"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 19 de noviembre de 2021

Los bancos centrales, ¿deben actuar contra la inflación?

La inflación que padecemos se ha originado de manera atípica, en el seno de la oferta, por cuellos de botella en el suministro de materias primas y servicios básicos. 
Ciertamente, la holgura monetaria en que nos tienen los bancos centrales ha alimentado esa inflación. 
Pero, ¿que pasaría si estos bancos centrales empezaran a aplicar su doctrina ortodoxa, retiraran oferta monetaria y subieran los tipos de interés, para reconducir la inflación del 5-6% actual al 2%?
No hay duda que se agravaría el estado precario de la oferta, y las estrecheces que están pasando las empresas por la reducción de la oferta y el aumento del coste de bienes básicos contraerían aún más la oferta global, lo que no es de interés de nadie, y menos de los bancos centrales, pues no dejaría de producirse un estallido aún mayor de precios básicos. 
En realidad los bancos centrales sólo pueden aspirar a controlar la demanda global, es decir, todos los precios. No puede seleccionar y concretar tal o cual producto. Lo que decide es el precio del dinero frente a todos lo bienes, mediante el tipo de interés, por lo que sus efectos llegan a todos los mercados. Sus decisiones alteran las cantidades ofrecidas y demandas: una subida de los tipos contraería aún más la oferta de bienes escasos hoy. 
Una inflación atípica - que no se origina en un exceso de demanda - requiere, creo yo, un tratamiento distinto que el clásico de subir los tipos de interés. Subir los tipos de interés desde luego contraería la demanda, pero originaría estropicios indeseables en la oferta, agudizando los problemas que ya hay, como empresas asfixiadas financieramente por culpa de la pandemia.
Mejor dejar un margen de holgura, y permitir una inflación transitoria, hasta que los cuellos de botella y la asfixia en el tejido empresarial haya desaparecido. Lo esperable es que esta inflación sea efímera, y vuelva a su cauce en poco tiempo. Una subida de tipos de interés no beneficiaría a nadie, trastocaría los mercados financieros, y podría desencadenar una crisis de consecuencias imprevisibles.
No quiero con esto menospreciar la inflación creciente, pero es que no creo que ésta lo sea. 
Los bancos centrales deben cambiar sus objetivos durante un tiempo, anunciando que tolerará desvíos de su inflación objetivo mientras las causas estén “en el otro extremo de la economía”, la oferta. 
Como dice Cristine Lagarde (ver ElConfidencial),

La presidenta del BCE reconoció que "una inflación más elevada reduce los ingresos reales de la gente, especialmente de aquellos en la parte baja de la distribución de ingresos". Pero restringir la política monetaria prematuramente no solo reduciría más los ingresos de los hogares, sino que no abordaría las causas de la inflación porque los precios de la energía se establecen de forma global y la política monetaria del BCE no puede remediar los cuellos de botella en la oferta, según Lagarde.

Se trata, en definitiva, de que los bancos centrales opten por la moderación y no actúen por solo un criterio. Tienen un poder más que limitado para influir en los preciso de oferta. La inflación actual remitirá cuando la oferta se haya normalizado. Mejor dejarla que lo haga por sí misma. 

martes, 16 de noviembre de 2021

La Transición ecológica sólo será efectiva si pasa por el mercado

En la reunión mundial de Glasgow sobre el Cambio Climático se ha respirado, según nos cuenta Ambrose Evans-Pritchard, un optimismo desbordante, sobre todo por parte de las empresas. Eso sí, del coste que implica la transformación de una producción “sucia” a una “limpia” ni se contempla.es decir, se ha hablado con entusiasmo de cantidades de CO2 eliminadas fácilmente gracias a descubrimientos incipientes, sin detallar cómo afectaría eso a los precios de las materias primas que sustituirían a las actuales. 
Como expliqué en mi artículo “La Transición ecológica”, y puede comprobarse en el blog reciente del FMI 

Soaring Metal Prices May Delay Energy Transition:

Si bien la demanda de metales podría dispararse, la oferta generalmente reacciona lentamente a las señales de precios, dependiendo en parte de la producción. El cobre, el níquel y el cobalto provienen de las minas, que requieren una inversión intensiva y tardan en promedio más de una década desde el descubrimiento hasta la producción según la AIE. Por el contrario, el litio a menudo se extrae de manantiales minerales y salmuera a través de agua salada bombeada desde debajo del suelo. Eso acorta los plazos de entrega de la nueva producción a un promedio de aproximadamente cinco años. Las tendencias de la oferta también se ven influenciadas por la innovación en la tecnología de extracción, la concentración del mercado y las regulaciones ambientales. La combinación de una demanda en alza y cambios más lentos en la oferta puede impulsar la subida de los precios. De hecho, si la minería tuviera que satisfacer el consumo en el escenario neto cero de la AIE, nuestro análisis reciente muestra que los precios podrían alcanzar picos históricos durante un período de tiempo sin precedentes, y esos costos más altos podrían incluso retrasar la transición energética en sí.


O, como dice un artículo de “Spiegel” (recomendable)

Hay un sucio secreto escondido en cada aerogenerador. Pueden convertir el aire en movimiento de forma limpia y eficiente en electricidad, pero pocos saben mucho sobre de qué están hechos. Gran parte del material dentro de las turbinas eólicas es producto de brutales invasiones de nuestro mundo natural.

Cada unidad requiere cemento, arena, acero, zinc y aluminio. Y toneladas de cobre: para el generador, para la caja de cambios, para la estación de transformación y para los interminables hilos de cable. Se pueden encontrar alrededor de 67 toneladas de cobre en una turbina marina de tamaño mediano. Para extraer esta cantidad de cobre, los mineros tienen que mover casi 50.000 toneladas de tierra y roca, unas cinco veces el peso de la Torre Eiffel. El mineral se tritura, se muele, se riega y se lixivia. La conclusión: mucha naturaleza destruida por un poco de energía verde.

Para pasar de una energía actual a otra “limpia”, habrá materias primas que aumentarán su demanda y multiplicarán su precio por un múltiplo no desdeñable, lo que trastocará el panorama de los productores a límites fronterizos con la quiebra, el abandono de la actividad, y un encarecimiento nunca visto de la vida. Rallo, en su artículo que citaba en mi post, daba algunos detalles hoy por hoy incontestables. 

Por ejemplo, según la Agencia Internacional de la Energía, una central eólica requiere de 10 veces más minerales (sobre todo, cobre y zinc) que una central de gas o de carbón: en particular, por cada MW de potencia instalada, una eólica necesita entre 10.000 y 15.000 kilogramos de minerales, mientras que una central de ciclo combinado utiliza 1.100 y una de carbón, 3.000. Asimismo, el coche eléctrico medio consume seis veces más minerales que el coche con motor de combustión (sobre todo, cobre, níquel y grafito): en particular, cada vehículo eléctrico utiliza más de 200 kilos de minerales frente a los 33 del coche con motor de combustión. 
No podemos tener simultáneamente progreso económico, luchar contra el cambio climático y conservacionismo ambiental
Tal va a ser la demanda extraordinaria de minerales durante las próximas dos décadas de transición energética que, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, consumiremos tres veces más cobre, ocho veces más níquel, 20 veces más cobalto y 100 veces más litio que durante los últimos 20 años (al menos, si ambicionamos el objetivo de cero emisiones netas). Los ingresos esperables por estos cuatro minerales durante las venideras dos décadas son de más de 13 billones de dólares. De ahí que el éxito de la transición energética no estará únicamente condicionado a la disponibilidad de una mejor tecnología, sino también a que podamos extraer cantidades masivas de minerales al menor coste económico posible (a mayor coste de extracción, mayor coste de producción de centrales o de vehículos y, por tanto, menor eficiencia de la transición).

