En el foro del "Economist" la cuestión a debate es hacia dónde deben orientarse los estudios de economía tras la crisis. Sutil coincidencia:
Menos matemáticas, más historia; menos matemáticas, más economía cualitativa, menos macroeconomía, más microeconomía. (Para los que no sepan de esta distincción: menos economía política, más economía de los agentes. y menos keynesianismo, más de lo que sea.
Yo creo que el problema ha sido más de método erróneo que de objetivo: se ha confundido la economía con la ciencia, se ha buscado más la precisión frente a la verdad, y se ha primado las matemáticas como fuente única e conocimiento y de contrastación. Un efecto colateral ha sido que la economía se ha superespecializado, dejando zonas intermedias vacías, y alejando a la gente profana de los problemas ficticios y ultra-terrenales que se tratan en las universidades. Otro efecto nefasto ha sido confundir correlación con causalidad, lo que ha permitido, con las técnicas actuales, demostrar cualquier hipótesis por absurda que sea. Eso ha sido un boom de los los últimos años que ha arrasado con todo: cualquier mindundi (conozco decenas) podía participar en cualquier foro de cualquier lugar del mundo con teorías ridículas, absurdas, contra-natura, pero que cuelan si van bien a la ideología en marcha. Si hubiera pasado esto en medicina, los muertos habrían crecido por millones. Pero no se apuren, la medicina es una profesión competitiva, y no para de progresar. La economía da vueltas sobre sí misma.
Es curioso que los historiadores son los únicos que puedan jactarse de haber previsto la crisis. Los financieros, con sus altas técnicas de predicción y cálculo de riesgos, nos metieron en esta poza; algunos historiadores, poco leídos, como es obvio, adivinaron que se acercaba una crisis como las que en la historia habían estudiado.
¿Creen que se va a volver a la humilde ciencia de la observación que Hume y A Smith fundaron? apuesten que no: las matemáticas es un arma muy eficaz contra la competencia. Es como el latín medieval, o la jerga jurídica: una barrera de entrada.
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