, con crecimientos modestos, y muy bajas tasas de paro, sea suficiente para consolidar la economía en una ruta hacia la recuperación sólida. Destacamos estos párrafos, haciendo especial hincapié en el significado de una bolsa exuberante y una economía anémica. 

BOSTON - Con la inminente toma de posesión del presidente electo de EE. UU. Joe Biden y el lanzamiento de las vacunas COVID-19, existe un optimismo creciente sobre un repunte económico en 2021. Pero esas esperanzas están fuera de lugar, y no solo porque es probable que el virus siga siendo un problema para más de lo que la gente piensa. El problema real es que la economía estadounidense prepandémica no es digna de ser emulada.

...Del mismo modo, los altos precios de las acciones no son necesariamente un signo de una economía sana. El mercado de valores puede, por supuesto, recuperarse porque la economía está generando un alto crecimiento de la productividad y prosperidad compartida. Pero también puede recuperarse porque las empresas más grandes que cotizan en los índices bursátiles se están beneficiando a expensas de sus competidores y trabajadores.
Los mercados de valores pueden dispararse aún más si el gobierno recorta los impuestos sobre las ganancias corporativas y los ingresos del capital, como lo han hecho las sucesivas administraciones estadounidenses.
De hecho, el espectacular aumento de los índices Dow y S&P 500 durante las últimas dos décadas ha coincidido con un aumento masivo en la proporción de la renta nacional que se acumula al capital, ya que empresas como Google, Amazon, Walmart, UnitedHealth y Apple han ampliado sus cuota de mercado a expensas de sus competidores (y en ocasiones de los consumidores).
Un repunte en 2021 no revertiría ninguna de estas tendencias ominosas, al menos no por sí sola. No hay indicios de que estén volviendo los trabajos bien pagados para los trabajadores sin educación universitaria. En todo caso, las grandes corporaciones se han vuelto aún más dominantes durante la pandemia (de ahí el impresionante desempeño de Wall Street a pesar del estancamiento de Main Street).

Los bolsistas están encantados con unos tipos de interés tan planos y cercanos a cero, pero no es para congratularse, porque la felicidad de éstos no se traduce en una robustez de la economía real que perfile un futuro próspero viable de la economía real. 
Como expliqué en “Dos tipos de interés de equilibrio”, la economía real necesita ahora esos tipos de interés tan bajos, pero desequilibra a los mercados financieros para “bien” y para mal. Para bien, por satisfacción de los especuladores, para mal, porque esto no se traduce en inversión en capital productivo. En el gráfico, la inversión real en España en los últimos 24 años:





Una economía consolidada y robusta haría subir los tipos de interés al compás del crecimiento nominal y sus expectativas, lo que ciertamente moderarían las bolsas; es como si hubiera dos tipos de interés de equilibrio, uno para Main Street y otro para Wall Street.
En realidad lo que predicen los tipos vigentes tan bajos, es una decadencia más o menos suave, pero de ninguna manera una robusta recuperación. Recordemos a Larry Summers y su “Secular Stagnation”, que explicaba la larga tendencia de los tipos de interés a la baja como un signo de decadencia. Cada vez tiene más razón. 

miércoles, 6 de enero de 2021

La Masonería y la República


Un párrafo de la “República”, de Pío Moa, muy relevante sobre las fuerzas que la inclinaron a la extrema izquierda. Se trata de las sugerencias de la Gran Asamblea de la Gran Logia Española. Ya sabemos que la masonería no tiene hoy la fuerza de entonces, pero lo importante son las ideas. Más que una orden masónica, parece que habla desde un partido comunista. Observen que ya entonces había un posicionamiento en favor de los delincuentes como “enfermos”, dignos de un tratamiento sanitario más que de una condena. También destaca la visión de España como nación de naciones federadas, utopismo que no se explica como se instrumenta.

Otro dato importante de aquellas Cortes fue el ya indicado número de masones enormemente desproporcionado con los miembros de la orden, como si esta constituyese un aparato de poder oculto. La masonería española y extranjera iba a presionar para conformar políticamente y radicalizar el nuevo régimen contra los católicos. 
La Gran Asamblea de la Gran Logia Española envió a los diputados de izquierda unas orientaciones para la Constitución, propugnando «la expulsión de las órdenes religiosas extranjeras» , la «escuela única neutra», o un «trabajo obligatorio controlado por el Estado y repartido a medida de las fuerzas y aptitudes de cada uno», atribuyendo al Estado la facultad de determinar las fuerzas y aptitudes de cada cual; el delito debía considerarse una enfermedad, proponiendo la «curación y reeducación» del individuo, una concepción reminiscente del totalitarismo. Asimismo pedía un «Estado federal» en un proceso hacia una federación de todas las naciones, «con plena soberanía (...) en la esfera particular de cada una», esfera no especificada. 
El primer país en reconocer la república española fue Méjico donde gobernaba el PRI (Partido Revolucionario Institucional), dictadura de hecho muy anticatólica, masonizada y reconocidamente corrupta.

En fin, como verán, un ideario dislocado que no desmerece el que defienden algunos partidos actuales, que hacen temer un final tenebroso para España si se llevan a cabo tales ideas.

martes, 5 de enero de 2021

Empleo y Paro en diciembre

Soy consciente de que este post resulta algo farragoso, por las demasiadas cifras que se tratan. El resultado final es que el paro nos es del 16% de la población activa, sino más del 20%. Empecemos con el documento oficial, ya de por sí alarmante pese a las trampas que oculta, desveladas al final del artículo.
Según nos dice el SEPE, 

El número de desempleados registrados en las Oficinas de los Servicios Públicos de Empleo, al finalizar el mes de diciembre, ha subido en 36.825 personas en relación con el mes anterior. En valores relativos, el incremento del paro ha sido de un 0,96%. De esta forma, el paro registrado se ha situado en 3.888.137.
En diciembre de 2019 el desempleo bajó en 34.579 parados en relación al mes anterior. Por otra parte, respecto a diciembre de 2019, el paro se ha incrementado en 724.532 personas (22,90%).

El número de contratos registrados durante el mes de diciembre ha sido de 1.355.147. Supone una bajada de 385.185 (-22,13%) sobre el mismo mes del año 2019. Por su parte, la contratación acumulada en los primeros doce meses de 2020 ha alcanzado la cifra de 15.943.061, lo que supone 6.569.160 contratos menos (-29,18%) que en igual periodo del año anterior.
En diciembre de 2020 se han registrado 111.822 contratos de trabajo de carácter indefinido. Representan el 8,25% de todos los contratos. Supone una reducción de 27.255 (-19,60%) sobre igual mes del año anterior. En magnitudes acumuladas se han realizado 1.545.610 contratos hasta diciembre de 2020, representan una reducción de 613.824
(-28,43%) sobre el mismo periodo del año 2019.
Los contratos indefinidos del mes de diciembre se dividen, en cuanto a la duración de su jornada, en 70.488 a tiempo completo y 41.334 a tiempo parcial. Los primeros han tenido una bajada, respecto a diciembre de 2019, de 13.378 (-15,95%) y los segundos se han reducido en 13.877(-25,13%).
En términos acumulados, los contratos indefinidos a tiempo completo alcanzan en los doce meses de este ejercicio un total de 929.058: el 27,12% menos que en igual periodo del año 2019. Los contratos indefinidos a tiempo parcial, que suponen un total de 616.552, registran una reducción del 30,31% en relación a igual periodo del año anterior.

Estos son los resultados obtenidos en diciembre y comparados con noviembre, y diciembre del año anterior. Son resultados nada satisfactorios: un aumento de 724.532  del paro en un año, una caída de los contratos del 22,13% en ese periodo (-29,18% en lo acumulado del año sobre el conjunto de 2019), un 27,12% menos de contratos indefinidos, y un 30,31% menos de contratos a tiempo parcial. Pero si esto es malo, no lo es todo. El cálculo con que se llega a estas cifras es harto sospechoso. Vean como se calculan los parados en el mes de diciembre, por ejemplo. 

7.388.398 demandantes de empleo
- 2.855.841 ocupados 
- 373.431 demandantes, sin empleo, que indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo (ej: sólo a domicilio, teletrabajo, en el extranjero, etc)

Es decir, al total de gente que va en busca de un trabajo o una subvención, que son 7.388.398, se le restan, como es lógico, los ocupados, que son un magro 2.855.841. Pero a eso se le resta el concepto “demandantes que exigen condiciones especiales para aceptar un trabajo”, y llegamos a los que quedan, de momento, como parados, denominados DENOS:

4.159.126 DENOS
- 270.989 Otros no ocupados 
= 3.888.137 PARADOS

Que son 4.159.126. También a esto se resta “otros no ocupados, con lo que llegamos a 3.888.137 parados oficiales. Desde los 7.388.398 demandantes de trabajo iniciales, se ha restado la cantidad no desdeñable de más de 644 mil  personas, aproximadamente., que quedan en un limbo en el que no son parados pero tampoco empleados. Ergo, el paro es 3.888.137 + 644 mil = 4.532.153
Y otra cosa: tampoco se cuentan los ERTES.
Pero así el paro se queda en un mero 16-17%, muy inferior a la cifra verdadera, que debería superar  al 20%, tanto más cuanto saquemos del limbo esos “ni-ni” (ni trabajo, ni paro, 644 mil) y los incluyamos en parados. Tomando la cifra inicial de demandantes, 7.389 millones, restando los ocupados de 2.855 millones, llegamos al 20%, siendo la población activa  mitad de 2020 de 23 millones.

Lo que nos debe preocupar es sobre todo que 2.855.841 ocupados sostienen a más de 4,5 millones de desocupados. Porque DENOS, ERTES, etc, los puedes clasificar como quieras, pero son PASIVOS que viven de los impuestos.
De lo que se deduce que:
- del total de población, hay solo 23 millones, la mitad, deseando trabajar.
- de éstos, sólo lo consiguen 2,88 millones. 
- 3,88 millones están en paro oficialmente, aunque deberíamos sumarle 644 mil más. 

lunes, 4 de enero de 2021

Los bárbaros



todos llevamos dentro sombrías colinas, tempestades invernales, lagos velados por nieblas azules y brezales fríos y solitarios. Cuando en ellos aparece un ciervo aparecen la bondad, la belleza, el honor y la esperanza. No los bárbaros. Los bárbaros están entre nosotros, como en el poema de Cavafis. De ellos es el desprecio, no nuestro, que somos su objeto. Ocupan el circo, las tribunas y algunos han llegado ya al senado. Contemplemos ahora, perdidos entre los brezales fríos, las sombrías colinas y las nieblas azules, el fin de nuestra civilización. Los ciervos, hace tiempo que se han extinguido.

José-Carlos-Llop 

jueves, 31 de diciembre de 2020

Rincón de pensar


Desde mi rincón de pensar, leer y escribir, os deseo con afecto y sinceridad, a todos, un feliz año, que os vaya a todos mejor que nunca. Al fin y al cabo, como economista estoy convencido que cuanto mejor les va a unos, mejor les va a los demás. Es una regla de oro que nunca he perdido de vista. Tienen que funcionar ciertas instituciones, claro, como los mercados, el derecho de propiedad, leyes ecuánimes y la justicia. Lamentablemente no se cumple en gran parte del mundo. 
La economía recta nunca consiste en quitar a unos para dárselo a otros. Es un error garrafal que en el fondo se basa en una envidia muy enraizada, alimentadora de ciertas ideologías. La suerte interviene, claro está. Respétese la suerte o el mérito del que se ha colocado mejor que otros; créanme, es lo mejor. 
Feliz año. 

martes, 29 de diciembre de 2020

Demanda, ahorro, saldo exterior, déficit público

Nos dice el Banco de España en un artículo,

A partir de las cuentas de los sectores institucionales, con información hasta el segundo trimestre, se observa una caída contenida de la renta de los hogares, a pesar del deterioro del mercado de trabajo, gracias a la rapidez y el gran alcance de las medidas de política económica aprobadas. Sin embargo, el desplome del consumo durante el período de confinamiento hizo que el ahorro repuntara de manera extraordinaria. La irrupción de la segunda ola y la incertidumbre sobre el alcance del impacto económico contribuirán a que, durante un tiempo adicional, el ahorro se mantenga relativamente elevado y que la bolsa de ahorro privado acumulada no aflore en su totalidad en forma de un mayor gasto.