No se puede eludir alegremente esta predicción. El aumento de la demanda de algo, lo que sea, eleva el precio y/o la escasez de ese producto, lo que inevitablemente, si es un producto básico utilizado a lo largo y ancho de la economía, elevará el coste de la vida y contraerá el producto máximo disponible, lo que no dejará de bajar la renta media y aumentar el paro. 
Sobre todo, no podrá eludirse el problema del precio, es decir, del mercado, pues éste se impone por mucho que se quiera desviar la atención a un precio sombra o un precio publica impuesto por el sector público. La intervención l mercado siempre lleva a desvíos como el mercado negro. Si se intentará subvencionar esos bienes que van a ser demandados ingentemente, la cosecha sería catastrófica, con subidas de la presión fiscal y la deuda por encima, muy por encima de lo que están ahora. 
Este problema no es del futuro incierto, sino que lo tenemos ya encima. ¿A que se debe, si no es por el intento de adelantarse al tiempo, la escasez de materias primas y la subida en flecha de los precios generales? Pues imaginen un mundo en que el coste de la energía y de las MP deriva mucho más alto porque hemos anulado las disponibles para sustituirlas por otras que no son eficientes todavía. 
Así que el entusiasmo empresarial por empezar ya a cambiar de modelo productivo, que pase por el dictamen del mercado, a ver hasta dónde llega.

domingo, 14 de noviembre de 2021

Poco creíble

Leo con enorme escepticismo en la “República”, que la UE da el visto bueno a crear una fuerza de intervención rápida para hacer frente a casos como lo de Afganistán. Dicha fuerza se compondrá de - sostengan el asombro - 5000 efectivos. De esto llevo oyendo, y creo no exagerar, treinta años como mínimo, y nunca se ha concretado. De lo cual deduzco que Europa no es capaz de unirse militarmente, que es el desafío más crucial que tiene delante. Un estado federal al que aspira es inviable si no hay una unidad militar convincente; claro que para ello es necesario que hubiera un Estado Federal fuerte... Y es que no se puede empezar la casa por el tejado.
Sin embargo, la UE ha empezado muchos tejados de chiringuitos que a punto han estado de explosionar y llevarse a la UE al limbo, como el mismísimo euro, que salvó el señor Draghi en el último segundo de las tropelías de su antecesor Trichet. 
A pesar de Draghi, sigue sin definirse una relación de la moneda única con una Hacienda única, como debe ser en todo Estado serio, lo que son ganas de soñar por ahora. Una hacienda única debería contar con un parlamento unificado, lo que también se me antoja ganas de soñar, porque los países como Alemania están muy bien gestionados y muy a gusto, y recelosos de unirse a otro sector fiscalmente, como para que tal sueño sea alcanzable. 
Todo esto es lo que paraliza las decisiones de la UE, que cuanto más se baja en el escalafón institucional mas poder se tiene para poner palos en las ruedas de las decisiones de más arriba. 
La que está muy bien como idea, pero ha llegado a su tope. Ya no quedan transferencias de poder decisorio imaginables, y puede decirse que nunca alcanzará una federación creíble. A mi entender cometió el error de separarse de EEUU, con quien estamos en deuda por haber sido decisivo en ganar la II Guerra mundial y el Plan Marshall, además de haber sido el paraguas contra la URSS en la Guerra Fría. Se quiso hacer una UE a imitación de y enfrentada a EEUU, lo cual es pueril, pero catastrófico, pues nació precisamente con el Plan Marshall. Ahora, instituciones tan importantes como la OTAN no funcionan. Al menos antes había un espíritu de colaboración, esfumado hoy. Y mientras Rusia no es la URSS, pero se le parece mucho. Hay, además, otro si desafíos en el horizonte.

jueves, 11 de noviembre de 2021

Un fusil en cada hogar

Me despollo. Los alucinados catalanistas (ver aquí)quieren que haya un fusil en cada hogar como base de un ejército “a la suiza”, para defender ser su independencia cuando ésta llegue a ser un hecho. La idea es que esos fusiles apuntarían contra un ataque español, pero eso no lo tengo tan claro. Somos un país de odios y venganzas personales, me temo que los fusiles, con su correspondiente munición, se apuntarían al vecino más “abyecto”. ¿Y a los habitantes no independentistas, unos 4 millones?
Tiene razón un comentarista que dice que cuando esos fusiles se apunten a los gobernantes que los han repartido (¿cuanto será el coste para el erario español?) cuando la gente tome conciencia que son los responsables del paro  y del hambre que han causado, con una deuda debida al Estado español estratosférica. Ay! Que me despollo, dicho sea sin ánimo de ofender. 
Tolilis: nunca seréis independientes, sino soñadores frustrados que reparten frustración a manos llenas. España no es que vaya muy bien, pero en comparación Cataluña va a la ruina, sin que se os mueva una ceja. Cerriles. 

lunes, 8 de noviembre de 2021

La transición ecológica

En un excelente artículo, JR Rallo expone las insalvables dificultades y las penurias que van a provocar intentar ya, de un salto en el vacío, la transición de la energía actual, a una sin CO2. El problema crucial es que las nuevas fuentes de energía limpia exigirán una actividad en minería muy superior a la actual, pues estas fuentes consumen ciertos minerales en cantidades muy superiores a las actuales. Como dice Rallo, 

la reconversión de todo el sistema eléctrico en centrales renovables, o la reconversión de todo el parque automovilístico en vehículos eléctricos, o el uso más generalizado de baterías requerirá de mucha más extracción de recursos. No solo porque desechar lo que hay para construir lo nuevo absorbe nuevos recursos, sino porque cada central renovable o cada coche eléctrico necesita de muchos más de estos recursos que las centrales de gas o los automóviles tradicionales. Por ejemplo, según la Agencia Internacional de la Energía, una central eólica requiere de 10 veces más minerales (sobre todo, cobre y zinc) que una central de gas o de carbón: en particular, por cada MW de potencia instalada, una eólica necesita entre 10.000 y 15.000 kilogramos de minerales, mientras que una central de ciclo combinado utiliza 1.100 y una de carbón, 3.000. Asimismo, el coche eléctrico medio consume seis veces más minerales que el coche con motor de combustión (sobre todo, cobre, níquel y grafito): en particular, cada vehículo eléctrico utiliza más de 200 kilos de minerales frente a los 33 del coche con motor de combustión. 

No podemos tener simultáneamente progreso económico, luchar contra el cambio climático y conservacionismo ambiental

Tal va a ser la demanda extraordinaria de minerales durante las próximas dos décadas de transición energética que, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, consumiremos tres veces más cobre, ocho veces más níquel, 20 veces más cobalto y 100 veces más litio que durante los últimos 20 años (al menos, si ambicionamos el objetivo de cero emisiones netas). Los ingresos esperables por estos cuatro minerales durante las venideras dos décadas son de más de 13 billones de dólares. De ahí que el éxito de la transición energética no estará únicamente condicionado a la disponibilidad de una mejor tecnología, sino también a que podamos extraer cantidades masivas de minerales al menor coste económico posible (a mayor coste de extracción, mayor coste de producción de centrales o de vehículos y, por tanto, menor eficiencia de la transición).

La Transición a una economía “limpia” es incompatible con El Progreso económico, y además intensificará la extracción de materias primas que más pronto que tarde escasearán. Viviremos en un mundo limpio pero seguramente más conflictivo por la escasez de bienes que traerá, a costes reales muchos más altos que los demás hoy. 
Ya estamos viviendo la amenaza de un “gran apagón” y un invierno desapacible con frío y escasez, por la simpleza de la gestión de los stocks de Gas Natural, contando ilusoriamente con que las renovables estaban a punto para tomar el relevo. Pero, 

Y de ahí también que el maximalismo ecologista que pretende combatir el cambio climático al tiempo que promueve un conservacionismo radical del entorno natural case tan mal con el desarrollo económico y social. A este respecto, bien podríamos formular un trilema del que la inmensa mayoría de nuestros políticos y activistas medioambientales no nos quiere hablar. No podemos tener simultáneamente progreso económico, luchar contra el cambio climático y conservacionismo ambiental. Progreso económico y luchar contra el cambio climático implica renunciar al conservacionismo ambiental (pues la lucha contra el cambio climático sin renunciar al progreso económico requiere de una transición energética que, a su vez, requiere de una fuerte actividad minera); progreso económico y conservacionismo ambiental implica renunciar a luchar contra el cambio climático (pues renunciaríamos a la transición energética y, para crecer, habría que continuar utilizando combustibles fósiles si queremos seguir creciendo); luchar contra el cambio climático y conservacionismo ambiental supondría renunciar al progreso económico (pues sin combustibles fósiles y sin transición energética solo nos quedaría un muy intenso decrecimiento). 

