Obama ha triunfado con su viaje más de lo qué mismo debía esperar. En el Financial Times de hoy, el editorial le dedica cálidos elogios. Hemos de reconocer, los que desconfiamos de los demócratas -y más de éste, que yo creía de la misma especie que Zapatero- que su viaje ha establecido una mínima confianza en que la política exterior americana no será tirada por la borda, como lo ha sido la española.
La reacción de su ponente McCain ha sido de rabia mal disimulada. No es de extrañar, pues le ha pisado un terreno que consideraba suyo, que no necesitaba abono.
normalmente los candidatos demócratas a la Casa Blanca enseñan sin rubor su desconocimiento total del tema, y lo suelen aprender de oficio cuando llegan al poder. Los demócratas son especialmente peligrosos porque tienen la tentación del proteccionismo de sus huestes. EEUU ha sido el país más generoso en abrir sus fronteras desde la segunda gran guerra. Sin embargo, sucesivos presidentes, incluido Clinton, se han enfrentado a sus propios grupos de poder, como los sindicatos, para hacer inteligentes acuerdos comerciales con lo países de Suramérica, desde México a Chile, pasando por Colombia. Acuerdos que benefician a ambas partes,por supuesto,pero que son los mejores.
Obama quiere relanzar la alianza con Europa. Esto es una noticia my buena, aunque sólo sea una promesa, en la situación actual. es más, puede que su confirmación actúe para restablecer antes la confianza económica. Aún faltan muchos focos de incertidumbre por aclarar, pero sería una buena cosa que estos pequeños pasos fueran consolidándose.
Se preguntarán qué nos importa lo que pase allá. Es lo que debemos aprender: dada la absoluta ruina de España y la falta de esperanza de que se levante, que el mundo exterior se arregle, o que lo parezca, nos importa mucho.
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