Ya he comentado lo que significa el aumento del ahorro de los hogares cuando sus rentas no están cayendo tanto, y no puede ser otra cosa que la incertidumbre tremenda hacían el futuro. La consecuencia de este incremento ahorrativo de los hogares es una simétrica caída del consumo y, por ende, de la demanda interior (el otro componente de la demanda interior es la inversión privada y el gasto público; la primera también está cayendo porque las empresas prefieren recomponer sus cuentas ante la incertidumbreEl gasto público, como todos saben, esta disparado y disparatado).
En suma la demanda privada se contrae, la demanda pública, en parte de manera lógica, se expande, aunque a la natural expansión debida a los estabilizadores cíclicos, se ha sumado la política dilapidadora de este gobierno. 
Esto se contrapone a la demanda del resto del mundo hacia los bienes y servicios españoles, para ver el efecto en el saldo exterior. 
Si vamos  las cuentas de Balanza de Pagos, se observa que España ha mantenido su superávit exterior por cuenta corriente, porque los pagos al exterior han mantenido el mismo tono a la baja de los ingresos. 
En una visión global vemos que en todos los países ha pasado los mismo: una caída a plomo de la demanda del sector privado, que ha contraído las economías simétricamente, por lo que la situación cuentas exteriores de unas frente a otras no han tenido variaciones significativas. La aportación a las demandas de las políticas fiscales expansivas han sido del mismo signo, pero con la intensidad distinta. O lo que es lo mismo, una contracción brutal del sector privado, compensado en parte por el aumento de deuda pública, justificada - hasta cierto punto - para paliar esa contracción de la demanda, gracias a que los gobiernos han podido financiarse a tipos de interés mínimos o incluso negativos para aumentar su aportación a la demanda. Es decir, ha aumentado el problema a largo plazo de la deuda pública a nivel mundial. Para obviar este problema, es preciso que las economías privadas se recuperen cuando se domine el problema de la pandemia y ella a perciban que se ha solucionado el problema, y recuperen la confianza. El crecimiento de las economías privadas hará descender la ratio deuda/PIB, y creo que así se debe enfocar el problema: como un necesario reforzamiento del sector privado en todas las ramas de actividad, lo cual ha de beneficiar a todos, incluido el estado. 
Eso si el estado no tiene segundas intenciones respecto a la economía, porque a lo mejor quiere sacar tajada y aumentar su tamaño relativo, que es lo que ha traído la pandemia. Ese riesgo no se puede menospreciar y estará presente mientras se puede financiar a tipos debe interés cero o negativos. Es la tentación de endilgar deuda a otros sectores, que sólo protestarán cuando el tipo de interés se eleve a un nivel normal (véase post anterior). Pero en el entretanto el estado se habrá comido trechos de la economía con efectos más o menos preocupantes según los sectores invadidos. Económicamente no tiene sentido alguno, salvo que el estado quiera vender otra cosa a cambio de aumentar su tamaño, como puede ser ideología. Muchas leyes se han dictado que parecen sustentar esta hipótesis, desde la Ley de Memoria histórica renovada hasta la ley de educación. Todo parece ir hacia el objetivo de satisfacer no al total nacional, sino a determinados grupos deseosos de comprar esa ideología. Mientras, la tensión aumenta con los desbarajustes económicos.

viernes, 25 de diciembre de 2020

Dos tipos de interés de equilibrio

Una gran paradoja que se ha producido en esta pandémica crisis, que no lleva ni siquiera un año, es que mientras la llamada economía real (Main Street) caía y se derrumbaba, en bolsa (Wall Street) ha sido un año de “esplendor en la hierba”, de gran recogida de beneficios, mientras los parados iban embalados al cielo y el PIB se hundía en noches oscuras. 
En suma, se ha desligado totalmente la relación, siempre confusa, entre el valor de las acciones y el desempeño de las empresas, al menos grosso modo; porque si es verdad que hay empresas que han recogido grandes ventas, ingresos, y beneficios durante la pandemia. 
¿Por qué está desconexión entre la economía y la bolsa en tiempos de crisis aguda? - crisis aguda si miramos la economía real, porque si sólo miráramos la bolsa, y censuráramos la visión de la economía real, tendríamos que estar todos muy contentos. 
La explicación está en los niveles de tipos de interés, que nunca en la historia habían estado tan bajos, incluso negativos. Y, sobre todo, esas perspectivas continuamente alimentadas por los bancos centrales de que ha de ser así mientras la crisis real, el riesgo de deflación, la alta tasa de paro, siguen siendo tan preocupantes. De modo que ha sido la gran abundancia de dinero, emitido para ayudar a las empresas doblegadas por la crisis, las que han propiciado esta exuberancia financiera, este globo encerrado en sí mismo que no se ha traducido en más recursos financieros para las empresas y los que se han quedado en paro. Bueno, es verdad que gracias a unos intereses tan bajos los estados han podido endeudarse para cubrir un gasto excepcional debido a la crisis, que han podido arbitrar medidas especiales para sostener la renta de los más afectados; pero esa deuda será un problema pues ha alcanzado niveles inmanejables con otros tipos de interés. 
¿Qué ha fallado para que el circuito financiero no haya salido a financiar inversiones de capital que hubiese reparado y sustituido el dañado? Miren por ejemplo, en el gráfico, la inversión española respecto al PIB.




Lo que ha pasado es lo que avisaba Keynes de las expectativas de los inversores, que no se guiaban por los favorables tipos de interés - aunque sí jugaban un papel - sino por la Gran Variable Desconocida, la Incertidumbre, que es la falta de información sobre el futuro, la confusión, el desconocimiento. Nótese que un inversor en bolsa se preocupa menos, o no lo hace, pues el mercado es sólo líquido y siempre puede vender antes de perder demasiado, incluso habiendo ganado un bonita suma. 
Por lo tanto, es en la elección entre inversión real o financiera donde se produce esta ruptura entre la economía real y la financiera, ruptura que arrastra graves consecuencias, como el aumento de la divergencia entre las rentas bajas y las altas. No sólo eso, sino que como llevamos dos crisis seguidas con bajos tipos de interés, que alimenta esa incertidumbre maligna, cabe preguntarse en qué año se van a normalizar las cosas. 
Porque estas situaciones crean adicción en los ganadores, y cuando los tipos de interés, por normalización de la economía real, empiecen a subir, habrá derrumbes en bolsa y en ese bonito parque de atracciones que las circunstancias han configurado. 
Podríamos decir, por ello, que no ha un tipo de interés de equilibrio, sino dos, uno para la economía real que puede llegar a ser negativo, y otro para las bolsas, mucho más alto que el otro. Un día se encontrarán sin que nadie lo supiera venir, otra bonita crisis.... porque habría que esperar que uno siga su camino al alza y el otro a la baja, y juntarlos sería absolutamente imposible sin provocar un colapso. 
Por ejemplo, imaginen que el objetivo a medio plazo de una economía fuera un crecimiento nominal del 5% (3% real, 2% precios), una tasa de paro de 5% (para soñar, ¿no?), lo que sería relativo a un tipo de interés nominal de 5% (3% real).
¿Se imaginan que pasaría hoy en bolsa con un tipo de interés del 5%?. Exacto. Todo al garete. Tendría que ser una convergencia de tipos muy lenta...
Si la economía real recuperara su dinamismo normal, la demanda de inversión subiría, y eso haría subir los tipos de interés. Entonces, los mercados bursátiles sufrirían las consecuencias,  tanto más repentina fuera esa subida. Lo que no es de esperar es que los tipos bajen más de los niveles cero/negativos, pues es simplemente imposible. Las entidades bancarias y de seguros no lo aguantarían, como expliqué en este artículo, “Error garrafal de los tipos de interés negativos”.