Los políticos deberían empezar por tratar a sus votantes como adultos, informándoles de cuál es el coste real de sus distintas ocurrencias

Por eso, aquellos políticos que prometen simultáneamente abandonar los combustibles fósiles y limitar de manera muy significativa la actividad minera de su país —el último en hacerlo ha sido el candidato a la presidencia de Colombia, Gustavo Petro— en realidad están defendiendo una transición energética cara e incompleta que solo redundará en menor crecimiento económico para su población. Los políticos deberían empezar por tratar a sus votantes como adultos, informándoles de cuál es el coste real de sus distintas ocurrencias: colgarse la medalla de ecologista —no combustibles fósiles, no minería— sin explicitar quién y cómo correrá con los costes de esa suntuosa medalla es sumamente tramposo, deshonesto y, si se me apura, incluso sumamente antidemocrático.


Estamos sosteniendo - en el mundo entero - unos políticos incompetentes que además creen lo que les venden los distintos grupos de presión de CCC (ONU, Foro de Davos, UE, FMI) que condicionan sus ayudas y subvenciones (sobornos) a que los políticos nacionales sigan al pie de la letra el guión para una Transición rápida a la economía verde. Los políticos, sólo sensibles a la propina, engañan a su votantes haciéndoles creer que eso de cambio a una economía verde está chupado, y lanzan a sus Gretas Zhunberg a darnos la tabarra escalofriante que nos oculta la verdad de la situación: pobreza y escasez. 
No exagero un ápice mi pronóstico. Ya lo dije en el anterior artículo y lo repito: o una transición más suave cuando haya verdaderas alternativas de energía y materias primas, o nos vamos a pelear en los contenedores de basura, si es que lo hay. Viviremos con en la guerra y la post guerra, arrapiñando con todo, cientos y miles de mercados negros, nada de la naturalidad de hoy de ir a la compra sabiendo que los alimentos y enseres están en las estanterías. Se trata sólo de pedir un poco de realismo y esperar a que surjan nuevas fuentes de energía viables.
Ojalá que este invierno sirva al menos para concienciar a los responsables del desaguisado.


domingo, 31 de octubre de 2021

La verdad escueta. Viento de cola

El PP se cree, y Aznar se pavonea, de que la llegada del PP al gobierno en 1994 fue lo que puso en pie la economía española y la llevó a su más espléndida gloria. Falso. Aznar llegó al poder cuando el gobierno de Felipe González había llevado a un impasse a la economía por su desastrosa política de déficit y deuda, que se había elevado a niveles que generaban una enorme desconfianza en la entrada de España en el euro, lo que a su vez elevó los tipos de interés internos a cotas imposibles para los inversores españoles. La peseta empezó a sufrir presiones devaluatorias irresistibles, que provocaron tres devaluaciones que se pueden apreciar en la línea azul del gráfico (eje de la derecha).




Aunque esté en pesetas/dólar, es patente que la peseta se devaluó de 90 ptas/$ a 180ptas/$, y empezó a hacerlo unos pocos meses a que llegara Aznar a la Moncloa, lo que fue un empujón, imprevisto por el nuevo presidente, para sus intenciones de subir el PIB (como se ve e la línea roja) y reducir la ratio deuda/PIB. 
Aznar, por lo tanto, se encontró beneficiado, sin hacer nada, por una devaluación que enderezó el déficit exterior, y que despertó más confianza en los inversores extranjeros y que impulsó el crecimiento. A este respecto, la política de Europa cada vez más convincente de que se haría un euro amplio y España entraría en él, amplió aún más la confianza exterior, lo que se notó en una bajada de tipos de interés más que notable, como se aprecia en la línea azul de gráfico siguiente, bajando el tipo a 10 años del 10% al 4% rápidamente.



Esto, obviamente, fue un factor adicional de confianza, inversión y crecimiento. Pero no fue una cosa que estaba en manos de Aznar, quien poco antes de ganar las elecciones se mostró escéptico respecto al euro. 
Una decisión positiva que si tomó fue liquidar empresas públicas, lo que supuso un aumento de los ingresos no impositivos, permitiendo empezar su mandato con una bajada de impuestos. Pero no fue tan decisivo como la fuerte devaluación y la caída del tipo de interés, variables más relevantes de la macroeconomía. 
Aznar cosechó, por lo tanto, siembra propia y ajena - que sin duda ees lo mínimo que se le puede pedir a un mandatario. Luego la propaganda, como sucede siempre en política, tapó las imperfecciones y dejó brillar los resultados con luz propia, como haría todo partido. 
Con esto no quiero alejar el voto del PP, sino sólo señalar que en política no luce la verdad escueta. El PSOE tuvo que cargar con el desprestigio de tres devaluaciones, de las que se benefició el PP con grandes ganancias. A eso de le llama viento de cola.

lunes, 25 de octubre de 2021

España en un escenario de estanflación

Un escenario de estanflación, que ya puede darse como muy probable en el futuro inmediato, se caracteriza por una escasez de oferta(s) de todo tipo y una demanda final al alza impulsada por una política monetaria expansiva. El resultado obvio es escasez y, sin embargo, inflación al alza. 
Como explicamos aquí, es una interrupción muy grave del proceso económico, y la economía mundial está entrando en un escenario de esas características. En parte por culpa de la pandemia, se han interrumpido innumerables líneas de producción de materias primas (Ej. energía) y bienes intermedios (Ej. microchips), lo que ha distorsionado y roto la cadena de producción en múltiples puntos. La demanda final sigue siendo alta, por la política permisiva de los bancos centrales (necesaria como primera reacción a la pandemia). La oferta está rota, no tiene suministros, y la demanda, con los tipos de interés en cero, está desbocada.  Sólo la inflación puede cerrar la brecha entre un PIB real contractivo y una demanda creciente. En el gráfico, se ve claramente el repunte de los precios de producción energéticos, mientras que los precios de todas las materias primas empiezan a amagar.




España se va a encontrar en un escenario así con una imprevisión total, si nos atenemos a los presupuestos de Estado recientemente presentados por el gobierno, demasiado optimistas en las previsiones de un PIB creciente y demasiado extractivos en los impuestos, además de confiarlo todo a unos gastos excesivos improcedentes en cualquier caso.
El resultado final es, en el marco demasiado optimista que plantea el gobierno, una reducción del déficit y una contención de deuda, lo que no sería posible aún el caso más propicio (véase Clemente Polo):

Dos conclusiones podemos extraer del análisis anterior. Primera, ni el BdE ni el FMI comparten el optimismo del gobierno de España respecto a la evolución del PIB en el segundo semestre de 2021, y por tanto en 2021 en su conjunto, ni tampoco en 2022. Incluso suponiendo que no acaben materializándose las amenazas que se ciernen sobre el crecimiento mundial, a saber, la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, el alza de los precios de los bienes energéticos y la disrupción de las cadenas de suministros a la industriael crecimiento del PIB en España podría situarse en el entorno de 5,5%, no 6,5%, en 2021de 6%, no 7%, en 2022 y las previsiones empleadas para elaborar los PGE-2022


Esto eliminando el escenario de estanflación, en absoluto descartable. En realidad las previsiones del gobierno de ingresos y gastos saltan hechas trizas por la dislocación de un PIB real a la baja y una inflación al alza, sin saberse cómo los estrangulamientos en la producción, la carga superior de impuestos, la incertidumbre sobre la inflación, el aumento del paro y sus consecuencias fiscales, etc, jugarán en las expectativas y reacciones de los agentes.
¿Qué remedios hay? Lamentablemente, ninguno. Habría que desencadenar los nudos que se han formado en las infinitas cadenas de producción, y en eso el gobierno poco puede hacer, salvo bajar drásticamente los impuestos sobre la producción y liberalizar la oferta; algo que sólo tendría efectos a medio plazo, y que además este gobierno no está dispuesto a hacer, si seguimos su línea de acción desde que llegó. 
 El BCE no tiene ningún papel en la oferta, y en la demanda no tendrá más remedio que darle la vuelta a su política de “interés cero” para que la inflación no se le vaya más de las manos, lo que inevitablemente creará más contracción del PIB real. 
No hay más solución que se repongan las relaciones industriales y comerciales de la economía mundial, a lo que debería con responder a una renuncia de demasiadas ambiciones ecológicas. O bien queremos comer y trabajar, o bien queremos que la Naturaleza mande. Un escenario de una tasa de paro de 50% con una inflación desbocada no lo soportaría nadie, y para salir de ahí ya es hora de decirle al elector la verdad: o mantenemos nuestro nivel de vida o nos entregamos a los naturalistas, pero las dos cosas no. 

