De chiste, y Évole, de pena, para echarle a los leones. Siempre se las arregló bien para hacer entrevistas en el fondo sensacionalistas, en las que el protagonista se defendía muy bien en el marco de la neutralidad exquisita del periodista, un arriscado reportero de guerra frente a un tipo siniestro que ha sido, por ejemplo, etarra. Si se repasa fríamente su trabajo, sólo queda un tufillo a conchabeo previo, una selección de turiferarios que son de su cuerda, como Otegui, Junqueras, y todo lo que está en el margen de la ley, como si redimirles fuera su misión. Así es muy fácil aclamarse periodista de postín, the number one, cuando todo es puro chalaneo. Ojo, que tiene sus colegas seguidores, que envidian la posición que ha tomado en el renombre periodístico, y le hacen la ola.
Lo único interesante es que por Maduro supimos lo que dice Zapatero de los “bolivarianos”. Son como los vietnamitas, resisten todo, y al final vencerán. Vaya con Zapatero. Como si no supiéramos de qué pie ha cojeado.Qué tipo más extraño, que tenía que estar en Podemos (al que ha robado el santo grial de representar Venezuela) pero se quedó en el PSOE para destruirlo desde dentro. Buen trabajo, excelente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario