Vivo como un injerto en una sociedad que cada vez conozco menos. Siempre ha debido ser así, supongo, pero antes ni me daba cuenta. Estoy entre gente cada vez más extraña, por la edad, claro. Pero hay que hacer como si...
El viernes estaba haciendo ese "como si", en una copa que se hizo al final de la mañana, por una de las nuestras que era trasladada. Vino, canapés, dulces, risas, etc. Muchos de mis compis venían de una cena de la noche anterior, por un motivo similar -Uno que se iba con la música a otra parte. La cena se había prolongada en en diversos lugares de bailoteo, y bebercio, así que muchos estaban literalmente zombis.
El más famoso trasnochador ,uno que no se acuesta casi nunca -en su cama, se sobreentiende- estaba explicando como hace para aguantar el alcohol (Porque entre los jóvenes el acohol es un ingrediente fundamental de estas actividades noctámbulas). "Yo- decía-con el alcohol bebo mucha agua, porque así se te sube más (¿?); Otros beben una cucharada de aciete, que se deposita encima de la papilla del estómago y así.. etc. En fin, a lo que voy: inmediatamente, con su tono más burlesco, dice:"eso me suena a que algo así debe ser el alma" - un aceite flotando sobre la papilla. "Sí", dijeron sus compañeros de francachela, ¡debe ser eso!
Lo que quiero decir es que cuando yo era joven, y nos íbamos de francachela, no se nos ocurría hacer disquisiciones metafísicas. Íbamos a por otra cosa no menos placentera.
En fin, cada generación tiene sus creencias, y la de hoy cree firmemente en lo que cree: en nada. Cree que es guay porque sus desmanes -generalmente inocentes- los compensa con sentirse progre, ecologista, y proabortista.
Pero no saben que a lo que se agarran siguen siendo creencias, no ideas racionalmente demostradas. Pues la fe en la razón no es más que una creencia más.
Prosigo con el tema desde otro ángulo: Recojo en el excelente blog de S. González la siguiente reflexión:
"Hay algo más que tienen en común estos tres asuntos que el Gobierno parece considerar más urgentes que adoptar medidas para hacer frente a la crisis [aborto, eutanasia, fosas comunes de la guerra]. Lo decía anoche mi amiga B.C. en una cena entre amigos: "A mí me empieza a dar miedo la pulsión de muerte que tienen en común las cosas que este Gobierno llama reformas sociales y extensión de derechos."
Parece mentira que no salte a los ojos de todos esta observación tan obvia, y que pone al gobierno al nivel de lo que es: un gobierno-vampiro que vive en un ataúd lleno de ideas malolientes.
Porque, no lo duden, tenemos un gobierno-vampiro especialmente habitado de ideas malolientes. Esto es un observación, no una opinión (alguien pensará que ya estoy exagerando, pero no).
Un gobierno que está a 2 días de quedarse sin recursos financieros, y que se dedica a lanzar a los ojos de los ciudadanos piedras como esas tres, en las que cifra el máximo progresismo: eutanasia, aborto, y fosas, no es un gobierno normal; es un gobierno siniestro, terminal, vampírico...
Miedo a las ideologias que viven en un ataud maloliente, eso, exactamente eso fue lo que yo senti. A mi me llego despues de mis años de estudiante universitario, despues de vivir un tiempo de las forma mas primitiva, y despues al ponerme a estudiar eso, ideologias malolientes, en un pais que es un ataud maloliente por la ideologia
ResponderEliminarMe tienes que contar eso más despacio. Me tienes sobre ascuas.
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