sábado, 23 de octubre de 2021

La Palma, Lisboa, y Voltaire

Nos faltaba a los naturalistas diciendo la última chorrada sobre el volcán de La Palma, y ya han llegado. Según ellos, debe ser declarada zona de protección especial, expropiándose y siendo “devuelta” a la naturaleza. 
Ya había dicho el presidente de Canarias (PSOE) que lo que se debía hacer era “gozar” del espectáculo magnífico que nos donaba la Naturaleza. Al mismo presidente del gobierno se le escapó que el volcán podía ser la oportunidad de un “despegue” para los isleños.
Esto siniestro personajes parecen aquellos ilusos miembros de la escuela filosófica de Leibniz, quien propugnaba que “todo es para bien en el mejor de los mundos, pues era ordenado por Dios, del que no se podía dudar”. 
A Voltaire le llevaban los demonios esta idiota teoría, y por eso escribió el “Candide”. Además, escribió textos de protesta - se supone que a Dios - por el terrible terremoto de Lisboa de 1755,

Necesitamos un Dios que le hable a la humanidad. A él solo le corresponde explicar su trabajo, consolar al débil e iluminar al sabio. (Voltaire 1756a: vv. 162-166)

El hombre, un extraño para sí mismo, es ignorado.
¿Qué soy, dónde estoy, dónde voy y de dónde soy? Átomos atormentados en este montón de barro,
Que la muerte se traga, y cuyo destino se juega,
Pero átomos pensantes, átomos cuyos ojos,
Guiado por el pensamiento, midió los cielos;
Dentro del infinito disparamos nuestro ser,
Sin poder vernos y conocernos ni un momento.

Voltaire no quería enemistarse con Dios, pero de sus palabras se deduce que acusa un evidente abandono de sus criaturas humanas, que no pueden prescindir de Él (para Voltaire su enemigo era la Iglesia). 
El terremoto de Lisboa fue espantoso y Voltaire no podía sujetarse la lengua para pedir explicaciones. ¿Pour quoi? Y si no iban dirigidas a Dios aparentemente, no había otro responsable a la vistas la menos había algo de rebeldía en las palabras de Voltaire, y no la hay en estos mentecatos naturalistas-políticos simplones, pero peligrosos. 

jueves, 21 de octubre de 2021

Oferta restringida, Demanda disparada: estanflación

He leído con gran interés el artículo de Hugo Ferrer. Estando de acuerdo con él en sus valoraciones, he de decir que veo grandes riesgos de estanflación (contracción de la oferta con alta demanda), porque los bancos centrales han conseguido salvar la crisis de la pandemia con una sobreoferta de dinero. Pero han surgido, a partir de la crisis energética, unas restricciones en la oferta de todo tipo, que se caracteriza por escasez de materias primas y bienes intermedios (el ejemplo más conspicuo es la escasez de microships que asfixia la oferta de ilimitados productos, como el automóvil), con el resultado de cierres, temporales o definitivos de fábricas y aumento de los previos.
La última vez que vivimos esto fue en los años setenta/ochenta, con las dos crisis del petróleo, lo que fue aprovechado por la escuela de Chicago para inventar una teoría errónea sobre las Expectativas Racionales, que asignaba a éstas el aumento de la inflación porque los agentes interpretaban “racionalmente” las políticas monetarias expansivas. Nunca hubo tal, sino restricciones de la oferta que aumentaban los costes y la inflación. (No quiero decir con esto que no hubiera expectativas, simplemente que distan de ser perfectas.)
Las restricciones de la oferta que estamos viviendo producen una presión al alza de los costes, con la correspondiente reducción de la oferta, que impulsa al alza la transmisión de costes a precios porque la demanda, en buena parte determinada los banco centrales y sus tipos de interés cero, es creciente. De ahí la indeterminación de éstos entre mantener su política expansiva o moderarla, porque no depende de ellos los problemas de la oferta. 
Esto podría tener una vigencia corta, pero desgraciadamente los expertos pronostican una prolongación permanente de los problemas de suministros energéticos y otros bienes intermedios. Ergo, las tensiones de costes, los despidos y contracciones de la producción, se van a mantener, y la demanda será alta si los bancos centrales no revierten su política expansiva, cosa difícil de implementar sin grandes quebrantos en la propia esfera de la producción.
De ahí que vea un escenario probable de PIB a la baja e inflación al alza: estanflación.
En estos casos no puedes hacer un análisis de oferta y demanda simple. 
Todo esto lo digo sin introducir ningún escenario de posible empeoramiento de la pandemia, que complicaría el análisis y el panorama enormemente, a peor claro. 


viernes, 15 de octubre de 2021

No más Macroeconomía. Lo que cuenta hoy es la Geoestrategia

En Pisani-Ferry tenemos un relato de cómo el mundo ha ido girando poco a poco hacia un sistema de relaciones menos uniforme y más multipolar y agresivo, donde las consecuencias económicas no se deducen de un modelo económico, como de las fuerzas de las superpotencias para enfrentarse cada una a las demás por consideraciones de Poder. 
La Posguerra se caracterizó por la guerra fría entre EEUU y la URSS, que no impedía sin embargo que el resto del mundo siguiera el “modelo americano”, en el que importaba el resultado económico de cada uno, modelo propulsado por EEUU con la creación de unas instituciones de peso, que conformaban esos objetivos, que para EEUU eran determinantes para La Paz. La teoría de esta potencia era que cuanta más prosperidad, más satisfacción de la gente y menos motivos de guerra - aunque desde luego cada uno se armaba hasta los dientes, empezando por EEUU y URSS. Este modelo funcionó con sus tropiezos, y fue lo que llevó al presidente Nixon a abrir a China a este mundo. China jugó muy bien su papel en el mundo e la libertad de comercio y del crecimiento, hasta el punto de desplazar con ímpetu el protagonismo de EEUU. Si se quiere tener un papel geoestratégico, es bueno  ser un país rico y floreciente, y China aprendió a sacar partido de los demás económica y militarmente. Fue tan eficiente que llegó a invadir los mercados mundiales con sus productos, gracias a la eficiencia interna y la externa, manipulada ésta por un tipo de cambio que favorecía sus exportaciones y protegía su mercado interior. 
No era juego limpio, pero se lo permitieron porque se pensaba que así China quedaría atrapada en el gran mercado global en el que acabaría jugando su papel. Nunca se pensó, ingenuamente, que este papel fuera a ser agresivo. 
Ingenuamente, porque no dejó nunca de ser formalmente comunista, de un solo mando centralizado, con ambiciones muy claras de aprovechar las debilidades implícita de la democracia de los demás, empezando por Europa, con sus instituciones perfectamente inanes ante la fuerza evidente de EEUU, China... y la URSS, convertida en una autocracia rusa quizás más peligrosa que el adocenado e ineficaz comunismo. 
Si tenemos problemas energéticos, no se debe a una cuestión económica, sino a que Putin a cerrado el grifo de gas hacia Europa, con la excusa de que lo necesita Rusia. ¿Motivos? Como dice Evans-Pritchard, 

Este episodio es una oportunidad única para que el Kremlin intente matar dos pájaros estratégicos de un tiro: castrar a Ucrania por medio de Nord Stream 2 y subvertir el Green Proyecto ecológico de Europa antes de que sea inamovible. “¿Quieres descarbonización? Le mostraremos la descarbonización ”, dijo Mikhail Krutikhin, un veterano de la energía rusa en RusEnergy y autor de un cáustico blog de Moscú.
“El pensamiento es: Primero, te congelaremos este primer invierno, y luego dime si necesitas estos molinos de viento. Volverás arrastrándote de rodillas, pidiendo ayuda y olvidándote de las leyes energéticas antimonopolio europeas, maldiciendo a la estudiante sueca Greta ”.

