Misiva

Zp, visitándome vestido de culebrilla, me ha hecho recordar aquellos mitos paganos de Zeus metamorfoseándose de cisne, toro o lluvia de oro, para seducir humanas.  ¿Esto quiere decir que Zp me quiere seducir? No, claro, no tengo tal pretensión. En realidad, Zp en veranos se metamorfosea en miles de bicharracos, para ver como va la cosa. Le gusta comprobar por sí mismo lo felices que somos bajo su manto protector. En mi casa ha olido que no había felicidad, y ha mandado una culebra con cara la mar de desagradable e insolente, muy descarada en la mirada aviesa.
La he mandado ejecutar; la he metido en una caja y por Prosegur la he mandado a la Moncloa con una nota:
"No se moleste, está Ud. equivocado: la felicidad no depende de Ud. en mi caso. Me hice hace mucho estoico, y procuro que la persona que esté en el poder no me haga feliz ni lo contrario. Ninguno puede hacerme feliz, ni infeliz. Es más, creo que veremos gente peor que Ud. en tal pedestal, y es mejor estar preparado." Attmte, etc, etc... Recuerdos a Pacha-Mama.