Lean la entrevista del siniestro Pujol en "El mundo" de hoy; o no la lean, si no quieren ponerse enfermos...
Siempre he reconocido la gran inteligencia política de Pujol, pero para hacer una gran Cataluña. Es así: ha sido el mayor político catalán de todos los tiempos, pero de una idea de nación catalana incompatible con España. Es decir, de una entelequia.
Encuentre el lector la concordancia de estas tres afirmaciones:
- "En los últimos tiempos, el resto de España no hemos gustado y el resto de España no nos ha gustado a nosotros. Algo grave ha fallado".
-"Cataluña ha sido siempre leal a España"
- "Si la ley electoral se toca, sería una grave agresión a la transición, a Cataluña, y al País Vasco".
En fin, como estas tres, se podrían poner otras sentencias ejemplares del mentiroso Pujol.
Decía Ortega y Gasset que nuestra vida se asienta en creencias, no en ideas racionales. Pues claro. Sólo de tener en cuenta esa base de partida se puede comprender el mundo. Yo incluso diría que la vida se asienta en los sentimientos, no en la razón, que viene a justificar ex post lo que han dictaminado los sentimientos. Es lo mismo que diría, por ejemplo, Shopenhauer, que decía que la razón está subordinada, o es una sirvienta, de la Voluntad. Podemos tranquilamente sustituir "Voluntad" por emociones, sentimientos, pasiones, según el rango de nobleza que queramos dar esos motivos últimos. Es el primer filósofo que dice que la razón es una sirvienta, no la reina gobernadora...
El problema es que los españoles de buena fe hemos creído que debíamos de ceder -cercenar sentimientos legítimos- para que la convivencia fuera posible. Una actitud racional que no ha sido premiada por el éxito, pues al final no hemos cosechado ni convivencia, ni reconocimiento, ni una mínima unidad en torno a la historia de España. Los pujoles se han salido con la suya, aunque no lo reconozcan, claro (ni los españoles tampoco). ¿Cómo van a reconocer los aventadores de tempestades que ellos tiene la culpa de que la nave se hunda? No, claro, la culpa la tienen los demás. Sobre todo, los que no han cedido, como Aznar.
Esa es la historia de los nacionalismos: una historia en la que cuando se empezó a ceder lo importante, empezaron a ganar ellos. Lo decía -de nuevo- Ortega en su discurso de 1932, cuando se debatió el Estatuto de Cataluña en la República (era la primera cesión). Venía a decir: el problema catalán es una molestia que no tiene solución idónea, satisfactoria para unos y otros. Lo mejor es acostumbrarse a la molestia, y no ceder, porque lo que ellos quieren, es un sueño imposible. Aceptemos el dolor de cabeza que dan, pero no cedamos -venía a decir Ortega -pues sería peor. Así es.
Sin ninguna reserva, estoy de acuerdo contigo en cuanto a que la vida esta dirigido por los sentimientos, creo que la inteligencia es una herramienta para realizar los sentimientos.
ResponderEliminarEn cuanto a la transicion en España, por lo que he leido, tengo la idea de que fue echa mas que nada bajo el concepto de "comodidad". No dudo que hubiera buena voluntad, pero "comodidad" fue lo que la dirigio
Aprendi, en carne propia, y de la forma mas literal, que la comodidad se paga, y se paga muy cara siempre.
Con los catalanes, solo cabe esperar acciones dificiles y duras.
Un cordial y neo-liberal saludo, desde Miami Beach
Honorable Luis, ahora ademas, del problema hay otro adicional, como buscar y encontrar al Hombre (con mayusculas)que sea capaz de enfrentarse al problema, tomar las decisiones necesarias y llevarlas a cabo. Pero tampoco hay que olvidar que los paises paren a sus Hombres, y España siempre los ha parido. Te sigo leyendo con mucho interes. Un neo-liberal saludo desde Miami Beach. Charlete
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