Aquí tenemos un ejemplo de las nuevas NO-reglas de juego. El mundo creado por EEUU de crear prosperidad ante todo, renegado por Putin y, por cierto, Europa con su rígido plan de descarbonización, cuando sus fuentes alternativas están “fuera de mercado”, al albur de un autócrata.
Por cierto, China, que también juega a la descarbonización, está cogida en la trampa de Putin, y sus minas de carbón están descapitalizadas por jugar al ecologismo.
El juego se parece más, por lo tanto, al modelo del siglo XIX, cuando las superpotencias poseían el resto del Mundo pero ellas jugaban a las reglas liberales impuestas por Londres. Ésta jugaba con ventaja por su enorme Imperio, que la surtía de materias primas, Imperio protegido por un ejército hiper competente en mantenerlo en orden y paz. Era caro el Imperio, pero los ingleses no se quejaban. Hasta que la primera gran guerra acabó con él y la supremacía económica. 
La verdad es que la geoestrategia nunca ha dejado de tener su peso, sobre todo cuando se rompen las reglas implícitas aceptadas por casi todos. Pero cuando el Poder se fragmenta entre varios superpoderes, la anarquía entra en juego y la macroeconomía abandona el escenario. 
La política europea anti CO2 ha aumentado la dependencia de otras fuentes, y por tanto de otros focos del planeta, sin tener en cuenta la situación posible de crisis de oferta... que ha llegado ahora. Ahora las “viejas” fuentes son inservibles por abandono y descapitalización. A corto plazo, no hay solución posible. Hay fábricas que ya interrumpen el proceso con frecuencia durante la jornada y eso aumenta los costes y el despido. 
Vamos a pasar un invierno gélido y bronco.
Y no esperemos que vuelva pronto, ciertamente. Multilateralismo, debilidad democrática, decadencia europea son más probables, así como incertidumbre. 
¿Un mundo más feliz? Rotundamente no. EEUU tenía razón en que la prosperidad disminuye el número de descontentos. Si el objetivo ya no es ése...

martes, 5 de octubre de 2021

Las dificultades que vivimos y viviremos se deben al empeño cerril de frenar el Cambio Climático

Lo primero que debe aclararse es que los políticos jamás podrán lograr frenar el supuesto CC. Lo segundo, que la subida de costes y precios en el mundo, con escasez de materias primas y energía - y pronto de bienes de consumo - y la subida en pico de los precios, se deben a que todos los países han adoptado con frenesí consignas y calendarios para acabar con una idea que es un simple fantasma. 
Supongo que se ha hecho así porque eso daría muchos votos, pero cuando los electores vean lo que se le se viene encima (subida del coste de la vida, dificultad o imposibilidad de acceso a bienes hasta hoy accesibles, inviernos duros, aumento  en flecha del paro, y un largo etc...), la cosecha de votos ya no será tan preciosa. 
Hay una larga cadena de decisiones absurdas en todo el mundo que explican el despropósito descrito. Pero la raíz, como dice Janet Daley, del Telegraph, es el abrazo febril con el que los gobiernos se han atado a dicha teoría. 
Sin embargo, hay medios que anuncian que los últimos estudios demuestran que no hay ninguna urgencia en acabar con el CC. 

“Una carta abierta a los canadienses explica que los mejores conocimientos científicos del reciente informe IPCC AR6 muestran que la emergencia climática ha terminado y que tenemos tiempo, por lo que los compromisos de NetZero y los impuestos al carbono pueden cancelarse, dice Friends of Science Society. El tema del 18º Evento Anual en línea, gratuito y en dos partes de Friends of Science es "Los políticos no pueden detener el cambio climático" con el Dr. Guus Berkhout y el autor Marc Morano.
La carta de Friends of Science se refiere a una revisión del informe de Ciencias Físicas del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de Roger Pielke, Jr. Señala que en el informe reciente del IPCC, a diferencia de los anteriores, un escenario futuro conocido como RCP8.5 no es visto ya como nuestro futuro "probable". Esto significa que la emergencia climática ha terminado. Si se aplica a la realidad y se utiliza como un caso "como de costumbre", el RCP8.5 es una simulación tremendamente exagerada que fue motivo de preocupación, lo que provocó reclamos de una emergencia climática. RCP8.5 es uno de los cuatro escenarios formalmente conocidos como vías de concentración representativas que se desarrollaron para la investigación climática y que nunca fueron concebidas como "vías" de políticas.”

En la próxima reunión a celebrar en Glasgow, podría tomarse esta pista como lo que es, un anuncio tranquilizador, o bien como un motivo de tensión y batalla entre los gobierno allí representados. Quien sabe. Sólo sabemos la talla mediocre de nuestros políticos de hoy...
Y también sabemos con certeza casi absoluta, visto lo que está pasando, que vivimos los comienzos de tiempos tenebrosos, de escasez de todo con inflación sin poderse parar, ansiedad y tensión, algo que no hemos conocido en nuestra vida (por suerte) y que si siguen insistiendo en la lucha contra el CC será nuestra vida diaria. La lucha contra el hambre, que estaba avanzando, retrocederá, y los conflictos se harán diarios. 
Greta Thumberg ya está en la lucha por su obsesión, 

La lucha sigue”: los jóvenes retoman las protestas contra la crisis climática 

Después de un año y medio de pandemia, las protestas contra el calentamiento global vuelven a 16 ciudades españolas y otras 1.500 localidades en todo el mundo.


Parece que les hemos inoculado el veneno a nuestros jóvenes con una propaganda mucho más eficaz que la del sentido común.
La que quiere ser el líder mundial de esta lucha contra el CC es la UE, pues como dice Víctor Díaz en Inbestia (altamente recomendable):

Quizá un objetivo de este conjunto de medidas sea contribuir a posicionar a la UE en el mundo, de tal forma que la política medioambiental sea la excusa para lograr ambiciones geopolíticas globales. Tristemente, algo así como tratar de figurar en algo ante la incapacidad de destacar en algo verdaderamente significativo y global, como la innovación, tecnología, tamaño empresarial o unicornios. Lo que viene a suponer tratar de sustituir su incapacidad geopolítica global por influencia regulatoria, lo que en realidad supone un signo de debilidad ante la incapacidad para poder ejercer un papel geopolítico trascendental en algún otro aspecto global importante.”

Repito: los problemas que vivimos - y que se ahondarán - se deben a este absurdo movimiento que no ha tenido en cuenta las consecuencias de querer cambiar algo tan importante como la energía sin que haya alternativas reales en las fuentes. Las fuentes alternativas de hoy son energías subvencionadas. ¿Y quién las subvenciona? Por supuesto, el consumidor, como demuestra Clemente Polo.WordPress.com:

  • En tercer lugar, debería aclarar a los consumidores por qué tenemos que pagar los ‘Incentivos a las energías renovables, cogeneración y residuos’ y ‘Otros costes regulados (Incluida la anualidad del déficit)’ que, si bien ahora no figuran en las facturas más recientes de forma explícita, aunque con toda seguridad siguen ahí, sí aparecían en el apartado de ‘Costes regulados’ en las facturas anteriores al 31 de mayo. Como consumidor aspiro a que se me facture la electricidad producida por centrales eficientes y que los incentivos a las energías renovables sean asumidos por el Estado y de la UE, si esas políticas imponen elevan los precios de la electricidad.
  • En cuarto lugar, me gustaría saber quién soporta los descuentos de entre un 25% y 50% en la factura de electricidad que otorga el Bono Social a los consumidores vulnerables, porque, al igual que los incentivos a las energías renovables ese coste debería recaer sobre el Estado, no sobre los consumidores que seguimos pagando puntualmente nuestra cada vez más asfixiante factura. La solidaridad a golpe de decreto está muy bien, pero el coste de debería recaer sobre los Presupuestos Generales del Estado.

Pablo Casado da miedo

Es tanta la mediocridad que destila este hombre, que da pánico las alternativas a las que nos enfrentamos en las próximas elecciones. La Convención del PP ha corroborado que Casado no aspira a convencer - que es lo que más liga con convención - sino a mandar como un Sheriff chapucero del medio oeste que ordena sentar sin sonrojo al expresidente de México cuando éste se puso de pie, como todo el mundo, a aplaudir a Díaz Ayuso cuando entró en olor a triunfo. “Siéntese su señoría, que el que manda aquí soy yo”. 
Luego todo fue como se esperaba: rendición de Ayuso al Sheriff y homenaje continuo a este porque había amagado con sacarse la pistola. De planes de gobierno nada, como no sea prometer traer a España a Puigdemont. Es decir, puro caza recompensas. 
Esto me hace recordar otra gran promesa de este mediocre, hace un par de años: cambiar la sede del PP de Génova (se ve que hay mucho fantasmas flotando en la espesura, y además Génova ya está muy ligada a la corrupción, lo último que hundió al PP). Realmente, una promesa prometedora.
Díaz Ayuso lo tiene crudo, y la ningunearán como hicieron con Cayetana Álvarez de Toledo. Demasiado verso libre, en un partido de burócratas oscuros y mediocres, sin iniciativa. Es lo que da el sistema electoral que nos hemos concedido, diseñado para el consenso, pero no para el liderazgo. Lo que se ha conseguido es que el consenso sea imposible literalmente. 
Con todo, un España gobernada por este individuo, con el apoyo de Abascal - difícil es imaginar una mayoría absoluta del PP  -, No nos deja tranquilos, todo lo contrario. Cuando Casado pierda los nervios y saque la pistola, ¿hasta donde llegará la balasera?

martes, 28 de septiembre de 2021

España y la productividad

España y la Productividad 

España, tras el desarrollo que alcanzó en los años 1960-73, llegando a una renta per capita del 80% de los países de la Comunidad Europea, luego no consiguió mantener ese ritmo, y fue perdiendo distancia respecto a los países más desarrollados, como se ve en el gráfico (Fundación BBVA).




EL PIB per capita es el PIB dividido por el número de habitantes. Teniendo en cuenta que un aumento de la RPC podría devenir de una bajada de la población, lo que resulta indeseable, debemos centrarnos en el PIB y sus componentes. 
La tasa de crecimiento de PIB es el resultado del aumento de la productividad de los factores utilizados: capital, trabajo, y un elemento tan importante como la bueno coordinación de estos por las unidades productivas o empresas. Ahora bien, como dice Jose Carlos Diez, 

La productividad en España tiene un comportamiento dual y lo determina el tamaño de la empresa. Las empresas mayores de 50 trabajadores españolas tienen niveles de productividad similares a sus homólogas en la OCDE. Son empresas que han sabido adaptarse a la era de la tecnología global. El problema es que representan un porcentaje menor del total de empresas que en los países que tienen más renta por habitante. La baja productividad de la economía española se concentra en empresas pequeñas, especialmente en las micropymes de menos de 10 trabajadores que suponen casi el 90% del total y que tienen una productividad la mitad que las micropymes alemanas.

Los empresarios españoles tienen baja cualificación, comparado con el promedio de la OCDE y de los que menos gastan en formación y capital humano. Las organizaciones empresariales se han convertido en fábricas de excusas y lamentos culpando a los gobiernos del problema. En el país donde nació Inditex, la única empresa europea que ha entrado en el índice Global Titan 500 mundial, esas críticas no son creíbles. Amancio Ortega fue autónomo y ha creado 140.000 empleos. España necesita un plan estratégico para salir de la maldición del “que inventen otros” de Unamuno. Y es necesario que empresas y estado cooperen conjuntamente en ese plan.

La vocación de la empresa pequeña debería ser crecer en volumen para aprovechar las economías de escala y reducir el coste medio, para obtener más valor añadido (VA) por coste unitario. Pero parece que España se ha enquistado en una adoración por la empresaria pequeña, como si fuera más “heroica”, como si fuera la “buena” frente a la gran empresa, la “mala”. 
Eso, además de otros factores, afecta a la baja productividad española, como se ve en el gráfico que sigue. (Se trata de la productividad de todos los más factores, no confundir con la ambigua productividad del trabajo).



Por lo tanto, el capital y el trabajo, más ese elemento adicional cualitativo de organización, son claves para explicar esa baja productividad secular en España, determinante del futuro de nuestra renta per capita y, por derivación, de la renta a repartir entre capital, trabajo y lo que podemos llamar políticas redistributiva a los más desfavorecidos, como Sanidad, Desempleados y Pensiones. 
Para empezar hay que decir que el mercado de trabajo adolece de muchas deficiencias en comparación con los demás países de los gráficos, como demuestra la crónica alta tasa de paro que arrastramos desde hace décadas. Esa tasa de paro, la mayor entre los países equiparables, se compagina con una baja tasa de población activa (PA), que es la parte de los que tienen edad de trabajar (PET) que buscan trabajo, o PA/PET. Una baja tasa es signo de que pocos son los que se ofrecen el mercado para trabajar, lo que debilita ciertamente la capacidad de las empresas para encontrar empleados cuando la demanda de la economía crece. En otras palabras, una baja oferta laboral que sube el salario artificialmente y retrasa la productividad, además de aumentar la tasa de paro, pues ésta es el paro/PA. 
El mercado de trabajo en España está además fragmentado por CCAA, pues cada una de ellas tienen normas específicas que rompen la unidad que debería haber, por lo que las diferencia en empleo, tasa de paro y renta son abismales. Esto se ve acentuado por la política de ayudas y asignación de capital público del gobierno central, de la que es difícil entender los criterios. 
Pero no es sólo el mercado de trabajo que falla. El mercado de inversión de capitales también tiene obstrucciones artificiales, además de adolecer de falta de confianza del capital extranjero, elemento crucial en un país que necesita desarrollar su innovación tecnológica, que suele acompañar la inversión. Lo dicho de las CCAA para el mercado de trabajo se puede aplicar el mercado de la inversión, donde todas ellas compiten a la rebatiña sin coordinación alguna. 
En suma, la aportación de cada uno de los factores al PIB, como se ve en el gráfico, 



Es deficiente respecto a la UEM (a pesar que no todos los países incluidos son más desarrollados que nosotros), y sobre todo es preocupante la baja aportación de capital tecnológico en I+D. Una buena parte de ésta de deficiencia viene de atrás, de una educación muy poco cualificada y poco exigente y de una falta de acoplamiento de la calidad de la oferta a la demanda de las empresas, algo dramático. El ejemplo contrario es Alemania,  que tiene muy bien organizado la enseñanza universitaria y profesional con lo que demandarán las empresas, algo de lo que deberíamos a prendaba un poco. 
El activo acumulado de la una nación no es la suma de bienes poseídos (igual a la suma neta de bienes financieros), sino esa cualidad añadida que determina el crecimiento cualitativo. Sin ese factor cualitativo, inconmensurable, el malestar sí que crece, pues los salarios no pueden aumentar si no es a costa de más paro, hay menos oportunidades para los jóvenes, y los bienes sociales se estancan. El paro se hace más perenne. Los bienes y servicios sociales se hacen cada vez más infinanciables, si no se recurre a la deuda pública creciente. 

En resumen, la productividad en España creció mucho en los años 1960-80, desde la ley de Estabilización hasta la segunda crisis de petróleo. En el gráfico se puede ver que después de este excepcional crecimiento, desde mediados de 1980 empezó a estancarse y luego decaer, 




Como dice la Fundación BBVA, 

Desde 1995 España solo ha recortado en 2,7 puntos porcentuales la brecha que le separa del PIB per cápita de la eurozona, situándose en la actualidad un 19,2% por debajo de la Unión Económica y Monetaria (UEM). Esta evolución está influida por los bajos resultados obtenidos por nuestra economía en términos de productividad. Así, la productividad total de los factores (PTF) es en 2017 un 10,5% inferior a la de 1995 y su evolución contrasta con el aumento del 1,4% y 4,5% experimentado por el conjunto de la UEM y la UE, respectivamente. España también se ha alejado de Europa en el nivel de productividad del trabajo, que actualmente se sitúa un 18,7% por debajo de la UEM, una diferencia que duplica la que existía en 1995. El menor esfuerzo inversor en I+D, en capital humano y en capital público que realiza nuestro país también contribuye a explicar nuestra menor productividad y renta por habitante.”