domingo, 20 de diciembre de 2020

Intrusión o capitalismo

El Comunismo como objetivo fundamental no tiene otro que la intromisión total en la vida privada de sus gobernados. Por lo tanto, es muy distinto a otro tipo de dictaduras, que sólo pretenden el poder absoluto pero no quieren cambiar el pensamiento de sus ciudadanos, salvo en la obediencia a sus leyes, por supuesto no democráticas - no  decretadas por un parlamento de elección universal. 
Para el comunismo no hay límite en su objetivo: quiere dominar totalmente a su rebaño, pero individualmente, para lo cual no hay camino más directo que la expropiación de su propiedad. De nuevo, nótese la diferencia esencial entre una dictadura como la de Franco, o Salazar (Portugal, coetáneo de Franco), que no expropió a nadie, y un régimen que no tolera la propiedad privada. Podrán pensar Uds que algunos bienes serán permitidos poseer, como la vivienda, pero ni siquiera es esto seguro, como pueden ver hoy con el movimiento Okupa, con el que se han expropiado viviendas bien modestas (no son capaces de expropiar a Botín) y encima se ha reído de las víctimas del atropello.
Hay, en efecto, una relación biunívoca y estrecha entre la propiedad privada y los derechos individuales: éstos no podrían ejercerse sin el derecho de propiedad, por mucha votación electoral que hubiera. Porque no hay duda que no habrá partidos anticomunistas elegibles, que pudieran cambiar el orden de las cosas. En los se últimas décadas de la URSS me contaba un amigo que estuvo allí de funcionario de la embajada, que un ruso tenía derecho a 9 m cuadrados de vivienda, y una pareja al 11. 
Es cierto que en algunos países, en su camino hacia el comunismo, se ha permitido cierto grado de propiedad y de partidos no comunistas, pero fue por razones de imagen por razones de relaciones internacionales. Pero el objetivo final era la abolición de la propiedad. Por ejemplo, Stalin pidió a los comunistas españoles, dueños de la República de facto, que disimularan sus intenciones, porque si no las cosas se le complicarían a él y no podría proveer la ayuda que recibió el gobierno de la URSS. Nótese de paso que el paso matriz del comunismo, Rusia, no usaba la palabra “comunista”: se llamaba Unión de Republicas Socialistas Soviéticas, y de hecho fue así en multitud de países, que suavizaban su imagen usando palabras como “socialista” y “democrática”, la única auténtica. 
Donde se implanta la propiedad pública se muere estrepitosamente la economía. Esa es la gran aportación del comunismo a la historia: demostrar con los hechos que no hay más que pobreza y miseria si la propiedad no es privada y no hay libertad de uso y de creación de la misma. Eso se demostró inapelablemente en la caída del Muro de Berlín, Muro que fue levantado con la excusa de que protegía a la Alemania Comunista de un hipotético invasión de occidente, pero que en realidad estaba para eludir las fugas de sus propios ciudadanos al oeste. 
El comunismo quedó desvelado, desnudo, con su fracaso estrepitoso, material y moral, pero hay otra vez gente que quiere revivirlo, y están actuando afanosamente para ello. Un ejemplo es Venezuela, Dónde la miseria es creciente, y la miseria moral también. Porque no hay algo tan envilecedor como la miseria material. Siento decir esto, pero la condición  material es básica para que se respete una moral, y no se puede exigir ésta si no hay una sociedad próspera, por mucho que la religión o la filosofía pretenda ser la fuente única de la moral. Ni la religión ni la filosofía, pese a su legado tan rico y fecundo, tiene fuerza para imponerse a la pobreza.
Tal sociedad próspera no sale de un nivel de riqueza material definido de antemano. La prosperidad nace del incesante desarrollo, de la incesante libertad de creación de nuevos medios de producción, de la creatividad incesante. La creatividad crea nuevos medios y nuevos productos, y ensancha la frontera de la creación de medios para satisfacer necesidades. 
Y eso no se puede fijar de antemano. Esto no empece que a veces en un país comunista se cree algo novedoso, pero porque se han concentrado en él tal cantidad de recursos que otras líneas de creación cruciales han quedado desabastecidas. Piénsese, como ejemplo, en el metro de Moscú. La libertad de iniciativa es fundamental también para que el capital busque las líneas más rentables y así se controlen los costes. En el capitalismo, el uso de los recursos es frenado por su coste, definido por el tipo de interés. Éste depende a su vez de las expectativas de producción, cosa imposible de definir para un régimen comunista. 
Porque una cosa que le es imposible de gestionar al comunismo es la proyección al futuro, algo enormemente complejo.
Por supuesto, el Capitalismo dista de ser perfecto. Pero creo que es más propio de la naturaleza humana, más afín a ella, que el intento de crear un hombre “Novo” sin Libertad y sin medios para defenderla. 
Creo que la sociedad debe basarse en la Libertad Individual, la Libertad que Isaiah Berlin definió como negativa (Los dos tipos de Libertad), pues es la libertad a que tengo derecho exceptuando la de los demás, delimitada por las leyes y las costumbres cuando éstas se han formado acertadamente. Porque la base de que una sociedad sea más o menos civilizada depende básicamente de que la gente esté acostumbrado a ello y transmita a sus sucesores estas costumbres. 
Lo cual depende de una memoria social que, desgraciadamente, es un muy falible. ¿Que recuerdo queda en la gente de la caída del Muro, posiblemente uno de los acontecimientos más definitorios del sigloXX? Nada, prácticamente. ¿Y alguien se hace preguntas? Nadie. ¿Y que se cuenta en la enseñanza? Me gustaría saberlo. 

sábado, 19 de diciembre de 2020

Por qué un banco central no debe tener objetivos ecológicos

Recientemente, se ha sugerido, con creciente énfasis, la posibilidad de que los bancos centrales como el BCE tenga, o se le impongan, objetivos ecológicos, lo que sería un gran error, ciertamente. Un banco central tiene los objetivos claramente marcados, puramente monetarios, que sólo deben estar relacionados con la inflación en relación a la actividad, y la estabilidad financiera. Cualquier distracción de estos objetivos para forzar una actitud sectorial pro medioambiental podría condicionar los objetivos económicos. 
Como dice Daniel Gros

La idea de que el BCE debería "ecologizar" su política monetaria es errónea en varios aspectos. Para empezar, la política de la UE ya ha abordado los fallos del mercado para mantener las emisiones de GEI en línea con sus objetivos. Por ejemplo, el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS, por sus siglas en inglés) del bloque limita la cantidad total de emisiones en la industria y el sector energético a lo largo de una trayectoria temporal coherente con los objetivos de la UE. Y los estados miembros recientemente endurecieron los objetivos climáticos generales del bloque.
Los organismos elegidos democráticamente - los gobiernos nacionales, a través del Consejo Europeo y el Parlamento Europeo - han abordado así los fallos del mercado. Se podría argumentar que los objetivos climáticos de la UE y el ETS como instrumento clave para alcanzarlos son insuficientes. Pero no es tarea de un banco central gestionar los objetivos e instrumentos climáticos.
Además, es poco probable que la acción del BCE sea eficaz. Una propuesta es que el BCE incluya solo los bonos de las "empresas verdes" en su programa de compra de activos. Estas compras selectivas de bonos equivaldrían, por tanto, a una especie de política monetaria o industrial "verde".
La evidencia del programa de compra de bonos del BCE sugiere que la compra selectiva de bonos de empresas verdes bien podría tener éxito en reducir marginalmente el costo de capital de estas empresas, permitiéndoles invertir más. Pero cualquier reducción en las emisiones se compensaría en otro lugar bajo el límite impuesto por ETS. Las menores emisiones logradas por algunas empresas que se beneficien de condiciones de financiamiento más favorables simplemente significarían que otras necesitan hacer menos. El precio de los certificados de emisión disminuiría hasta el punto en que las emisiones sigan siendo iguales al objetivo del ETS.
Finalmente, un BCE verde necesariamente se volvería político. Una vez más, hay un argumento superficial a favor de una política monetaria verde: el artículo 127 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea dice que el BCE también debe apoyar las políticas económicas generales de la UE, siempre que esto no ponga en peligro la estabilidad de precios. Los partidarios de un BCE verde argumentan, por tanto, que la institución está obligada a ayudar a la transición verde, que es claramente una política de la UE.
Pero este argumento podría aplicarse a muchas otras áreas políticas. La cohesión, por ejemplo, es otro de los objetivos importantes de la UE. Usando la lógica verde, podría decirse que el BCE también debería fomentar la cohesión comprando bonos de países o regiones más pobres, y posiblemente también sus bonos corporativos.
Además, si el BCE quisiera apoyar las finanzas verdes, tendría que adoptar una postura sobre muchas cuestiones controvertidas, incluida la energía nuclear. No debería ser tarea del BCE decidir si los bonos emitidos por una empresa de energía nuclear son ecológicos.
Las fallas del mercado se pueden encontrar en casi todas partes. ¿Por qué el BCE debería abordar algunos y no otros? Esta es una decisión que solo deben tomar los gobiernos elegidos democráticamente. Se ha aislado a los banqueros centrales de la influencia política para cumplir el mandato muy limitado de estabilidad de precios. Una política monetaria ecológica puede parecer atractiva a primera vista, pero representa un cambio que es incompatible con su independencia.

Esto no es más que un ejemplo, y podría haber cientos, de voluntarismo nefasto. Pero también es un aviso de lo que va a ser, irremediablemente, la política ecológica dentro de poco: intromisión. Intromisión en las instituciones, alteración de sus prioridades, como poner a los bomberos, valga el ejemplo, a ayudar a hacer la cosecha mientras el pueblo arde.
La intromisión es la plaga del comunismo, su verdadera vocación. No les gusta que las cosas, como los mercados, o de l sentido común, marchen por sí mismos, y no importa mezclar prioridades si con ello se hace indispensable una intromisión más del estado. La cadena de intromisiones es lo que les pone cachondos, aunque ello lleve al colapso social. 

 Les ofrezco el link a una entrevista de Arturo Pérez Reverte sobre su novela “Línea de fuego”, que recomiendo vivamente, enfáticamente, como una novela deslumbradora. La entrevista está  muy bien realizada.

https://twitter.com/perezreverte/status/1339859438505738240?s=21

El libro está disponible en Amazon, que es donde lo he leído. Yo, sí puedo, no leo en papel. Ya no me caben en casa y son muy caros.

jueves, 17 de diciembre de 2020

Expectativas nefastas de futuro

Recientemente,  el BCE ha aumentado su oferta de liquidez y sus créditos a la banca porque las previsiones económicas sobre la zona euro se han deteriorado bastante respecto a las anteriores. De modo que se ha comprometido a comprar hasta 500 mm de bonos nacionales de los países miembros, hasta un total de 1,85 billones. Este dinero irá primeramente a los tenedores de bonos que quieran vender, y luego irá a los saldos líquidos que la banca tiene en el BCE, lo que ampliará la base para prestar a las familias y empresas. Para impulsar más a la banca a prestar dinero, parte de esas reservas que no se movilizan pagan un interés penalizador.
Pero hasta ahora no ha funcionado. Con las restricciones a que ha obligado la pandemia, los bancos no han prestado dinero, al contrario, y los hogares y empresas han preferido aumentar su ahorro en vez de pedir préstamos para consumir o comprar casas, o invertir en capital productivo. 
Y es que las expectativas de los agentes son muy pesimistas, no se animan a gastar porque no ven niveles de la demanda de su producción, ni de su empleo, tenga un futuro mínimamente seguro. Las empresas han contraído la inversión en equipo, y los hogares lo han hecho con su consumo de duraderos en cantidades impactantes. Todo esto, a pesar de La inflación y tipos de interés en niveles inferiores a cero. ¿Pero se le puede pedir a un parado, o que predice que lo va a estar, que haga planes de gasto de futuro?
¿Y a un empresario que ve caer a cero sus ventas, mientras sus deudas se mantienen o crecen?
No podemos culpar a los empresarios y hogares de esta actitud, sino que debemos preguntarnos la razón de que no funcione el modelo que dice que si aumentas la oferta de liquidez y la deuda pública, que se financia a tipos cero, el gasto de gobierno en ayudas a los necesitados e inversiones públicas pueden sustituir la debilidad de la demanda privada. 
Quizás la respuesta esté en la calidad de ese aumento de gasto público compensador. Desde luego en España, la combinación de gasto mal estudiado y una amenaza de aumento de los impuestos más lesivos para la actividad impulsan las expectativas del deuda y de los costes de producción al alza. Mala combinación. Aunque el tipo de la deuda sea cero, los tipos del crédito están varios puntos por encima, y la gente intuye que el volumen de deuda tiene un limite antes de que a se vuelva impagable. 
Mientras, la banca está viendo estrecharse sus márgenes de ingresos, por culpa de  tipos de interés tan bajos, como expliqué aquí:

Esto ha sido un error por varias razones. Desincentiva la tenencia de depósitos líquidos (que lógicamente rinden cero o negativo), pero no hace a la gente adelantar el consumo, si los precios se estanca o caen. Es de suponer que se puede establecer un punto de indiferencia teórico entre el % pagado por el depositante, y el % que espera que baje el precio del producto. A igualdad de estas cifras, le será indiferente guardar el dinero en el banco y esperar que se cumplan sus expectativas de caída del precio, aunque un aumento marginal del tipo de interés devengado le llevará a preferir guardar el dinero en casa y ahorrase el depósito, según sean los costes de gestión de ese dinero en billetes. 
¿Y la banca? La banca siempre tiene el problema de la pendiente de la curva de rendimientos, que cuanto más alta sea, más margen de beneficios: simplificando, la banca se endeuda a corto en depósitos, y presta a largo en préstamos, y cuanto mayor diferencia positiva hay entre ambos tipos, más margen para cubrir riesgos y beneficios. 
Pero si en Europa los tipos de interés son negativos, la pendiente de la curva es positiva, como se ve en el gráfico 


Ahora bien, pensemos cómo funciona el margen de la banca en este caso de tipos negativos. A corto plazo, la banca “le cobra” al depositante un 0,8% y “le paga” al prestatario a 30 años un 0,1%, lo que hace un diferencial para la banca, aparte de muy estrecho, que el margen depende del pasivo, no del activo. Algo extraño verdaderamente, y que explica por qué a la banca no le es igual tipos de interés positivos que negativos: porque el tipo de interés a corto -del que recibe el beneficio - tiene un suelo, como hemos señalado, si quiere evitar la huida de depósitos... Ergo, la pendiente de la curva en tipos negativos podrá ser positiva, pero siempre muy estrecha.

Tenemos enfrente, por lo tanto, problemas muy peliagudos, sin que se pueda descartar que provoquen una crisis financiera encadenada. Una deuda disparatada, unos bancos con morosos crecientes y escasos márgenes de beneficios, y una situación anómala de los tipos de interés. ¿Y hasta cuándo? Se está acelerando la implantación de la vacuna más allá de los márgenes que se consideran mínimamente prudenciales. Aquí lo dejo. 

domingo, 13 de diciembre de 2020

¿Por qué el bazuca monetario ha funcionado en EEUU y en Europa no?

En este gráfico vemos que las dos M1 de cada zona se ha comportado vigorosamente en EEUU y con nada de vigor en el eurozona (la M1 es una medida de la oferta monetaria en circulación, la más líquida*) 



El otro día vimos que por  primera vez España  emitía deuda a diez años a tipos de interés negativo (el inversor ha de pagar para comprar la deuda), lo que la mayoría interpretó como una buena noticia (pues demostraba máxima confianza en la deuda española), erróneamente, en mi opinión, pues como se demuestra en las declaraciones del BCE de poco antes, la economía europea está por los suelos y había que emitir más liquidez para salvar la situación. 
Aquí exponemos algunos de los párrafos de la declaración oficial:

Aunque el repunte de la actividad económica en el tercer trimestre fue más fuerte de lo esperado y las perspectivas para la distribución de las vacunas son alentadoras, la pandemia sigue suponiendo serios riesgos para la salud pública y para la economía de la zona del euro y de todo el mundo. El aumento de los casos de COVID-19 y las medidas de contención asociadas están restringiendo significativamente la actividad económica de la zona del euro, que se espera se haya contraído en el cuarto trimestre de 2020. Si bien la actividad en el sector manufacturero sigue manteniéndose bien, los servicios se están viendo gravemente afectados por el incremento de las tasas de contagio y por las nuevas restricciones a las interacciones sociales y a la movilidad. La inflación sigue en niveles muy bajos en el contexto de debilidad de la demanda y de una significativa holgura en los mercados de trabajo y de productos. En conjunto, los datos más recientes y las proyecciones de nuestros expertos sugieren un impacto de la pandemia en la economía más pronunciado a corto plazo y una debilidad de la inflación más prolongada de lo previsto anteriormente.
En vista de las consecuencias económicas de la reactivación de la pandemia, el Consejo de Gobierno ha recalibrado hoy sus instrumentos de política monetaria como sigue:
(...) En segundo lugar, hemos decidido incrementar la dotación del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) en 500 mm de euros hasta un total de 1.850 mm de euros. También hemos ampliado el horizonte de las compras netas en el marco del PEPP al menos hasta final de marzo de 2022. En todo caso, efectuaremos compras netas hasta que consideremos que la fase de crisis del coronavirus ha terminado.
Efectuaremos compras en el marco del PEPP a fin de mantener unas condiciones de financiación favorables durante este período ampliado. Realizaremos las compras con flexibilidad de acuerdo con las condiciones de mercado y con vistas a evitar un endurecimiento de las condiciones de financiación que impida contrarrestar el impacto a la baja de la pandemia en la senda de inflación proyectada. Por otra parte, la flexibilidad de las compras a lo largo del tiempo, entre distintas clases de activos y entre jurisdicciones seguirá respaldando la transmisión fluida de la política monetaria Si las condiciones de financiación favorables pueden mantenerse con unos flujos de compras de activos que no agoten la dotación del programa durante el horizonte de las compras netas del PEPP, no será necesario utilizarla íntegramente. Asimismo, esta dotación puede recalibrarse si es necesario para mantener unas condiciones de financiación favorables a fin de contribuir a contrarrestar el impacto negativo de la pandemia en la senda de la inflación.
La ampliación de las compras en el marco del PEPP durante un horizonte temporal más largo refleja los efectos prolongados de la pandemia sobre la economía y la inflación y permite una presencia continuada en el mercado y un respaldo más duradero del estímulo monetario... (fuente, BdE).

Estas palabras dejan claro como el agua que la caída de los tipos de interés raramente son una buena noticia, porque su mensaje, en la tesitura actual, es simple: la demanda global se está contrayendo, los precios están cayendo, y hay riesgo de profundizar en la deflación. 
Sin embargo muchos medios cantaron el aleluya que les exigía el gobierno, que para eso están. Si a alguien le queda alguna duda, que mire a la revisión de las previsiones del mismo BCE, o las del BdE para España.
En todo caso, la M1 ha aumentado desde que empezó la crisis un 50% en EEUU, y apenas un 10% en en Euro. Signo de que el crédito bancario no se ha puesto en marcha, en cambio allá sí. Porque es l crédito bancario el que crea depósitos. 
Y ahora gran pregunta, que es el título del artículo: ¿por qué operaciones similares con las mismas intenciones allí sí y aquí no? 
Porque EEUU es una AMO (Área Monetaria Óptima) y Europa no lo lo es. Así de sencillo, se pongan como se pongan unos cabezas cuadradas que hacen puzzles a martillazos, y hacen cuadrar las cosas tipo chapucería. 
Allí los mercados son homogéneos de norte a sur y de oeste a este - sobre todo los mercados que importan, capital y trabajo - sin fronteras. Aquí tenemos una política económica para cada país, de su padre y de su madre, y es imposible que el mercado monetario que intenta alcanzar el BCE con su política sea homogéneo. Aquí comenzaron la casa por el tejado, y no hay voluntad política para arreglar lo que hay debajo. Y es que no es fácil, sino peliagudo. No se rompan la cabeza.

*M1 incluye fondos que son fácilmente accesibles para gastar. M1 consiste en: (1) moneda fuera del Tesoro de los Estados Unidos, los bancos de la Reserva Federal y las bóvedas de las instituciones depositarias; (2) cheques de viajero de emisores no bancarios; (3) depósitos a la vista; y (4) otros depósitos a la vista (OCD, por sus siglas en inglés), que consisten principalmente en cuentas de orden de retiro negociable (NOW) en instituciones depositarias y cuentas de giro de acciones de cooperativas de crédito. El M1 desestacionalizado se calcula sumando moneda, cheques de viajero, depósitos a la vista y OCD, cada uno ajustado estacionalmente por separado.

jueves, 10 de diciembre de 2020

El BCE saca de nuevo el bazuca

El BCE, en su última reunión de año, volvió a sacar la artillería pesada añadiendo 500 mil € de liquidez a los ya puestos en circulación (un total de 1,85 billones), y nuevas subastas de créditos TLTROS para la banca, por los que está obtiene un 1% de bonificación por dar crédito. Ahora bien, como es lógico, esta decisión es portadora de malos presagios. Vuelven a contraerse las previsiones significativamente. Ambas cosas han podido influir en que el Reino de España haya podido emitir deuda con tipo de interés negativo. 
Y es que las cosas se presentan sombrías para Europa y sobre todo, para España. En esta última, el crecimiento del cuarto trimestre será negativo (como en buena parte de Europa), diga lo que diga el gobierno. En Europa, el BCE reduce el crecimiento esperado de 2021 del 3,9% al 2,5%.
Es decir, muy bien por la acción, pero sería mejor noticia ver briznas de luz al final del túnel. Y es la única interpretación que cabe hacer del tipo negativo en la emisión española. Las cosas están mal. Así que los que se alegran, que le den una vuelta. 

Títulos universitarios basura

En este twitt de I. Errejón


descubrimos el nivel de polvo y suciedad en que se hunde la Universidad española, de la que, ¡ojo! Este elemento ha sido profesor. 
Según el insigne ignorarte, que el agua empiece a cotizar en el mercado de futuros es un camino de privatización que “nos privará de lo más básico”.
Idiota. Si hubiera estudiado un poquito de lo que no sea esa papilla ideológica de que hacen gala él y sus compinches, debería saber que el mercado de futuros en materias primas, incluido el del agua, es antiguo, y gracias a él podemos estar seguros de ir al supermercado y encontrar lo que vamos a comprar: incluido el agua que no sale por el grifo, que de momento es un servicio público. 
Porque el mercado de futuros ayuda a suavizar los picos que habría en los precios de las MP por malas cosechas o cosechas sobreabundantes. Así, el cultivador puede vender por adelantado su cosecha, cuando no sabe cuál va a ser en cantidad, por un precio fijo de “futuro”, que quiere decir que él ya tiene asegurados los ingresos a la fecha de la cosecha, y el comprador a ese precio se asegura el coste al por mayor sobre él que venderá a los minoristas. 
Por supuesto que hay especulación. Es un mercado continuo, que va variando según cambian las expectativas, lo que te permite rehacer posiciones y ajustarte a los cambios producidos. Si se prevé que la cosecha va a ser mala, los cosechadores ya se han cubierto, y los mayoristas irán a otras zonas a comprar, aunque no hace falta que se desplacen. Como nos cuenta Juan Beño en Inbestia  en el mismo mercado cotizan todos los tipos del género, es decir, todos los más cereales y sus variantes, cafés y sus variantes, semillas y sus variantes, y todo lo que se imagine, por lo que con un click en pantalla deshaces y rehaces tus posiciones según cambien precios y expectativas. 
Básicamente no es más que un seguro de precio para los participantes, en el que por supuesto hay perdedores y ganadores, que son los que juegan en abierto de cobertura, y gracias a ellos todo la cadena del mercado funciona.
Pero eso no es privatizar, es agilizar la formación de precios y suavizar lo que serían mercados muy volátiles y la ruina para muchos. 
Díganle a un cultivador de Wyoming que le cierran su mercado de futuros de trigo porque es muy especulativo... se suicida o la emprende a tiros con los errejones.

martes, 8 de diciembre de 2020

Alcanzar el paraíso

El problema de España no es sólo la izquierda social-comunista, pues hemos tenido un gobierno del PP y no ha hecho nada para mejorar mínimamente el panorama de pesadilla que ofrecen los de enfrente. 
¿Ha hecho algo esa derecha para rectificar los dantescos datos de trabajo en los que nos movemos?
En España hay 3,250 millones de funcionarios (17% del total de población activa), de productividad media más que dudosa. Si a eso se añaden pensionistas y parados, obtenemos unos gastos constantes de 20 millones de personas dependientes del Estado, mientras que sólo 15 millones reciben su renta del sector privado (habría que restar lo antes que están alojados en empresas públicas escondidas en ayuntamientos y CCAA). 
15 millones alimentando a 20 millones... aparte de infancia. Y seguiremos avanzando... ¿Hasta que lleguemos a Argentina? Puede ser. Como nos cuentan Daniel Lacalle, de quien tomo esto se datos, 

Según el Ministerio de Trabajo, el 35% del empleo en Argentina es del sector público (incluyendo nacional, provincial y municipal). Una enorme carga burocrática. Pero, si analizamos el empleo público respecto al privado por provincias, 18 provincias tienen más de un 40% de empleo público, y cinco provincias tienen más del 60%. No existe el sector público sin el sector privado y, cuando se asalta a los sectores productivos por vía monetaria y fiscal, terminan por abandonar la actividad.