España, por lo tanto, acumula un déficit de productividad frente a Europa - no digamos ya frente a EEUU - que condiciona radicalmente nuestro futuro, sobre todo tomando en cuenta la crisis demográfica que nos amenaza. Esto es un lastre para enfrentarse a problemas actuales y futuros como nuestra deuda, que no recoge el pasivo futuro que representan las pensiones y que son tratadas como un activo del presente, no como un pasivo del futuro. Subir alegremente las pensiones actualizándolas por el IPC es una irresponsabilidad, a menos que la evolución de nuestra productividad no cambie a partir de ahora. Lo mismo se puede decir de la actualización salarial y del salario mínimo, si no está justificado por un aumento de la productividad, de la que, en todo caso, no le corresponde todo al salario, como hemos explicado aquí.

viernes, 24 de septiembre de 2021

Evergrande. El gigante chino se tambalea

Lo que pasa con el gigante inmobiliario chino Evergrande, es que los chinos llevan, desde el fin de la Revolución Cultural, intentando jugar con dos barajas: el Comunismo como rector Máximo, y el Capitalismo como subsumido al primero pero que obtiene cierta productividad. Jugar con dos bajaras es transitorio, tarde o temprano te la pegas. Sobre todo si hay deuda por medio que no se paga. 
Evergrande ha incumplido ya un vencimiento del cupón del bono en dólares equivalente a 83 billón de $, aunque tiene un plazo de 30 días para ser considerado default. 
Evergrande está quebrado, si no llega el 7º de caballería (gobierno) al rescate. Si China quiere jugar a una sola baraja y dejar que caiga el gigante (como hizo el Tesoro USA con Lehman), el temblor de tierra llegará hasta el confín del mundo. Pero no creo que lo permita el gobierno, días antes de Congreso del partido Comunista que se supone va a consagrar a Xi presidente permanente. 
Aún así, esta crisis, se sofoque o no, según dice Evans-Pritchard, marcará un giro a la baja de la economía,

“La cohorte de adultos jóvenes que suben a la escalera de la propiedad se está reduciendo. El número de matrimonios se ha reducido en un 31% desde 2013. El flujo de migrantes del campo se ha agotado. "Esperamos que la demanda de nuevas viviendas urbanas se reduzca a la mitad en los próximos diez años", dijo Williams.

La construcción está cerca del 15% del PIB, más del doble del pico de las hipotecas de alto riesgo de EE. UU. Y mucho mayor que el pico de España en 2007. El paralelo moderno más cercano es la burbuja de Japón en la década de 1980, cuando los jardines imperiales de Tokio valían teóricamente más que California.

Japón nunca tuvo la espectacular crisis que muchos temían, pero ha estado en una lenta caída económica desde entonces, luchando contra la deflación de la deuda posterior a la burbuja en una sociedad que envejece. Es probable que ese sea el destino de China a partir de ahora.

El profesor de Harvard Ken Rogoff y Yuanchen Yang (ahora en el FMI), dicen que la propiedad y la construcción en China representan el 29% del PIB cuando se incluyen todos los sectores auxiliares. La vivienda representa las cuatro quintas partes de la riqueza personal y las ventas de tierras representan el 40% de los ingresos del gobierno local.”

En otras palabras, la enorme dimensión de la construcción, junto con la desfavorable demografía muy decreciente, y el sobre endeudamiento chino general, predisponen a una China mucho menos próspera que lo ha sido hasta ahora. El caso de Japón, de una crisis financiera y especulativa y bajo crecimiento en los siguientes cuarenta años, son un ejemplo de lo que pueden esperarse en China. 
Resulta que la exuberancia China se debe en buena parte a su mercado inmobiliario. Esto se acabó, y ciertamente eso va a afectar a los proyectos de hegemonía como primera potencia. 

miércoles, 22 de septiembre de 2021

La guerra como brote final de los conflictos económicos

Este post va dedicado a Alejandro Cienfuegos, comentarista, vía Twitter, habitual y generoso de este blog. En uno de sus comentarios se lamenta:

majony64 (@Alejandro Cienfuegos) twitteó: Llevamos desde 2007 en un escenario de dolor económico en este país….parece no tener fin.

Verdad. Desde la crisis de 2007 y luego la Pandemia, llevamos catorce años de dolor que no ha dejado de herir a casi todo el mundo, menos a las clases más altas, gracias a que los mercados de capitales mundiales han explosionado en razón de los bajos tipos de interés. Ahora bien, que no se confíen estos propietarios de acciones, pues los mercados Chinos están dando muestras de sobre endeudamiento y riesgo de un “Lehman”, algo nada descartable. 
Las posibilidades, remotas o no, de otra crisis financiera, enconarían aún más los conflictos ínter sociales y y entre estados, y me pregunto seriamente si no acabarán estos conflictos en una guerra, aunque yo espero fervientemente que no.
Lo malo es que las frívolas autoridades que nos gobiernan tienen objetivos seriamente, agudamente, contradictorios, como el pleno empleo, el crecimiento y la lucha contra el calentamiento climático (LCCC). Éste último objetivo ya está dejando ver que está en contradicción con los demás, en el disloque del mercado energético y sus repercusiones hoy y en el futuro. La LCCC, inevitablemente, aumenta los costes de producción porque no hay energías alternativas si no son las subvencionadas. Esto de subvencionar una materia prima tan importante es un “oximoron” económico del tamaño de de una catedral. Si no hay fuentes no contaminantes disponibles, pues el Cambio Climático será prioritario, pero tendrá repercusión negativa en el nivel de producción, de empleo, y en la tasa de crecimiento, dejando aún más desprotegida la economía en su función esencial, que en mi opinión es el empleo. Hay otros frentes que se resentirán, obviamente, como son las pensiones, que además ya están en quiebra. 
Me parece ineludible que estas y otras contradicciones agudicen los conflictos ínter clasistas y entre países sin saber cuándo van a parar. 
A esto hay que añadir la amenaza demográfica, que nos señala un camino ineludible de decadencia, lo cual agudiza los conflictos económicos y los aleja de una solución estable.
En Margareth Macmillan - “La guerra. Como nos han marcado los conflictos” -, una de las mentes más brillantes sobre el conflicto bélico, nos explica que el hombre ha estado en guerra desde que existe la historia, y que las excusas han sido varias y dispares, pero los motivos no son tan raros. Y los motivos económicos, sobre todo cuando se consigue un apoyo de la mayoría de la población, son altamente frecuentes. Estos motivos producen en la sociedad frustración, encono, violencia, y desdén por la vida a partir de un nivel. Naturalmente, como explica la autora, la guerra no arregla nada, empeora las cosas, pero la razón es lo último que se considera cuando la frustración desborda los límites. 
La razón raramente ha dominado la acción humana. (Por eso me ponen enfermo los austriacos-liberales, que creen que el mundo es racional).
Ni la Naturaleza (véase la erupción del la La Palma) ni el Humano lo son en su comportamiento. Uno de los mayores fracasos de la historia es la Ilustración, que pretendió que las soluciones a todos los conflictos estaba al alcance de la Razón, como demuestra Isaiah Berlin. Para Isaiah Berlin parece difícil que un día se alcance La Paz universal por esos motivos.
Olviden que los conflictos tienen una solución racional, porque los objetivos y medios no suelen ser compatibles, más que al final de una guerra que dejado a los dos bandos agotados y con ansias de Paz... Hasta que se han olvidado de ella.
Piénsese en EEUU, primera potencia (de momento), y China, aspirante a serlo. ¿Pueden llegar a conciliarse ambos objetivos, cuando una es capitalista y la otra otra busca un capitalismo eficaz pero de estado? Me parece inverosímil, si esos objetivos crecientemente divergentes no se concilian espontáneamente y por azar. Uno de los dos perderá la carrera, y es difícil decir quien lleva ventaja. 

martes, 21 de septiembre de 2021

Sobre el mercado “habilitado”

Yo creo que algunos me han entendido mal con el debate “mercado libre versus mercado habilitado”. Curiosamente, los críticos que me han visitado acaban de leer a Hayek. Quizás he cometido el error de achacar a este autor la creencia en un hombre primitivo de naturaleza buena, que luego se pervirtió con la sociedad y el estado, como defendía Rousseau. 
Una cita de Hayek demuestra que no estamos ambos tan en desacuerdo, cita que entresaco de la que me ha mandado uno de los críticos.




 Efectivamente, “el conflicto está entre Libertad y ley. Como John Locke evidenció ya, no puede haber Libertad sin ley”. Que es exactamente lo que yo quería decir. No puede haber mercado libre sin ley que lo proteja, y lo demás es creer en mitos de una especia humana, que debió desaparecer no sé cuándo. Por eso identifico ese buen ser con el buen salvaje De Rousseau. 
Y me parece haber un paralelismo entre ese buen salvaje, al que pervierte el estado, con el buen hombre que sin hacer daño a nadie, convive con sus vecinos e intercambia sus mercancías.
No puedo creer en ello sin pensar que Rousseau fue el antecesor del comunismo, consecuencia de creer que el hombre es bueno y lo pervierte la sociedad, la propiedad privada, a las que que demoler para que resurja el hombre bueno. 
Repito: no hay mercado, ni actividad pacífica alguna, sin ley. Por supuesto, mejor que está ley sea democrática, pero eso no llegó hasta la revolución “gloriosa” en Inglaterra. Tiempo al tiempo.

lunes, 20 de septiembre de 2021

El dramático problema real del coste energético

El problema dramático del coste de la luz es que se agudizará a medida que se acerca el frío, dentro de dos-tres meses, que es cuando nos encontraremos en una situación de racionamiento.
El gobierno lo único que ha hecho es una chapuza para reducir los precios de hoy, pero el problema real será en noviembre. Y no sólo en España, sino en Europa entera. Vayamos por partes.
La subida del precio del gas, materia prima imprescindible para Europa, es que Rusia - léase Putin - ha recortado drásticamente los flujos de gas de manera tal que Europa no pueda reponer sus reservas. Gas ruso viene, pero a un ritmo tan bajo que los stocks se están vaciando. Ergo el precio seguirá subiendo y no habrá más remedio que racionar por sectores, y cabe preguntarse, ¿está este gobierno mínimamente preparado a ésto con eficacia? 
Por qué Putin se comporta así? Dice Ambrose Evans-Pritchard,
Esta vez, el manipulador es Vladimir Putin, el objetivo es Europa y la herramienta de presión es el gas de tubería. El Kremlin está limitando los flujos de recarga normales a través de los oleoductos ucranianos y polacos necesarios para reponer los inventarios europeos antes del invierno.”
Ya se está contagiando la subida del coste de esta MP a otros productos, aunque a un ritmo bajo pues el índice subyacente (sin energía) aumento mucho menos que el IPC: un 0,7% anual frente al 3,3% del consumo. Apenas se puede hablar de contagio.
Se exige en algunos sectores que el BCE sea estricto en contener la inflación 
(Ya anunciado menor ritmo de aumento de sus activos de deuda), pero me pregunto como se contiene la inflación cuando la causa de el aumento de un coste que se traslada a toda la economía sin que se contraiga drásticamente. ¿Habrá que pensar en racionar toda la economía, como si estuviéramos en guerra? Pensemos un momento. ¿Que es más importante, racionar a lo bruto, o dejar que la inflación aumente unos puntos para permitir absorber el choque que viene de una manera más eficaz - siempre que no se pasen ciertos límites...?
Para mí que algún aumento de la inflación habrá que tolerar, si no queremos volver a vivir una contracción como la del año pasado. La cual será, ciertamente, deflacionista. 
En todo caso, se acercan tiempos duros y difíciles de gestionar, sin una escapatoria clara que no sea que el señor Putin cambie su estrategia de asfixiar Europa. Lo cual se me antoja difícil. 

viernes, 17 de septiembre de 2021

No hay ni ha habido mercados libres. Ha de decirse mercados habilitados

Dedicado a Polavieja & all (Juandemariana)
No es que yo no crea en el mercado. Lo que no creo es que fue el principio de todo, como parecen creer Hayek, Mises y todos los denominados “Austriacos”. Como Duncan Austin, creo: 

El defensor del "libre mercado" se encuentra en la posición disonante de desear que los actores del mercado sean los únicos conferidores de los nuevos derechos de propiedad y al mismo tiempo depender del gobierno para defender una norma general de derecho que es la condición necesaria para que la propiedad sea significativa. De hecho, debido al carácter indispensable del estado de derecho, deberíamos ser más precisos con nuestra terminología. Nunca tenemos "mercados libres". Solo hemos tenido "mercados habilitados", mercados habilitados por una autoridad capaz de defender el estado de derecho que da sentido a la propiedad. El idioma importa. “Mercados libres” es un término muy engañoso, que se utiliza habitualmente como un principio universal inexpugnable para encubrir una agenda más parroquial. Con demasiada frecuencia, lo que los defensores del "mercado libre" realmente defienden es un sistema de "mercados habilitados donde los queremos y no donde no los queremos". O, dicho de otra manera, el lema de trabajo del neoliberalismo ha llegado a ser: “algunos mercados son la solución; el gobierno es el problema.”

Y como Polianyi, creo: 

“Permitir que el mecanismo del mercado sea el único director del destino de los seres humanos y su entorno natural ... resultaría en la demolición de la sociedad ”.

Es decir, creo en que Maquiavelo y Hobbes estaban más cerca de la verdad cuando dicen que toda asociación de humanos es posible si sólo si hay una autoridad que marca ciertas reglas, reglas que con el tiempo se van haciendo  más complejas y acaban protegiendo leyes generales que defienden la propiedad privada y los derechos de contrato. 
Creo en el mercado protegido por La Ley, fruto del Estado.
El mito de hombres libres intercambiando bienes y aumentando así la eficacia de la acción humana es eso, un mito, que además se rompe en pedazos cuando se introduce el dinero, generalmente también protegido por el Estado, porque es difícil imaginar un dinero sin protección de la fuerza. El supuesto de los austriacos no es cierto. Adam Smith claramente no creía en él, y comienza su defensa del mercado sólo con la presencia de un estado. 
El estado puede ser, obviamente perverso, pero resulta ser la fuente del derecho.
Sin embargo, las creencias son libres, ¿no es cierto? Aunque no sean verdad.  Aunque no sean verdad. Pero hay que decir que estas creencias son de raíz roussionanas, que llevan, como dice Polianyi, a la implosión de la sociedad.

¿Es posible una estanflación en España?

No sólo es posible, es probable (como nos avisa Rafael Manzano en un comentario a mi anterior artículo). Gracias a la desatinada política energética, que puede incluso seguir batiendo récords de precios, los costes de producción están subiendo, y no sólo por eso: se acaba de añadir más arena en el engranaje con la subida del salario mínimo obligatorio. Todo depende de si habrá muchas empresas que tengan que subir precios y contraer la producción, lo que sería el punto de partida para un aumento de la inflación y una contracción del PIB, con el consiguiente aumento del desempleo. 
Todo depende de la capacidad (poder de mercado) que tengan las empresas para repercutir a sus precios el aumento de costes inevitable, pero seguro que un número no pequeño de ellas tendrán que reducir márgenes, despedir e incluso cerrar, dada la precaria situación financiera-pandemica.
Este gobierno desprecia a las empresas y su capacidad de producción. Su aliado comunista aún más. Ahora bien, la inflación será una cosa irrebatible, y debería hacer subir los tipos de interés - otro palo en el engranaje. No debemos olvidar lo que haga el BCE. Este ya ha empezado a moderar su modo expansivo de la oferta monetaria, lo que podría, a partir de cierto momento, acentuar la contracción del PIB debida a lo dicho antes. Inflación y costes al alza, ídem tipo de interés...
La estanflación es muy posible: inflación y contracción, algo no deseable en absoluto.
¿Y la bolsa? Una subida significativa del tipo de interés invitaría a vender.


jueves, 16 de septiembre de 2021

El Bitcoin, más antiguo que la rueda

Según fuentes sólidamente acreditadas, el bitcoin ya fue inventado hace largas décadas, concretamente por Toni Leblanc en el film “Los tramposos”, como demuestra fehacientemente la documentación adjunta:


La modestia y el triste fallecimiento del citado inventor han hecho que pase desapercibida la verdad: que el Bitcoin no es más que un trozo de papel de periódico.