Así que adelante. Un 60% de empleo público - añadido a los pensionistas y parados - no es una carga ligera para los empleados privados. No dude. Con este gobierno se batirán todos los récords de velocidad para alcanzar es paraíso. 
Ahora bien, puede ser peor, como se ve en este gráfico del Venezuela, con Las mayores reservas de mundo de petróleo, y con una evolución de la renta per capita escalofriante. 



El paraíso de Podemos.

domingo, 6 de diciembre de 2020

Hay que estar muy ciego...

Hay que estar muy ciego para no ver los fines de este gobierno. Hay que estar muy ciego para no ver que están a dos pasos de conseguirlos. Hay que estar muy ciego para pensar que en “las próximas elecciones” todo volverá a su orden. 
Porque me temo que no habrá “próximas elecciones”, en el sentido habitual del término. La amenaza reiterada de Pablo Iglesias, vicepresidente del gobierno, al afirmar a la derecha de que “nunca volverán a gobernar” no es pensando que lo van a hacer tan bien que les va a votar riadas de gente y van a renovar el gobierno. Eso lo desdeñan. Los sondeos actuales les dan una gran pérdida de escaños, y sería lógico porque desde una óptica normal van a fracasar, creando un país quebrado. Sin embargo, no parece preocuparles, lo que señala que tienen un plan para hacerse con el poder para siempre. Que ese plan funcione o no, depende de una hipotética oposición a él, pero no la hay. 
Ese plan no lo ocultan. Destronar al rey, acabar o reformar de arriba abajo la Constitución - por supuesto saltándose los procedimientos legales que la parapetan -, y a partir de ahí empezar una lucha entre los hasta ahora aliados - Gobierno social-comunista, separatistas, y otras calañas - para definir un nuevo Estado (no descarto luchas a sangre y fuego entre ellos, al fin y al cabo, compañeros de viaje). Un estado que evolucionará hacia un república comunista, belicosa contra la propiedad privada, rabiosamente anticristiana, y aliada a los países comunistas de reciente cuño que están soñando con implantar su semilla en la vieja Europa. Ejemplo, Cuba/Venezuela, que serán muy pobres, pero tienen sus capataces aquí. 
Hay que estar ciego para pensar que Europa nos salvará y se salvará así misma. Ni siquiera EEUU, cada vez más invadido por consignas defendidas por Podemos, tendrá ganas ni fuerza para evitar el desastre.
Porque sí, es un virus que se extiende por todo Occidente. No tienen más que leer el comienzo del libro “La vuelta del comunismo”, de Jiménez Losantos, para darse cuenta de las coincidencias sorprendentes de las banderas y consignas que hoy ganan la opinión pública en el planeta. Sí, en el planeta, del que España no es más que un rincón donde se está desarrollando este ataque a la Civilización Occidental. 
Oh sí!, parece muy pomposo, exagerado o proposopéyico hablar de las Civilización Occidental, pero hay que estar ciego para no verlo. Las civilizaciones no son eternas, viven crecen, decaen, y mueren, y no es la primera vez que ésta recibe un ataque de muerte. En 1940 los nazis, después de los soviéticos en 1917, estuvieron a punto. Tan sólo los crasos errores del Eje, como no liquidar a Inglaterra, o más tarde invadir Rusia, y Pearl Harbour, se conjuraron para impedirlo. También debemos contar el fracaso de comunismo. Hemos estado viviendo del triunfo occidental de la II Guerra Mundial y de la guerra fría hasta ahora; pero hoy, el factótum de aquel triunfo y nuevo diseño del orden mundial, EEUU, está en decadencia, tanto o más incluso que Europa. No hay más que ver a las estrellas de Hollywood visitando Cuba y Venezuela como a su nuevo dios, ya que han matado al suyo, para darse cuenta de lo avanzado que está la caída. 
El colapso total y sin paliativos del comunismo no sirvió de nada, pues la memoria historia es uno de las más fallidas potencias del ser humano. Se habrán hecho miles de millones de selfies del “Muro de Berlín”, pero casi nadie ha sabido interpretarlo más que como un recuerdo de la victoria “definitiva” sobre el Mal. O al menos, lo que era el Mal hasta hace poco. Incluso vas a Berlín y te sorprende esa convivencia entre los restos del Muro y la vida actual, como si hubieran crecido juntos. 
España está inmersa en esa batalla, aunque nunca ha sido muy pro occidental, todo hay que decirlo. Pero ha sido un país en el que las leyes y las instituciones defendían bastante eficazmente la propiedad privada, cuya eliminación es el eje sobre el que gira todo el núcleo del Comunismo. De ahí que la primera batalla haya sido la de los Okupas, batalla que no ha terminado, pero que van ganando. De aquí hacia adelante, todo lo que se les ocurra. Esto es una cadena de batallas mediocres, perdidas, de acción y legalidad, hasta llegar a la máxima legalidad que es la Constitución, a la que odian porque es un parapeto - no muy sólido, la verdad: ¿no exigía Julio Anguita como su programa comunista “Constitución, Constitución, Constitución”? -. Parapeto contra sus intenciones, que son de carácter irreversibles. Hay que destruir cualquier apoyo que pudiesen usar en contrario futuros oponentes. Pobre Anguita. Qué comunista mas infeliz e ingenuo. Comunista Modelo Marinaleda.
Aquí y allá surgen voces que nos dicen “recuerda”, que esto puede pasar... voces que son deglutidas por la mediocridad reinante controlada por los medios, sobre todo televisivos, modelo “Gran Hermano”. Esas voces ya están empezando a ser perseguidas, gracias a nuevas leyes contra la libertad. No es más que el comienzo en una batalla perdida. Al menos de momento.